lunes, 30 de abril de 2018

sor juana inés de la cruz / cuatro poemas



Detente, sombra de mi bien esquivo
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

~~~

Dos dudas en que escoger 
tengo y no sé a cuál prefiera,
pues vos sentís que no quiera
y yo sintiera querer.

Con que si a cualquier lado 
quiero inclinarme, es forzoso,

quedando el uno gustoso,
que otro quede disgustado.

Si daros gusto me ordena
la obligación, es injusto 
que por daros a vos gusto
haya yo de tener pena.

Y no juzgo que habrá quien
apruebe sentencia tal
como que me trate mal 
por trataros a vos bien.

Mas por otra parte siento
que es también mucho rigor
que lo que os debo en amor
pague en aborrecimiento.

Y aun irracional parece
este rigor, pues se infiere,
si aborrezco a quien me quiere,
¿qué haré con quien aborrezco?

No sé cómo despacharos, 
pues hallo al determinarme
que amaros es disgustarme
y no amaros disgustaros.

Pero dar un medio justo
en estas dudas pretendo, 
pues no queriendo os ofendo
y queriéndoos me disgusto.

Y sea ésta la sentencia,
porque no os podáis quejar:
que entre aborrecer y amar 
se parta la diferencia.

De modo que entre el rigor
y el llegar a querer bien
ni vos encontréis desdén
ni yo pueda hallar amor.

Esto el discurso aconseja,
pues con esta conveniencia
ni yo quedo con violencia
ni vos partís con queja.

Y que estaremos infiero 
gustosos con lo que ofrezco,
vos, de ver que no aborrezco,
yo, de saber que no quiero.

Sólo este medio es bastante
a ajustarnos, si os contenta: 
que vos me logréis atenta
sin que yo pase a lo amante.

Y así quedo, en mi entender,
esta vez bien con los dos:
con agradecer, con vos; 
conmigo, con no querer.

Que aunque a nadie llegue a darse
en esto gusto cumplido
ver que es igual el partido
servirá de resignarse.

~~~

Yo no dudo, Lisarda, que te quiero, 
aunque sé que me tienes agraviado;
mas estoy tan amante y tan airado,
que afectos que distingo no prefiero:

De ver que odio y amor te tengo, infiero 
que ninguno estar puede en sumo grado,
pues no le puede el odio haber ganado
sin haberle perdido amor primero.

Y si piensas que el alma que te quiso
ha de estar siempre a tu afición ligada, 
de tu satisfacción vana te aviso.

Pues si el amor al odio ha dado entrada,
el que bajó de sumo a ser remiso
de lo remiso pasará a ser nada.

~~~

En la vida que siempre tuya fue,
Laura divina, y siempre lo será,
la Parca fiera, que en seguirme da,
quiso asentar por triunfo el mortal pie.

Yo de su atrevimiento me admiré, 
que si debajo de su imperio está,
tener poder no puede en ella ya,
pues del suyo contigo me libré.

Para cortar el hilo que no hiló,
la tijera mortal abierta vi. 
-¡Ay, parca fiera! -dije entonces yo-.

Mira que sola Laura manda aquí.
Ella corrida al punto se apartó.
Y dejome vivir sólo por ti.

***
Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel Nepantla, 1651​-México, 1695)

domingo, 29 de abril de 2018

walter curonisy / poema a allen ginsberg










I

Ajeno entre los frutos de la tierra su corazón
como un trozo de mar      como una caída
como un fuego venido de otra parte
puso en las calizas
bajo la luna en las calizas.

II

Pueblos en cuya tea arde el tábano
obsedidos al año de los cantos
de la brisa
rociados en ron
en sueños gastados bajo el peso del sol
pueblos hundidos en  eventos     en collares
donde una diosa reina junto al mar
pueblos amados
pueblos odiados bajo la luz tardía
pueblos de arena para el ausente
para su voz si se habla de las playas
de las visiones que la noche nos envía
y de los habitantes de las visiones ataviados
de piedras y de arena.

III

Cerca de la ciudad nos miraba     confuso
encendido por lo que ocurría allí en nuestros ojos
queriendo saber
y el sol borrando las paredes.
Nuestra historia era breve para contar
la mentira de los cuartos de oro
hasta donde llegaba la mano del idiota
la barba que nos dejó esclavos
y alguien, siempre alguien, muriendo en la
letrina para que se salven.

IV

Hasta que llegó a nuestra mesa fuimos ciegos
cortados por el mismo cuchillo de las visiones
yo apenas había amado a Rachel
escrito sobre su cuello las primeras líneas
la guerra era un pretexto para silbar
el humo no me servía de nada aún
en ese entonces callaba el odio de mis padres
leía a Vallejo en el tranvía
tal vez por eso no vi su corazón
su mano dulce amarilla sucia de marihuana
por la que volví al paraíso y ahí estaban mamá y la abuela
perdidas por las polillas que se comieron la casa
¡ese loco es hombre mamá!
él no es como los otros    él no viene a tasar
no vende nada   no compra
no expropia   no cuida su moneda
él grita frente al mar que se acabe

¡amémoslo!

Recuerdo que no copié los poemas
los cinco metros de poesía esa tarde
y tal vez por eso me quiso
me llevó a su cuarto (Hotel Comercio) a mirar el reloj
de la estación con éter
a los enanos del tren que venían cantando y nosotros
en la locura

pedazos de Rachel sobre la cúpula
¡algo está pasando conserje! ¡el mundo no era así conserje!
¡informe a los letrados!
¡no estamos dispuestos a soportar un minuto más
este lugar de quimeras!

Y de ahí nos fuimos al Gólgota (a la salida de Lima)
vimos cómo engordaban a los cerdos
y las peleas de las bandas por un pedazo de vidrio
y el desfile solemne de la baja policía
mientras los niños se endurecían caminando
sobre la charca
y ese día también vimos al Abat Pierre
y a su eminencia el Cardenal hablando
y la televisión estaba ahí
y los auspiciadores de basura estaban ahí
y todos estábamos ahí
con los ojos abiertos   con los ojos muertos
para las flores
encerrados para siempre como las moscas
en los escaparates
viendo crecer nuestros pelos     nuestras uñas
nuestro silencio
y Patterson y Brooklyn oliendo a nuevo todavía
aquel laberinto de rostros grillos al atardecer
cuevas donde las niñas hablan de sus gomas
y el ángel mira tristemente a la ventana
y los soldados partiendo para siempre en la estación
donde las madres van a despedirlos en nombre
de la paz
y las radios anuncian: «Las águilas forman cadenas
en el África del norte»
«en la noche de Asia nadie silba
nadie silba en la noche de Asia»
Y Brooklyn y Patterson oliendo a nuevo
sobre las hojas
sobre la hierba donde irás a dormir definitivamente
tus jóvenes rabiosos miran al cielo y ya no estás
y piden que se te incluya en la brutal historia
de los muertos

y ya no estás
y escribes una carta larguísima acerca de eso
que contabas:
soñé que el mar era un desierto
que el cielo se llenaba de pájaros huyendo
humo el viento         humo el aire
comercios paralizados
baba en los peldaños       rojísima baba
tres de la tarde         amanece en las aceras
veo caras perfectas detenidas
rostros perfectos detenidos
nadie ve   nadie oye
todo es grito   luz que se desploma
¿qué ha pasado frente al bosque?
¿qué ha pasado? ¿tardarán en acabarnos?
en un sueño    larguísimo  mi boca yace bajo la mesa que
tampoco es          ¿gritaré por último yo no fui?
esos potros los he visto en otra parte
y la noche que se abre entre los seres
¿yo no fui? ¿yo no quise?
y el ángel prediciendo en los caminos
una fila larguísima
y el ángel viene a decirnos:
«nada es cierto bajo la noche
bajo esta noche nada es cierto
¡hemos perdido como siempre!»
Así se lamentaba la voz del ángel
ninguna trompeta lo escuchó
no hubo respuesta de clarines o pífanos
guardaron silencio las colonias
y rehusaron atender la voz vehemente.

Y Brooklyn y Patterson oliendo a nuevo todavía.

***
Walter Curonisy (Lima, 1940-Marrakech, 2012)

sábado, 28 de abril de 2018

elvira hernández / santiago rabia








CERRADA por luto


     deletreo

eme de mudez
eme de marcha
eme de mudez
eme de marchas

tanta cerrazón me digo tanto esmog tanto solvente tanta lacrimógena
no hay dónde poner pie
cascajos cascotes escupos golletes ladrillos quebrazón y cuánto
despacio por el empedrado
nubes de piedras en granizada
nubadas de pedriscos
perdigones
secos para la piedra
en el a–dé–ene estará anotado
ay si las palabras tuvieran esa puntería

                                                           eme de mudez / eme de marcha
tanta cerrazón me digo
esta entrada no se abre ni con napoleón
despacio por las piedras     new jersey     vallas papales
ya no sé por dónde voy
váyase por dentro oigo como si me leyeran el pensamiento
las calles están hechas tiras
¿quién puede adentrarse tanto en una cabeza
susurrarle proporciones
descerrajarla?
¿esas cámaras que registran pálpitos?

pongo oído
eme de mudez
ojo vidriado     pestaña
demasiado neón para que no se vea nada
y el corazón de la transparencia
la casa de vidrio que todo lo pone a la vista
a la venta
desviste hasta lo que chistamos
                                        (eme de mudez / eme de máquinas)

nunca me pasó sentirme tan perdida
parece que fue ayer el terror de doblar la esquina
tener la aparición de londres 38 y otros mataderos secretos
los senderos que se bifurcan y todos los caminos nos están llevando al mall
y si no estás en el mall haz como si estuvieras en el mall
que nadie sepa que traspasaste la línea amarilla

deletreo     paladeo letras me empalagan se me atraviesan
tienen el gusto de turista engañado

de puerto príncipe a huechuraba
de vallenato a cerro navia
la pequeña lima a la redonda de plaza de armas
los otavalos con su ristra de chombas
no hay turismo en esta estación de desplazados
el mercado de trabajo abre puertas invisibles
un cazabobos un laberinto de espejos
esperemos
el mercado no es vocería de hortalizas
los productos de la tierra apilados en sacos y cajones
el aroma de una invitación a cuadras de distancia
el mercado de hoy es cosa rara
eléctrico
parpadeante
cartucho de dinamita
invunche mengue pedro botero
y ruega al cielo que no se vaya a negro

no entiendo nada
no habrá manzanas árboles serpientes
serpentina carnaval baile un poco de pecado
que si nos alumbramos será con ululares y balizas
pepas     largas pitadas empinadura de codo
y hasta verte

malicio una ciudad sin edenes de ninguna laya
repleta de andenes
sin eros tan solo din eros
ni héroes
lujuria de ganancias
embanderada de negro
calcinada y en hipotermia
urgencia en cada esquina
herida de oxicortes
manos enfundadas enguantadas plastificadas sin huellas
envasadora de usuarios etiquetados en inglés
rehenes de las calles
por arriba     el vuelo libre de la volatilización
logreros de la pareja inmortal     lucas y lucrecias
por debajo     inmóviles de planta     acriminados ya sabemos
gente maquinaria pesada
prótesis brazos mecánicos buzón de voz
por los tachos de basura danzarán los senamitas* como gatos
y querrán cantarlas clara
la vida aquí no es urbana y no es simple**

¿en qué tiempo estamos?
en el año de shakespeare
¿siempre se está representando lo mismo
innumerables versiones de hambret
versos apo–r–éticos explicaciones?
mejor demuelan el tirso de molina
y su arquitectura espeluznante
no más gente ricardo tercero
otros apus otros ritmos para que esta tierra
vuelva a su lugar y el arte sea en eso
litigante

por siglos te han dado con la puerta en las narices
más despreciable que un portonazo
no digas nada de nada sin chistar chit
te abofeteo te pateo te escupo te estupro
te humillo mi amor
mi amor no es vinculante

eme de mudez
las palabras corren la cortina

balas locas     mudas
recorren kilómetros en busca de su amor
fontanelas molleras cuerdas vocales sindicalizadas
alguien que miraba pasar el futuro raudo

las balas van con silenciador las palabras con mordaza

crecidas están las palmeras venidas de miami
no trajeron otros aires sino los mismos que ventean todo el planeta
se multiplica el milagro de los edificios inteligentes
la vocación de elevarse al cielo
coludirse con la eternidad
y atestada gente atontada en los paraderos
en los extractores de aires en las parabólicas
parece un mundo de cartón–piedra una película muda
cartón para la noche piedra para el filo del día

eme de mudez
eme de mugre margen maquinal
deletreo pancartas miradas rictus
una cachada indescifrable
tanta situación de calle y estrecho espacio público
eme de mudez
sobaqueras
que no es ahí donde se cargan las palabras

salgamos de este hoyo hagamos portillos respiraderos
acuérdate que michimalonco abrió un boquete en un muro
busquémoslo él quería entrar y nosotros salir
el camino de entrada debe ser el de salida
ya caí en hoyo sin fin por mirar la luna roja
yo caí en relave mientras navegaba el universo de pantalla
ese hoyo
tanto andar sin encontrar la calle dopamina
nadie cree conocerla dicen que es olivos

se cansan mis dos pies no son cuatro por cuatro
es añejez pedir la aliviadora silla
a lo más mendigar la bondad de un enchufe
mala cueva de extramuros venirse para el centro
no sé si podremos salir romper pasar la raya
ahí nos van a gasear     machetear     moler
otro precio llegando al epicentro
¿sandía o uver?

es mucho el recorrido y no puedo mirar para atrás
me salaría entera y hacia delante qué cegatona estoy
todavía aterrizando
y allá al frente ya alunizan
esto es como un sueño
un sueño inducido
o cuerpo tapado soy
entre tanto puro punto suspensivo

***
Elvira Hernández (Lebú, 1951) Santiago Waria/Santiago Rabia. Santiago de Chile: La Joyita Cartonera, 2016.

viernes, 27 de abril de 2018

frank o'hara / dos poemas













Poema

*

Luz claridad ensalada de palta a la mañana
después de todas las cosas horribles que hago es tan sorprendente
hallar perdón y amor, ni siquiera perdón
porque lo hecho hecho está y perdonar no es amar
y el amor es el amor nunca nada puede salir mal
aunque las cosas pueden volverse irritantes aburridas e innecesarias
(en la imaginación) pero no en realidad porque amor
aunque a una cuadra te sientas distante la sola presencia
cambia todo como un químico que toca un papel
y los pensamientos desaparecen en una rara agitación serena
no tengo ninguna certeza más que esta, y crece con mi respiración

~~~

Autobiographia literaria

*

Cuando era niño
jugaba conmigo mismo en una
esquina del patio de la escuela,
solo.

Odiaba las muñecas y
odiaba los juegos, los animales no eran
simpáticos y los pájaros
se echaban a volar.

Si alguien me estaba buscando
me escondía detrás de un árbol
y gritaba:
“¡Soy un huérfano!”.

Y aquí me tienen,
¡el centro de toda belleza!
¡escribiendo estos poemas!
¡Imagínense!

***
Frank O'Hara (Baltimore, 1926-Long Island, 1966)
Versiones de Eleonora González Capria y Juan Romero Vinueza, respectivamente

Fotografía por Mario Schifano

/

Poem

*
Light clarity avocado salad in the morning
after all the terrible things I do how amazing it is 
to find forgiveness and love, not even forgiveness
since what is done is done and forgiveness isn’t love
and love is love nothing can ever go wrong
though things can get irritating boring and dispensable
(in the imagination) but not really for love 
though a block away you feel distant the mere presence
 changes everything like a chemical dropped on a paper 
and all thoughts disappear in a strange quiet excitement 
I am sure of nothing but this, intensified by breathing

~~~

Autobiographia literaria

*

When I was a child
I played by myself in a
corner of the schoolyard
all alone.

I hated dolls and I
hated games, animals were
not friendly and birds/ flew away.

If anyone was looking
for me I hid behind a
tree and cried out “I am/ an orphan.”

And here I am, the
center of all beauty!
 writing these poems!
Imagine!

jueves, 26 de abril de 2018

roxana miranda rupailaf / tres poemas



Eva

*
Quiero sentir el calor de su boca
y el animal desatado de su lengua
y caminar sobre sus dientes,
desnuda.
Encontraré su aliento y volaré
siguiendo la paloma que cruza las palabras,
me tentará la manzana que cuelga en su garganta
y la ignoraré porque 2000 años
me han dado la experiencia.
Un suspiro me arrastrará por todo su pecho
y al fin, entre lágrimas rojas, encontraré a dios palpitando
en su trono.

~~~

Yo, pecadora

*

Confieso que le he robado el alma al corazón de Cristo,
que maté a una flor por la espalda
y le disparé a la cigüeña.
Confieso
que me comí todas las manzanas
y que suspiro tres veces
al encenderse la luna.
Que le mentí a la inocencia
y golpeé a la ternura.
Confieso que he deseado a mis prójimos
y que tengo pensamientos impuros             

                                 con un santito.
Confieso que me vendí por dinero.
Que no soy yo
y que he pecado de pensamiento,
palabra y omisión
y confieso, que no me arrepiento.

~~~

Los aromas de un hombre

*

Tu piel huele a barro fresco
como un Adán recién puesto en la tierra. 
Hay olor a cascadas en tu pecho,
hojas secas y flores en tu aliento. 
Un olor marino te atraviesa el cuello, 
aroma de campo que desciende en tu cuerpo.
Musgos bajo tu ombligo
fragantes de deseo.
Olor de lava quemando tus piernas.
Cenizas en que ardiste. 
Huele a humo tu ausencia.

***
Roxana Miranda Rupailaf (Osorno, 1982)

miércoles, 25 de abril de 2018

emilio coco / me llamo emilio coco













Me llamo Emilio Coco
y moro en un edificio en tercer piso
de calle La Piscopia 89.
Cerca de cuarenta años enseñé francés
pero he amado siempre y solo el español
y dejé la escuela con escasa amargura.
No tengo prisa por alzarme en la mañana.
A sorbos bebo un tazón de agua caliente
y luego desayuno
café con leche y copos de trigo,
que aseguran –está escrito en el paquete–
un pleno bienestar.
Voy al baño y en el lavabo lavo
la herrumbre de los años,
pero la luz por la rendija abierta
me clava sus reflejos como insultos.
Ya sentado en la mesilla me estrujo el cerebro
buscando un bello verso
pero desisto pronto: es mejor concentrarme
sobre algún mexicano,
uruguayo o chileno:
de un año hasta la fecha
no me interesan más los castellanos.
Terminada la cena, me acuesto en el diván
y me adormezco
con cualquier transmisión:
sea ficción, año cero o puerta a puerta.
No me ducho los sábados,
absuelvo mis deberes conyugales
no semanalmente,
pero como y cuando puedo:
no me invento problemas si es que fallo.
Inesperadamente me socorre
un murmullo de sangre
si intento una caricia sobre su cuerpo
y aunque no responde
me enfervorizo al descubrirme joven
por no haber perdido aún las ganas
de encontrarla debajo de la sábana.
Regreso al verso que traduje mal,
me roba el sueño contar sílabas sobre
el pecho, me alzo,
diez gotas del lexotan,
mascullo las plegarias en la noche
y espero que la noche me sea leve.
En tus inescrutables designios,
Señor, me has asignado
una vida de poeta menor.
A los grandes no les toca una existencia
tan pareja y vulgar.

***
Emilio Coco (San Marco in Lamis, 1940)
Versión de Marco Antonio Campos

/

Mi chiamo Emilio Coco
e vivo in un palazzo al terzo piano
di via La Piscopia 89.
Ho insegnato francese per circa quarant’anni
ma ho amato sempre e solo lo spagnolo
e ho lasciato la scuola senza molto rammarico.
Non ho urgenza di sveglia la mattina.
Mi sorbisco un tazzone d’acqua calda
e faccio colazione
con caffellatte e  fiocchi di frumento
che assicurano – è scritto sulla scatola –
un pieno di benessere.
Poi vado in bagno e apro il rubinetto
per lavarmi la ruggine degli anni
ma dalle stecche della tapparella
la luce mi aggredisce col suo scherno.
Mi siedo al tavolino e mi spremo il cervello
cercando un verso bello
presto desisto, è meglio concentrarmi
su qualche messicano
cileno o uruguaiano,
da un anno a questa parte
non m’intrigano più i castigliani.
Dopo cena, mi allungo sul divano
e m’addormento
a ogni trasmissione
sia fiction, annozero o porta a porta.
Il sabato non faccio più la doccia,
assolvo ai miei doveri coniugali
non settimanalmente
ma come e quando posso
né mi creo problemi se fallisco.
Inaspettatamente mi soccorre
un mormorio di sangue
se tento una carezza sul suo corpo
e anche se non risponde
mi esalto allo scoprirmi ancora giovane
per non aver perduto il desiderio
di ritrovarla sotto le lenzuola.
Poi torno su quel verso mal tradotto,
questo contare sillabe sul petto
mi ruba il sonno, m’alzo,
dieci gocce di lexotan,
biascico le preghiere della sera
e spero che la notte mi sia lieve.
Nei tuoi imperscrutabili disegni
Signore mi hai assegnato
una vita da piccolo poeta.
Ai grandi non s’addice un’esistenza
così piatta e volgare.

martes, 24 de abril de 2018

ida vitale / cinco poemas










Accidentes nocturnos

*

Palabras minuciosas, si te acuestas
te comunican sus preocupaciones.
Los árboles y el viento te argumentan
juntos diciéndote lo irrefutable y
hasta es posible que aparezca un grillo
que en medio del desvelo de tu noche
cante para indicarte tus errores.
Si cae un aguacero, va a decirte
cosas finas, que punzan y te dejan
el alma, ay, como un alfiletero.
Sólo abrirte a la música te salva:
ella, la necesaria, te remite
un poco menos árida a la almohada,
suave delfín dispuesto a acompañarte,
lejos de agobios y reconvenciones,
entre los raros mapas de la noche.
Juega a acertar las sílabas precisas
que suenen como notas, como gloria,
que acepte ella para que te acunen,
y suplan los destrozos de los días.

~~~

La palabra infinito

*

La palabra infinito es infinita,
la palabra misterio es misteriosa.
Ambas son infinitas, misteriosas.
Sílaba a sílaba intentas convocarlas
sin que una luz anuncie su dominio,
una sombra señale a qué distancia de ellas
está la opacidad en que te mueves.
Van a algún punto del resplandor y anidan,
cuando las dejas libres en el aire,
esperando que un ala inexplicable
te lleve hasta su vuelo.

¿Es más que su sabor el gusto de la vida ?

~~~

Residua

*

Corta la vida o larga, todo
lo que vivimos se reduce
a un gris residuo en la memoria.

De los antiguos viajes quedan
las enigmáticas monedas
que pretenden valores falsos.

De la memoria sólo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?

~~~

Sueño en campo nudista

*

En Jungborn, en el Harz,
hay colinas y un prado,
y en lo verde, cabañas.
Con cautela, Kafka abre la puerta de la suya.
No le agrada la idea de ver aproximarse
algún cuerpo desnudo
de los que a veces pasan.
Bajo la poca luz, hay tres conejos
que lo miran, quietos.
¿Adustos? Vienen quizás a reclamarle, a él,
que está vestido, la intromisión
de lo innatural en lo natural:
gente desnuda junto a castos conejos,
arropados en su pelaje suave,
«variegati» diríamos, si ellos fuesen
tres plantas que han optado por moverse,
pero por un segundo estarán quietas.
El aterrado Kafka olvida sus pulmones
y entra a soñar mi sueño.

~~~

Islandia, 2000

*

Ceibos, ceibas, solamente una letra
marca la clara diferencia.
Rojos ceibos y verdes ceibas reinan,
como saúcos, sauces y cipreses,
en la dichosa incandescencia usual
de un sur lleno de cantos y colores.
En Islandia, la isla azul y blanca,
no hay pájaros, tan sólo aves marinas,
ningún canto, pero sólo el de las manos,
manos que mueven no todas las piedras
para que el musgo nazca y el verde
empiece a cantar, entonces suave.

***
Ida Vitale (Montevideo, 1923)

lunes, 23 de abril de 2018

miguel hernández / vientos del pueblo me llevan













Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

***
Miguel Hernández (Orihuela, 1910-Alicante, 1942)

domingo, 22 de abril de 2018

enrique verástegui / tres poemas












Si te quedas en mi país

*

En mi país la poesía ladra
suda orina tiene sucias las axilas.
La poesía frecuenta los burdeles
escribe cantos silba danza mientras se mira
ociosamente en la toilette
y ha conocido el sabor dulzón del amor
en los parquecitos de crepé
bajo la luna
de los mostradores.

Pero en mi país hay quienes hablan con su botella de vino
sobre la pared azulada.

Y la poesía rueda contigo de la mano
por estos mismos lugares que no son los lugares
para filmar una canción destrozada.
Y por la poesía en mi país
si no hablaste como esto
te obligan a salir
en mi país
no hay donde ir
pero tienes que ir saliendo
como el acné en el cascarón rosado.
Y esto te urge más que una palabra perfecta.

En mi país la poesía te habla
como un labio inquietante al oído
te aleja de tu cuna culeca
filma tu paisaje de Herodes
y la brisa remece tus sueños
–la brisa helada de un ventilador.
Porque una lengua hablará por tu lengua.
Y otra mano guiará a tu mano
si te quedas en mi país.

~~~

Poesía para señoritas

*

                                 a Vanessa, mi hija científica

Cuando leas poesía
aprende a distinguir lo Verdadero de lo Falso.
No todo lo que está bien escrito es Verdadero
y todo lo mal escrito es necesariamente Falso.
El Criterio de Verdad es lógica impecable.
Falsedad es absurdo más allá de cualquier palabra.
Así, si distingues Verdad de Falsedad
serás una Princesa consorte, comerás uvas frescas
y acertarás cuando leas poesía.

~~~

Datzibao

*

De pronto perdí todo contacto contigo.
Ya no pude llegar al teléfono, recordar ese número y llegar a tu casa que no conocí.
Ya no pude volar sobre ti como todos los días a las tres de la tarde estas pobres alas no dieron más
y aquí me tienes ideando estas líneas que reflejan mis ojos cansados de ir caminando con la mente y las manos repletas de yerba.
Yo fui el primer sorprendido.
La extrañeza de ser dos aves hurgándose el pecho y corriendo uno detrás del otro entre las matas y bancas del parque
y éramos arrojados fuera de nosotros mismos y por esto fue que conocí tu ciudad
y me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme en tus ojos y amé todas tus cosas
y tu mirada angustiada y esa seriedad para responderme a ciertas preguntas y cuestiones que nos diferenciaron para siempre de las personas nacidas antes de 1950
tu maravilloso instinto agresivo desarrollado contra los males del tiempo y portándote como en la más furiosa embestida
en la batalla por un lugar en el taxi que nos alejó miles de cuadras más cerca de la pasión de la vida
hoy miércoles y no otro día.
Porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro y más que nada empezar a ser uno mismo
un solo obstinado bloque de rabia.
tú por todo lo que para mí reflejabas lo más claro eres mi sopor antes de echarte a gritar por estos sitios malditos
aún después de haber transformado esa palabrita bestialmente lúcida en una flor obsesiva
que yo no quiero acariciar ni comprender el suicidio mi amiga es una espera maldita.
Como puede ser aguantarnos un par de horas más en el parque en medio de un viento furioso que pugna por arrancar de raíz lo más nuestro de nosotros
y tú junto a mí convertida en mi aliento escuchándote aprendiendo de ti a la Molina no voy más esa canción negra arde en mi pecho, me aplasta, levanta, avienta a decir no contra todo.
Cada uno recuerda su primera caída.
Cada uno recuerda paso por paso los pasos que fue dando y los que no dio porque en uno mismo está el propio enemigo.
Y yo me levanto para luchar contra mí – y me tengo miedo.
Lo perfecto consiste en desabotonarnos el torso mientras vamos salvajemente penetrando en esta selva de arenas movedizas
y tu vida o mi vida no ruedan como esas naranjas plásticas que eludimos porque tú y yo somos carne
y nada más que un fuego incendiando este verano.
La vida se abre como un sexo caliente bajo el roce de dedos reventando millares de hojas tiernas y húmedas,
y no dijimos nada pero exigíamos a gritos destruir la ciudad, esta ciudad ese monstruo sombrío escapado de la mitología
devorador de sueños.
Y el musgo creció como un verso clarísimo en tus ojos.
tú querías leer mis poemas aferrarte a ese instante de dulzura donde jamás hubo límites entre uno y otro ser
y fuiste sólo una muchacha que pasó por mis ojos silenciosamente pegada a mí a mi secreta manera de enredarme en las cosas de explicar un mundo indeciso sembrado con piedras
yo que creí que nada era nada en cualquier lugar de este mundo
y de pronto me di con tus sueños como con un golpe de mar sobre el rostro
y luego adiós porque todo y nada puede explicarse en el amor y porque todo y nada se explica en nosotros y con nosotros.

***
Enrique Verástegui (Lima, 1950)

sábado, 21 de abril de 2018

roy sigüenza / cuatro poemas




TODO EL MAR SE PARECE
Si el mar fuera sacudido como una tela
Si comenzara a hablar un día de estos
Es suave su risa por ahora
su grafía se construye en la arena
se borra
Aúlla de pájaros cierta temporada
-el sol se quema como si fuera una pestaña
de fuel oil-,
o muere en las alas desechas de un pelícano caído
Viniendo de él Odiseo aún no llega a Itaca
Penélope confunde el deseo en la urdimbre
del tejido
La ciudad es un avispero de ruidos y un crimen
en la crónica roja de los periódicos de la mañana
Mejor la confusión de los puertos
El mar de Jambelí es el mismo mar que mella los
atracaderos en Ámsterdam
Allí la huella de las embarcaciones con un mismo
significado:
la voracidad

                                                                (un corazón vacío
                                                           un par de manos heladas

                                                     una palabra imposible de decir)

El agua haciendo que la vida corra,
que vacile al filo de la orilla como un desnudo
trozo de mangle;
que vaya a la playa como una deidad poseída
por el furor del nacimiento:
la semilla de la fruta de sal
El agua anunciante de su certeza
Mañana será lo mismo: el mar es un fósil despierto

~~~

Escondites

*

Los hoteles no permiten
parejas de hombres
enamorados en sus cuartos
(aunque presuman de heterosexualidad
el recepcionista siempre tiene sus dudas)
para ellos están las casas abandonadas,
el monte, los parques,
los asientos traseros de los cines,
los autobuses
                (las luces apagadas)
hasta donde acude el amor,
los llama y los acoge.

~~~

Exilio

*

Es aquí donde edifico mi reino:
En la orilla de tu cuerpo,
a su sombra dormida ato caballos al sueño
y pongo el mar de la extensión que quiera;
puedo decir estoy solo, despierto,
al costado de la única verdad en la que creo
cuando oigo cantar lo leve de la sangre
y la mano tiene solo un dominio
(los brazos son agua, miel, saliva, esperma
lo que quiera la sed)
¿quién dirá devastación, caída, muerte?
¿quién, en la belleza derramados, dirá el sexo
es una trampa?
si estás a la mano como el silenciar de la piel
–el jardín de oro en el que los dos cosechamos–
Donde bebemos el agua de muerte
y las lenguas van y vienen
suben y bajan
como animales de hambre

Allá que el ruido incendie la granja de cría de
cerdos de la luna –ese niño enfermo–
y el mar eche a volar la más descabellada de sus
aves domésticas

Será un reino fugaz, quizá,
pero ¿a quién le importan las necrologías?

*
¿oyes ese rumor de llamas cuando lo que silencia llega?

no busques en el nervio de la noche:

a otros se les dio ese don y no han regresado

~~~

Un Rousseau

*

Criaturas que fueron hechas para ser adoradas
se oscurecen de muerte si alguien las mira


El amor es una extraña prevención en el paisaje


Las caricias se pudren


Algo perdido camina buscándose entre la maleza

***
Roy Sigüenza (Portovelo, 1958)

viernes, 20 de abril de 2018

nicolás lópez-pérez / la poesía es un ejercicio de concentración



*
para l.o.v. que respira entre las mazmorras

**

                            la poesía vuelve a ser un arma
                            sí, un arma,
                            desde este lado simbólico de la violencia.
                                                     .h.h

*      *

escribo un mail desde un teléfono touch

los ángeles ya no necesitan ser destruidos

siglo veintiuno, todo se organiza como verdad

enviado desde mi iphone,

aquí viene la espera por el sol

la noche es mirar posts de redes sociales

la realidad depende del ojo que la mire

¿para qué, para qué seguir esperando el fin?

¿para qué la escatología? ¿para qué asustarse?

¿para qué la salvación? ¿para qué

los otros que no son? ¿para qué marginarlos?

¿queremos a esos mesías que nos matan de cáncer?

¿queremos a los que proclaman la muerte antes de la muerte?

¿quién pide auxilio?

su problema tiene solución

reinos encantados, productores de dopamina

facebook es el antídoto para olvidar

nos recuerda la poesía, si sabemos las palabras correctas

y la poesía, pues se inserta en la máquina para hibernar

la poesía viaja por internet

la poesía se hace poesía lentamente

la poesía se combate a sí misma

la condición de posibilidad de la poesía pide auxilio

cambió el siglo, cambiaron los muchachos

la posibilidad de un poeta es un huevo de serpiente

y para entenderse pone películas de los años setenta

o antes, llega al cine de ingmar bergman

y ese huevo no es destruido

madura, eclosiona, el reptil se asoma

y pasa lo que muchos habían temido

los dioses tienen pesadillas

descubrieron que son mortales

adulando detrás de una cortina

esta es la comunidad de los iguales

de los que responden juntos al apocalipsis

no se agolpan con tonos paternalistas, solo hacen fuerza

los perros ladran con todo su cuerpo, se desgañitan

o naciste en la década del 90 o te sientes parte de su estética

canta kurt cobain en mtv, lo oyes una y otra vez

eres ginsberg, eres kerouac, eres literatura

mistral, guerrilla literaria a palos, parra y lihn

y hermosas hélices, hontanares hipnóticos, hecatombes hilarantes

eres sudamericano, eres haitiano, o un extranjero

que dispara a quemarropa,

hablas castellano de casta o popular

eres un nombre, una propiedad

eres un registro, un número de nueve cifras

cautívanos con tu personalidad

plaza de armas, rituales para acumular energía sexual

paseo ahumada, de los pobres el reino de la calle

estación mapocho, escriban todos los viajes de todos los trenes

mattahattan, tabú de una ciudad necesitada de palabras

trans express chile, los trenes nos reconcilian con el pasado

trenes, por sus ventanas una trayectoria se disuelve, las ciudades mueren

todo el tiempo es el mismo poema

la cordillera desde el mar

el mar desde la cordillera

chile limita con su propia gente

larga y angosta faja de envidia

el poema dijo alegría dijo democracia dijo libertad

el poema es local para ser universal

porque el lenguaje es un puente

para hacer un camino hasta el infinito

más allá del tiempo y el espacio, se abren las puertas

la musiquilla de las esferas celestes solo son estrellas estallando

y después, rompen con el mundo, tú desbordas lo imposible

sé tu propia mente sé tu propio tótem sé tu propio cielo

esnifado como ensalada de papas, grafitea las vidas posibles

todo el tiempo es el mismo poema

en doc en pdf en una pantalla de catorce pulgadas

a media noche, cargada de obsesiones y lluvias hirviendo

en el mail de un amigo en el fax de la editorial

estamos juntos en el poema

somos parte de una misma cicatriz

los derrotados del ayer cuya resurrección es posible

tan posible como los vencedores del ayer

financiando estas luchas estas concentraciones

uniendo lo que estaba separado

todo el tiempo es el mismo poema

la poesía es un ejercicio de concentración

o yo me desconcentro o concentro cosas

multitudes se congregan para oír la voz del poeta

muchedumbres vitorean a los padres a los pulverizados

nadie es el poeta las palabras deambulan por internet

se pierden en la distracción de un momento y otro

se almacenan se olvidan nunca fueron

todo el tiempo es el mismo poema

archivos que se van de carpeta en carpeta

de mensaje en mensaje a veces zip a veces rar

es un hijo que crece en otra ciudad punto exe

lo nombramos como hubiéramos querido ser nombrados

valió la pena llevarlo de cara al límite, a mirar el vacío

el poema nace pero luego se deshace y renace

lenguas paganas se ahorcan gemidos vernáculos se educan

voces límbicas la poesía del ojo del oído del tacto de la boca

la historia de una civilización en sus besos

la historia de los besos en sus poemas

la historia de sus poemas en sus combates

los cuerpos se profieren todo el amor del mundo

el caos de la vida, se ordena, se mueve

todo el tiempo es el mismo poema

escriban caminando, escriban borrachos, escriban

y por favor tengamos escritura

vivan hasta evaporar las ganas de morir

todo el tiempo somos nosotros mismos

escuchándonos silenciándonos penetrándonos

compartiendo la tierra el territorio la belleza

todo el tiempo es un poema concentrando la atención

o los objetos percibidos por las ondas nerviosas

la córnea trabaja y el iris se traga los ríos manifiestos

manifiesto que todo el tiempo es el mismo poema

concentra a las personas en el metro en las plazas en la calle

concentra a las experiencias a los recuerdos a los nervios

trastorna la concentración, la vuelve placebo

y se transforma en una forma de hacer frente a la distracción

nunca habíamos tenido tanto conocimiento y sido tan ignorantes

nunca habíamos estado tanto tiempo juntos y sin embargo, solos

la poesía es un ejercicio de concentración

la poesía no deja de leerse a sí misma

yo tampoco la dejo

es que es eso

la posibilidad de conocer en detalle, minuciosamente

los bordes y oportunidades de la voz oculta en el pasado

una explicación que se acrecienta en el vacío

y quiero decir, un culto a sí, un culto a su soledad

hay recetas, porque de tanto decir que no, la subversión

la poesía funciona como arte insurgente

pero es un ejercicio de concentración

concentración = estamos juntos en el poema

y la receta, ciertamente consiste en empezar por los detalles

estirarlos en el límite que ficción y realidad se confunden

en el límite del mar y el cielo, donde ninguno es el mundo

el intersticio que cabe entre un verso y otro

entre un título y otro, entre un pensamiento y su sombra

entre una página y su olvido, con los detalles llegamos a lo universal

el desmenuzamiento de los detalles, es el comienzo

arrojarse a todo lo que es el caso y principiar en su verdad

la poesía es un ejercicio de concentración

se reduce la realidad para disminuir su volumen

a instantes a momentos frenéticamente convulsivos

a visiones de una transformación controversial

si es esto o lo otro o aquello, nunca se sabe bien

se especula y en eso, pasarse todo el invierno pensando

todo el tiempo es el mismo poema

todo el tiempo está cubierto por las aguas

todo el tiempo se reduce al aquí y ahora

no hay ayer no hay mañana no hay colores

la poesía es un ejercicio de pigmentación

todo el tiempo pinta el mismo poema

la poesía es un ejercicio de concentración

por otro lado, de la nostalgia un poco más

a la que se ha puesto en menor medida sobre la realidad

se proyecta sobre imágenes cubiertas de lucidez

imágenes que otros pueden ver también

y hacer una sola historia de las imágenes

pero las imágenes están en todos los recuerdos

de alguna manera, pero olvidados para vivir

entonces la tarea se vuelve aprenderlo todo

platón en el origen de la primera espiral

las imágenes se hacen espirales que nos devuelven sentido

si la nostalgia no viene en cajitas de cartón

viene en hojas sueltas de la piel, temerarias

pero dispuestas a pedir ayuda mediante la inquietud

que vuelve sobre el centro hasta lograr una sola respuesta correcta

clausurando un galpón de objetos perdidos

poniendo llave al caos de las palabras

cataratas de podredumbre, lluvia de regocijos

se enfrentan hasta que alguien es sacrificado al sol

como la noche cae sobre una ciudad

como la noche cae sobre una soledad

como la noche cae sobre la vida

todo el tiempo es el mismo poema

hoy nos podemos encontrar en un bar, en un motel

la poesía es un ejercicio de concentración

su lenguaje inicia, termina en el centro

espiral mítica hasta dar con el origen

y que nunca se ha dejado de volver al mismo punto

la trayectoria lineal separa y produce choques

la trayectoria lineal es imprecisa

la trayectoria se enrosca poco a poco

entre golpes de resplandor, se hace circular

entonces la concentración es ir al centro

la poesía es un ejercicio de concentración

cuerpos centrípetos se dan cita a la lengua porosa

lamen todo lo que se dice paraíso pisado pasado

y fijan la atención, como obsesiones existenciales

escribir por una necesidad

de afrontar lo exógeno al cuerpo

todo el tiempo es el mismo poema

la humanidad es una relación personal

concentrada en una sola belleza,

el recuerdo para hacer otro recuerdo

la historia se resume entre vencedores y vencidos

entre instantes e instantes

de lo que hablamos de amor cuando hablamos de amor

amamos hacia la infinitud del cuerpo, hasta el desborde

si el mal asecha, la poesía es un arma

y se dispara sobre el rostro desesperado,

como escenas de una película imaginaria

la poesía es un ejercicio deformativo

de la vida

de la forma

química que, salvaje y poco dócil

, gira y gira hasta saber causar el efecto

la poesía está muriéndose de metástasis espiral

la poesía es un ejercicio de concentración


***
Nicolás López-Pérez (Rancagua, 1990)

{Inédito}

Fotografía por Tilo Nurmi

jueves, 19 de abril de 2018

hilda doolittle / el jardín













I

Eres clara
Oh rosa, tallada en roca,
dura como el descenso del granizo.

Podría raspar el color
de los pétalos
como tinte derramado de una roca.

Si pudiera quebrantarte
yo podría quebrantar un árbol.

Si pudiera remover
podría quebrantar un árbol—
podría quebrantarte.

II

Oh viento, desgarra el calor,
desmantela el calor,
despedázalo en trizas.

La fruta no puede caer
a través de este aire espeso—
la fruta no puede caer al calor
que aprieta y desafila
las puntas de las peras
y redondea las uvas.

Corta el calor—
labra sobre él,
apartándolo de cada lado
de tu camino.

***
Hilda Doolittle (H.D.) (Bethlehem, 1886-Zürich, 1961)
Versión de Juan Arabia

/

The Garden



You are clear
O rose, cut in rock,
hard as the descent of hail. 

I could scrape the colour
from the petals
like spilt dye from a rock. 

If I could break you
I could break a tree. 

If I could stir
I could break a tree—
I could break you. 

II 

O wind, rend open the heat,
cut apart the heat,
rend it to tatters. 

Fruit cannot drop
through this thick air—
fruit cannot fall into heat
that presses up and blunts
the points of pears
and rounds the grapes. 

Cut the heat—
plough through it,
turning it on either side
of your path.

miércoles, 18 de abril de 2018

carlos decap / siete poemas













El Nuria de Concepción

*

De nuevo en la ciudad lila
y en el Nuria de tantas películas.
Llueve sobre los vidrios del bar
y sobre el desolado paseo peatonal.
Después saldré a estas calles de Nadie,
a caminar la ciudad de mis poemas.
Afuera un vagabundo se trajina los bolsillos
y saca miserables monedas.
Uno siempre llega donde mismo
-me digo-, siempre queda algo
por decir que se olvida.
El vagabundo desaparece de mi vista,
yo no conozco a Nadie.
Me trajino los bolsillos
y me pierdo en la noche lila.

~~~

Bajo un mismo cielo

*

1

aquí bajo un mismo cielo
la vida parece haberse detenido hace mucho tiempo.
las mismas lavanderas lavan las mismas ropas
en los colectivos de siempre.
bajo un mismo cielo en blanco y negro
los niños juegan a ser los hombres que son
bajo ese mismo cielo en blanco y negro.
aquí nada nuevo anuncia ese sol
que se cuartea los cuerpos de la mujeres:
sólo dice que es hora de colgar, otra vez, los sueños de siempre.

2
estamos rodeados de fantasmas
que nos hablan bajo desde abajo
para recordarnos lo que ya no vemos:
los recuerdos colectivos escondidos
bajo un mismo cielo.

3
el mundo -tu mundo-
se desmorona imperceptiblemente
bajo nuestros pies cansados de andar
y desandar este polvorín lotino en busca
de alguna seña que diga que todavía la vida
que todavía esperanza que todavía mañana.

~~~

La casa del horror

*

ahí se llega sin saber cómo
y con los ojos tapados por el dolor.

~~~

Espejismo

*

yo estaba sentado ahí en la ribera del biobio
cuando los vi pasar como si nada
delante de mis propios ojos.
aunque había neblina
se veían como veleros
los cuerpos por el río.

~~~

El pronóstico del tiempo

*

Encendió la radio para escuchar el pronóstico del tiempo.
Doña Inés le dijo que sí, que saliera con su paraguas nuevo
y su impermeable blanco y, de pasada, que tuviera cuidado
en las esquinas porque podría encontrarse de sopetón con la muerte.

~~~

Para todo espectador

*

Las cortinas se abren
Columbia Picture Corporations Presents
Y nuestra propia película por segundos
Es un ojo oscuro mirando de reojo
A nuestras vecinas de fila
Las cortinas se cierran
Y por de pronto tropezamos
Con la vida.

~~~

Conde de Lautréamont

*

Escucho Angie de los Rolling Stones
con cierto dejo de tristeza.
Tenía razón el Conde de Lautréamont
al decir que la poesía personal
había pasado de moda.

***
Carlos Decap (Concepción, 1958)

martes, 17 de abril de 2018

philip whalen / dos poemas



Al final de la tarde

*

Vengo bajando de una caminata por la cima de Twin Peaks
un gavilán que se va equilibrando contra el viento se deja caer
                                                                      en picada de repente:
una respuesta a mi pregunta de esta mañana

27: viii: 64

~~~

Diosa

*

Adonde voy lo hago con ella
en llamas entre las olas del mar
hacia esa Dama me paro al lado del
centro de la tierra en el centro del aire
de pie en movimiento nube de estrellas
rugido música silencio
las olas rompen sobre nuestras cabezas embarradas
se estrellan contra nuestros soleados pies.

14: ix: 64

***
Philip Whalen (Portland, 1923-San Francisco, 2002) Poesía Beat. Buenos Aires: Buenos Aires Poetry, 2017.
Versiones de Juan Carlos Villavicencio

/

Late afternoon

*

I'm coming down from a walk to the top of Twin Peaks
A sparrowhawk balanced in a headwind suddenly dives off it:
An answer to my question of this morning

27:viii:64

~~~

Goddess

*

Where I walk is with her
In fire between the ocean waves
Towards that Lady I stand beside
Center of the earth in the center of the air
Stand moving star cloud
Roar music silence
Waves break over our muddy heads
Dash against our sunny feet

14:ix:64

lunes, 16 de abril de 2018

luna miguel / museo de cánceres









(Por eso amputarán tus pies. Por eso sellarán tus ojos con trozos de mapas antiguos. Por eso pronunciarán tu nombre en celebración del páncreas. ¿Comprendes? Por eso el útero es más oscuro -intestino y córnea-. Por eso amputarán el rezo. ¿Comprendes?)

-Luna Miguel Santos: viva / cáncer de azúcar

-Ana Santos Payán: viva / cáncer de mamá

-Pedro Miguel Tomás: vivo /cáncer de salud

-Chus Tomás: viva /cáncer de paciencia

-Pedro Miguel: muerto / cáncer de abuelo

-Mercedes Payán: viva / cáncer de soledad

-Manolo Santos: vivo /cáncer de familia

-José Ángel Valente: muerto / cáncer de luz

-Roberto Bolaño: muerto /cáncer de probabilidades

-David Foster Wallace: muerto /cáncer económico

-Marcel Schwob: muerto /cáncer de sífilis

-Antonio J. Rodríguez: vivo /cáncer de Europa

(Por eso me duele, ¿sabes? Por eso me duele la sangre: porque está fuera. Y dentro no duele y fuera mata. Y dentro no daña y fuera asusta. Qué intensa la sangre. Qué peligrosa. Por eso me duele, ¿entiendes? ¿Lo entiendes?)

-Daniel Clowes: vivo /cáncer fantasma

-Clarice Lispector: muerta /cáncer de audacia

-Alejandra Pizarnik: muerta /cáncer de jaula

-Miguel Hernández: muerto /cáncer de luna

-Jorge Luis Borges: muerto /cáncer de viuda

-Michel Houellebecq: vivo/ cáncer de pene

(Por eso no existo. ¿Ya te marchas? Por eso al curarnos todos nos fugamos. ¿Quién se queda? O peor. ¿Dónde?)
-Antonin Artaud: muerto /cáncer de loco

-TS Eliot: muerto /cáncer fenicio

-Eduardo Cirlot: muerto / cáncer de Astarté

-Édmond Jabés: muerto /cáncer de Egipto

-Antonio Machado: muerto /cáncer de Leonor

-Vladimir Nabokov: muerto /cáncer de fuego de cáncer de entrañas

-Thomas Pynchon: vivo/ cáncer de rostro

-Sharon Olds: viva /cáncer de satanás

-Dorothea Lasky: viva /cáncer de leche

-Virgina Woolf: muerta / cáncer de agua

(Por eso me ahogo. Por eso no entiendo el amor. Por eso no caigo enferma. Por eso sólo enfermo. ¿Sabes? Sólo enfermo.)

-Charles Baudelaire: muerto /cáncer de feo

-Arthur Rimbaud: muerto /cáncer de elefante

-Paul Valéry: muerto /cáncer marino

-Joyce Mansour: muerta /cáncer de mujer

-Paul Élouard: muerto /cáncer azul

-Lysiane Rakotoson: viva /cáncer de nieve

(Por eso estas manchas. Y esta piel. Como una cicatriz eterna extendida y blanca, mi piel es cicatriz, mi piel es el cordón umbilical entre la lengua y las axilas. Por eso estas manchas rojas. Por eso estas manchas negras. Por eso el olor a fruta: la lengua, las axilas)

-Emily Dickinson: muerta /cáncer de coño

-Anne Sexton: muerta /cáncer de coño

-Anna Ajmátova: muerta /cáncer de coño

-Sylvia Plath: muerta /cáncer de coño

-Marina Tsvetáieva: muerta /cáncer de coño

-Javier Marías: vivo /cáncer pesado

-Enrique Vila-Matas: vivo /cáncer de Enrique Vila-Matas

-Gonzalo Torné: vivo /cáncer espía

-Rodrigo Fresán: vivo /cáncer inquietante

-Tao Lin vivo /cáncer MDMA

-Ben Brooks: vivo / cáncer ciervo

-Unai Velasco: vivo /cáncer 1990

(Por eso vomitaba, ¿lo entiendes? Por eso la bulimia de aquellos meses intentando adelgazar para dar pena, intentando enfermedades impregnadas de no sé qué. Intentando la literatura. Por eso vomitaba, ¿te acuerdas?)

-Ana Santos Payán: viva /

-Ana Santos Payán: viva /

-Ana Santos Payán: está viva /

***
Luna Miguel (Almería, 1990) La tumba del marinero. Madrid: La Bella Varsovia, 2014.

domingo, 15 de abril de 2018

pablo neruda / walking around








Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a  un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

***
Pablo Neruda (Parral, 1904-Santiago de Chile, 1973), Residencia en la tierra. Buenos Aires: Planeta, 2013 (primera edición de 1933)

Fotografía: Fundación Pablo Neruda

sábado, 14 de abril de 2018

františek halas / espera













No espero a nadie
y sin embargo sigo mirando a la puerta
Si llegas a ella
por favor, no entres
ni con la respiración muda
No espero a nadie
a nadie más que a mí

***
František Halas (Brno, 1901-Praga, 1949)
Versión de Iván Alonso

/

Čekání

*

Nečekám na nikoho
a přec se dívám stále na dveře
Přijdete-li k nim
prosím nevstupujte
ani s dechem ztajeným
Nečekám na nikoho
na sebe jenom čekam já

viernes, 13 de abril de 2018

ester naomi perquin / demora













Somos modernos. No es el siglo indicado para el amor
y ya en ninguna parte hay mujeres en torres
a la mira. El último caballero
murió de sífilis.

Ya no sabemos nada de banderas flameantes,
de murmullos entre las piedras,
de cantos y nombres de flores.

Al cruzarnos nos arrojamos volando
partes del cuerpo.
Todo sale bien.

Atranca estas puertas cuando
oscurezca. Quédate conmigo.
Échale la llave a tu caballo.

***
Ester Naomi Perquin (Utrecht, 1980) en Once Poetas Holandeses. Bogotá: IDARTES, 2016.
Versión de Diego J. Puls

/

Oponthoud 

*

We zijn modern. Het is de juiste eeuw voor liefde niet
en nergens staan nog vrouwen op de torens,
uit te kijken. De laatste ridder
stierf aan syfilis.

We zijn de wapperende vlaggen verleerd,
het fluisteren tussen de stenen,
gezang en bloemennamen.

We werpen elkaar in het passeren
haastig lichaamsdelen toe.
Alles gaat goed.

Vergrendel deze deuren als het
donker wordt. Blijf bij me.

Zet je paard op slot.

jueves, 12 de abril de 2018

alberto rubio / dos poemas



Comensal

*

Arrimado a la esquina de la mesa,
fiel, infinito el son de mi cubierto,
quisiera seguir siendo siempre el mismo Alberto
Rubio resucitado con su presa.

¡Qué olorosa la carne me embelesa
dorada, tan real, y tan despierto
de mis sentidos yo, por fin tan cierto
que la separación de amigos cesa!

Brindis ahuyentan hoy mutuos agravios,
pero injurias del Tiempo corporales
ni dependen jamás de humanos labios

ni de la ingratitud de los mortales,
tampoco del perdón nuestro de sabios
cristianos y felices comensales.

~~~

El camino

*

Es el mismo camino que condujo mi infancia.
Aquí está el mismo cerco, allí las zarzamoras
llenándose de polvo, allí la piedra agreste,
y un niño fantasmal que eternamente sigue.

Y el cabello camino verdea con el sauce,
cayendo en hondonada sobre el pecho.

Es el mismo camino. Allí está el horizonte
viviendo de crepúsculo, siguiendo al mismo niño.
Allí la zarzamora cubriéndose de polvo,
mientras miran los álamos testigos en el cerco.

Es el mismo crepúsculo adonde marcha el niño.
Y más allá, la historia que comienza ahora...

***
Alberto Rubio (Santiago de Chile, 1928-2002)

miércoles, 11 de abril de 2018

claudio gaete / tres poemas













Contemplando vasijas y hojas poco sabrás

*

sobre las excavaciones que están haciendo
afuera de tu casa. ¿Fortalezas, tumbas reales
diademas?
              ¿lo que podría ser un fresco cuando

una aplanadora baja por calle Capilla
entre zanjas barrosas y las camisetas
naranja de los obreros?

                                             Pero no se puede
con ese sueldo. Por mi parte no gano mucho más que

el mínimo – un fresco, un nombre gracioso;
                                                                                      y abro
el ventanuco de guillotina:
                                                sol hiemal y canción
para dejarse comer por la intemperie, las tumbas

no han cobrado forma de colmenas. La de Mausolo
por ejemplo aquí, en un álbum de reproducciones
o este piedra de los doce ángulos
                                                              donde verás
el mundo entero o dos ciudades muy distintas –

Juliaca y Valdivia
                                         En la peruana Carnaza
patea su bola de estiércol, hace rodar su equipaje
empujándolo con la espalda. Los tumbos
de las trituraciones, las palas, algo neto esperado
de la tierra
                          como los griegos olivos y vides y trigo
Cañerías, eso era la numismática: el loco hacía
monedas el tiempo viviente, llegaban a elongarse los músculos
del corazón, reíamos porque la jugada fuera hecha;

sospechamos demasiado.
                                                   Vinieron los imprevistos:
la Moneda, de un tiempo a esta parte borrosa
detuvo su imagen, dijo, tosió primero, nadie
le creyó a la imagen

                                    Sin embargo yo anoté
que Mnemosine decía: “¿Sabes que Chivato
es un delator? – No creo que exista”/
Bajo tierra verás el arco del Congreso invertido
un corchete sobre un suelo de madera, miguelito

contra un zorrillo. Encima el pasaje del Cementerio
de Disidentes y al norte
                                        el orden arquitectónico del
Nº 1 que una enciclopedia te imagina
frisos en pelota y otros adornados con

tríglifos, volutas, hojas de acanto, palabras
como jónico, dórico, corintio. Al frente un muro
blanco, un pitiporo lo rebasa
                                                        Y si extiendes
el pasaje en una línea imaginaria hacia el este
llegarás justo al arco de la ley; en otoño
el crepúsculo se enciende a las 6:10
menos de un minuto. La luz entra y
sale de los cementerios/ El Chivato es un Judas
:Judas, un muñeco vudú del pequeño Valparaíso
¿Las excavaciones? No las entendemos.

                                                                         Creo ver a William
Lean sentado al pie de ese muro carcomido por el sol y
creo ver ortigas creciendo en tarros de conserva
mientras me pregunto quién era yo el siglo pasado

Claro, en la otra los esqueletos pasan
la noche a la intemperie sobre un bote robado en
el Cau Cau y botado en el Calle Calle – el lujo de
los aposentos alemanes, zorros cerca del canal
de televisión. Gracias a Bruno se desbordó una vez

el Catrico, río cortado que merodea Valdivia
bajo tierra
                               Y excavamos
eso es la numismática. Ciego,
me costó un mundo volver a escribir.

~~~

Estelas

*

                             cada niño tenía su estela
                 por la sombra que ella arrojaba
                       se medía el momento del sol
                               memorial de nacientes

la línea por donde desfila el cráneo de
césar echado en una celda         la se-
rie de sus ensayos el planeta que otros

no habrán podido entrañar   una fila
de criaturas y reactores   de uno en fondo
112 días en un calabozo de trujillo

acusado de instigar el incendio y
saqueo de la casa de los santamaría
asolado en el circuito de su mandíbula

se escondió      se escondió pero lo pillaron
el 7 de noviembre de 1920    los heraldos negros
que venían de ver la luz en lima
         ,

la tormenta estraga tabiques corredizos y
biombos santuarios sintoístas de konpira-san:

con lunas de oro, toques de cardo y tintas
maruyama okyo está pintando

dos tigres que lamen un estero

corre el año 1787 en shikokushima

años luz van y vienen de la tormenta

galaxias de kami cuerdas de koto
anegaciones
la boca-entrepierna
la vagina-cara del archipiélago
       ,
entre las islas del reloncaví
los cuncos navegan en dalca
un hombre se pone de pie en la bruma
para avistar una playa    una mujer
jadea bajo pieles de lobo marino
están esperando un hijo
están teniéndolo    lo
está pariendo    partiéndolo
el agua del amnios
al aire que irá remando
curanto en que sueñe
y dé su luz

no hay nadie aún en la orilla
gritando en español:

es el año 1535 de nuestro señor

mejor no vuelvan del mar

~~~

Lo que sé de mí a estas alturas

*

acaba de salir a comprar el pan, recién bañada
con un vestido color buganvilia
                                                Varias especies de
ella en cuerpo presente, ayer me contó por ejemplo

que los muros de su casa han comenzado a hincharse
de un momento a otro revientan y entonces
una colada de Vodúnes va a exiliarse en Valparaíso
Nada que temer; aquí los incendios son bienes y nubes-tolva
pasan a echarte una ojeada por el ventanuco cada día

“Son angelitos”, dice ella
                                                    niños aburridos
de estar presos en una foto inspirando la ternura
dolorosa de sus deudos/ “Cálamo currente” –
querría exhumar y no embolinarte la perdiz –

salen a caminar en busca de especies, te toman
la mano y te acompañan a comprar pan. Una paloma
leprosa caga en tu hombro y escuchas risas. Planeando
elaboras amuletos contra el peso del horizonte

un papel de la violética, nuestro poco y nada de pasta
la espía de los enemigos que admiramos en secreto.
Aunque esto no se entienda – lo saltamos – basta
que pares la oreja para recordar lo que tienes en la punta
de la lengua: un súbito grito inocente
                                                             que fusila uno a uno

tus alteregos justo allí, a las puertas de una sala de maternidad.
Porque sabemos de qué hablamos, las güiñas circulan
dentro, se quiebra un hualle cargado de digüeñes, lo que va
de sus hábitos a nuestra reproducción espantada. Ése es
el nombre de este archivo y el resto

es el continente sensible de nuevo:
                                                    a través de un ojo de gato
miré tu falda buganvilia alejarse bajo un cielo de atrabilis
en la diferencial del tendido eléctrico y el pavimento y
las ventanas de los deudos

                                                   Estuviste a punto de casarte
en el liceo – quizá para alumbrar de lado a lado tus retinas
en un baño público. En la pared decía: “te quiero libre, incluso
de mí”. Alguien te lavó el pelo – “¿será cierto?”, trizaste –
alguien llenó de agua tibia el lavamanos y deslizó

los dedos por tu nuca – “¿resistirá tanto la voz?”
/Carnaza!
                :hacia arriba
hacia la roca en que anidan los monstruos de la viajada
triturando la carne de esa región de tu cuerpo recién bañado

donde los futuramas ahuecan su propio cementerio. Todo eso
pero no así. No la voz sino la letrina. No el libro sino
el libreto de los baños públicos que nos dimos a tiempo
Temuco y demás, ciudades sin espejo metálico, mundo de
telarañas y gran sudor
         
                                                 esta parte de nuestra especie
a través de un ojo de gato; tú lo sabías mejor: siempre
comenzabas pintando la sombra de los objetos, un país
un presente de nadie
                                           lo dibujabas hacia el sur

con la mano inclinada que enfoca un escorzo de dos
nuestro amor, un punto en la distancia
                                                                    Querías un piano
– habríamos raptado uno de esos que en las casas bien
sirven de muebles

                                          pero improvisamos:
la mejor música del mundo es la música de lo que sucede
“Deja que los espejos se pudran”, pensé decirle
“Hay que ser carnaza”, le dije.
                                                               En un silo a orillas del Cautín

florecieron hongos alucinógenos y una mujer
miró el porvenir. Epilepsia local en sus párpados
demasiado inmóvil en una esquina y desde una liebre
un alféizar con una hembra cogollada, un erial
donde mis primos Briones y Gaete jugaban una pichanga

desde el ventanuco trizado de una oficina contable
se la vio de pie en una esquina, por un momento
ese lugar fue suyo, fue su casa muerta.
                                                                         Mejor así
Por el ojo mágico alumbra el futuro anterior y sus párpados

tiemblan, los árboles tiemblan, el tempo del tiempo lo lleva
un ascensor que baja vacío. Mejor así/ El vestido amasado

se pega a tus muslos y un derrame de buganvilias
te hace sombra. Es un robo y eres tú quien toma el porvenir:
llevas una bolsa de pan en la mano izquierda, los Vodunes

habrán reventado el muro – rachas de niños muertos
de meningitis, crías que bufan al tope de los hualles
trabajadores sin papeles en el extramuros de una capital
primermundista
                                       Ahora que estás inmóvil

puedes verlos. Ahora que eres inmóvil y estás allí demasiado
hablas, eres hermosa al reiterarte

                                                                   alejándote a
cada paso dices sí. Reiteras y reparas el daño, eso golpea y
respira: dices sí. Eso se rompe y reúne: dices sí/

el cuento se llama:
                                    “la Perica, una chancha enorme
en mitad del chiquero con doce lechones cabeceando
las tetas”
                 Por qué no/ corrernos irnos venirnos hablar

es acabar lo que tenemos ante los ojos ahora mismo.
Lleno de presunciones contra la mutación, allá el Pacífico
mientras haya dos apegando sus narices a las contracaras
de un mismo vidrio
                                             ya habrán adivinado sus ojos

tras el vaho;
                                  una mente grotesca propia
corta con la uña el film que separa los objetos y

sus sombras, los decorados de época y
una bienvenida muerte que adeudamos por completo

Lo que sé a estas alturas de mi posición –
el Pacífico ahí, vía láctea vuelta mueca allá, lubricación
y no estrategia aquí
                                                        :antojo y balanza
cuerpo y cementerio, muestra solitudinaria/ Lo que sé

y también lo bueno: a mayor consumo de este hongo
nuclear menor es la fatiga
                                                   al observar fijamente
un punto luminoso en la distancia. Allí veo
donde quiera se desplace a pesar del horizonte

un vestido color buganvilia, una bolsa de pan
en la mano izquierda
                                                      y ya está,
ayer me contó un ejemplo ¿y recién me río
a miles de kilómetros de retraso?

                                                                 ¿así que eso era
un viejo mundo, un poema que partía contigo y ter-
minaba dos años después mudándose de alturas? ¿eso es
un viejo mundo?
                    ¿un golpe de dados que no abolirá tus ojos?

Caminando de noche yo cantaba el duelo
de nuestro hijo no nacido
                                         y el viento me secó
la cara recién llorada: no seas tonto, papá loco
tú eres el viento.

***
Claudio Gaete (Valdivia, 1978)