lunes, 28 de febrero de 2022

joy harjo / para llamar al espíritu de vuelta de sus merodeos por la tierra en pies humanos










Deja esa bolsa de papas fritas, ese pan blanco, esa
botella de gaseosa.

Apaga ese teléfono celular, la computadora y el control remoto.

Abre la puerta, luego ciérrala detrás de ti.

Toma un respiro ofrecido por vientos amigables. Ellos
recorren la tierra recogiendo esencias de plantas que limpian.

Devuelve con gratitud.

Si cantas tu espíritu se elevará para volar hacia los oídos de las estrellas y de vuelta.

Reconoce esta tierra que te ha cuidado desde que eras
un sueño plantándose a sí mismo entre el deseo de tus padres.

Deja que tus pies de mocasín te lleven al campamento de los
guardianes que te han conocido antes del tiempo,
quienes estarán allí después del tiempo.
Ellos sientan ante el fuego que ha estado allí sin tiempo.
Deja que la tierra estabilice tus inseguras inquietudes postcoloniales.

Sé respetuoso con los pequeños insectos, gente-ave y gente-animal que te acompañan.
Pide perdón por el daño que nosotros los humanos
les hemos ocasionado.

No te preocupes.
El corazón sabe el camino, aunque pueda haber rascacielos, carreteras interestatales, puestos de control, soldados armados, masacres, guerras y
aquellos que te despreciarán porque se desprecian a sí mismos.

El viaje puede llevarte algunas horas, un día, un año, algunos años, cien, mil o incluso más.

Cuida tu mente. Sin entrenamiento podría huir y
dejar tu corazón para el inmenso festín humano organizado por los
ladrones del tiempo.

No guardes rencores.

Cuando encuentres tu camino hacia el círculo, hacia el fuego alimentado por los guardianes de tu alma, serás bienvenido.

Debes limpiarte con cedro, salvia u otra planta-medicina.

Corta los lazos al fracaso y a la vergüenza.

Deja ir el dolor que retienes en tu mente, tus hombros, tu corazón, que se extiende hasta llegar a tus pies. Deja ir el dolor de tus antepasados para dar paso a quienes se dirigen en nuestra dirección.

Pide perdón.

Pide ayuda a los que te aman. Estos ayudantes toman muchas formas: animal, elemento, pájaro, ángel, santo, piedra o ancestro.

Llámate a ti mismo de vuelta. Te encontrarás atrapado en rincones y pliegues de vergüenza, juicio y abuso humano.

Debes llamar de un modo en que tu espíritu quiera regresar.
Háblale como lo harías con un niño amado.

Dale la bienvenida a tu espíritu que vuelve de sus merodeos. Volverá en pedazos, en jirones. Reúnelos. Ellos estarán felices de ser hallados después de estar perdidos por tanto tiempo.

Tu espíritu necesitará dormir un poco después de ser bañado y recibir ropa limpia.

Ahora puedes hacer una fiesta. Invita a todos los que sabes que te aman y te apoyan. Guarda un espacio para aquellos que no tienen lugar a donde ir.

Haz un sorteo, y recuerda, mantén breves los discursos.

Luego, debes hacer esto: ayuda a la siguiente persona a encontrar su camino a través de la oscuridad.

***
Joy Harjo (Tulsa, 1951)
Versión de Andrea Echeverría y Juan G. Sánchez Martínez

/

For Calling the Spirit Back from Wandering the Earth in Its Human Feet

*

Put down that bag of potato chips, that white bread, that bottle of pop.

Turn off that cellphone, computer, and remote control.

Open the door, then close it behind you.

Take a breath offered by friendly winds. They travel the earth gathering essences of plants to clean.

Give it back with gratitude.

If you sing it will give your spirit lift to fly to the stars’ ears and back.

Acknowledge this earth who has cared for you since you were a dream planting itself precisely within your parents’ desire.

Let your moccasin feet take you to the encampment of the guardians who have known you before time, who will be there after time. They sit before the fire that has been there without time.

Let the earth stabilize your postcolonial insecure jitters.

Be respectful of the small insects, birds and animal people who accompany you.
Ask their forgiveness for the harm we humans have brought down upon them.

Don’t worry.
The heart knows the way though there may be high-rises, interstates, checkpoints, armed soldiers, massacres, wars, and those who will despise you because they despise themselves.

The journey might take you a few hours, a day, a year, a few years, a hundred, a thousand or even more.

Watch your mind. Without training it might run away and leave your heart for the immense human feast set by the thieves of time.

Do not hold regrets.

When you find your way to the circle, to the fire kept burning by the keepers of your soul, you will be welcomed.

You must clean yourself with cedar, sage, or other healing plant.

Cut the ties you have to failure and shame.

Let go the pain you are holding in your mind, your shoulders, your heart, all the way to your feet. Let go the pain of your ancestors to make way for those who are heading in our direction.

Ask for forgiveness.

Call upon the help of those who love you. These helpers take many forms: animal, element, bird, angel, saint, stone, or ancestor.

Call your spirit back. It may be caught in corners and creases of shame, judgment, and human abuse.

You must call in a way that your spirit will want to return.

Speak to it as you would to a beloved child.

Welcome your spirit back from its wandering. It may return in pieces, in tatters. Gather them together. They will be happy to be found after being lost for so long.

Your spirit will need to sleep awhile after it is bathed and given clean clothes.

Now you can have a party. Invite everyone you know who loves and supports you. Keep room for those who have no place else to go.

Make a giveaway, and remember, keep the speeches short.

Then, you must do this: help the next person find their way through the dark. 

domingo, 27 de febrero de 2022

c. s. lewis / tres poemas









El deseo del mundo

*

Amor, hay un castillo levantado en un país desolado,
en una roca sobre un bosque de árboles sombríos y grandes,
acribillado por el relámpago entre peñascos de grandes filos esparcido,
las montañas se alzan sobre la arboleda, y el gélido barranco
resuena con el estruendoso rugido y trueno de un río poderoso
que baja furioso por una catarata. Las torres y el bosque se estremecen
y los lobos grises tienen miedo; el canto de los pájaros queda ahogado,
y el pensamiento y el habla del hombre en el ruido del agua hirviendo.
Pero al otro lado del barranco, yermo y afilado
con la luz del sol en sus torreones, se divisa el castillo,
calmo y maravilloso, blanco sobre el verde
del bosque húmedo y ondulante, todo inclinado,
porque el viento impetuoso del norte no descansará ni de día ni de noche.
Pero aun así, las torres quedan por encima, tan poderoso es el lugar,
las puertas de marfil, los tejados de rojo cobre.

Los guardias, serios, caminan por siempre en círculo sobre las murallas
y los dragones vigilantes descansan en las puertas de marfil,
no hay nada que los preocupe, ni el odio de los dioses ni el empeño de los hombres,
y será un lugar de descanso, corazón, para ti y para mí.

A través del bosque húmedo y ondeante, con una pena inmemorial,
cantando el arrepentimiento del mundo, vaga salvaje el hada,
a través de los cardos y las zarzas, a través de la maraña de espinas,
hasta que sus ojos se oscurecen por el llanto y sus pies vagabundos se rasgan.
A menudo, mira en vano la puerta del castillo
porque su belleza desalmada, al castillo nunca gana.

Mas en la corte sagrada, escondida en lo alto de la montaña,
vagando por los jardines del castillo hay mucha gente encantadora
que respira otro aire, que bebe de una fuente más pura
y entre esa gente, querida, hay un hueco para ti y para mí.

~

Mientras cae la ruina

*

Todo esto no es sino ostentosa retórica sobre amarte.
Jamás he tenido un pensamiento altruista desde que nací.
Soy un mercenario y egoísta hasta la médula:
os quiero a Dios, a ti, a todos mis amigos, solamente para servirme.

Paz, consuelo, placer es todo lo que busco,
no soy capaz de salirme ni medio palmo de mi propia piel:
hablo de amor —el loro de un sabio puede hablar griego—
mas, encerrado en mí mismo, siempre acabo donde empiezo.

Solo que ahora me has enseñado (cuán tarde) mi falta.
Veo el abismo. Y todo lo que eres estaba convirtiendo
mi corazón en un puente por el que podría volver
del exilio, y hacerme hombre. Y ahora el puente se está rompiendo.

Por ello, te bendigo mientras cae la ruina. Los dolores
que me causas son más preciados que todas las ganancias.

~

La razón

*

En la acrópolis del alma, la razón se erige
virgen, armada, comerciando con la luz celestial,
y aquel que peca contra ella mancilla su propia
virginidad: no hay pureza que devuelva el blanco a sus ropas;
así de clara es la razón. Pero cuán oscura, imaginativa,
caliente, lóbrega, desconocida e infinita, hija de la Noche:
oscura es su frente, la belleza de sus ojos, de sueño
está llena, y duraderos son sus dolores, y su deleite.
No tientes a Atenea. No la hieras en su fértil sufrimiento,
Deméter, ni te rebeles contra su derecho de madre.
¿Quién reconciliará en mí a la doncella y a la madre?,
¿quién llegará en mí a un acuerdo entre la profundidad y la altura?,
¿quién hace que la caricia tenue y exploradora de la imaginación
vuelva a ofrecer lo mismo que la visión intelectual?
Entonces podría honestamente decir, y no engañar,
entonces podría yo decir: CREO.

***
C. S. Lewis (Belfast, 1898-Oxford, 1963) Mientras cae la ruina y otros poemas. Antología poética. Madrid: Ediciones Encuentro, 2018.
Versiones de Mónica Serrano Porta y Álvaro Petit Zarzalejos

/

World's desire

*

Love, there is a castle built in a country desolate,
On a rock above a forest where the trees are grim and great,
Blasted with the lightning sharp-giant boulders strewn between,
And the mountains rise above, and the cold ravine
Echoes to the crushing roar and thunder of a mighty river
Raging down a cataract. Very tower and forest quiver
And the grey wolves are afraid and the call of birds is drowned,
And the thought and speech of man in the boiling water’s sound.
But upon the further side of the barren, sharp ravine
With the sunlight on its turrets is the castle seen,
Calm and very wonderful, white above the green
Of the wet and waving forest, slanted all away,
Because the driving Northern wind will not rest by night or day.
Yet the towers are sure above, very mighty is the stead,
The gates are made of ivory, the roofs of copper red.

Round and round the warders grave walk upon the walls for ever
And the wakeful dragons couch in the ports of ivory,
Nothing is can trouble it, hate of the gods nor man’s endeavour,
And it shall be a resting-place, dear heart, for you and me.

Through the wet and waving forest with an age-old sorrow laden
Singing of the world’s regret wanders wild the faerie maiden,
Through the thistle and the brier, through the tangles of the thorn,
Till her eyes be dim with weeping and her homeless feet are torn.
Often to the castle gate up she looks with vain endeavour,
For her soulless loveliness to the castle winneth never.

But within the sacred court, hidden high upon the mountain,
Wandering in the castle gardens lovely folk enough there be,
Breathing in another air, drinking of a purer fountain
And among that folk, beloved, there’s a place for you and me.

~

As the ruins falls

*

All this is flashy rhetoric about loving you.
I never had a selfless thought since I was born.
I am mercenary and self-seeking through and through:
I want God, you, all friends, merely to serve my turn.

Peace, re-assurance, pleasure, are the goals I seek,
I cannot crawl one inch outside my proper skin:
I talk of love—a scholar’s parrot may talk Greek—
But, self-imprisoned, always end where I begin.

Only that now you have taught me (but how late) my lack.
I see the chasm. And everything you are was making
My heart into a bridge by which I might get back
From exile, and grow man. And now the bridge is breaking.

For this I bless you as the ruin falls. The pains
You give me are more precious than all other gains.

~

Reason

*

Set on the soul’s acropolis the reason stands
A virgin, arm’d, commercing with celestial light,
And he who sins against her has defiled his own
Virginity: no cleansing makes his garment white;
So clear is reason. But how dark, imagining,
Warm, dark, obscure and infinite, daughter of Night:
Dark is her brow, the beauty of her eyes with sleep
Is loaded and her pains are long, and her delight.
Tempt not Athene. Wound not in her fertile pains
Demeter, nor rebel against her mother-right.
Oh who will reconcile in me both maid and mother,
Who make in me a concord of the depth and height?
Who make imagination’s dim exploring touch
Ever report the same as intellectual sight?
Then could I truly say, and not deceive,
Then wholly, say, that I BELIEVE.

sábado, 26 de febrero de 2022

humberto díaz-casanueva / tres poemas













La visión

*

Yacía obscuro, los párpados caídos hacia lo terrible
acaso con el fin del mundo, con estas dos manos insomnes
entre el viento que me cruzaba con sus restos de cielo.
Entonces ninguna idea tuve, en una blancura enorme
se perdieron mis sienes como desangradas coronas
y mis huesos resplandecieron como bronces sagrados.
Tocabas aquella cima de donde el alba mana suavemente
con mis manos que traslucían un mar en orden mágico.
Era el camino más puro y era la luz ya sólida
por aguas dormidas, resbalaba hacia mis orígenes
quebrando mi piel blanca, sólo su aceite brillaba.
Nacía mi ser matinal, acaso de la tierra o del cielo
que esperaba desde antaño y cuyo paso de sombra
apagó mi oído que zumbaba como el nido del viento.
Por primera vez fui lúcido mas sin mi lengua ni mis ecos
sin lágrimas, revelándome nociones y doradas melodías;
solté una paloma y ella cerraba mi sangre en el silencio,
comprendí que la frente se formaba sobre un vasto sueño
como una lenta costra sobre una herida que mana sin cesar.
Eso es todo, la noche hacía de mis brazos ramos secretos
y acaso mi espalda ya se cuajaba en su misma sombra.
Torné a lo obscuro, a larva reprimida otra vez en mi frente
y un terror hizo que gozara de mi corazón en claros cantos.
Estoy seguro que he tentado las cenizas de mi propia muerte,
aquellas que dentro del sueño hacen mi más profundo desvelo.

~
 
La intolerable unión de los despojos

*

Todo se ha consumado de
golpe
Como una trompeta
te has partido en dos
y sale un chirrido
no sale de ti
sino de la sorda conclusión
del tiempo

Sale el fantasma
que porfiaba en las
conversaciones
Recuerdas?
Recuerdas el súbito crujido
de la seda?
La insurrección de las
sillas?
La camisa cada vez más
lívida?

Decías
Entré!
Pero nadie entraba
Pero un remolino de música
consumía el espacio
y quedábamos atónitos
sosteniendo
la cúpula encendida de
otro mundo

Ahora
el fantasma tiene aberturas
de boca
y nada dice
Nadie dice nada

Las cosas se apagan
lentamente
En tu feroz mordaza
quedan palabras quedan
besos

Nadie dice nada
porque nada tiene sentido
Lo irrevocable
es una verdad vacía
que nos acecha
sin razón verdadera

Al contemplarte
nos contemplamos
petrificados
vivos!

Oh forma! Oh crepitación
de la forma
que nos liberta de la nada
al mismo tiempo que a ella
nos conduce!

Debo alabar o
execrar
tu muerte
como el desdoblamiento
infinito
de una presencia apenas
perceptible
No sé
Tengo vendada el alma

Sólo quiero
ungir tus ojos con el
claror de mi vida

Te recuerdo
como un caballo espumoso
tascando
el freno de la muerte
como un cíclope
luchando contra una pared
cornuda
Tierno
cazando una estrella
perdida
en tu cuerpo

Humilde
cuidando una paloma
coja
Iracundo
ante la mesa vacía
del pobre

Te has juntado
contigo mismo?
Y de qué te vale
el cumplimiento de una
soledad
más vasta?
Allí
no sé dónde
tallando con tus dientes
un bosque de marfil
sin intención valedera?
Sólo abundabas en tu
prójimo

~

Los penitenciales (fragmento)

*

Estos son los restos que me
devuelve
el sueño
Me falta una vena
Me falta una mano
para estrujar un pájaro
 
Un asa de piedra pegada
a mi alma
para empuñar mi muerte
 
Saludo al sol que me arroja
como humo
 
Sol
Hemos de condescender
Hemos de arder a
Obscuras
 
Te daré un Gran Párpado
Me darás mis ojos blancos
Mi rayo que toma mi
peso
 
Voy hincado en las
aguas
Voy vestido de mi piel
Voy
y a punto de llegar qué
pasa?
Quién me corta la desmemoriada
mano?
 
Con animales muertos en
los hombros
he recorrido la soledad
terrena
He visto cenizas
paradas
La tierra sólo tierra es
luna
La luna es un pecho cortado
de la tierra 

***
Humberto Díaz-Casanueva (Santiago de Chile, 1906-1992)

viernes, 25 de febrero de 2022

carla retamal / cuatro poemas













Hoja tamaño carta

*

Si usted ya no me quiere debería dejar de escribirme Aunque sean cosas tontas Cosas de la tele -que antes usted no veía- Aunque sean cosas que ya no nos unen Aunque sean manchas o fotos de otros No escriba nada Una sola nota suya y es volver a los tiempos muertos Una sola carta más y le responderé Lo juro Pero no lo haré –mejor- Mantendré el silencio Mantendré mis noches intactas sólo para escribirle a usted Mantendré mi cama Mantendré el incienso Pondré dos cuchillos y dos tenedores Me seguiré el juego Todo lo que escribo en esta vida está dedicado a usted Pero usted nunca lo sabrá Quemaré mis cartas –mejor- Quemaré mis notas Quemaré el comedor Ya nada nos unirá Pondré una bomba en el balcón en el ascensor y en la puerta Volaré el edificio –mejor- No tendré nada que la recuerde.

~

Tintas imborrables

*

Y perdernos todo y decirnos todo Y recluir el enojo en la voz altanera Y cortar el teléfono tach 5.3 Y hablar como hace veinte años Y recuerda que tenemos veintitrés y veinticinco Y que nadie sabe y se hacen los locos Y que no me importa bailar por cámara y someterte a mis noches infértiles -las más fértiles del mes- y a mi cólera y mis frases en función de lágrimas caídas en mi ropa interior Y la primera vez que vimos el fondo y el fondo de ti sumergidos en las yemas y en la punta del lápiz partido en dos Y recuerda que son doscientos ochenta y nueve los lápices de grafito y pasta en nuestra colección guardada bajo el faldón junto a la misiva tercera y la cajita de cartón forrada en papel lustre Y recuerda también que te hablé del Amor de Lhon y de la séptima voz de tu placer Y de tus ojos tristes repartidos en comillas indelebles Y de refugios miserables llenos de cantos y cárceles enrejadas y flores plásticas como el jardín infantil que se roba a mi hermano a las ocho de la mañana porque las universitarias no somos hermanas ni madres Hay quinientos mil kilómetros de mar según mis llantos Y estoy siendo toda de sal de sueños y pesadillas diarias que enternecen las noches solitarias de tanto pensar No me escribas de nuevo amor No quiero recordar la tinta azul del lápiz que compraste en el negocio de la esquina a cien pesos Esa tinta celeste a las cuatro de la mañana en la hoja de roneo cuadriculada de tu escuelita del sur Y no borres las fotos de los terminales que literalmente almacenan los términos de la comodidad y de  tantos besos nacidos en la cúspide del tema veinte de mi mp4 Y no adivines y no vuelvas y no alcances y no me sueltes y no persigas y no resucites

~

Cajita de cartón

*

Y saber que aún te quedan cosas por recoger en esta casa Y saber que aún tus ojos me partirán en dos -como los lápices que me devolviste-Y todo se me viene de golpe a la memoria como si estuviésemos bailando de nuevo Como si el recuerdo se hiciera en ti Y fueras tú mi memoria Y me recorrieras como ella Y me aplastaras como ella Y entro a la cocina y lo mismo Y cierro el refrigerador Y me giro para no ver tus notas Despegaré tus notas Lo haré Pero hoy día no Despegaré tus notas Lo haré Pero mañana no Romperé la cajita de cartón donde guardo tus cartas Destrozaré tus notas Pero hoy día no Pero mañana tampoco Dejaré que la memoria me agote Queme más que mi garganta Queme la casa Queme el comedor Que ardan todas las notas Que se vuelvan cenizas Que mi memoria levante sus cenizas y no pueda volverlas a leer Que el viento se lleve esta casa donde debo volver a mirarte como miro a un niño sin madre que llora en la calle Que el fuego se lleve todo mejor Que no haya puentes ni quebradas ni cerros donde botar las cenizas Que todo quede seco y muera de sed Que no exista cama donde llorar Porque eres tú de golpe en mi memoria y te transformas en mí Y haces cosas que no quiero Dices cosas que no quiero Y escribes cosas que no quiero

~

Cartas en círculo

*

Como miro a un niño que llora en la calle Como miro a un niño pequeño y solo en la calle  -vendiendo rosas de papel a cien pesos- Y nadie le compra Y nadie lo mira Así te miraré desde ahora Entonces mejor no te miraré Entonces no enviaré ninguna respuesta Entonces mi casa se queda intacta y desaparecen tus notas Desaparece el olor a incienso Desaparece la cama Nadie te mirará como yo Nadie te escribirá poemas Nadie leerá tus cartas amarillas Tus cartas en círculo Tus cartas negras Nadie tomará tu mano y la besará -porque desde ahí salen tus palabras- Nadie besará tus cartas y olerá las tintas Nadie creerá en ti No te volveré a mirar si prefieres Te responderé si prefieres Pero mejor no Cortaré tus cartas y las volveré a pegar a mi modo Las articularé a mi modo Las quemaré lo juro Las quemaré con carbón Con carboncillo como ese que usaste la última vez Pegaré tus cartas y haré una pelota Y jugaré con ella Y las tiraré al balcón de al lado Y nadie te mirará desde ese balcón Y nadie jugará con esa pelota.

***
Carla Retamal (Chillán, 1987)

jueves, 24 de febrero de 2022

tomás cohen / no insectario













para Mary Anne Müller

1

Un mosquito, trompeta solista con sordina, tras el mosquitero de la ventana. Y dos moscas que se chocan como cuentas de rosario. Y un buitre lejos en el fondo … suma de alas delicadas con zumbido y alas grandes mudas, en mi ración cuadrada de cielo.

Hablaban mientras una mariposa era cercada por avispas. Discutían y una avispa asestaba contra la mariposa. Sin atender el infierno entre el mosquitero y el vidrio, hablaban y la mariposa se sacudía la primera avispa mientras otra la asestaba de nuevo, y no recuerdo lo que hablaban más que no dijeron mordida ni aleteo, solo recuerdo que no hacían más que hablar, y que no hice más que mirar.

 

2
Es difícil no matarte
y en vez decirme mamé de ti
hasta saciarme, el brote de mis dientes
e insultos, lo toleraste; celaste mi vida
más que la tuya. Bebe de vuelta, mamá zancudo,
tu don de sangre; te erigiré la cúpula
colorada de la roncha— querría rezar
al rascarme la picadura. Pero sin cuidado
te barrí por comodidad. Madre,
te he matado siglos de veces.



3

Migajas, casi hostias del porte de una rueda de tractor sobre hormigas que van al trabajo, se sumergen en el metro, vislumbran un amigo y se transmiten, antena contra antena, cuanto atenaza. Fletes, también cortejos funerarios. Tal cual va el rebaño de cualquier ciudad, contándose al sueño.

Rodó soles de estiércol la noche diminuta del escarabajo. Rueda la araña un escarabajo, aceituna en gasa.

La pequeña polilla sobre la pantalla pornográfica, conmovedora sobre las láminas eléctricas que descargo, a mi pesar. Le soplo mi fe— no en su vida siguiente, sino en esta, ya es mi profesora.

 

4

Un poder morirme corretea del rincón
del cuarto hacia mi cama: pienso en los tantos
ojos de la araña, y en que somos tontos, incapaces
de contener su mirada, cuando esta sí contiene
los ocho seres posibles
de una sola y nunca
misma persona.
Si hemos también pendido, congelados en la luz,
tan asustados como peligrosos,
en vez de aplastarnos contra la araña
admirémosla por un momento
en un vaso vacío tapado, por ejemplo, con este libro
y con gesto de “salud” démosla de vuelta,
muerte posible, a la vida. A ver si,

cuando tengamos ocho patas,
nos dejamos de tropezar.

 

5

Porque caminan con el estómago.
Porque crujen, pero saben amar sin rigidez.

Isabel Zapata

 
De ida me crucé con un alacrán: su cuerpo de perlas engarzadas me inspiró respeto y no barrí, miedoso, con su veneno; en esto no hubo esfuerzo, sino comunidad: presentí un poema adelgazarse hasta el grueso aguijón. De vuelta por un sendero frondoso, a paso redoblado con chispas para mi cuaderno de paja y mi libro de trigo, debí detenerme: pedía alojamiento en mi apuro el otro tiempo de un caracol que casi pisé, que me sosegó y demoró a metros de mi portón. Con los ojos cerrados y una mano quieta y plana junto al caracol, aguardé hasta que él montara mi palma y trazara sobre ella su propia frase de baba arcoiris. Fui una piedra tibia y palpitante. Abrí los ojos, empecé a contar a mi alrededor tres, diez caracoles que no veía y que pude haber pisado. Creí escucharlos mientras el paso de uno sobre mi piel evocaba las tiernas mordidas y succiones del amante. Abrí los ojos, retomé el sendero lentamente, entre matices más sutiles de verde, y mi sigilo detuvo a un gato sobre un muro y a un perro tras una reja. Todos nosotros de ojos abiertos.

***
Tomás Cohen (Pelluhue, 1984)
Fotografía de Dirk Skiba

miércoles, 23 de febrero de 2022

juan de la fuente umetsu / tres poemas










Vide cor tuum (fragmento)

*

Creo que a veces la flor se sale de la flor
Y el fuego del fuego
a veces fuego y flor se abrazan separados
La vida es este poema
Que intenta quedarse
Pero se va siempre cuando regresa
La palabra vuelve a hablarnos
Nos llama y su llamarada nos reúne
Me reúne finalmente con los míos
Si tienes una hija un hijo
Esconde el golpe sonríe
Y dile al enemigo que la muerte se acaba
Otras flores han nacido
Para crecer en ti
En el fuego
Fundemos el regreso el renacer
Funda un imperio en ti
En el fuego en el aire en el agua
La tierra nos camina
Se hunde el cielo
El dios canta
Dicen que es mucho lo que sabe de nosotros
Y poco lo que sabe de sí mismo
Se abren las compuertas:
Un caballo es arrojado contra el camino
¡Cuidado! Últimamente todos hablan mucho de sí mismos
Yo escucho ¿no será que solo
Me escucho a mí mismo?
El mundo mira de reojo a la noche
A la noche le crecen puertas y ventanas
Y también escapa
La luna cae sobre el cielo
Hasta extraviarse entre las aves
Solo una mirada imprevista nos salva de caer al sol
Hay un tigre
Míralo: esconde sus armas
Te observa dócilmente pero ya eres suyo
Otra vez la eternidad nos toca
Fugaz intermitente
Entre tú y yo hay pueblos que se alejan
Permanecemos al borde del fuego
Como sí quisiéramos entrar como si quisiéramos huir
Solo la flor cabe en la flor nunca más en tu mirada
Nos perdemos ahora en una ola infinita
Que se acaba
A pesar de ti
Absuélvete de todo condénate a quedarte
Aléjate mientras el mundo se queda
Entra en ti mismo y despídete
Despídete mientras contestas
La más difícil de las preguntas:
“Bien es solo una palabra fácil de decir”
Contéstale a la noche
Sin propósito de enmienda
Noche sola encerrada en su luz
Alguien habla a lo lejos y al hablar nos aleja
Los muros de mi casa sudan una rara mezcla de cocina y danza
Corremos por los campos para quedarnos poco a poco en el trayecto
Nos dejamos ir para reencontrarnos con lo que se fue
Y aquello de lo que huimos
Se transformó en abrazo
Un abrazo abierto como una plaza
Por la que caminamos
Lejos de nosotros
Descubro el salto de una bailarina sobre las miradas
Los pasos y los puentes
Siento lo que ella ya no siente
El latido de las olas en su corazón y el mío
Su primer paso
Sobre la tierra
Atravesada de luces o puentes
En ella todos los tiempos caen
A un mismo tiempo
La sabiduría es otra lluvia
Muchas veces lluvia
Muchas veces lodo
Por llegar a la casa correcta
Te quedaste camino del mar
Le dijiste algo a alguien que murió sin la muerte
Tu belleza —le dijiste— es tu lado más feo
No mires dos veces
El mismo espejo
El mismo cuerpo
Entra en la flor y arde
Recuerda esa mirada sobre todo lo invisible
Ese momento en que tus hijos se abrazan
Y tú sabes en secreto
Que te están abrazando a ti
La levedad tiene más peso que la historia
Y los lugares comunes más poder
Que las frases elaboradas
Llega el momento de la restitución
Hay objetos máquinas hiriendo la última noche y el sueño primordial
No hemos nacido ni muerto
Adviene la noche pero tú ya no nunca más nosotros

~

Elegía del comienzo

*

Sigo el azul de tus pasos
como si fuera a perderme
definitivamente
en el mar

Mar de otros tiempos y otras batallas
Mar que en el mar se fecunda para abrirse a la noche
Mujer desnuda y sin límites
caminando la calle hasta dejar atrás al mundo
cuando estalla la mañana y la luz
sin embargo se apaga

Mar de lágrimas como estrellas
que salen de tu cuerpo y tienen forma de aves
De aves negras fundidas en el blanco de tu corazón

¿Cuántas veces te he nombrado, amor?
¿Cuántas veces te he nombrado, para olvidarte,
corazón?

Tú siempre has ido delante de mí
como un camino desatado

Presa en los látigos del aire
rompiste la roca
y el cerro que la cobijaba

Ahora vienes
Y si es tarde inventa otra tarde
Y si es demasiado tarde ya
no inventes más tardes
Sólo arrúllate

En la palabra final está el comienzo
de todas las palabras

Deja que te hable el mar.

~

Apuntes para un arte poética

*

Se trata de no hallar preguntas ni respuestas
Se trata de no hallarse nunca entre los encuentros de la noche
Se trata de huir de la noche para tenerla a nuestro lado
Una mezcla de sueños y piedras amándose alrededor del fuego
Se trata de ser el fuego, de atizarlo con el agua para acabar con 
    los espejos
Se trata de terminar con los contrarios y las analogías para
    reconocerse en la mirada.
Darse la mano, abrigarse con los mismos ríos y escapar hacia
    el naufragio.
Noticias del mediodía perdido en la medianoche
Y en la apariencia de santo y loco acariciando los incendios
Solo así te encuentras
Mitad pez mitad camino
Se trata de quedarse mudo no intentar nada taparse los oídos
Dejar que nos asesinen con silencio las palabras.

***
Juan de la Fuente Umetsu (Lima, 1963)

martes, 22 de febrero de 2022

sarojini naidu / dos poemas













Pecados de Mujer

*

Perdonadme el pecado de mis ojos
-oh amor mío- si han osado por un instante
invadir el querido santuario de vuestro rostro
con delicias. Delicias ardientes e insistentes
como las aves salvajes e intrépidas
que recorren el elevado templo de los cielos.
 
Perdonadme el pecado de mis manos
si acaso han sido demasiado atrevidas
en su palpitante deseo de acariciar
vuestra carne, estrecharos -oh amor mío-
y colmaros de dones
tan innumerables como las arenas
¡Oh perdonad el pecado de mis manos!
 
Perdonadme el pecado de mi boca
oh amor mío, si os ha ofendido
con silencio o un canto inoportunos,
si os ha acometido y oprimido
y se ha apoderado de vuestros labios,
¡oh perdonadme el pecado de mi boca!
 
Perdonadme el pecado de mi corazón
si él ha transgredido contra voz.
Si ha intentado cautivar o violentar nuestro amor
para apaciguar su llama
para consolar su hambre,
para aliviar su dolor
de su hondo pesar.
¡Oh perdonad el pecado de mi corazón!

~

A un Buda sentado en un loto


Señor Buda, en tu trono de Loto,
con ojos suplicantes y manos jubilosas,
¿qué éxtasis místico posees,
inmutable y fundamental?
 
El viento del cambio para siempre sopla
a través del tumulto de nuestro camino,
Los dolores nonatos del mañana deponen
las penas de nuestro ayer,
el sueño produce el sueño
contienda sigue a contienda
y la muerte desteje las telas de la vida.
 
Para nosotros el trabajo y el calor.
los secretos rotos de nuestro orgullo,
las lecciones arduas de la derrota,
la flor aplazada, el fruto negado;
pero no la paz, ganada supremamente,
señor Buda, en tu trono de loto.
 
Con manos fútiles queremos ganar
Nuestro deseo inaccesible,
queremos obtener cimas más divinas,
con fe que se hunde y pies que se cansan.
Pero nada conquistará ni controlará
el hambre de nuestra alma, dirigida
hacia el cielo.
 
El final, evasivo y lejano,
aún nos tienta con su vuelo insinuante,
y todos nuestros momentos mortales son
una sesión del infinito.
¿Cómo alcanzaremos el grande y desconocido
Nirvana de tu trono de loto?

***
Sarojini Naidu (Hyderabad, 1879-Lucknow, 1949)
Versiones de Emiliano González, con el apoyo de las escritoras Inéz Vargas Núñez y Beatriz Álvarez Klein.

lunes, 21 de febrero de 2022

enrique verástegui / maitreya










Me he sentado a esperar la vejez.
No pienso ni hago nada hasta que llegue otra
generación
a desempolvar el brío, los libros dorados, las
matemáticas,
el cuerpo, el alma, el universo,
todo ese conocimiento sepultado por el rencor,
la gnosis que demuestra que lo infinito
está en lo finito
donde está, realmente, el universo.

Florecí más que nadie
pero perfidia cayó sobre mí,
doblándome como una flor,
herrumbrándome, y fui silenciado.
Maitreya pasó desapercibido como una sombra por la 
vida,
¿no dan ganas de llorar?

***
Enrique Verástegui (Lima, 1950-2018)

domingo, 20 de febrero de 2022

pablo mackenna / el cielo comienza en tus pies









el cielo comienza en tus pies
tan solo un salto
y te vuelves estrella 

el cielo se desborda en tus páramos
fisgonea tu silueta, grietas, pliegues 
el cuenco de tus manos 
la hipnosis y el vértigo de tu ombligo 
en el gesto piadoso de tu pubis
(como las manos temblorosas de un niño frente al altar) 
donde se contiene, resopla húmedo y descansa

te baña el universo
se cobija infinito el silencio
se esconde la noche entera
sigilosos tus pies, tu frente erguida 
desgarra tu cuerpo quirúrgico
como la quilla vuelta de un naufragio
el hálito inmenso del firmamento 

el cielo comienza en tus pies 
y trepa sigiloso y madreselva 
dibujándote a soplos 
como el artesano al cristal candente
te envuelve como un guante
y ahoga en un abrazo vaporoso
el jadeo de tu piel

el cielo se mira en tus ojos 
crepita en tus pestañas 
aletean, mariposa, tus párpados 
las antípodas agitan su reflejo
se desatan los monzones
y enmudece la tierra al contacto de tu voz 

el cielo recorre tu boca, penetra en tu garganta 
titila en tu pecho 
como el fulgor de una luna en el agua

el cielo persigue tu estela, la huellas
de arcilla, guijarros, la hierba
y a cada paso
te vuelve a atrapar, te envuelve y te germina 
como al pistilo 
el abrazo fecundo de las abejas

y es que el cielo tiene una herida 
rasgado como un lienzo
arponado el vientre 
como el cerrojo de una llave diamantina
que eres tú 
porque el cielo comienza, nace y muere
cada vez
allí donde tú terminas

en el eterno big bang de tu pulso
que arremolina la luz en tu seda
precipitándose al origen
como una flecha expulsada
desde el arco curvo del tiempo 
al tiempo de tu primer latido

***
Pablo Mackenna (Santiago de Chile, 1969)

sábado, 19 de febrero de 2022

salomea kapuścińska / mariposas













Cuando se despoje de mariposas el verano
la noche tapará las ventanas
para que puedan morir más libremente
y más a fondo
Noche mutilada por el murmullo de mariposas
noche espolvoreada con alas
en silencio entreabrirá el luto del cielo
sobre nosotros
Hará tanto calor
Como si nos entregáramos
todos esta noche
y nosotros tumbados en el heno
contemplaremos las estrellas

***
Salomea Kapuścińska (Varsovia, 1940-2016)
Versión de Ada Trzeciakowska

/

Motyle

*

Kiedy się lato z motyli rozbiera
noc pozasłania okna
aby swobodniej mogły umierać
i bardziej do dna
Noc kaleczona szeptem motyli
noc przyprószona skrzydłami
żałobę nieba cicho rozchyli
nad nami
Będzie tak ciepło
jak gdyby oddanie
w tę noc przeżywał każdy
a my będziemy leżeć na sianie
wpatrzeni w gwiazdy

viernes, 18 de febrero de 2022

rafael garcía-godos salazar / de "mvxø música para monstruos"









Yo pondré la guerra

*

La poesía frecuenta los burdeles escribe cantos silba
danza mientras se mira ociosamente en la toilettes
                                                    Enrique Verástegui

En un cuarto inventado sin luz
no eres tú la poesía
ni este cuerpo
si lo fueras
todos te estarían follando
no eres tú la poesía le dije
al sueño que trataba de reescribir
un cuento de Lemebel
que vas a buscar cuando termines
de leer esto
antes de vivirlo
y
salgas de estos cuartososcuros
subiéndote los pantalones
no eras tú
tampoco tu voz tú
no entiendes porqué todo esto
por qué corto el poema con otras voces
por qué una canción puede ser
el título de un poema canción
sin fin
no eras tú
tampoco tu Voz tú
esa retórica robada de todos los libros
que leí de la peor manera
porque antes había visto sus corazones
y yo creo
creo que hay algo que traemos
dentro
durante mucho tiempo
y nos hace el único testigo del crimen
de nuestras vidas contra nuestras muertes
yo estoy muerto
será que traemos una pena prehistórica
a estos cuartososcuros y estos nos revelan en la oscuridad
en un baile frenético marciano elektro mario bross
incomprendido irreversible invisible
para otros
para los espíritus enredadores que andan
en la superficie
menos etílicos
menos cuidadosos
menos ubicados
más oscuros
más trans
gresores yo pondré la guerra yo
hasta volverme una loca.

~

Escucha: estoy tratando de salvar a alguien

*

Poco más podemos hacer
Beber, bailar house
Y desaparecer.
            Alejandro Rebolledo

Todas somos party monsters
buscamos diversión en la noche
buscamos diversión en la noche
vamos de la mano de las chicas malas con ojos hinchados

otra marica ya escribió este poema grita uno del grupo
de borrachos en este cuarto negro de ventanas tapeadas de las
habitaciones donde entre hombres se lubrican las espaldas
y sus parásitos

¿te puedo clavar otra vez?

buscamos diversión en la noche
buscamos diversión en la noche
todos somos party monsters
sucias brillantes muchachas
que van a donde sus ojos las llevan
 
así era nuestra amiga LA REGIA
ahí estaba siempre que dijeron vamos
a hacer una carrera hacia el final de la muerte
cada uno hace su carrera hacia el final o a alguna parte
decía la regia fingiendo saber bien lo que estaba haciendo
en el desorden de su vida
como cuando sigues a las party monsters
y sus pasos femeninos que parecen la felicidad
buscamos diversión en la noche
buscamos diversión en la noche
amiga party monster
amo a los extraños y te amo a ti
escucha
 
amo a los extraños y te amo a ti
 
buscando en la Era Vulgar
trato de salvar a alguien
pero yo no quiero esta gran perdida noche
donde nadie puede escuchar lo que busco
 
un Jardín
yo busco.

 ~

Metal & sabrosura

*

La moderación es una cosa fatal,
nada triunfa tanto como el exceso
                                    Oscar Wilde

Esta no ha sido idea mía
no me siento macho
no me siento hembra soy un mixer
no me siento el único que hace todo el ruido
en la Noche Irreversible
no me siento la luz de mi generación
la luz de la patria zombi
ni macho ni hembra soy un mixer

quizá
yo quiero un mundo mejor
como la miss simpatía
un mundo mejor sería
un mundo vacío
una palabra sin sonido único
una luz tenue antes de dormirse
uno escribe para despedirse
 
es decir
yo escribo para despedirme de
este rincón donde se guarda la culpa
un corazón avergonzado
un corazón azul
marciano que nadie necesita
que se ha equivocado tantas veces
yo quiero un mundo mejor
que las drogas liberen más mentes
y dejen ver su verdad interior vacía
sin razón sin conciencia
la conciencia limita la creación
la meditación y las drogas la expanden
 
yo quiero un mundo mejor
me dijo una vez una rosa y yo también
quiero un mundo mejor y que
el olor a mal sexo se quite con un baño de esponja
iluminarse
digo
esta no ha sido idea mía.
 

El sonido de los autos en retroceso

*
 
a Diego Pacheco

 
Mejor limpiemos este desorden
paremos la búsqueda
por lugares no revelados
 
mejor limpiemos el desorden que hicimos
con el pasado el futuro el descontrol
junto al hombre corazón mandarina
 
mejor escuchemos
el sonido de los autos en retroceso
como lenguas en una cinta magnetofónica en retroceso
y detengámonos ahí
cuando fuimos a buscar a las partymonsters
ahí
cuando las tomamos de la mano
ahí donde dejamos de entender
la energía de esta letra
de la tinta que limpio
para hacerle un favor al amigo lector
al que le llegue este libro
para que lo encuentre como suyo como nuevo
mejor limpiemos
antes
el desorden
antes
del sonido de los autos en retroceso.

***
Rafael García-Godos Salazar (Lima, 1979) MVXØ Música para monstruos. Lima: Paracaídas, 2017.

jueves, 17 de febrero de 2022

cecilia vicuña / tres poemas













Los lugares sagrados

*

Los lugares sagrados de América del Sur 
estarán al cuidado de las maestras
quechua y maya.
Llegarán los héroes civilizadores, 
los inocentes y pervertidos,
y después de tres meses o años de espera, 
las maestras decidirán quién puede 
o no visitar los santuarios.
Así los lugares sagrados 
no serán entorpecidos 
y sus lenguajes volverán 
a moverse entre las piedras 
y los centros naturales de energía 
donde los incas tiraban besos al sol 
volverán y las flores más raras del Urubamba
no tendrán más miedo de brotar
para tocar los pómulos sangrantes
de las vírgenes del sol.

~

Teresa la imbécil

*

Mis amores en realidad 
son la caja extraña de una muñeca polaca 
Los ojos de la rubia apareciendo 
sobre las caderas mucho después de la medianoche 
la buhardilla siempre está especial  
para soltar el enorme cabello  
en la espalda y caen las hebras finas y gruesas  
por su mentón de nutria 
Deliberadamente asomaba su rostro en la pared  
y no se veía más que la sombra de los senos 
ocultos bajo marmotas de pelo 
Y tan encantador el resplandor de su piel 
a ésa hora desusada 
Los desvíos de la cintura  
se distinguían claramente  
como abejas en el césped  
la ventana no estaba abierta ni cerrada 
lo que yo veía, amarillo como cristal  
se desprendía de las caderas soñolientas 
amasadas en torniquetes impropios 
Todo lo que yo veía era un destello pálido 
de los pelos que se abren delicadamente  
y dejan ver la piel rosada o verde ya no lo sé  
de las caderas a un millón de centímetros 
de mis miradas.

~

La Gitana dormida (Un león vigila su cuaderno de sueños)

*

La Gitana ha escrito durante años
una obra secreta que nadie jamás
conocerá, pero que ha empezado
a realizarse en la vida real.
 
Mientras ella continúa soñando
sus sueños forman el mundo.
 
El león, sin embargo,
no puede dormir.  
Si deja de vigilarla, 
ella podría despertar
y nosotros desaparecer
instantáneamente.

***
Cecilia Vicuña (Santiago de Chile, 1948)

miércoles, 16 de febrero de 2022

hilda morley / solsticio de invierno










Una fría noche cruza
nuestra trayectoria
                  El mundo se presenta
muy largo muy
redondo ahora        se abre
lejos como la luna lo hace
                                        Es desde
la luna que este frío viaja
                                        Es
la luz de la luna la que provoca
que esta noche refleje la distancia en su
propia luz tan fríamente
                                          (de un lado de la
tierra al otro)
                                        Es la altura de su frío
Su larga distancia
entre dos puntos que no están
en una línea        no del 
                                       todo
recta                   (sin embargo
recta) sino curvada
plateada una roca que refleja
                                                      no el metal
sino una roca que acepta
la distancia
                     (un grito en silencio
donde entre dos
puntos se toca
una curva alrededor del mundo
                                                      (la danza inmóvil).
                                                                                                            Nueva York, 1969

***
Hilda Morley (Nueva York, 1916-Londres, 1998)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Winter Solstice

*

A cold night crosses
our path
                  The world appears
very large, very
round now       extending
far as the moon does
                                        It is from
the moon this cold travels
                                        It is
the light of the moon that causes
this night reflecting distance in its own
light so coldly
                                          (from one side of
the earth to the other)
                                        It is the length of this coldness
It is the long distance
between two points which are
not in a line        now
                                       not a
straightness       (however
straight) but a curve only,
silver that is a rock reflecting
                                                      not metal
but a rock accepting
distance
                     (a scream in silence
where between the two
points what touches
is a curve around the world
                                                      (the dance unmoving).
                                                                                                            New York, 1969

martes, 15 de febrero de 2022

ivan wernisch / tres poemas










Otro fin de otoño

*

I.

Le dije adiós, pásalo bien,
y ella contestó adiós, ve adónde quieras,
le dije adiós, siento que no pueda volver a verme
con esos jinetes extraños,
de los que te había contado
y ella contestó
lo sé, me dijiste
que los habías encontrado
por aquí
que tenían cuervos en los cinturones
adiós, tú también vete ya y átate
un cuervo en el cinturón.

Le dije adiós, Bárbara,
ya no me acuerdo por dónde iban,
los vi, cómo
entraron en el bosque,
intentaré seguir sus
huellas, pasaron por el bosque.

Adiós, le dije otra vez.
No replicó nada
y la habitación, de la que salió,
como si estuviese con la nieve blanca pintada.

II.

Ya no volveré a ver
a esos extraños.

Miré dentro de un árbol hueco
y alguien se movía allí, susurrándose algo.

Dije.
Ojalá que por lo menos los pájaros se echen a volar montados en sus caballos.

III.

Alguien se movía
y se susurraba algo
en los agujeros,
escarbados por los animales
y en los nidos.

IV.

Ya no volveré a ver
a esos extraños.

~

Funeral de un pantomimo

*

Ventarrón y otoño son voces del mismo silencio,
al que ya no percibo. Daba vueltas por casa con una flauta.
Pensé que los jinetes no volverían aquí,
hasta La Forthelada
pero por la mañana vi a uno
con un perro, hasta la mitad de su caballo.
En el jardín prendió fuego y se puso a hacer la sopa
el perro rodeaba los arbustos llenos de púas
y encontró algo.
El hombre apartó la caldera,
se agachó
y miró donde miraba el perro.

Me llamó.
El hombre al que encontramos allí tenía la faz blanca
y las cejas pegadas como un pantomimo,
igual que los labios,
con las comisuras alargadas para abajo.
El pantomimo.

Ventarrón y otoño son voces del mismo silencio,
al que ya no percibo. Daba vueltas por casa con
una flauta.

~

El jardín

*

Alrededor de una pared desmoronada por la viña virgen
está paseando el maestro de césped
con el maestro de arado
maestro de hoja limpia
con el maestro de Jardín de amor
–detrás del muro se hunde un pantano
debajo de los arbustos inverdes.

En el Jardín de amor
desmoronado por los enterradores
el peregrino acostado al otro lado de la pared
cuya viña virgen
enseñaba su contrahaz a los maestros
-la viña de la virgen.

El arroyo la arena
sobre las rodillas negras
de los arbustos amontona
y un pelito hace caer de la haz,
para el que el maestro
de hoja limpia
un foso ahonda.

***
Ivan Wernisch (Praga, 1942)
Versiones de David Matuška Olzín

lunes, 14 de febrero de 2022

thiago de mello / hace tiempo que escogí









La luz que me abrió los ojos
al dolor de los desheredados
y los heridos por la injusticia,
nada me permite cerrarlos
nunca más, mientras viva.
Aunque sea por asco o fatiga
me dispongo a no ver más,
incluso si el miedo me cose
los ojos, ya no puedo
dejar de ver: la verdad
me tocó, con su hoja*
de amor, el centro del ser.
No se trata de escoger
sino entre ver y fingir
fingiendo que nada vi
o decir el dolor que veo
para ayudar a que termine,
hace tiempo que escogí.

Rio de Janeiro, 1981

* N. del T. Se refiere a una hoja que tiene filo.

***
Amadeu Thiago de Mello (Barreirinha, 1926-Manaos, 2022)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Já faz tempo que escolhi

*

A luz que me abriu os olhos
para a dor dos deserdados
e os feridos de injustiça,
não me permite fechá-los
nunca mais, enquanto viva.
Mesmo que de asco ou fadiga
me disponha a não ver mais,
ainda que o medo costure
os meus olhos, já não posso
deixar de ver: a verdade
me tocou, com sua lâmina
de amor, o centro do ser.
Não se trata de escolher
entre cegueira e traição.
Mas entre ver e fazer
de conta que nada vi
ou dizer da dor que vejo
para ajudá-la a ter fim,
já faz tempo que escolhi.

Rio de Janeiro, 1981

domingo, 13 de febrero de 2022

niki ladaki-filippou / le gustaba mucho la geografía













Dijo que iba a sacudir la tierra de los zapatos
y a cambiar de vida
a cambiar de costumbres
a cambiar de maneras.
También dijo que se iba a marchar
a lugares extraños
allá donde los hombres se multiplican
en el corazón
y disminuyen en el amor.
Dijo que iba a seguir el rumbo
que trazan la ola y los delfines.
Dijo que iba a navegar como otro Ulises
o a lanzarse como otro Robinson Crusoe
o como don Quijote
para que la historia hablara de él
y para que los niños supieran de él
por los cuentos.
Y contrató albañiles
cegó su puerta
abrió una nueva entrada a su casa
desde la calle contigua
y también se mandó hacer un nuevo
traje rojo...

***
Niki Ladaki-Filippou (Nicosia, 1935-Atenas, 2003), Hacia Kerini y otros poemas. Ciudad de México: La Cabra Ediciones, 2006
Versión de Guadalupe Flores Liera

sábado, 12 de febrero de 2022

andrew motion / en el ático










Aunque ahora sabemos
que tu ropa nunca
hará falta, la guardamos
con llave en un baúl, arriba.

A veces me arrodillo allí,
tocándola, tratando de revivir
el tiempo en que tú la llevabas, de recordar
la verdadera forma del brazo y la muñeca.

Mis manos empujan hacia atrás
por mangas huecas e invisibles:
vacilan, después las cogen
y se elevan:

unas vacaciones verdes; un rojo bautizo;
todas tus vidas sin terminar,
destiñéndose por oscuros veranos,
entrando como polvo en mi cabeza.

***
Andrew Motion (Londres, 1952)
Versión de Antonio Rivero Taravillo

/

In the Attic

*

Even though we know now
your clothes will never
be needed, we keep them,
upstairs in a locked trunk.

Sometimes I kneel there,
holding them, trying to relive
time you wore them, to remember
the actual shape of arm and wrist.

My hands push down between
hollow, invisible sleeves,
hesitate, then lift
patterns of memory:

a green holiday, a red christening,
all your unfinished lives
fading through dark summers,
entering my head as dust

viernes, 11 de febrero de 2022

francesca battista / nieve










Yo no esperaba
el pasado
entre las ramas desnudas
de los árboles en la ciudad.

Sobre piedras mucho más viejas que yo
caminé
a través de días
que ya no existen.

Olor a ragú
entre las casas rojas
del ghetto.

Píntalas de blanco.

Dime,
partiendo desde el principio,
adónde vamos.

***
Francesca Battista (Módena, 1983)
Versión de Jorge Aulicino

/

Neve

*

Io non aspettavo
il passato
tra i rami spogli
degli alberi di cittá.

Su pietre molto piú vecchie di me
ho camminato 
attraverso i giorni
che non esistono ormai.

Odore di ragú, 
tra le case rosse
del ghetto.

Tingile di bianco.

Raccontami,
partendo dal principio,
dove si va.

jueves, 10 de febrero de 2022

h. p. lovecraft / dos poemas













Oceanus

*

A veces me detengo en la orilla
Donde las penas vierten sus flujos,
Y las aguas turbulentas suspiran y se quejan
De secretos que no se atreven a contar.
Desde las simas profundas de valles sin nombres,
Y desde colinas y llanuras que ningún mortal conoce,
La mística marejada y el hosco oleaje
Sugieren como taumaturgos malditos
Un millar de horrores, henchidos por el temor
Que ya contemplaron épocas hace tiempo olvidadas.
¡Oh vientos salados que tristemente barréis
Las desnudas regiones abisales;
Oh pálidas olas salvajes, que recordáis
El caos que la Tierra ha dejado tras de sí;
Una sola cosa os pido:
Guardad por siempre oculto vuestro antiguo saber!

~

Por donde un día paseó Poe

*

Divagan eternamente las sombras en esta tierra,
Soñando con siglos que se fueron para siempre;
Grandes olmos se alzan solemnes entre lápidas y túmulos
Desplegando su alta bóveda sobre un mundo oculto de otro tiempo.
Una luz del recuerdo ilumina todo el escenario,
Y las hojas muertas hablan en susurros de los días idos,
Añorando imágenes y sonidos que ya no volverán.

Triste y solitario, un espectro se desliza a lo largo
De los paseos por donde sus pasos le llevaban en vida;
Pero no es visible a los ojos de cualquiera, a pesar de que su canto
Resuena a través del tiempo con una extraña fascinación.
Sólo los pocos que conocen el secreto de su magia
Pueden encontrar entre estas tumbas la sombra de Poe.

***
H. P. Lovecraft (Providence, 1890-1937)
Versiones de Juan Antonio Santos y Sonia Trebelt

/

Oceanus

*

Sometimes I stand upon the shores
where troubles vault their effluence pour
and troubled waters sigh and shrieck
of secrets that they dare not speak.
From nameless valleys far bellow,
and hills and plains no man may know,
the mystic swells and sullen surges
hint like accursed thaumaturges
a thousand horrors, big with awe,
that long-forgotten ages saw.
O salt, salt winds that bleakly sweep
across the barring heaving deep;
O wild wan waves, that call to mind
the chaos Earth hath left behind:
of you I ask one thing alone;
leave, leave your ancient lore unknown.

~

Where Once Poe Walked

*

Eternal brood the shadows on this ground,
Dreaming of centuries that have gone before;
Great elms rise solemnly by slab and mound,
Arched high above a hidden world of yore.
Round all the scene a light of memory plays,
And dead leaves whisper of departed days,
Longing for sights and sounds that are no more.

Lonely and sad, a specter glides along
Aisles where of old his living footsteps fell;
No common glance discerns him, though his song
Peals down through time with a mysterious spell.
Only the few who sorcery's secret know,
Espy amidst these tombs the shade of Poe.