él pide – no me ayudéis
ayudad a los soldados
ya no me hace falta nada
ni medicinas, ni calor, ni luz
ni un sorbo de agua antes de morir
no dejaré esta estancia
a no ser que abandone la estancia del cuerpo
pero me han dicho que no hay Dios
y aquel que existe, se parece demasiado al hombre
y el hombre – creo que existe,
¿deberá de existir?-
supuestamente he vivido mi vida
pero sigo sin saber nada
y esa noche me dolió tanto
que me olvidé de todo y de mí mismo también
no vi ni el cielo, ni el cosmos, ni la negrura
divina; sólo vi a unos soldados
sentí en mis huesos cómo querían beber
no me ayudéis más
ayudad a los que todavía pueden
dar a luz a los niños
Oksana Łucyszyna (Uzhhorod, 1974)
Versión de Ada Trzeciakowska desde la traducción polaca
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