martes, 31 de octubre de 2017

rolando cárdenas / el hombre cotidiano



Hay un gesto cotidiano que nos dice:
hay un modo de estar que nos delata,
y siempre el tiempo que nos recuerda quiénes somos.

Se nace una mañana empapado de alba
después de recorrer la infancia más remota,
después de volver del colegio
comiendo una naranja lentamente,
sin fijarse mucho si estamos sobre un puente,
sin ver apenas cómo alas dibujan el paisaje.

Nos sacamos nuestra máscara de sueño
para penetrar en el día. De pronto recordamos
que hay cosas que decir
sin importancia alguna,
copiar actitudes como ante un espejo
de una manera implacable,
para ser una vez más fantasma entre fantasmas.

Entonces nuestra tristeza nos recuerda
que alguna vez podemos herir el día con el grito,
para arrojar entre ruinas ese lento morir,
más breve aun que la luz en el agua.
Que podemos liberarnos de esas cosas antiguas
que siempre se suceden cansadas como siglos,
y que se puede resucitar la lluvia entre las piedras,
y siempre nuestro olvido,
sin necesidad de esperar las estrellas
para buscar en el diccionario la palabra extraviada.

***
Rolando Cárdenas (Punta Arenas, 1933-Santiago de Chile, 1990)

lunes, 30 de octubre de 2017

jaroslav seifert / pan y rosas













Entre dos polos se tensa el mundo
como la piel del asno.
La vida, entre dos cosas:
pan y rosas.

Se oye el mundo, redoblan los tambores.
Para cosas pequeñas, guerra grande.
Ganador y vencido vuelven a casa.
¿Qué distancia, qué distancia haya casa?

Dos dados, dos palabras maravillosas,
en la corneta de la historia: pan y rosas.
Volver a tocar sobre el tambor volcado
moviendo con violencia la corneta en las manos.

Sobre la piel de asno del tambor de guerra,
para nuestro amor, el hambre y la muerte espera.

***
Jaroslav Seifert (Praga, 1901-1986)
Versión de Clara Janés

/

Chléb a růže

Meži dvěma poly napjatý svět

jako osličí kůže 
věcmi život chléb a růže. 

Svět zní Bubny znějí. 
Pro malé věci velká válka. 
Vítěz i poražený se domů navraceji
Jaká dálka jaká dálka
je domů

Dvě hrací kostky dvě kouzelná slova 
v kornetu dějin chléb a růže.
Na převráceném bubnu hrejte znova 
míchajíce prudce kornet v dlani. 

Na osličí kůži válečného bubnu
pro naši lásku hlad i umíraní

domingo, 29 de octubre de 2017

vicente huidobro / de horizonte cuadrado



El espejo

*

Mi CARA
Y en torno un poco de agua

El espejo
                         Y una puerta abierta
Que deja ver una pieza igual

MONO
Por qué haces lo que hago
                         Me espero
                         detrás del espejo

~~~

Alma

*

Algo roza el muro
Pero el alma que podría nacer
No tiene ojos

Aquella que busca una puerta
                                                   Mirará mañana

El ruido de sus pasos
                                   Se ahogó en el tapiz

No encuentran

En la vida
                 Hay a veces un poco de sol

                 ELLA VENDRÁ
                                     SE LA ESPERA

~~~

Camino

*

TU GRITO
                  Horadó el techo
Y la lluvia sobre tu rostro
Lo deslíe en la sombra

                                                  ADÓNDE VAS
El camino del espejo
es largo de recorrer
Y las chimeneas
                           hacen el adiós de los pañuelos
    ELLA SE AHOGÓ EN EL ESPEJO

Los sauces de la orilla
                                     meditan

~~

Calle

*

En la calle
                     que termina en el vacío
Sólo mi pipa
                     calienta mis manos
Y mi cabeza se aleja de mi cuerpo

LA MUJER DE SENOS MADUROS

Estaba en el círculo luminoso
Buscando sus ojos


En la vereda
                    que tiembla como un puente
Dejé mi cabellera

***
Vicente Huidobro (Santiago de Chile, 1893-Cartagena, 1948) Horizonte Cuadrado/Horizon Carre. Ediciones facsimilares. Santiago de Chile: Pequeño Dios Editores, 2016.
Versión de Waldo Rojas

/

Glace

*

Ma FACE
Et autour un peu d'eau 

La glace
                         Et une porte ouverte 
Qui montre une chambre pareille

SINGE
Pourquoi fais-tu ce que je fais
                         Je m'attends
                         derriere la glace

~~~

Ame

*
Quelque chose frôle le mur
Mais l'âme qui pourrait naître
N'a pas d'yeux

Celle qui cherche una porte
                                                   Demain regardera

Le bruit de ses pas
                                   S'est noyé dans le tapis

On ne trouve pas

Dans la vie
                 Il y a quelque fois un peu de soleil

                 ELLE VIENDRA
                                     ON L'ATTEND

~~~

Chemin

*

TON CRI
                  Perça le plafond
Et la pluie sur ton visage
Le délaye dans l'omre

                                                  OU VAS-TU
Le chemin de la glace
est long à parcourir
Et les cheminées
                           font l'adieu des mouchoirs
    ELLE S'EST NOYÉE DANS LE MIROIR

Les saules de la rive
                                    méditent

~~

Rue

*

Dans la rue
                     qui finit sur le vide
        Seule ma pipe
                     chauffe mes mains
Et ma tête s'éloigne de mon corps

LA FEMME AUX SEINS MURS

Etait dans le cercle lumineux
Cherchant ses yeux


Soir le trottoir
                    qui tremle comme un pont
J'ai laissé ma chevelure

sábado, 28 de octubre de 2017

vinicius de moraes / soneto









Esa mujer que se arroja fría
y lúbrica en los brazos, y a sus senos.
Me aprieta, me besa y balbucea
versos, rezos a Dios, votos obscenos.

Esa mujer, flor de melancolía
que ríe de mis pálidos recelos,
la única entre todas a quien di
caricias que jamás a otra daría.

Esa mujer que a cada amor proclama
la miseria y grandeza de quien ama
y feliz de mis dientes guarda huella.

¡Un mundo, esa mujer! Es una yegua
quizás, pero en el marco de una cama
nunca mujer alguna fue tan bella.

***
Vinicius de Moraes (Rio de Janeiro, 1913-1980)
Versión de Mariano Ramos

/

Soneto de devoção

Essa mulher que se arremessa, fria 
E lúbrica aos meus braços, e nos seios 
Me arrebata e me beija e balbucia 
Versos, votos de amor e nomes feios. 

Essa mulher, flor de melancolia 
Que se ri dos meus pálidos receios 
A única entre todas a quem dei 
Os carinhos que nunca a outra daria. 

Essa mulher que a cada amor proclama 
A miséria e a grandeza de quem ama 
E guarda a marca dos meus dentes nela. 

Essa mulher é um mundo! — uma cadela 
Talvez... — mas na moldura de uma cama 
Nunca mulher nenhuma foi tão bela!

viernes, 27 de octubre de 2017

augusto de campos / dos poemas









Mencio: Teorema del blanco

*
lo innato se llama naturaleza
llamarse naturaleza de lo innato
es lo mismo que llamarse blanco del blanco

el blanco de la pluma blanca
es igual al blanco de la nieve blanca?
es igual al blanco del jade blanco?

de cuántos blancos se hace el blanco?

~~~

Tenzone

*

un oro de provenza
(ora con eso!) una dolencia
de sol un sol quemado
por ese viento mistral (que dora y adensa)
proveedor de palabras sol-provenza
punta de diamante rima en enza
como quien mira a contra-sol
y a contraviento piensa

***
Augusto de Campos (Sao Paulo, 1931)

jueves, 26 de octubre de 2017

enrique winter / esta boca es un marco de la lengua de señas










Esta boca es un marco de la lengua de señas

despliega alas de serrucho

aquí se esculpe con los ojos oídos

por capas el mar va poniendo en el sol

uno elige una mano que atrapa un pájaro

perfil activado silencio

hongos en el borde la tina y bajo la taza

tenía buena letra y una cara lisa de piedra

sabe a leche hospital baño de hombres

hacemos tantos guiños que ya se nos cierran los ojos

sin proteínas

dos las personas

ese que en cuclillas escucha a otro

para la gentrificación del cielo

palillos de tejer las escaleras

una habitación

quién quién es la presencia en esta pieza

por cuántos años puede no hacerse la cama

lo que rogaba verle anoche

el bostezo sube el volumen al ruido del motor

nada es gratis y nada tiene precio

una banca sentada sobre el aprque

si supiera cómo chupará la tinta la página treinta y dos y así

tres meses sin la regla como los tres semáforos en rojo tres

el dermatólogo colgó dos cuadros de personas manchadas

le muestra esta maqueta de un estadio

diez polinésicas de edad mediana acampan solas una vez al año

una mujer o un hombre se desnuda

el tren y el bus pareen falos parece un falo este avión

las tuercas y perillas disgregadas

es su mirada tan pesada que gruesa no es

los skaters de plaza victoria los leones y las estatuas

cedía que la palabra

la araucaria que me diste cuando terminamos viste
la echa de menos con los dientes y uñas

lo que ves es lo que es

dice los hombres aman con los ojos

grandes extensiones de trigo

herrumbre y perros de la lluvia se cobijan bajo pinturas de perros

negras posrealistas sobre blanco

adentro de la cámara de fotos

dos del uno de dos mil terece

la andaluza anterior a las palabras

si dice nuez dice textura

habían dos niñitos

estudia aumento en ancho de los labios

los focos de la calle adornan

ahora que está rota la tela

pulieron cuidadosamente

ariztía don pollo y agrosuper

espero y luego espero usar tus piernas como bufanda

la sed es nada la imagen es todo
ante la marea de arriba

mientras los árboles

músculo músico del ojo tiene

sin caridad ni aunque la entienda

con la lengua los ojos le responden esto que aún no tiene

uno es los otros

esta boca es un marco de la lengua de señas

***
Enrique Winter (Santiago de Chile, 1982) Lengua de señas. Santiago de Chile: Alquimia, 2015.

miércoles, 25 de octubre de 2017

ronald kay / de variaciones ornamentales









VIII
Inevitables criterios partidistas

El ausentismo en la hora actual
Alcanza por momentos ribetes espectaculares
Esos grupos semitransparentes
Que imponen, aunque sea por presencia,
El sigilo sobre las opiniones
Están íntimamente ligados
A la idea general de lo Bello.

~~~

XV
Cuestiones de hecho

Más allá de la belleza
los templos son lugares a cielo abierto
a los que se llega por escalas altísimas.
Bajo el ángulo de la alucinación y el miedo
una figura de eterna juventud cabalga
para siempre por el glamour purpúreo del romance.
Obsérvese de paso, con qué
nota heróica de imperio desciende el telón.

~~~

XXI
Estatua ecuestre

Las víctimas de los cambios
Aprendieron a impanir a sus figuras
Una solidez plástica que las hizo aparecer
Como esculturas vueltas carne. Bestia y hombre
No forman más que un solo ser En la ininterrumpida línea de la tradición.

~~~

XXV
Lista de precios

Se indica que si bien el edificio es sólido
De finas terminaciones y amplio
No es menos cieno que necesitaría
De una serie de transformaciones de alto costo.
Nuestros hábitos hacen prever
Que la noticia de estos días
Habrá de ser el funeral de las víctimas
y la difusión de la deprimente imagen del dolor

~~~

XXVI
Imitaciones de la vida

La proximidad ha sido sinónimo
A menudo d e litigio
Los efectos de iluminación
Van traspasando las barreras
Se dice lo que se quiere
La transmisión de las infecciones
Adquiridas por contacto venéreo
Es la demostración cabal de la verdadera naturaleza .
Solo nos cabe lamentar la falta d e información.

~~~

XXX
Clarity is not enough

Quienes tienen a su cargo
Tan delicada como responsable misión
Parten a los alrededores
A escrutar los rostros
A remozar los monumentos sumergidos
En los años, a sospechar de todo
Y de cada uno
El placer de vivir en un espectáculo
Reproduciendo
La incertidumbre
de un hecho inconcluso.

***
Ronald Kay (Hamburgo, 1941-Santiago de Chile, 2017) Variaciones ornamentales. Santiago de Chile: Ediciones UDP, 2009.

martes, 24 de octubre de 2017

enrique lihn / la derrota



Concentración de imágenes, diana de lo real;
las palabras restituyen el poder a los hechos; y
el ardiente fantasma de la nueva poesía
es un viejo que cierra su negocio por última vez,
extramuros de una ciudad que ha perdido el recuerdo
de sus correspondencias
con el boulevard Montparnasse,
la razón de los sueños y el buen sentido del misterio.

Hace mucho tiempo, en realidad, que yo no pude
asistir al entierro del último del primero
de nuestros magos, pero cuando muy joven
conocí a sus herederos.
Esa sombra, preservada de las impurezas del trato,
fue para unos una excelente envoltura
parietal —armadura invisible, a prueba
de lugares comunes— para otros,
la ironía de un faro
que iluminaba sus propias tempestades.
—Y ahora, ¿qué hago? —dijo uno de ellos; y no era
una pregunta, al cumplir cincuenta años:
el autor de unos versos oscuros como esta noche
desesperada.

La realidad nos ha puesto a todos en evidencia;
también a mí, en especial, el sobrino lejano
de esos astros desaparecidos
por arte de una magia que ya no podemos practicar
sin hacernos culpables de la noche;
desaparecidos al girar de torvos engranajes en una
gran molienda necesaria
como superfluos fuimos los espíritus errantes.

La realidad es lo que cuenta, y, en el centro de ella
y contra ella, la máquina.
No lo lamento por nadie: a cada uno el tormento de
sus claudicaciones, de su perversidad o de
su insignificancia.
Ni aún por mí, acaso, el último en abandonar ese
barco fantasma porque la noche anterior
había bebido en exceso.
Esto es una imagen todavía. El primero de los que
me antecedieron en comprender que no se
puede ser el último de ellos sin correr la
peor parte de su suerte.
Nuestros enemigos son demasiado numerosos para
permitirnos el lujo de pensar en nuestros
amigos.
Ayer tarde pasaron por aquí como un río que se
saliera de madre, los jesuítas volaron la
represa;
en automóviles de lujo; en grandes carros alegóricos,
y a pie también para alentar con su ejemplo
al rebaño de carneros de los pobres de espíritu. Para
éstos el reino celestial
y, como anticipo, el sagrado horror al infierno
comunista, el capitalismo popular y las
obras de caridad: bultos de ropa vieja;
en suma: una pequeña participación en la existencia
bajo el auspicio de los viejos sátrapas.

La máquina, la máquina.
No es aquella de las primeras décadas del siglo:
mutilación y éxtasis de los mejores espíritus
ni esta otra en que se cortan dos líneas paralelas.
mundos opuestos pero confabulados
por una misma obsesión de extenderse a otros mundos.
Sobreviviría a la guerra total un minuto de silencio
por la sorpresa de nuestros muertos
pues, en realidad, somos personas modestas.
Es una máquina... la vi el otro día en la exposición
de Paolozzi.
A estas lejanas tierras sólo nos trae la resaca restos de
estructuras distorsionadas por remotas
explosiones;
el escultor procede con ironía cancelando la función
de las formas y fundiendo en un todo piezas
de aviones y artefactos varios;
pero nosotros oscilamos entre la inocencia y la
ignorancia y no podríamos hacernos un
ídolo de nuestras máquinas sino una
máquina de nuestros ídolos.
Qué diablos: un pueblo subdesarrollado,
involuciones de usos y costumbres cuyo sentido se
adapta a los tiempos
en que era la oración el consuelo del látigo
y el dios de España, la vergüenza de los ángeles.
Nuestras batallas perdidas habrán sembrado en
nosotros el miedo;
nuestras victorias: la transferencia del respeto
de los héroes a quienes les siguieron en el orden
de la rapiña
y los discursos patrióticos.
¿Qué quiere decir pobre de solemnidad?
El Siglo de las Luces
y el nuestro de los chonchones a gas, nos sorprendieron
en actitudes vergonzantes
organizando la miseria donde el cura párroco, en
el Gran Patio Trasero,
en la lucha por los mayorazgos y contra los
muertos protestantes.
Caballeros de pera y bigote, ¡qué exceso de
estatuaria
honorabilidad cortado por una misma tijera!
Muchos de ellos iguales a los otros: el cuello
duro los salvaría todavía de la horca.
Honramos toda clase de tumbas, aun las que
debiéramos hacer saltar en pedazos.
En cualquier álbum de familia se nos oculta el gestor
de negocios extranjeros bajo un aspecto
señorial, con las manos enguantadas
después de introducirlas en el Fondo de Soborno.

Quinamáquinama. El mecanismo es de una sencillez
aplastante para sus manipuladores, pero,
¿quién se cuenta entre ellos
que pueda establecer el orden donde siempre reinó
la premeditada alevosía del caos?
A la forma sigue la forma y una vasta disformidad
mueve a todo el conjunto
pesadamente, en una dirección fatal.
Conforme: los mejores ingenieros militan en todos
los bandos, sólo que éstos agotaron su
ingenio
en presentar bajo un aspecto nuevo un viejo
artefacto
sobradamente conocido e insuficientemente
reconocido
por las engañadas víctimas de sus depredaciones a
quienes se les enseña a confundir la
fatalidad con el crimen.
¡Basta de farsas!
Se sabe que pondrán a su servicio las técnicas del
milagro y dónde es la planificación del
milagro, los países en que operan en gran
escala y aquellos otros en que bastan las
operaciones parciales.
Esto en lo que se refiere a las esperanzas cifradas
en la luna de miel con la resurrección del colonialismo
europeo, bajo fases propicias al nuevo trato.
¿Quién es quién para decir que no? Sobre este
punto la paridad de las opiniones y el
consenso de los pasos en los salones del
Palacio.
Ni aun el escéptico más escrupuloso aceptaría su
omisión en la lista de los invitados
a un reencuentro con la Bella Época.
La ceremonia es una afición nacional: el desfile bajo
la suave penumbra
de los uniformes de gala comidos por las larvas.
Al aire libre el fútbol y el domingo evangélico:
tristeza de otro Huerto de los Olivos en
que el espíritu y la carne rumian, bajo el
mismo yugo, una agonía que se mosquea
en los platos de pasto.

Pero de los bárbaros, qué se puede esperar.
Finalmente no hemos reemplazado todas nuestras
costumbres por las suyas, una curiosa falta
de concentración en el modelo
condena nuestras copias a la dorada medianía;
y, en cualquier caso, el resto de lo que hemos
convenido en llamar la dignidad nacional,
sería seriamente lesionado en caso de que
resolvieran adoptar el aire de nuestra derrota
para sumarse a la celebración del
triunfo, en esta lejana factoría,
de la perpetuación del cáncer de su imperio
en las entrañas ajenas.
Hace algunas horas (esta noche y la noche pasada se
confunden; el vocerío triunfante con el
silencio del fracaso)
uno de ellos, con la mona ardiendo,
venía disfrutando del carnaval de la calle en el
carnaval de la micro, el gran carajo,
parados los dedos en la V de la victoria: las trenzas
de una poderosa niñita anglosajona que
montara un potro furioso con una
impasible cara de puñete.
El hombre-dogo
se arremolinaba en torno a su eje como la ropa en
la máquina lavadora, codeando a su vecino
de asiento en el pecho y resoplando:
«Me norteamericano. Me norteamericano.»
Yo hubiera deseado que se le hundiera el mundo.
Se dirá: «un caso individual», y el índice acusador
debe apuntar allí donde se incuban los
factores impersonales que mueven a los
individuos el río a las carpas en la época
del desove;
«de la sociologie avant toute chose», pero qué montón
de obviedades en los casos extremos
cuando la claridad brota de los poros mismos del
cuerpo del delito
arrojado apresuradamente a los baldíos que exhibe la
luna frente a los grandes edificios colectivos.
Bastaba ver a ese sujeto para obtener una visión
panorámica y bien articulada, las cifras
innecesarias en los últimos planos.
La diferencia que va de un yanqui a otro sólo
representa, para nosotros, un margen de
imprevisible brutalidad en el trato con las
fuerzas de una ocupación que se dice
pacífica,
y un margen, también, para el cultivo de las
amistades personales en la tierra de nadie.
El culto de la amistad es una afición personal, la
atención con los huéspedes,
la moderación por parte de moros y cristianos, el
cese de todo antagonismo a la hora del
almuerzo.
En un pequeño país cargado de tradiciones, la
formalidad ante todo, y el empleo de la
violencia sicológica
sólo en los casos desacostumbrados.
El control, a una distancia flagrante, de nuestra vieja
máquina junto con la promesa de su
restauración
a manos de técnicos especializados sobre la base de
excedentes de la industria pesada.

No se puede dudar:
de los sesenta mil agentes de la FBI y de la CIA,
sólo uno que otro ha mostrado la hilacha
en su intento por trepar a los carros alegóricos y
ocupar un lugar bamboleante
junto a esas bellezas que lo eclipsaban todo en la
apoteosis del triunfo, menos el sentido de
nuestra derrota.
Todo estaba claro a pesar de tanto resplandor y el
brillo de las miradas y los fuegos artificiales.

El invisible ejército de ocupación puede batirse
en una retirada incruenta
y reconocer sus cuarteles de primavera y verano:
temporadas de pesca en los lagos del sur y
de cosecha en los desiertos metalíferos.
Al Pacífico, al Atlántico los barcos de guerra: aquí
no se precisa importar la paz
en la persona de franco tiradores e infantes de marina.
Puede aflojarse un poco el cinturón de hierro
hacia el otro lado de los Andes y estrecharlo en los
lugares verdaderamente estratégicos
donde la sangre escuece, burbujea y grita.
La lucha entre demócratas y republicanos sólo
parece posible solventarla lejos de casa
mediante el empleo, en pequeña escala, de la Bomba,
rasando el vivero, en los pastizales
de esos pequeños comunistas de ojos oblicuos. Un
arañazo en profundidad,
y luego el desfile de los harapos humanos en homenaje
a la Libertad y a la Democracia.

Esto es lo que ocupa a los hombres fuertes:
«la lucha por la Paz», nos dice uno de ellos
nuevamente ocupando toda la pantalla panorámica
esa cara impenetrable como un hongo en
expansión;
unas hendijas de hierro nos miran, a través de ella
el verdadero ejército se pierde de vista
en marcha ascendente hacia los abismos del otro lado
del cielo, rayada de columnas en que
blanquea el pánico.
Las pestañas cosidas al pliegue de los párpados son
montones de hulla, y en los primeros planos
vidriosos nada se sabe de lo que ocurre en
la otra mitad del hemisferio.
La disciplina militar adolece de ciertos defectos
compensados en el orden del número y de
la fuerza.
Esos muchachos no marchan: caminan, cada uno
«en el contexto de su libertad personal»
—diría uno de sus mitos— como si se
dirigieran, en todas direcciones, por clanes
llameantes.
a la cantina, al bar, a la sala de bolos o a las
hecatombes humanas en los estadios
llameantes.

Bajo los ojos que se entornan, la erosión en las
bolsas de la edad: montes áridos, llenos de
cicatrices.
El mensaje concluye en lo que quiere ser un
llamamiento a la cordura pero es el delirio
total el que hace las señalizaciones tras la
amenaza dentada de columnas dóricas.
El orador piensa en la muerte, y la muerte, por
primera vez, en sí misma, con la
perplejidad de una primera dama que fuera
repentinamente violada por una horda
de beats, en su propia residencia.
Es una muerte que entrevé la curiosa posibilidad de
terminar incluso consigo misma
en el baño de hidrógeno.
Este descubrimiento la transfigura: opulenta belleza
de Marylin Monroe otro San Sebastián para
los corazones sexuados que quisieran
cobrarse, en la carnicería total, de las
mutilaciones del espíritu.
Pero el Hombre, el Intrépido, el Duro
sólo interpreta, es claro, «limpiamente» a las
mayorías de su pueblo que podrían volverse
en contra suya, hacia otro.
Ninguna sombra de duda ha cruzado esa máscara:
tan alto vuela el águila sobre los Apalaches,
entre cincuenta estrellas nombres de su soberbia:
la noche constelada por la obsesión del triunfo.

Ser elegido por un pueblo elegido
no es una tarea que se pueda cumplir, exclusivamente,
al nivel de las fuerzas humanas.
Corrección absoluta en la suma de los mitos, tal es
el camino de la verdad, the American Way,
transitado ya por los Divinos y los Santos
y quienes sembraron con sus huesos la hora de la
expansión del drama ilimitado.
Presentar al opositor un flanco monolítico, una
caparazón más dura que cien de las suyas,
y bajo la cubierta enchapada de dorados
símbolos irracionales, el libro de cuentas
al día:
en el Haber: la mandíbula del procónsul y el silbido
del látigo en la bota del centurión, la
mutiplicación de los impuestos y el
hundimiento de los pequeños mercados
provinciales;
en el Debe: el regateo de los fondos de caridad.
Para el ejercicio de un Destino Manifiesto, la
fatalidad es un gaje en el oficio,
se diría el objeto de una especie de culto instituido
para exorcisarla.
En todo esto está el masoquismo a la orden del día:
Tánatos, el amor a la autodestrucción de la Bestia
Rubia, reducido al jadeo del hotentote rubio,
lucha de todos contra todos en la que se ha
ido desprendiendo, progresivamente, del
amor a sí mismo junto con grandes trozos
de sustancia humana
hasta quedarse en la parcialidad de los músculos
y de los huesos.

En las urnas triunfará la amenaza del más fuerte,
la estabilización de la violencia bajo el rostro de César,
so pena de caer en la inflación de la misma
y en el dominio de los pequeños negocios
que arruinarían el prestigio del Imperio.
Esto lo sabe muy bien el opositor,
pero a su ciego acoso todavía es posible responder
con un nuevo discurso del Cuatro de Julio.
Una grandeza sin paralelo sería el leit motiv apropiado.
Sin paralelo: he aquí acaso un buen puzzle para los
intelectuales desafectos al pan y al circo, y
que no hayan sucumbido a la pobreza
voluntaria en la Venecia del Oeste o a las
drogas junto al Ganges o en las cavernas
del Viejo Mundo.
La historia podría detenerse, reconstituida Torre de
Babel, y flamear en lo alto el águila bifronte

***
Enrique Lihn (Santiago de Chile, 1929-1988) Poesía de paso. Santiago de Chile: Ediciones Universidad Diego Portales, 2008.

lunes, 23 de octubre de 2017

pedro lastra / relectura de enrique lihn








Porque escribí estoy vivo.
                                   E.L.

Pero yo que no escribo,
yo que casi no tengo ya palabra,
Enrique Lihn, amigo de los mejores días
(esos que no llegaron)
qué puedo hacer por fin
para encontrar el reino que sólo el sueño crea
con la palabra que no estuvo en el sueño:
los pájaros de antaño
o una muchacha junto al jazminero
en el centro del patio, si es que hubo ese patio
y no lo inventa el otro que soy al regresar cada mañana
mi enemigo mortal, el que habita en mi casa,
el que niega y se burla
de mis pequeñas trampas de tahúr obstinado
o de aspirante al cetro de los justos,
si es que hay justicia y justos
y diluvios, con su inmortal paloma
y todo eso.

***
Pedro Lastra (Quillota, 1932) Poesía completa. Valparaíso: Ediciones de la Universidad de Valparaíso, 2016. 

domingo, 22 de octubre de 2017

carlos germán belli / tres poemas










Poema

*

Nuestro amor no está en nuestros respectivos
y castos genitales, nuestro amor
tampoco en nuestra boca, ni en las manos:
todo nuestro amor guárdase en un pálpito
bajo la sangre pura de los ojos.
Mi amor, tu amor esperan que la muerte
se robe los huesos, el diente y la uña,
esperan que en el valle solamente
tus ojos y mis ojos queden juntos,
mirándose ya fuera de sus órbitas,
más bien como dos astros, como uno.

~~~

El aviso las señales

*

Yo espero una bengala de aviso
tantas veces he escrito la clave en un papel
la he grabado sobre un grano de arena
con la fuerza del hambre
iluminado por un haz de luz
como cuando cruza un navío delante de los acantilados
o se incendia de repente la carpa del circo
en la noche oscura
cuando arrojan a las tribus antiguas
hacia las alamedas de yacimientos de hulla
y los tigres inclinados al borde de los estanques
electrizan con su piel
los menudos ojos de los peces
es así que yo espero un silbido de aviso
entre arroyos con mimbre
y la opulencia de una hilera de mesas de noche
yo te busco en todos los rincones
con una fogata
para alumbrar los vidrios
y ver las señales mágicas de tu vaho
cuando no te dejan cruzar el umbral del puente de mi río
o no me dejan seguir en los caminos
las líneas secretas de las rocas de tu valle

~~~

Ha llegado el domingo

*

....Ha llegado el domingo
y procedo a desollarme como a un oso:
me desenfundo
y exprimo el sucio overol que cubre mi sangre

....Caen entonces al fondo de la tina
goterones de sudor frío
pelos erizados
poros entreabiertos por el miedo

....Y de inmediato un verde césped reemplaza
....................................../ mi antigua piel

***
Carlos Germán Belli (Lima, 1927) Los versos juntos. 1946-2008, poesía completa. Madrid: Fundación BBVA, 2008.

sábado, 21 de octubre de 2017

juan carreño / a lo lejos











Yo soy un Rancaguino e los añiñao (*), el fósforo
prendido mientras dices lo único que me falta es
aprender a hablar, la parafina que quemamos
juntos, de la mano friendo cebollas, yo soy las
murallas de Tulahuén, sol que envejece en
adobe, la hora sin tiempo esperando buses,
atardeciendo en funerarias, el que remoja los
porotos pa mañana por el gusto de verte dormir,
el vino de Rengo, la ventana del Metrotren yo
soy, puertas a fuera un chiste, el que duerme
debajo de la cama, adentro del refri, yo soy lo
poco que me queda: Chile y Colocolo, un abrazo,
todo Loncoche soy, un entumido y un diaguita,
yo soy el amor, yo soy mi mamá sin amor, yo soy
mi papá al que busco, yo soy el encuentro entre
él y su polola, yo soy mi cara en el café, todas
las pichangas, soy mis palabras como mancha
de araña aplastada en la pared, el Yeco, las
ocho de la mañana en Tunquén, la errata de sol
en tus ojos, el puente cortado de Monte Patria
soy, animita en Punta de Lobos, un perro
mordiendo olas en Cartagena, yo soy todos los
que no nos conocemos, lo que me cae desde la
altura de los cerros, el cobre de la iglesia de
Pelequén, carne que falta como concho en una
torre de platos sucios, yo soy mirándote en los
ojos de un perro, un avance de hormiga, una
minga perpetua entre Huamachuco y la Santo
Tomá, un mandala donde no dejamos de
contarnos sueños, entre música de leña seca en
el fuego, que es siempre la noche en la calle, los
quinazos de paragua de la María, el que mastica
dientes esperando a lavarte la ropa, el que
todavía te espera en la fonda de la Gran Bertita,
una mochila y una bicicleta yo soy.-

(*) Pablo de Rokha, “Paya de los rotitos diablos”, Los Gemidos.

***
Juan Carreño (Rancagua, 1986) Compro fierro. Monte Patria: Lagartija ediciones, 2006

viernes, 20 de octubre de 2017

álvaro mutis / la orquesta










1
     La primera luz se enciende en el segundo piso de un café. Un
sirviente sube a cambiarse de ropas. Su voz gasta los tejados y en
su grasiento delantal trae la noche fría y estrellada.

2
     Aparte en un tarro de especias vacío, guarda un mechón de pelo.
Un espeso y oscuro cadejo de color indefinido como el humo de los trenes
cuando se pierde entre los eucaliptos.

3
     Vestido de amianto y terciopelo, recorrió la ciudad. Era el pavor disfrazado
de tendero suburbano. Cuántas historias se tejieron alrededor de sus palabras
con un sabor de antaño como las nieves del poeta.

4
     Así a primera vista, no ofrecía belleza alguna. Pero detrás de un cuerpo
temblaba una llama azul que arrastraba el deseo, como arrastran ciertos ríos
metales imaginarios.

5
     Otra luz vino a sumarse a la primera. Una voz agria la apagó como se mata
un insecto. A dos pasos de allí, el viento golpeaba ciegas hojas contra ciegas estatuas.
Paz del estanque. ..luz opalina de los gimnasios.

6
     Sordo peso del corazón. Tenue gemido de un árbol. Ojos llorosos limpiados furtivamente
en el lavaplatos, mientras el patrón atiende a los clientes con la sonrisa sucia de todos los días.
     Penas de mujer.

7
     En las aceras, el musgo dócil y las piernas con manchas aceitosas de barro milenario.
En las aceras, la fe perdida como una moneda o como una colilla. Mercancías.
Cáscara débil del hollín.

8
     Polvo suave en la oreja donde brilla una argolla de pirata. Sed y miel de las telas.
Los maniquíes calculan la edad de los viandantes y un hondo, innominado deseo surge
de sus pechos de cartón. Mugido clangoroso de una calle vacía. Rocío.

9
     Como un loco planeta de liquen, anhela la firme baranda del colegio con su campana
y el fresco olor de los laboratorios. Ruido de las duchas contra las espaldas dormidas.
     Una mujer pasa y deja su perfume de cebra y poleo. Los jefes de la tribu se congregaron después de la última clase
y celebran el sacrificio.

10
     Una vida perdida en vanos intentos por hallar un olor o una casa. Un vendedor ambulante
que insiste hasta cuando oye el último tranvía. Un cuerpo ofrecido en gesto furtivo y ansioso.
Y el fin, después, cuando comienza a edificarse la morada o se entibia el lecho de ásperas cobijas.

***
Álvaro Mutis (Bogotá, 1923-Ciudad de México, 2013) Los elementos del desastre. Buenos Aires: Losada, 1953.

jueves, 19 de octubre de 2017

jaime sáenz / dos poemas








En lo alto de la ciudad oscura

*

Una noche en una calle bajo la lluvia en lo alto
de la ciudad oscura
con el ruido a lo lejos
es seguro que suspirará
yo suspiraré
tomados de las manos por un gran tiempo
en el interior de la arboleda
sus ojos claros al pasar un cometa
su cara llegada del mar
sus ojos en el cielo mi voz dentro de su voz
su boca en forma de manzana
su cabello en forma de sueño
una mirada nunca vista en cada pupila
sus pestañas en forma de luz un torrente de fuego
todo será mío dando volteretas de alegría
me cortaré una mano por cada suspiro suyo
me sacaré un ojo por cada sonrisa suya
me moriré una vez dos veces tres veces cuatro veces mil veces
hasta morir en sus labios
con un serrucho me cortaré las costillas para entregarle ,mi corazón
con una aguja sacaré a relucir mi mejor alma para darle una sorpresa
los viernes por la tarde
con el aire de la noche cantando una canción
me propongo vivir trescientos años
en su hermosa compañía.

~~~

En la ventana

*

A Nelly Villanueva

Sabe Dios lo que yo buscaba, quería encontrar
no sé qué,
una tarde,
sentía el antiguo momento del encanto, las cosas
olvidadas en el tiempo
-los objetos sin forma dentro de mí,
un rastro de ceniza y un pedazo del acre,
esos nombres inmortales en la memoria.
El ancla, en los botones dorados, y los papeles,
el polvo en el vació - el olor, en unas ropas de niño,
unos restos, unas migas de hace años -y desde muy lejos,
al soplo del aire en la ventana, pensé en ti: en las nubes, un presagio de lluvia era el echarte de menos,
con tus ojos inexplicables, y la tarde moría.
Era un color, la ansiedad de los presentimientos:
era una sombra: el adiós,
la noche profunda en la ventana.

***
Jaime Saenz (La Paz, 1921-1986)

miércoles, 18 de octubre de 2017

pedro sienna / dos poemas












Esta vieja herida

*

Esta vieja herida que me duele tanto,
me fatiga el alma de un largo ensoñar;
florece en el vicio, solloza en mi canto,
grita en las ciudades, aúlla en el mar.

Siempre va conmigo, poniendo un quebranto
de noble desdicha sobre mi vagar.
Cuanto mas antigua tiene mas encanto...
¡Dios quiera que nunca deje de sangrar!...

Y como presiento que puede algún día
secarse esta fuente de melancolía
y que mi pasado recuerde sin llanto,

por no ser lo mismo que toda la gente,
yo voy defendiendo románticamente
¡esta vieja herida... que me duele tanto!...

~~~

En el cuarto N° 13

*

De la estación, con hambre, con esa pesadumbre
que deja un viaje largo con noche y sin amigo,
llego al <<Hotel Iberia>> a buscar la techumbre
que me ampare del viento y a estar solo conmigo.

Mis pupilas se quedan escrutando la sombra...
Aquí nadie me espera... Ni preguntas ni besos.
Enciendo luz y miro... Ninguna voz me nombra.
¡El frío de este cuarto me hiela hasta los huesos!...

Los muebles (¡estos muebles que no arañé en mi infancia!)
se inmovilizan, hoscos, en contornos hostiles,
como si maldijeran mi rebelde vagancia.

y en el muro vacío de este hogar alquilado,
con egoísmo irónico, dibuja sus perfiles
un letrero que dice: <<Se paga adelantado>>.

***
Pedro Sienna (San Fernando, 1893-Santiago, 1972) El tinglado de la farsa. Santiago de Chile: Nascimiento, 1922.

martes, 17 de octubre de 2017

aristóteles españa / la venda



La venda es un trozo de oscuridad
que oprime,
un rayo negro que golpea las tinieblas,
los íntimos gemidos de la mente,
penetra como una aguja enloquecida,
la venda,
en las duras estaciones de la ira
y el miedo,
hiriendo, desconcertando,
se agrandan las imágenes,
los ruidos son campanas
que repican estruendosamente,
la venda,
es un muro cubierto de espejos y musgos,
un cuarto deshabitado,
una escalera llena de incógnitas,
la venda,
crea una atmósfera fantasmal,
ayuda a ingresar raudamente
a los pasillos huracanados
de la meditación y el pánico.

***
Aristóteles España (Castro, 1955-Valparaíso, 2011) Dawson. Santiago de Chile: Bruguera, 1985.

lunes, 16 de octubre de 2017

alejandra del río / dos poemas











¡Hay una niña en un pozo!

*

Una línea corta el horizonte en dos.
No es necesario que alguien diga uno y otro lado
ya la niña se ha puesto a lamer la huella
y a confundir con sus saltos y sus vítores y su ahínco
las distintas lunas del espejo.

Una línea divide el horizonte en dos.
La niña sigue el paso del conejo y bebe del pozo
como quien bebe de su propia caída.

Una línea fija el horizonte en dos.
Dentro de la línea una niña cae y cae preguntándose a viva voz
la duración de su caída.
No causará extrañeza el llanto de la niña cuando tope fondo
-pero no topa fondo-
y no será raro tampoco que el horizonte recupere su unidad
si la niña lograra mirarse en lo hondo de su llanto.

Pero la caída trae como consecuencia
anverso y reverso de un único horizonte.

~~

Samariterstraße resiste

*

La tribu universal ensaya sus acaloradas discusiones de licor y yerba
característica debilidad en los sentidos
reflejos dormidos
la lengua pastosa arrastrando el ocio productivo de la conversación
la reflexión es el zumo de todo vacío
yo también intoxico mi identidad con la identidad ajena
me pierdo en el vaho y en el duro repiquetear de los tambores.
Los bravos mancebos de las botellas exhiben sus tatuajes y eructan con sofisticadas maneras
las altas muchachas se abandonan en el raído pantalón y mueven sus ombligos como sirenas
en mares turquesa
el tarro donde crepita el fuego del infierno cobija a elefantes rubios, al cadáver melenudo y al ángel infaltable
yo nado en los sudores generales
me acomodo al hueco de las rodillas
dudo de aquello que me es otorgado
pero no dudo del siguiente trago.
Es que aquí estamos, aquí estamos
viendo pasar las horas
menos solos que solos en nosotros mismos
los oráculos tremebundos vaticinando las próximas tormentas
yo doy gracias porque el techo humano nos sostiene
al menos por esta noche
la ceremonia del brindis traerá actividad al vidrio
ojalá deje entrever la luz de los corazones
la profundidad de la vana celebración
la labia prendida del chiste
la caída de los ídolos de la buena presencia
todo sea por ver amanecer
el hachich odia mi lápiz
enormidad de litros olvidados
montículos de colillas
una poca de luz todavía testifica
como resistimos en Babilonia los inviernos.

***
Alejandra del Río (Santiago de Chile, 1972)

domingo, 15 de octubre de 2017

hernán miranda / un despreciable clochard se apoderó entonces de la palabra













Yo soy el que merodea por ahí
            empujando un carrito de supermercado
Ese que lleva zapatones de obrero de la construcción
            y luce una falda plisada
            y cofia en la cabeza como señora rusa proletaria
De mí se dicen muchas cosas
            y es hora de aclarar antes que sea tarde.
Se dice que yo era un oficinista travesti
            que en las noches salía a rondar vestido de mujer
            y que un día no pudo volver al trabajo porque
            extravió la llave de su departamento,
y que pintado y con peluca fue sorprendido en la calle
            por la salida del sol
            y con el escándalo perdió pan y pedazo.
Una historia edificante a costa mía,
            con moraleja y todo,
            que inventó la multitud de travestis verdaderos
            que viven por acá
Yo sé que me miran detrás de los visillos de las ventanas
            vestidos
            con baby dolls y zapatos de taco alto mientras se
            peinan el bigote y alisan su maletín antes de partir
            al trabajo
Tampoco ha faltado el que inventó la historia
            de que soy un pillo que se disfrazó de mujer para
            robarse el carrito lleno de comida del supermercado
Y tampoco el que ha llegado a sospechar que yo sea un
            detective privado o un Sérpico
encargado de husmear en la basura para conocer detalles
            íntimos
            o averiguar sobre los negocios oscuros de mucha
            gente que pulula por aquí
Más de un niño ha imaginado alguna vez que voy a
            tirar el carrito y con una metralleta en la mano
            saldré persiguiendo a los bandidos
Todos son fantasías, las propias fantasías de los chuecos
            y pervertidos que se concentran en esta ciudad}
            donde ni las ánimas viven tranquilas
            y los desaparecidos no aparecerán jamás
            y los asesinos se ríen satisfechos detrás de la puerta
Soy un intelectual que ha hecho campañas orientadas
            a enderezar los rumbos de la ciudad
y las seguiré haciendo con el ejemplo
            no como un escritor que por aquí que posa de
            gourmet y sueña con ser famoso como Neruda
u otros pretenciosos que conservan hasta sus bacinicas
            esperando que algún día se les haga un museo
Yo ando con mi carrito recogiendo cosas útiles de la
            basura
            Doy testimonio contra tanto comunista
Y no soy travesti, en el buen sentido de la palabra. Digan
            si quieren que soy mitad hombre y mitad mujer.
            Soy la humanidad en movimiento. Pero de maricón
            no tengo nada
Si otros van a París, yo me muevo de Santa Lucía a
            Portugal,
            cruzo por Rosal y Merced, me traslado por Lastarria
            por Villavicencio.

Y no le pido plata a nadie. Ni ando vendiendo pomadas.

Soy un viajero y una viajera, dos en uno que se mueven
            por sus propias fuerzas
            que ni contaminan con humos ni con ruidos.
No me enojo si me comparan con el José y la María
            Pero no aguanto que me tomen para el fideo. Doy
            y exijo respeto.
Tampoco me gusta que me tomen fotos. Soy viajero pero
            no ando tomando fotitos como turista ridículo.

Lo que más me carga son los diarios y la Tele.
            Esos fariseos me merecen que yo entre a azotarlos
            Que les tire lejos sus monedas mugrientas
            ganadas haciendo negocio con las desgracias y
            miserias ajenas
Pero lo peor son las enseñanzas de la Tele
            que han convertido en arribistas
            hasta los mendigos.

***
Hernán Miranda (Quillota, 1941) Bar abierto. Ancud: Ediciones Tácitas, 2005.

sábado, 14 de octubre de 2017

peter boyle / educación



Siete años de edad
encargado con un tío
y un manojo de billetes se perdió.
Por tres días encerrado en un cuarto, golpeado.
Los dorados orbes de peniques ardían en un horno
sujetados por tenazas
brillan sobre la piel de una niña
mientras ella grita y grita.
Estas blancas, rondas cicatrices
que permanecen hasta hoy en día
sin pigmentación
sin la sombra del color
sólo con la posluminiscencia de la ceniza.

Tras contar la historia
quemas tu mano con el hierro,
la quemas tú mismo,
tu castigo por romper el silencio.

Corriste hacia el balcón pero te jalaron de regreso adentro.
Querías escupir, gritar insultos a los soldados
para que parasen la golpiza que le daban al viejo en la calle.
“Escucha,” dijo ella, al detenerte, tu madre.
“Escucha, tienes que aprender a decir nada.”
Aprender a ser nadie.
Aprender a ser una pared blanca
que no tiene cara ni lengua.

***
Peter Boyle (Melbourne, 1951)
Versión por Círculo de Poesía.

/

Education

Seven years old,
on loan to an uncle
and a bundle of cash went missing.
For three days locked in a room, beaten.
The golden orbs of pennies roasted in an oven
removed by tongs
glisten on a child’s skin
as she screams and screams.
These round white scars
that remain even today
without pigment
without the shadow of colour
with only the ash’s afterglow.

After telling that story
you burnt your hand on the iron,
burnt it yourself,
your punishment for breaking silence.

You rushed to the balcony but they pulled you back inside.
You wanted to spit, to scream insults at the soldiers
to stop them beating up the old man in the street.
“Listen,” she said as she held you back, your mother.
“Listen, you have to learn to say nothing.”
Learn to be nobody.
Learn to be the white wall
that has no face and no tongue.

viernes, 13 de octubre de 2017

breve selección de haikús clásicos








Dios está ausente
las hojas muertas se amontonan,
todo está desierto

(Matsuo Bashō)

***

Para ver las flores he venido
bajo ellas dormiré
sin sentir el tiempo.

(Matsuo Bashō)

***

Nosotros, seres humanos
retorciéndonos entre
las flores que se abren.

(Kobayashi Issa)

***

Larga noche;
el sonido del agua
dice lo que pienso.

(Gochiku)

***

La primavera que se aleja
duda
en las flores tardías del cerezo

(Yosa Buson)

***

Brisa del atardecer,
las rosas blancas
se mueven.

(Masaoka Shiki)

***

Las flores han caído
ahora nuestras mentes
tranquilas.

(Matsumoto Koyu-Ni)

****************
Ref. Álvaro Arellano, Haiku. Poesía del deleite. Santiago de Chile: CuatroVientos, 1997.
Versiones desde el japonés por Margarita Schutz.

jueves, 12 de octubre de 2017

clemente riedemann / shalamankatun











1

Roja es aquí la tierra
y verde está en el cielo la morada
de los que pelearon y murieron.
Shalamankatun,
la escuela de la maldad vino de afuera:
vino de Espánna
con su espada y su cruz de hierro,
vino de Alemania y despues de los propios chilenos:
"Esta guerra no nos costara
sino mucho mosto y mucha música"
(Cornelio Saavedra, en carta al presidente Pérez)

Shalamankatun,
verde esta aquí la tierra
y el cielo esta rojo como un infierno.


2

"La tierra nos pertenece.
Cuando llegamos, sólo estaba el mamut
hundiéndose de a poco en los pantanos.
El pejerrey estaba solo
memorizando la luz del ventisquero.
Sólo estaba el halcon
agitando hacia el sol sus alas.
La tierra es nuestra.
Para siempre la hemos heredado
y perverso es quien nos la quiere
quitar con papeles falsos,
con barriles de chicha de manzana
o con patadas, simplemente".


3

"¿Para qué quereis la tierra?
No sabeis que hacer con ella.
Sembrais, nada más, para llenar el buche.
No planificais vuestra economía.
No haceis marketing.
Os devorais el grano destinado a la semilla.
Con el maíz elaborais bebidas espirituosas.
¿Decís que vuestros ritos son sagrados?
¿Donde están las iglesias?
¿Qué dioses son los vuestros que no les alzais ni una sóla astilla?
Y lo peor de todo:
cada varón de vuestras tribus
coge cinco o seis mujeres para sí solo".


4

"Nuestro dios es un árbol
un matapiojo
o un trueno.
Si Dios no esta allí,
Dios no existe.
Dios presencia viva in situ a cada rato.
Y no en los templos,
únicamente los domingos.
La naturaleza es nuestro templo.
Ella nos da la lluvia
viento favorable
semen fresco.
Nos da la semilla y el éxito
en el mes de febrero.
Queremos comer, no queremos
hacer dinero".


5

"Vivireis en reducciones.
Cada lonko o jefe de familia
dispondrá de un cuadrado de tierra
el que le será permitido dividir
en nuevos cuadrados
para los hijos varones al casarse.
No crezcais, no os multipliqueis en demasía
porque, como vereis, los cuadrados
se irán tornando más estrechos cada día.

Esta es palabra del Gobierno.
Posdata: muchas gracias por vuestros gloriosos
guerreros de antaño".


6

Shalamankatun, todos los brujos
juegan a la ronda
en torno a la mesa de trabajo.
Y con el trabajo se despiertan los duendes
que traban con los brujos
un ferocísimo combate
hasta que al despuntar el alba
se desvanece el influjo demoníaco
y el señor cronista queda a solas
con sus convicciones a la rastra
de rodillas soportando en las espaldas
los azotes del bastón divino.
Pero en horas de la mañana
se arrojará al Chol-Chol de bruces
y el agua helada de las reservaciones vernáculas
curará por completo las heridas de la noche.
Shalamankatun,
verde está aquí la tierra
y azul se ve en el cielo la morada
de los que peleando fallecieron.

***
Clemente Riedemann (Valdivia, 1953) Karra Maw´n. Santiago de Chile: Alquimia, 2015.

miércoles, 11 de octubre de 2017

tres poetas de origen mapuche










El arado de palo

*

Quiero romper la tierra con mi arado del palo.
Y sembrar en las melgas mis palabras sencillas.
Quiero trazar la recta de mis propios anhelos.
Y buscar simetría en las horas pasadas.
Quiero tejer las hebras de las blancas espumas.
Y tenderme en la felpa de una alfombra marina.
Mi corazón de choapino, está hecho de voqui. 
Y mi sangre, en las venas, rompe las compuertas.
El cultrún pesimista, lentamente, se aleja. 
Y en sus notas emergen angustias añejas.
Tengo la certeza de haber visto la luna. 
Inhalando el canelo o durmiendo en la ruca.
La trutruca rebelde vierte su quejumbre.
Tatuada de infamia y desprecio sin nombre.
Quiero romper la tierra con mi arado de palo.
Y tenderme en el surco de mis viejos anhelos.

/

Dimúñ Mamëll

*

Nëgla afín tëfa chi mapu, tañi dimúñ mamëll meu. 
Gandnán tañi dungu, tëfa chi wirhíñ meu.

Kintuán tañi ënkëlén rakiduam. 

Kintuán yeupau chi antë.

Guërrhé afíñ, thorfán lafkén. 
Kuduán huente lafkén.

Foki rekeléi, tañi piuke. 
Lef thripa mekéi, tañi mollfë;

Lladkën kultrúng, petu amúi ka mapu. 
Re nguëmán meu, amuléi.
Pefíñ ta këyén, rangui peskín foye. 
Nëmë, nëmë tu pái, këm-me ñëmëñ; ka humautu pái.
Hillkún thruthruka llankë nakëm-mí, tañi hueñang kën. 
Ganfill hueda dungu, nguëmaleyeu.

Negla afín-tëfa chi mapu, tañi dimún mamëll meu. 
Gandnán tañi dungu, tëfa chi wirhíñ meu.

***
Sebastián Queupul (Ralipitra, 1922-1923)

~~~

Camino

*

He corrido a recoger en las llanuras,
en la playa,
en la montaña,
la expresión perdida de mis abuelos.
He corrido a rescatar
el silencio de mi pueblo
para guardarlo en el aliento
que resbala sobre mi cuerpo
latiendo,
haciendo vibrar mis venas
sobre el sol que se levanta
sobre las altas cordilleras
para que el espíritu sea viento
entre el vacío de las palabras.

He corrido a recoger el sueño
de mi pueblo
para que sea el aire respirable
de este mundo.

~

Estoy

*

Estoy suspendido en el aire
como el canto de los pájaros
como el olor de las flores
que llena los espacios.
Voy como agua
por este río de vida
hacia el gran mar de lo que
no tiene nombre.

Yo soy la visión
de los antiguos espíritus
que durmieron en estas pampas.
Soy el sueño de mi abuelo
que se durmió pensando
que algún día regresaría
a esta tierra amada.

Él se fue de viaje
más allá
del horizonte de los sueños.

***
Leonel Lienlaf (Alepue, 1969)

~~~

Mari Ailla

*

¿Quién te dijo a ti
que te hicieras carabinero,
Juan Antillanca?

Tú que naciste a la orilla del mar
y que jugaste en las playas sin dueño,
que naciste sabiendo
que la vida no necesita de ley
porque allí nunca ocurre nada;
a más de una ola y otra ola,
un transitar de espuma,
dos fantasmas de viento
y una gaviota borracha de cielos…

¿Y qué más pasa, Juan Antillanca?

Cuando llegaste de uniforme verde
y te pusiste rígido,
¡parecías un atado de colloi!
¡cómo te gozaban los chiquillos,
casi te empelotaron la primera vez!

Tus ojos que eran mansos y risueños,
tuviste que endurecerlos;
y aquel gesto tuyo que era como un amanecer,
lo transformaste en grito duro,
en amenaza negra,
en noche desconfiada…

¿Te acuerdas cómo se las arreglaban
para tener algo de comer
cuando tú eras niño?
¿Y ahora, Juan, tú andas buscando
a los que roban ovejas
porque tienen hambre
y no tienen trabajo?

¿Cómo murió tu padre, recuerdas?
¿En qué cuartel amaneció muerto?

A ti te han escogido para esto
porque hablas mapu dugun
y porque conoces
todos los escondites de la costa.

Te vimos esa tarde cuando llevabas al Mauleo:
tú ibas más asustado que él,
pasaste avergonzado por frente de nosotros.

Ese día, Juan, nos dio una pena grande.

Alguien dijo:
– Antillanca se hizo carabinero
para ganarse el pan pescando presos a sus hermanos.

¿Qué gusto tiene ese pan, Antillanca?

*
mari ailla diecinueve
colloi cochayuyo

***
Pedro Alonzo Retamal (Puerto Saavedra, 1929)

martes, 10 de octubre de 2017

yanko gonzález cangas / de metales pesados










DERROTERO DE EMPERAIRE

*

Afirmado en la música del trote/ me doy a la respiración
artificial acompañado por un cono de papel
higiénico/ paseo recogiendo boletas arriba de mil pesos/ las
cuales tienen fines muy diversos Cuento los pastelones al llegar a
casa y me salto las líneas impares del baldoserío/ justifico mi
existencia sumando y exclamándole a los caballos qué cara está la
avena/ He decidido abrir definitivamente una ventana que
siempre cierra a medias/ y regar este cactus que se entierra en un
vaso de yogurt helado.
Descuento los meses que me restan extrayéndole hojas a los libros/
Generalmente a un par de enciclopedias que versan sobre 101
Razas Humanas.
La Tv transmite rayas y acabo de encontrarme otra boleta/ me
suelo sentar en el suelo preguntando a cuánto de octubre
estamos/ Me corto al afeitarme/ Y soy feliz de que alguien
-aunque sea Gillette-
me manche un cariño por la ca.

~~~

LAS ESCENAS SON SENCILLAS


(A)

La primera es donde él la toma por sorpresa/ besando el pliegue que
sostiene las compras del hipermercado/ y ella bala como un bebé
de cientoveinteaños/ y comentan la segunda escena donde irán a encadenarse
con anillos calados/ él insiste en pararse justo al medio/ donde una rejilla
los sostiene de una vereda perforada hasta el abismo/ y olvidar hasta
más tarde que sobre sus techos explotará napalm con hijos/ ella dice
camina cariño de una vez por todas/ y pasan más de setenta-y-siete-meses-setenta-días-setenta-y-siete-horas/ él repite oculto por tercera vez la primera escena/
mientras ella
lo espera
con pescado.

(B)

La otra escena es más sencilla: ella baja las escaleras a topetones/ él la busca
cegado por el té hirviendo/ rociado antes por ella en la cara/ el lugar
donde se ha encajado la puerta/ para apresarla/los gritos se inclinan
hacia el oído feroz del vecindario/ él confunde la de salida por la del baño/ ella
queda inmóvil esperando un brazo/ él se golpea la frente con la loza/
se desparrama/ un auto frena y ennegrece parte de su acera/ ella
recibe un aire mecido por dos tepas/ él se ahoga en su sangre que busca un hueco/
ella se abriga calle abajo.

(C)

La última escena es donde ella le toma por sorpresa/ besando el pliegue
de las compras del hipermercado/ y él no escribe absolutamente nada
y cocina y sacude y riega todo el año/ y ella ordena cosas fritas/
que a él
le dan alergias.

~~~

BAJO LA SAL

*

Estamos dos señales bajo la sal. Tomo de a dos tus manos
y corrijo sus goznes. Qué decirte que no emane de lo que dejé en tu seno.
Estamos a raíz bajo la sal/ sin esa posibilidad de eternos trescientos treinta y seis minutos de mi tarde. Había varios de nosotros
bajo la sal pero sólo dos tenían pan
pero amarradas bocas para el choque. Leíamos a Uribe, un dandy
te decía para lamer los párpados, ajar nuestros costados.
Dónde quedó esa suspensión del pulmón
al retener el aire. Es que estamos
a más a varias a muchas señales bajo la sal.
Faltaba tu deseo. Hay marcas hay muchas marcas bajo la sal.
Espeso el labio ahora cruza tu mejilla y te pliegas/ lienza que ato a mi revés.
Bajo la sal seguimos. No tengo la temperatura
que hizo amoldar tu cuello/ tu grosor de ojo. No es Armando/ es tu mordaza/ lo que las palabras escribieron: bajo la sal/ en villa/ sin soldada.
Me queda fijar el iris sobre la ropa muerta/ sobre tu estela tenue.
Sobre ella hay otro iris.
Bajo ése
está la sal,

amor.

~~~

MARJORIE

Estoy en razón de un barco seco. Ladrando a deriva mi escorbuto. Domingo 5.
Siempre es domingo 5 de milnovecientos setenta y uno para mis hijos y estoy planchando a estribor mi escroto. Acá, siempre es acá en lo que me publico, espuma rancia que me unta comisuras, babaespuma. Ni él ni ella, porque siempre hay
un él ni ella que se hieren por la boca y no se hartan, dejarán de privarme
de mi litro y mi ukelele. En la mañana necesito dos o tres dedos de ginebra
para afirmar mi pulso. He vaciado las veinte píldoras de amital sódico. Me voy.
Sé decirme ya tienes ese olor vinagre que da el encierro y el escribir pedazos de poemas.

....................................................... (Porque Siempre son Pedazos de Poemas).

***
Yanko González Cangas (Santiago de Chile, 1971) Metales Pesados. Santiago de Chile: Alquimia/Montacerdos, 2016. Segunda edición.

Fotografía por Carsten Maltendorf

lunes, 9 de octubre de 2017

sergio parra / mi hijo crece lentamente en otra ciudad









Mi hijo crece lentamente en otra ciudad
Su nuevo padre lo lleva al estadio los fines de semana

Le compro un pasa películas
a fines de año les entregarán una cabaña en la costa

Por lo tanto debo enviarle un traje de baño talla 14
y los regalos que le prometí para su cumpleaños

Que si soy escritor                       porque no le escribo

En el colegio han leído algunos poetas
y esperan que en cualquier momento lleguen a mí

Me comenta por último
que a su madre se le ve muy feliz

y me pide le haga llegar una fotografía
donde salga escribiendo algunos poemas

                                                                 Ok.

***
Sergio Parra (San Rosendo, 1963) Poemas de Paco Bazán. Santiago de Chile: Mosquito, 1993.

domingo, 8 de octubre de 2017

amir or / dos poemas









Inmortalidad

*

Tres cocineros
sacan las vísceras,
lo rellenan con camarones y hongos.
Necesitaron dos yemas de huevos,
una botella de vino blanco seco,
veinte dientes de ajo,
sal, pimienta, hierbas,
500 gramos de mantequilla
a pesar de la receta exacta que él dejó
y no un poco de talento e improvisación.
Tres horas en el horno,
un mantel blanco, velas rojas,
ensalada verde, champaña.
¿Qué puedo decir?
Liberó la lengua y prohibió la apología
tal como en vida, él fue carne y sangre,
muerto y delicioso y amado.

~~~

Epitafio

*

Apártate del camino, vagabundo,
Siéntate entre moreras y parras
Entre el agua y la sombra cerca de esta piedra blanca
Aquí yazgo, niño y emperador.

Mi rostro de frío mármol, mis manos, mis pies,
Vestido de hiedra y hojas caídas,
yo, también, fracasé en llegar lejos,
yo, también, una vez recorrí el mundo.

Apártate del camino, vagabundo
aplasta estas moras silvestres en mi rostro.

***
Amir Or (Tel-Aviv, 1956)
Versiones desde el inglés, por Circulo de Poesía.

sábado, 7 de octubre de 2017

mahmud darwish / tenemos derecho a amar el otoño










Tenemos derecho a amar el final de este otoño y a preguntarle:

¿Hay espacio en el campo para un otoño nuevo, mientras tendemos sobre él nuestros cuerpos carbonizados?

Un otoño que abate sus hojas de oro. ¡Ah, si fuéramos hojas de higuera, hierba abandonada

para revelar la diferencia entre las estaciones! ¡Ah, si no nos hubiéramos despedido del sur de los ojos para preguntar

lo que preguntaron nuestros padres cuando se lanzaron sobre las puntas de las lanzas! Tal vez la poesía y la plegaria se apiadaran de nosotros.

Tenemos derecho a enjugar la noche de las mujeres hermosas, a hablar de lo que

acorta la noche de dos extraños esperando la llegada del norte a la brújula.

Otoño. Tenemos derecho a aspirar el perfume de este otoño y pedirle a la noche un sueño.

¿Puede enfermar un sueño como los soñadores? Otoño, otoño. ¿Puede nacer un pueblo sobre una guillotina?

Tenemos derecho a morir como queramos, para que la tierra pueda ocultarse en una espiga.

***
Mahmud Darwish (Al-Birwa, 1941-Houston, 2008)
Versión de María Luisa Prieto

/

يحقّ لنا أن نحبّ الخريف

*

ونحن، يحِقُّ لَنَا ان نُحِبَّ نهاياتِ هذا الخَريفِ، وَأَنْ نسألهْ

أَفِي الحَقْلِ متَّسِعٌ لِخَريفٍ جَديدٍ، ونحن نمَدِّدُ أجسادَنا فيه فَحْما؟

خريفٌ ينكِّسُ أَوْرَاقَهُ ذَهَباً. ليتنا وَرَقُ التِّين، يَا ليتنا عُشبةٌ مُهمَله

لنَشهَدَ ما الفرقُ بين الفصول. ويا ليتنا لَمْ نوَدِّع جَنُوبَ العيونِ لنَسْأَلَ عَمَّا

تساءل آباؤنا حين طاروا على قِمَّةِ الرُّمْحِ. يَرْحَمُنَا الشِعرُ والبَسْملَهْ

ونحن يحقّ لنا أن نجَفِّفَ ليلَ النِّساءِ الجميلات، أنْ نتَحدَّثَ عمّا

يُقَصِّرُ ليلَ غَريَبيْن ينتظرانِ وصولَ الشَّمال إلى البَوْصَلهْ

خريفٌ. ونحن يحقّ لنا أن نَشُمُّ رَوَائحَ هذا الخريف، وأن نَسْأَلَ الليلَ حُلْما

أَيَمْرَضُ حُلْمٌ كما يَمْرَضُ الحَالِمُون ؟ خريفٌ خريفٌ. أيولَدُ شَعْبٌ على مِقصَلَه

يحقّ لنا أن نموتَ كما نشتهي ان نموت، لتَختبئَ الأرضُ في سُنبُلَه

viernes, 6 de octubre de 2017

václav havel / de anticódigo



Poética

*

pájaro pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro

pájaro pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro

pájaro pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro pájaro
pájaro pájaro pájaro

 ( = 4 2  p á j a r o s)

                 o
              r         
            a
        j
           á
p

 ( = p o e m a   s o b r e  p á j a r o)

~~~

Síntesis dialéctica

*

          Durante    milenios
         decían erradamente
algunos que                otros que
H U E V O            G A L L I N A
fue antes                     fue antes
que gallina                  que huevo
         Y solo nosotros
         somos quienes
              vemos
        este asunto
       desde el punto de
      vista del desarrollo
            histórico
H U E V O      y     G A L L I N A
          sabemos que
H U E V O            al mismo tiempo
fue antes                 G A L L I N A
que gallina              fue antes
                          que huevo
y solamente en lo más profundo
de estas dos realidades históricas
está la verdad sobre
H U E V O      y     G A L L I N A

~~~

Arte dirigido

*

Fue una noche muy tarde, el primero de ma-
yo, tiempo de amor
(voz) de paloma invitando al amor
donde la arboleda de pinos olía
Sobre el amor estaba susurrando el musgo
un árbol en flor mentía al amor
su amor ruiseñor, cantaba a una rosa.

***
Václav Havel (Praga, 1936-Hrádeček, 2011)
Fuente
Versiones de Michaela Schauerová

/

Poetika
-------

pták pták pták pták
pták pták pták
pták pták pták pták
pták pták pták

pták pták pták pták
pták pták pták
pták pták pták pták
pták pták pták

pták pták pták pták
pták pták pták
pták pták pták pták
pták pták pták

 ( = 4 2  p t á k ů )


                         k

        t
            á
p

 ( = b á s e ň  o  p t á k o v i)

~~~

Dialectiká syntéza

*

         Po tisíciletí
         tvrdili mylně
jedni že                druzí že
V E J C E          S L E P I C E
bylo dřív               byla dřív
než slepice             než vejce
         A teprve my
         kteří nazíráme
         tuto otázku
         z hlediska histo-
         rického vývoje
V E J C E   i     S L E P I C E
          víme že
V E J C E            ale že zároveň
bylo dřív             S L E P I C E
než slepice               byla dřív
                          než vejce
A že jedině v hluboké vnitřní jednotě
těchto dvou historických skutečností
tkví pravda o
V E J C I      a      S L E P I C I

~~~

Řízené umění

*

Byl pozdní večer, první má
večerní máj, byl lásky čas
Hrdliččin zval ku lásce hl
kde borový zaváněl hájjjjj
O lásce šeptal tichý mechh
kvetoucí strom lhal láskyž
svou lásku slavík růži pěl
růžinu jevil vonný vzdechh