domingo, 30 de abril de 2017

bárbara délano / hay calles











Hay calles y gentes y barrios
que me penan como campanarios
hay esquinas con olor a ti
(porque cuando los arboles
se levantaron en tu frente como un bosque
yo fui la primera en oler a guayabas en tu pelo)
cuando el espacio dio a luz tu voz sonora
entre las guitarras enmudecidas.
Hay barrios llenos de luz y de artesas
de comidas metódicas
y casas que huelen a caldillo
calles floridas de piñas y colores
calles pobladas por las marías
(mujeres vírgenes con vestidos de barro)
rincones oscuros de oficinas
tiendas llenas de azafrán y vainilla
casas calientes y húmedas
hay gente aborrecida por las calles
gente que deambula por tus calles
como sombis
como medusas
dejándose querer por los ruidos
hay estampidos de frutas y paraguas
y ferreterías hediondas a pintura
hay edificios poblados de parásitos
y escaleras gastadas
y plazas de estatuas que viven
enamorando al polvo
(pedazos de rutina cristalizada en las ventanas)
o caras enternecidas por el tiempo
como condimentos suaves a la hora del pan
hoy las calles tienen olor a ti.

***

Bárbara Délano (Santiago de Chile, 1961-Perú, 1996)
Poema extractado de VV.AA. Poesía para el camino. Antología. Santiago de Chile: Ediciones Nueva Universidad, 1977.

sábado, 29 de abril de 2017

jorge teillier / el poeta de este mundo









a René—Guy Cadou (1920-1951)

Poeta de nombre claro como un guijarro en medio de la corriente
reunías palabras que eran pedernales
de donde nace un fuego que no es olvidado.
René-Guy Cadou, amigo del tonelero, el cartero, el aduanero y
            el contrabandista,
vivías en una aldea de seiscientos habitantes.
Allí eras profesor rural,
el peso del olor del jardín vecino sofocaba la sala de clases
como a la sala de clases donde tu padre había sido maestro.
Te gustaba hablar con la gente de cara parecida a ollas de greda.
caminar descalzo,
ver jugar a las cartas en la taberna.
En la noche a la luz de un fuego de espino
abrías un libro mientras Helena cosía
(“Helena como una gota de rocío en tu vaso”).
Tenías un poeta preferido para cada estación:
en otoño era Verlaine, la primavera te traía todas las rosas
            de Ronsard,
el invierno llegaba con el chirriar del carruaje del Grand Meaulnes
y la estación violenta
el ruido de espadas entrechocándose en una posada de
            Alejandro Dumas.
Tú nunca estabas solo,
te iluminaba el recuerdo de tu padre volviendo de caza en
            el invierno
Y mientras tus amigos iban al Café,
a la Brasserie Lipp o al Deux Magots,
tú subías a tu cuarto
y te enfrentabas al Rostro radiante.

En la proa de tu barco
te asomabas a ver los caminos de tu país de hadas y pantanos,
caminos trazados como las líneas de un cuaderno de copia.
Tus palabras llegaban
como pájaros que saben que siempre hay una ventana abierta
            al fin del mundo.
Y los poemas se encendían como girasoles
nacidos de tu corazón profundo y secreto,
rescatados de la nostalgia,
la única realidad.

Tú sabías que la poesía debe ser usual como el cielo
            que nos desborda,
que no significa nada si no permite a los hombres acercarse
            y conocerse.
La poesía debe ser una moneda cotidiana
y debe estar sobre todas las mesas
como el canto de la jarra de vino que ilumina los caminos
            del domingo.
Sabías que las ciudades son accidentes que no prevalecerán frente
            a los árboles,
que la poesía no se pregona en las plazas ni se va a vender a
            los mercados a la moda,
que no se escribe con saliva, con bencina, con muecas,
ni el pobre humor de los que quieren llamar la atención
con bromas de payasos pretenciosos
y que de nada sirven
los grandes discursos tartamudos de los que no tienen nada
            que decir.
La poesía
es un respirar en paz
para que los demás respiren,
un poema es un pan fresco,
un cesto de mimbre.
Un poema
debe ser leído por amigos desconocidos
en trenes que siempre se atrasan,
o bajo los castaños de las plazas aldeanas.

Pocos saben aquí lo que es un poema,
pocos han puesto su cara al viento en medio de un trigal;
pocos saben lo que es un poeta
y cómo debe morir un poeta.
Tú moriste en un cuarto en donde se congregaba toda
            la primavera
mirando un cesto con manzanas.
“He visto morir a un príncipe”
dijo uno de tus amigos.

Y este Primero de Noviembre
cuando me rodean los muertos que siempre están conmigo
pienso en tu serena y ruda fe
que se puede comprender
como a una pequeña iglesia azul de pueblo
donde hay un párroco que no pide sino compartir su pan.
Tú hablabas con tu Dios
como al pobre hijo de un carpintero,
pues también sabías que se crucifica todos los días a un poeta
(Jesús tenía treinta y tres años,
Jean Arthur también era Cristo
crucificado a los treinta y siete).
Pero a ti no te importaba que te escupieran la cara o te olvidaran
porque como tú lo decías, nadie puede impedir a un pájaro que
cante en la más alta cima,
y el poeta derribado
es sólo el árbol rojo que señala el comienzo del bosque.

***
Jorge Teillier (Lautaro, 1935-Viña del Mar, 1996) Muertes y maravillas. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 2005.

Fotografía: el poeta en 1990.

viernes, 28 de abril de 2017

guillaume apollinaire / el gato












Quiero tener en casa:
una mujer sensata,
un gato transeúnte entre los libros,
amigos en toda ocasión
sin los cuales no viviría.

***
Guillaume Apollinaire (Roma, 1880-París, 1918) Poemas. México DF: Letras Vivas, 1997.
Versión de Ahmed el-Boab

/

Le chat

Je souhaite dans ma maison:
une femme ayant sa raison,
un chat passant parmi les livres,
des amis en toute saison
sans lesquels je ne peux pas vivre.

jueves, 27 de abril de 2017

chantal maillard / yo no soy inocente










Yo no soy inocente. ¿Lo es usted?
La realidad está aquí,
desplegada. Lo real acontece
en lo abierto. Infinito. Incomparable.
Pero el ansia de repetirnos
instaura las verdades.
Toda verdad repite lo inefable,
toda idea desmiente lo-que-ocurre.
Pero las construimos
por miedo a contemplar la enorme trama
de aquello que acontece en cada instante:
todo lo que acontece se desborda
y no estamos seguros del refugio.

Bien pensado, es posible que Platón
no sea responsable de la historia:
delegamos con gusto, por miedo o por pereza,
lo que más nos importa.

***

Chantal Maillard (Bruselas, 1951) Matar a Platón. Barcelona: Tusquets, 2004.

Fotografía: latribu.

miércoles, 26 de abril de 2017

rubén darío / ama tu ritmo












Ama tu ritmo y ritma tus acciones
bajo su ley, así como tus versos;
eres un universo de universos
y tu alma una fuente de canciones.

La celeste unidad que presupones
hará brotar en ti mundos diversos,
y al resonar tus números dispersos
pitagoriza en tus constelaciones.

Escucha la retórica divina
del pájaro del aire y la nocturna
irradiación geométrica adivina;

mata la indiferencia taciturna
y engarza perla y perla cristalina
en donde la verdad vuelca su urna.

***
Rubén Darío (Metapa, 1867-León, 1916) Antología poética. Santiago de Chile: Zig-Zag, 1946.

martes, 25 de abril de 2017

gonzalo rojas / carta del suicida













Juro que
esta mujer me ha partido los sesos,
porque ella sale y entra como una bala loca,
y abre mis parietales, y nunca cicatriza,
así sople el verano o el invierno,
así viva feliz sentado sobre el triunfo
y el estómago lleno, como un cóndor saciado,
así padezca el látigo del hambre, así me acueste
o me levante, y me hunda de cabeza en el día
como una piedra bajo la corriente cambiante,
así toque mi cítara para engañarme, así
se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,
marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
unas sobre otras hasta consumirse,
juro que ella perdura, porque ella sale y entra
como una bala loca,
me sigue adonde voy y me sirve de hada,
me besa con lujuria
tratando de escaparse de la muerte,
y, cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna
vertebral, y me grita pidiéndome socorro,
me arrebata a los cielos, como un cóndor sin madre
empollado en la muerte.

***
Gonzalo Rojas (Lebú, 1916-Santiago de Chile, 2011) Antología de aire. Santiago de Chile: FCE, 1999.

lunes, 24 de abril de 2017

luis alberto spinetta / escorias diferenciales del alma de la letra poética, v











Pido disculpas a los días de Pascua
por haberme roto la boca
con el humo de la adormidera.

Pido disculpas
a la gloriosa peluca
por haberla pisado
con mi aplanadora de estiércol.

Pido disculpas
A la muerte
por haberme reído
mientras transcurría.

Pido disculpas
al enano
por haberle vomitado un calibre.

Pido disculpas
al blanco asiento
por haberle escrito
mi nombre con sangre.

Pido disculpas al ratero
por haberle robado
la joya robada
y haberla arrojado a su cráneo.

Pido disculpas
por haberme borrado
de la foto a pinchar.

Pero no pido disculpas
por la alegría que tuve
sin saber por qué.

***

Luis Alberto Spinetta (Buenos Aires, 1950-2012) Guitarra negra. Buenos Aires: Biblioteca del Erizo, 2003.


domingo, 23 de abril de 2017

allen ginsberg / ácido lisérgico










Es un monstruo de millones de ojos múltiples
está oculto en todos sus elefantes e identidades
tararea en la máquina de escribir eléctrica
es la electricidad conectada sí misma, si esta tuviera cables
es una enorme Telaraña
y yo estoy en el último millonésimo infinito tentáculo de la telaraña, preocupado
perdido, separado, un gusano, un pensamiento, una identidad
uno de los millones de esqueletos de China
uno de los errores particulares
yo Allen Ginsberg una conciencia escindida
quiero ser Dios
quiero escuchar la infinita e insignificante vibración de la armonía eterna
yo que temblando espero ser destruido por la música etérea en el fuego
yo que odio a Dios y le doy un nombre
yo que cometo errores en la máquina de escribir de la eternidad
yo que estoy Condenado

Pero en el extremo final del universo la araña de un millón de ojos y sin nombre gira sobre sí misma sin parar
el monstruo que no es un monstruo se acerca con manzanas, vías férreas, televisión, cráneos
un universo
que se come y se bebe a sí mismo
sangre de mi calavera
criatura Tibetana de pecho peludo y Zodiaco en mi estómago
esta víctima sacrificial incapaz de pasarlo bien

Mi rostro en el espejo, cabellos delgados, sangre congestionada en derrames ahí debajo de mis ojos, chupa vergas, una decadencia, una lujuria por hablar
un gruñido, un tic de la conciencia en el infinito
una porquería a los ojos de todos los Universos
tratando de escapar de mi Ser, incapaz de transmitir al Ojo
Vomito, estoy en un trance, mi cuerpo es atrapado por convulsiones, mi estómago repta, mi boca se llena de agua, estoy aquí en el Inferno
huesos secos de miríadas de momias inertes desnudas en la red, los Fantasmas, yo soy un Fantasma
grito dónde estoy en la música, a la habitación, a quién esté cerca, tú, ¿eres Dios?
No, ¿quieres que sea Dios?
¿No hay respuesta?
Tú respondes, ¿debe haber siempre una respuesta?
Y si dependiera de mi decir Si o No-
Gracias a Dios que no soy Dios! Gracias a Dios que no soy Dios!
Pero añoro por un SI de armonía para penetrar
en cada rincón del universo, bajo cualquier condición
un Si Hay... un Si Soy... un Si Eres... un Nosotros

Un Nosotros
y debe ser un Eso y un Ellos y una Cosa sin Respuesta
Aquello se arrastra, espera, está quieto, ha empezado, es las Trompetas de la Batalla, es una Esclerosis Múltiple
no es mi esperanza
no es mi muerte en la eternidad
no es mi palabra, ni la poesía
cuidado con mi Palabra

Es una Trampa Fantasma, tejida por un sacerdote en Sikkim o en Tibet
el cruce en el cual mil hilos de distintos colores
son colgados, como una raqueta de tenis espiritual
en la cual cuando la observo veo ondas de luz etéreas que irradian
brillante energía pasando a través de los hilos por un millón de años
las bandas de hilos mágicamente cambiando sus matices uno transformado en otro como si la
Trampa Fantasma
Fuera la imagen del Universo en miniatura
parte conciente y sensible de la máquina interrelacionada
que hace olas hacia fuera del tiempo en dirección al Espectador
desplegando su propia imagen en miniatura de una vez por todas
repetida hacia abajo con variaciones sin final a través de todo su ser
y siendo lo mismo en cada partícula

Esta imagen de la energía que se reproduce a si misma en las profundidades del espacio desde el Principio
en lo que puede ser una O o un Aum
y rastreando variaciones hechas de la misma Palabra circula alrededor de sí misma en el mismo patrón como su Apariencia original
que crea una Imagen mayor de si misma a través de las profundidades del Tiempo
hacia fuera en círculos a través de los cintos de la lejana Nebulae & vastas Astrologías
contenidas, para ser fiel a sí misma, en un Mandala pintado en la piel de un Elefante,
o en una fotografía de una pintura al lado de un elefante imaginario que sonríe, pero cómo se ve el elefante es un chiste irrelevante-
podría ser una Señal sostenida por un Demonio en Llamas , o un Ogro de la Transciencia,
o en una fotografía de mi propia panza en el vacío
o en mi ojo
o en el ojo del monje que hizo la Señal
o en sus propio Ojo que se observa a Sí Mismo por fin y muere

y a pesar de que un ojo puede morir
y a pesar de que mi ojo puede morir
el monstruo de un millón de ojos, el Sin Nombre, el Sin Respuestas, el Escondido-de-mí, el Ser sin fin
una criatura que nace de si misma
se estremece en su más ínfima partícula, ve fuera de todos sus distintos ojos a la vez
Uno y no Uno se mueve según sus propias maneras
no puedo seguirlo

Y he creado una imagen del monstruo aquí
y crearé otra
se sienten como Criptozoides
se arrastra y ondula bajo el mar
viene para tomarse la ciudad
invadirá cada Conciencia
es delicado como el Universo
me provoca ganas de vomitar
porque tengo miedo de perderme su aparición
aparece de todos modos
aparece en el espejo
limpia el espejo como el mar
es una miríada de ondulaciones
que limpian el espejo y ahogan al espectador
ahoga al mundo cuando ahoga al mundo
se ahoga en sí mismo
flota hacia fuera como un cadáver repleto de música
el ruido de la guerra en su cabeza
la risa de un bebé en su estómago
un grito de agonía en el mar oscuro
una sonrisa en los labios de una estatua ciega
estuvo ahí
no era mío
lo quise usar para mí mismo
para ser heroico
pero no está a la venta para esta conciencia
se va y sigue su camino para siempre
va a completar todas las criaturas
será la radio del futuro
se escuchará a sí misma en el tiempo
quiere un descanso
esta cansado de escucharse y verse
quiere otra forma otra victima
me desea
me da buenas razones
me da una razón para existir
me da infinitas respuestas
una conciencia para separarme y otra para ver
me hace señas para que sea Uno u otro, para decir que soy ambos y ninguno
se puede cuidar perfectamente sin mí
es Ambos Sin Respuestas (no responde a ese nombre)
ronronea en la máquina de escribir
escribe una palabra fragmentaria que es
una palabra fragmentaria,

................MANDALA

Los dioses bailan en sus propios cuerpos
Nuevas flores se abren olvidando la Muerte
Celestiales ojos más allá del corazón roto de la ilusión
Veo al alegre Creador
Las pandillas se levantan en un himno a los mundos
Banderas y estandartes flamean en la trascendencia
Una imagen en el fondo permanece una miríada-de-ojos en la Eternidad
Es este el Trabajo! Este es la Sabiduría! Este es el fin del Hombre!

***

Allen Ginsberg (Newark, 1926-Nueva York, 1997) Kaddish y otros poemas. Barcelona: Anagrama, 2014.
Versión de Rodrigo Olavarría

/

Lysergic Acid

It is a multiple million eyed monster
it is hidden in all its elephants and selves
it hummeth in the electric typewriter
it is electricity connected to itself, if it hath wires
it is a vast Spiderweb
and I am on the last millionth infinite tentacle of the spiderweb, a worrier
lost, separated, a worm, a thought, a self
one of the millions of skeletons of China
one of the particular mistakes
I allen Ginsberg a separate consciousness
I who want to be God
I who want to hear the infinite minutest vibration of eternal harmony
I who wait trembling my destruction by that aethereal music in the fire
I who hate God and give him a name
I who make mistakes on the eternal typewriter
I who am Doomed

But at the far end of the universe the million eyed Spyder that hath no name
spinneth of itself endlessly
the monster that is no monster approaches with apples, perfume, railroads, television, skulls
a universe that eats and drinks itself
blood from my skull
Tibetan creature with hairy breast and Zodiac on my stomach
this sacrificial victim unable to have a good time

My face in the mirror, thin hair, blood congested in streaks down beneath my eyes, cocksucker, a decay, a talking lust
a snaeap, a snarl, a tic of consciousness in infinity
a creep in the eyes of all Universes
trying to escape my Being, unable to pass on to the Eye
I vomit, I am in a trance, my body is seized in convulsion, my stomach crawls, water from my mouth, I am here in Inferno
dry bones of myriad lifeless mummies naked on the web, the Ghosts, I am a Ghost
I cry out where I am in the music, to the room, to whomever near, you, Are you God?
No, do you want me to be God?
Is there no answer?
Must there always be an Answer? you reply,
and were it up to me to say Yes or No —
Thank God I am not God! Thank God I am not God!
But that I long for a Yes of Harmony to penetrate
to every corner of the universe, under every condition whatsoever
a Yes there Is . . . a Yes I Am . . . a Yes You Are . . . a We

A We
and that must be an It, and a They, and a Thing with No Answer
It creepeth, it waiteth, it is still, it is begun, it is the Horns of Battle it is Multiple Sclerosis
it is not my hope
it is not my death at Eternity
it is not my word, not poetry
beware my Word

It is a Ghost Trap, woven by priest in Sikkim or Tibet
a crossframe on which a thousand threads of differing color
are strung, a spiritual tennis racket
in which when I look I see aethereal lightwaves radiate
bright energy passing round on the threads as for billions of years
the thread-bands magically changing hues one transformed to another as if the
Ghost Trap
were an image of the Universe in miniature
conscious sentient part of the interrelated machine
making waves outward in Time to the Beholder
displaying its own image in miniature once for all
repeated minutely downward with endless variations throughout all of itself
it being all the same in every part

This image or energy which reproduces itself at the depths of space from the very Beginning
in what might be an O or an Aum
and trailing variations made of the same Word circles round itself in the same pattern as its original Appearance
creating a larger Image of itself throughout the depths of Time
outward circling thru bands of faroff Nebulae & vast Astrologies
contained, to be true to itself, in a Mandala painted on an Elephant’s hide,
or in a photograph of a painting on the side of an imaginary Elephant which smiles, tho how the Elephant looks is an irrelevant joke —
it might be a Sign held by a Flaming Demon, or Ogre of Transcience,
or in a photograph of my own belly in the void
or in my eye
or in the eye of the monk who made the Sign
or in its own Eye that stares on Itself at last and dies

and tho an eye can die
and tho my eye can die
the billion-eyed monster, the Nameless, the Answerless, the Hidden-from-me, the endless Being
one creature that gives birth to itself
thrills in its minutest particular, sees out of all eyes differently at once
One and not One moves on its own ways
I cannot follow

And I have made an image of the monster here
and I will make another
it feels like Cryptozooids
it creeps and undulates beneath the sea
it is coming to take over the city
it invades beneath every Consciousness
it is delicate as the Universe
it makes me vomit
because I am afraid I will miss its appearance
it appears anyway
it appears anyway in the mirror
it washes out of the mirror like the sea
it is myriad undulations
it washes out of the mirror and drowns the beholder
it drowns the world when it drowns the world
it drowns itself
it floats outward like a corpse filled with music
the noise of war in its head
a babe laugh in its belly
a scream of agony in the dark sea
a smile on the lips of a blind statue
it was there
it was not mine
I wanted to use it for myself
to be heroic
but it is not for sale to this consciousness
it goes its own way forever
it will complete all creatures
it will be the radio of the future
it will hear itself in time
it wants a rest
it is tired of hearing and seeing itself
it wants another form another victim
it wants me
it gives me good reason
it gives me reason to exist
it gives me endless answers
a consciousness to be separate and a consciousness to see
I am beckoned to be One or the other, to say I am both and be neither
it can take care of itself without me
it is Both Answerless (it answers not to that name)
it hummeth on the electric typewriter
it types a fragmentary word which is
a fragmentary word,

MANDALA

Gods dance on thier own bodies
New flowers open forgetting Death
Celestial eyes beyond the heartbreak of illusion
I see the gay Creator
Bands rise up in anthem to the worlds
Flags and banners waving in transcendence
One image in the end remains myriad-eyed in Eternity

This is the Work! This is the Knowledge! This is the End of man!

sábado, 22 de abril de 2017

stella díaz varín / el poeta











A Pablo Neruda y a todos los poetas
que le anteceden y le suceden.

Un hombre caminando sobre el mar
Sobre su corazón
Camina cielo adentro
Sobrecogiendo al sol con su mirada.
Un hombre
para quien todas las cosas
son parientes lejanos.
Nacido de la luz y de la sombra
Con solamente aparentar tristeza
Mueve a risa
A quien tenga el placer de mirarlo

Perseguido por las aves y por las fieras
Y pensar
Que sólo en su mano izquierda
Han crecido cien robles,
Que para vivir un día de su vida
No hay clepsidra inventada
Ní medida de tiempo.
Él, con su corazón
Bajo los pies, sobre el agua,
Junta los cuatro puntos cardinales.

El amor
le pasó por los ojos
Como un vértigo
Ebrio de abejas, sin heredad
La muerte sólo sería muerte
Si encontrara su mano.
Qué sólo el hombre
De pie, sobre el océano.

La alegría le teme
Como a un mal pensamiento
Y pensar que su frente es el muro
Donde podréis dibujar
Los más bellos grabados infantiles.

Así avanza
Paso a paso sobre el agua
Siempre despierto mientras el sueño
Vive en los ojos
Del resto del mundo.

Sin divisar jamás el horizonte:
su mirada de golfo perdido
su mano derecha de fuego.
Su boca
El alud que sepulta
con una sola de sus palabras.

Y qué solo
Va el hombre de espalda al sol
perseguido de niños y sueños
Engañador de cambios terrestres
Entre la muchedumbre de los peces.

Ah si encontrarais otros ojos
Con más lejanía
De inconclusa oscuridad.

Camina
Entre el canto de los peces
Sueltos como los hombres en su gran prisión
Inefable
como Dios cuando quiere ser hombre.

Distiende la pupila de brasa celeste
A la estrella antigua
En demanda de su halcón pez.

Oh panal de ojo ciego
Quiero caminar de pie
Contigo sobre el agua
Saludar la escama de gran pez
Ser solícita con la bruma
y penetrar la aleta oculta
que insinúa una mañana de mar.
Beber la leche que desparrama la ola
Cuando tu gran corazón
Quiebra la soledad...

Sordo es el corazón del hombre
Cuando camina de pie, sobre el océano.

***
Stella Díaz Varín (La Serena, 1926-Santiago de Chile, 2006) Los dones previsibles. Santiago de Chile: Cuarto Propio, 1992.

Fotografía: La Tercera

viernes, 21 de abril de 2017

rosamel del valle / santuario











Un día los pájaros vuelan por debajo del agua.
Tú, la extranjera, recoges la luz exilada en un país del polo.
Has movido esta visión reunida con el fuego que me aguarda en cada adiós del sol. Juntas tu muerte con la mía. Sabes que mañana los árboles anidarán otras hojas. Así es como se juntan el fuego y el agua. Aquel viejo tiempo en que éramos desconocidos el uno para el otro dormía como la pierna cansada del viajero'. Algunas palabras venían al través de ese sueño donde uno no es más que el eco del ruido inconocible. ¿Podría yo pensar en reposos y batallas sin el hoyo que hace tu cabeza en el cielo, mientras exijo al gusano que abra las alas? Y hay quien muerde el mundo como a la manzana al terminar la cena y seguro de que en seguida se levantará el humo del té misterioso. Y vendrá por supuesto la conversación sobre el tiempo y lo que no se debe hacer porque lo que hay que hacer se hace así como llevar flores a los muertos. Siempre hay quien ofrece el fuego eterno si se vive. ¿Recuerdas? En tu mesa y en la mía, aunque al través de las telarañas que bien pueden ser el tiempo, hubo cada vez quien vivía y hablaba mal de la vida. Ya ves, tan diferente al predicador velludo. Ahora, digamos, en cualquier parte se halla un templo abandonado. Todos quieren saber quién predica allí para iniciar d llamado justo proceso por subversión. Como en el tiempo en que tú y yo éramos tres desconocidos. Así se repite la historia -a veces hay que leer los periódicos en vez de observar como los pájaros han perdido el miedo- y el hombre se cree héroe. Terrible. Y esa visita que llega a casa a deshora con un ramo de crisantemos. »No tan finos«, dice la joven que hay en toda familia. Bella, por supuesto, mas no menos tonta que el resto de. La historia.
Los héroes salen de ahí. Coronados ya. ¿Y por qué, me preguntó, alguien debe dedicarse, por ejemplo, a mezclarse en la vida privada de los héroes? »Es lo triste de los tiempos. La falta absoluta de responsabilidad. La carencia de dignidad«. No obstante, eres semejante al agua.
El sol parte de cada palabra que te abandona.
El hombre vuelve a mirarse en el corazón cuando te mueres.
¿Qué hacer? Te pareces un poco a esas plantas que están dormidas en los jardines botánicos. Nunca has dicho que anoche encontraste un mundo nuevo en la almohada.
No quieres ser aquella que cree más en la sonrisa que en el cuerpo que le sigue. Algo distinto solamente.
Y no la idea del afiebrado. »Si alguna vez se supiera que vivir es tan sencillo como morir, las gentes optarían por suicidarse en el baño«. Piensan que cada una es una estatua. Y las estatuas piensan en las palomas y en la prolongada agresividad de las lluvias. Así, todo es tan difícil. A pesar de la buena educación, Madame.
»Qué grueso cuello tiene el sol« o »Qué mal huelen los demás«. Se refieren a la noche que acaba de entrar con un amante en el hotel. »Qué horror no hacer lo que todo el mundo hace«. La historia. Los héroes. Apenas la vida. El agua corre por encima de los pájaros. Hay quien tiene los ojos limpios todavía.
Horrible. Una de esas vidas sin pasión. Delgado. Lo transparente irrita en estos tiempos. El que hace máscaras lo sabe.
Sabe que debe poner una cicatriz. Los negocios son los negocios. Tú conoces a los ángeles cicatrizados y al dios cicatrizado. El que no me sigue, ceniza comerá. Ya ves, el espíritu. El sol corre entre el agua y los pájaros. El mascarero y no el de la máscara, no el alquilador -explicar es confundir- y el que explica es el polvo. Los pájaros saben que no vuelan entre el sol y el agua. Y tú sabes que vives apenas porque me haces vivir. No hay para qué hablar de muerte en esta resurrección. El viento tiene los cabellos delgados. Delgada es tu muerte. Y mi muerte no está aquí. La costumbre es decir: »Sólo el Paraíso« y no: »Sólo la tierra«. Negocios. El agua es el día domingo para el cuerpo. Y ese camino que humea al borde del agua es tu mirada.
Y yo soy
              el que dice
                               amor.
Naturalmente, cuando todos se han ido.

***
Rosamel del Valle (Curacaví, 1901-Santiago de Chile, 1965) Fuegos y ceremonias. Concepción: Cuadernos Atenea, 2001.

jueves, 20 de abril de 2017

anne carson / sobre piedras para dormir














Camille Claudel vivió durante los últimos treinta años de su vida en un asilo, preguntándose por qué, escribiendo cartas a su hermano poeta, que había autorizado su internación. Venid a visitarme, decía. Recordad, estoy viviendo aquí con locas; los días son largos. No fumaba ni daba paseos. Se negaba a esculpir. Aunque le daban piedras para dormir -mármol y granito y porfirio- las rompía, recogía los trozos y los enterraba fuera de los muros por la noche. Por la noche sus manos crecían, más y más enormes hasta que en la fotografía parecen dos partes de otro cargadas sobre las rodillas. 

***
Anne Carson (Toronto, 1950) Plainwater: essays and poetry. Nueva York: Random House, 2000.
Versión de Daniel Samoilovich

/

On Sleep Stones

Camille claudel lived the last thirty years of her life in an asylum, wondering why, writing letters to her brother the poet, who had signed the papers. Come visit me, she says. Remember, I am living here with madwomen; days are long. She did not smoke or stroll. She refused to sculpt. Although they gave her sleep stones—marble and granite and porphyry— she broke them, then collected the pieces and buried these outside the walls at night. Night was when her hands grew, huger and huger until in the photograph grew, huger and huger until in the photograph they are like two parts of someone else loaded onto her knees.

/

Fotografía: por Graeme Mitchell

miércoles, 19 de abril de 2017

óscar castro / responso a garcía lorca














Llevaba el día en el cinto
como un alfanje de plata,
y en el arzón de la silla,
una guitarra gitana.
Romances de luces nuevas
se abrían en su garganta.
los ayes del canto jondo
lo lamían como llamas.
Cuando soltaba su copla
cantaba toda la España.
No murió como un gitano;
no murió de puñalada.
Cinco fusiles buscaron,
por cinco caminos su alma,
le abrieron el corazón
lo mismo que una granada.
¡Y el surtidor de su sangre
manchó las estrellas altas!
¡Cómo lloraban los ríos
de España!
En ese instante indeciso
de las hembras despeinadas,
en ese instante en que el grillo
cava la mina del alba,
García Torea, en el suelo,
con una flor colorada
condecorándole el pecho,
quedó sin canto y sin habla.
¡Cómo temblaban los montes
de España!
Cuando enmudeció su lengua
no doblaron las campanas.
Nadie le trajo una rosa,
ni un verso, ni una guitarra.
Apenas el chisperío
de una estrella deshojada.
Apenas la visión última
de la cal de las murallas...
¡Cómo crujían los huesos
de España!

-¡García Lorca ¡García
Lorca! -mil voces clamaban.
Preciosa, la del pandero,
danzando se desmayaba.
Brincaban, enloquecidos,
los pechos de Santa Olalla.
La casada del romance
desgarraba sus entrañas.
¡Cómo se rompía el alma
de España!
Muerto se quedó en la tierra,
tronchado por cinco balas.
Este año no darán frutos
los naranjos de Granada.
Este año no habrá claveles
en las rejas sevillanas.
El río Guadalquivir
llevará sangre en sus aguas.
¡Cómo llorará su espíritu
en las guitarras de España!

***

Óscar Castro (Rancagua, 1910-Santiago de Chile, 1947)

Fotografía: memoriachilena.cl

martes, 18 de abril de 2017

federico garcía lorca / la cogida y la muerte










A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde. 
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde. 
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde. 
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde. 
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde. 
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde. 
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde. 
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde. 
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde 
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde, 
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde. 
A las cinco de la tarde. 
A las cinco en Punto de la tarde. 

Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde. 
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde. 
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde. 
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde. 
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde. 
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde, 
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde. 
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

***

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 1898-Alfacar, 1936) Antología poética. Buenos Aires: Losada, 1998.


lunes, 17 de abril de 2017

violeta parra / qué vamos a hacer












Qué vamos a hacer con tantos
y tantos predicadores,
unos se valen de libros,
otros de bellas razones.
Algunos de cuentos varios,
milagros y apariciones
y algunos de la presencia,
de esqueletos y escorpiones
mamita mía.

Qué vamos a hacer con tanta
plegaria sobre nosotros,
que alega en todas las lenguas
de gloria y de esto y de lo otro.
De infiernos y paraísos,
de limbos y purgatorios,
edenes y vida eterna,
arcángeles y demonios
mamita mía.

Que sí, que adoren la imagen
de la señora María
que no se adore ninguna
señora ni señorita,
que sí, que no, que mañana,
que un viernes de amanecida,
que pa dentrar en la gloria,
dinero se necesita
mamita mía.

Se ve que no son muy limpios
los trigos en esta viña
y la cizaña pretende
comerse toda la espiga.
Poco le dice la forma
con que ha de clavar su espina
para chupar el más débil
qué diabla la sabandija
mamita mía.

Qué vamos a hacer con tanto
tratado del alto cielo,
ayúdame Valentina
ya que tú volaste lejos,
dime de una vez por todas
que arriba no hay tal mansión,
mañana la ha de fundar
el hombre con su razón,
mamita mía.

Qué vamos a hacer con tantos
embajadores de dioses,
me salen a cada paso
con sus colmillos feroces
apúrate Valentina
que aumentaron los pastores,
porque ya viene el derrumbe
del cuento de los sermones
mamita mía.

Que vamos a hacer con tanta
mentira desparramada
Valentina, Valentina
pasemos la escobillada
señores, debajo en tierra
la muerte quedó sellada
y todo el cuerpo en la tierra
y el tiempo lo vuelve nada
mamita mida, lo vuelve nada.

***

Violeta Parra (San Fabián de Alinco, 1917-Santiago de Chile, 1967)








Poesía. 

Valparaíso.
Ediciones Universidad de Valparaíso, 2016.
472 pp.

N. del E. El texto corresponde a la letra de una canción que se ha titulado, igualmente, "Ayúdame, Valentina". Data de 1963 y fue publicado, por vez primera, en Canciones reencontradas en París (1971). El título original, con el que se incluye en esta ocasión, puede ser considerado como alusivo al "¿Qué hacer?" (1902) de V. I. Lenin. Sin embargo, tras el cambio de nombre, la referencia obligada es a la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, quien alcanzó el espacio exterior a bordo del Vostok 6, en 1963, Una hazaña de suma relevancia en la carrera espacial llevada a cabo en la época entre el bloque socialista soviético y el estadounidense. 

Fotografía: la autora en 1955, extractada de memoriachilena.cl

domingo, 16 de abril de 2017

lee ranaldo / para mary









Mary
una palabra
una simple palabra
¿estás ahí
en el país del frío?
¿hay montañas en tus ojos
de túnel?
¿sigue repleta tu boca?
¿galopan los caballos
por tus páginas?
cruzo
las aguas estancadas
los árboles
hasta llegar a
los sonidos húmedos
de la vida.
habitaciones soleadas,
una palabra tan sólo
una palabra
para señalar
tu ausencia.

***

Lee Ranaldo (Glen Cove, 1956) Road Movies. Madrid: Acuarela Libros, 2003.
Versión de José Cañas y Tomás González

/

To Mary

Mary
a word
a simple word
are you there
in the cold country?
mins in yr eyes
like a tunnel?
yr mouth still full?
horses galloping
across yr pages?
i'm coming thru
doldrums thru
the trees
to wet sounds
of life. sun
filled rms.
a word just
a word
to mark yr
absence.

sábado, 15 de abril de 2017

djuna barnes / ocaso de lo ilícito














Tú, con tus largas y vacías ubres
Y tu calma,
Tu ropa blanca manchada y tus
Fláccidos brazos.
Con dedos saciados arrastrándose
En tus palmas.

Tus rodillas muy separadas como
Pesadas esferas;
Con discos sobre tus ojos como
Cáscaras de lágrimas,
Y grandes lívidos aros de oro
Atrapados en tus orejas.

Tu pelo teñido cardado a mano
Alrededor de tu cabeza.
Labios, mucho tiempo alargados por sabias palabras
Nunca dichas.
Y en tu vivir todas las muecas
De los muertos.

Te vemos sentada al sol
Dormida;
Con los más dulces dones que tenías
Y no has conservado,
Nos afligimos de que los altares de
Tu vicio reposen profundos.

Tú, el polvo del ocaso de
Un amanecer húmedo de fuego;
Tú la gran madre de
La cría ilícita;
Mientras las otras se encogen en virtud
Tú has dado a luz.

Te veremos mirando al sol
Unos cuantos años más;
Con discos sobre tus ojos como
Cáscaras de lágrimas;
Y grandes lívidos aros de oro
Atrapados en tus orejas.

***

Djuna Barnes (Storm King Mountain, 1892-Nueva York, 1982) Poesía reunida 1911-1982. Barcelona: Igitur, 2004.
Versión de Osias Stulman y Rosa Lentini

/

Twilight of the Ilicit

YOU, with your long blank udders
And your calms,
Your spotted linen and your
Slack'ning arms.
With satiated fingers dragging
At your palms.

Your knees set far apart like
Heavy spheres;
With discs upon your eyes like
Husks of tears,
And great ghastly loops of gold
Snared in your ears.

Your dying hair hand-beaten
'Round your head.
Lips, long lengthened by wise words
Unsaid.
And in your living all grimaces
Of the dead.

One sees you sitting in the sun
Asleep;
With the sweeter gifts you had
And didn't keep,
One grieves that the altars of
Your vice lie deep.

You, the twilight powder of
A fire-wet dawn;
You, the massive mother of
Illicit spawn;
While the others shrink in virtue
You have borne.

We'll see you staring in the sun
A few more years,
With discs upon your eyes like
Husks of tears;
And great ghastly loops of gold

Snared in your ears.


viernes, 14 de abril de 2017

pablo de rokha / genio y figura













Yo soy como el fracaso total del mundo, ¡oh, Pueblos!
El canto frente a frente al mismo Satanás,
dialoga con la ciencia tremenda de los muertos,
y mi dolor chorrea de sangre la ciudad.

Aún mis días son restos de enormes muebles viejos,
anoche «Dios» llevaba entre mundos que van
así, mi niña, solos, y «tú» Pablo, sin oírme jamás.

El hombre y la mujer tienen olor a tumba,
El cuerpo se me cae sobre la tierra bruta
Lo mismo que el ataúd rojo del infeliz.

Enemigo total, aúllo por los barrios,
un espanto más bárbaro, más bárbaro, más bárbaro
que el hipo de cien perros botados a morir.

***

Pablo de Rokha (Licantén, 1895-Santiago de Chile, 1968). Nueva Antología. Santiago de Chile: SinFronteras, 1987.

Fotografía: memoriachilena.cl

jueves, 13 de abril de 2017

alejandra pizarnik / mucho más allá










¿Y si nos vamos anticipando
de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?

¿Y qué?
¿Y qué me das a mí,
a mí que he perdido mi nombre,
el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?

¿A qué, a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme
si mi realidad retrocede
como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?

Quisiera hablar de la vida.
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:
“¿es que yo soy? ¿ verdad que sí ?
¿no es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia?”

Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.
Y con las sienes restallantes
de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.

Pues esto es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.

***

Alejandra Pizarnik (Avellaneda, 1936-Buenos Aires, 1972) Obras completas. Buenos Aires: Clauter, s/a.

miércoles, 12 de abril de 2017

pedro lemebel / manifiesto (hablo por mi diferencia)









No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
Y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
Y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
Y viene la democracia
Y detrasito el socialismo
¿Y entonces?
¿Qué harán con nosotros compañero?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte
Como en el barco del general Ibáñez
Donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparaíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
Le brindaron una lágrima negra
A los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos
no recuerda
Por eso compañero le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
Cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿Y usted?
¿Qué hará con ese recuerdo de niños
Pajeándonos y otras cosas
En las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina
desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
Que tiene la sangre fría
Y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
En los sótanos sexuales donde anduve
Y no se sienta agredido
Si le hablo de estas cosas
Y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odie
Por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
Y no hablo de meterlo y sacarlo
Y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En estas condiciones
Usted no sabe
Qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es buen amigo
Súper-buena-onda
Yo no soy buena onda
Yo acepto al mundo
Sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso con el poto
Y que al primer parrillazo de la CNI
Lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
Nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
Detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
Se la metieron en el regimiento
Un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
Porque me rechazaron con risitas
Muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
En la dura de esos años
Y se rieron de mi voz amariconada
Gritando: Y va a caer, y va a caer
Y aunque usted grita como hombre
No ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
Y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada
Como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo compañero
Y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
Que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
La izquierda tranza su culo lacio
En el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
Sin saber dónde va
Yo no voy a cambiar por el marxismo
Que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
Soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
Porque los pobres y los ricos
A otro perro con ese hueso
Tampoco porque el capitalismo es injusto
En Nueva York los maricas se besan en la calle
Pero esa parte se la dejo a usted
Que tanto le interesa
Que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para las generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
Con una alíta rota
Y yo quiero que vuelen compañero
Que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.

***

Pedro Lemebel (Santiago de Chile, 1952-2015) Loco afán. Barcelona: Anagrama, 2000. El texto originalmente data de 1986.

Fotografía: por Claudia Román

martes, 11 de abril de 2017

giacomo leopardi / último canto de safo


Plácida noche y pudoroso rayo
de moribunda luna; y tú que naces
sobre la roca, tras la muda selva,
nuncio del día; imágenes amadas,
mientras al hafo y  a las furias plugo
para mis ojos fuisteis; ya no alegre
dulce visión al alma desolada.
Sólo se despierta el raro gozo nuestro
cuando en el éter líquido se agita
y por la tierra trepidante el soplo
polvoriento del noto, y cuando el carro,
grave carro de Júpiter tonante
sobre nosotros las tinieblas hiende.
Nos place, por las cumbres y las simas
nadar en el turbión, sentir la fuga
de aterrados rebaños, ver las ondas
de revuelta corriente
desbordarse con ímpetu rugiente.

Bello tu manto es, divino cielo;
bella tú, fértil tierra. Más ¡ay!, de esta
infinita beldad parte ninguna c
a la misera Safo han concedido
los dioses ni el azar. En tus soberbios
reinos natural soy pasado huésped
y despreciada amante, que a tus formas
a la mísera Safo. En tus soberbios
reinos, natura, soy pesado huésped
y despreciada amante, que a tus formas
graciosas tiende el corazón en vano
y las pupilas suplicantes. Nunca 
las riberas floridas me sonríen
ni el matutino albor; jamás el canto 
de las pintadas aves ni el murmullo
del bosque me saludan; y a la sombra
de los lánguidos sauces, donde abre
su puro seno el transparente arroyo,
la disonante linfa desdeñosa
mi incierta planta esquiva
y sigue por su cause fugitiva.

¿Qué grave falta, qué nefando exceso
manchó mi natal día, en que tan torvos
me miraron el cielo y la fortuna?
¿En qué pequé de niña, cuando el crimen
ignora la existencia, que menguado
de juventud, y desflorado, al huso
de la indómita Parca se tornara
mi fuerte hilo vital? Incautas voces
tu labio esparce; que el fatal evento
mueve arcano poder. Aarcano es todo,
menos nuestro dolor. Mísera prole,
para llorar nacemos, y el motivo
tan sólo el cielo sabe. ¡Oh esperanzas
de las más verde edad! Las apariencias,
por decreto del Padre, eternamente
imperan en el mundo; y por heroica
por docta lira o canto
virtud no luce bajo pobre manto.

Moriremos. Caído el velo indigno
al Orco bajará desnuda el alma
y el cruel error enmendará del ciego
dispensador de males. Y el que hondo
amor y fe me inspira, por quien vano
furor me oprime de implacables anisas,
viva feliz, si es que en la tierra puede
vivir alguien feliz. Por mí no vierta
del avaro tonel licor suave.

Jove, pues que el error murió y el sueño
de mis floridos años. Los más dulces
días de nuestra vida pronto pasan.
Quedan los males, la vejez, la sombra
de la gélida muerte. De los gratos
errores del ayer y ansiados triunfos
el Tártaro me resta, y mi existencia
truncarán triste Diosa
densa noche y orilla silenciosa.


***
Giacomo Leopardi (Recanati, 1798-Napolés, 1837). Poesía y prosa. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1968.
Versión de Miguel Romero Martínez

/

Ultimo canto di Saffo

Placida notte, e verecondo raggio
Della cadente luna; e tu che spunti
Fra la tacita selva in su la rupe,
Nunzio del giorno; oh dilettose e care
Mentre ignote mi fur l'erinni e il fato,
Sembianze agli occhi miei; già non arride
Spettacol molle ai disperati affetti.
Noi l'insueto allor gaudio ravviva
Quando per l'etra liquido si volve
E per li campi trepidanti il flutto
Polveroso dè Noti, e quando il carro,
Grave carro di Giove a noi sul capo,
Tonando, il tenebroso aere divide.
Noi per le balze e le profonde valli
Natar giova trà nembi, e noi la vasta
Fuga dè greggi sbigottiti, o d'alto
Fiume alla dubbia sponda
Il suono e la vittrice ira dell'onda.
Bello il tuo manto, o divo cielo, e bella
Sei tu, rorida terra. Ahi di cotesta
Infinita beltà parte nessuna
Alla misera Saffo i numi e l'empia
Sorte non fenno. À tuoi superbi regni
Vile, o natura, e grave ospite addetta,
E dispregiata amante, alle vezzose
Tue forme il core e le pupille invano
Supplichevole intendo. A me non ride
L'aprico margo, e dall'eterea porta
Il mattutino albor; me non il canto
Dè colorati augelli, e non dè faggi
Il murmure saluta: e dove all'ombra
Degl'inchinati salici dispiega
Candido rivo il puro seno, al mio
Lubrico piè le flessuose linfe
Disdegnando sottragge,
E preme in fuga l'odorate spiagge.
Qual fallo mai, qual sì nefando eccesso
Macchiommi anzi il natale, onde sì torvo
Il ciel mi fosse e di fortuna il volto?
In che peccai bambina, allor che ignara
Di misfatto è la vita, onde poi scemo
Di giovanezza, e disfiorato, al fuso
Dell'indomita Parca si volvesse
Il ferrigno mio stame? Incaute voci
Spande il tuo labbro: i destinati eventi
Move arcano consiglio. Arcano è tutto,
Fuor che il nostro dolor. Negletta prole
Nascemmo al pianto, e la ragione in grembo
Dè celesti si posa. Oh cure, oh speme
Dè più verd'anni! Alle sembianze il Padre,
Alle amene sembianze eterno regno
Diè nelle genti; e per virili imprese,
Per dotta lira o canto,
Virtù non luce in disadorno ammanto.
Morremo. Il velo indegno a terra sparto
Rifuggirà l'ignudo animo a Dite,
E il crudo fallo emenderà del cieco
Dispensator dè casi. E tu cui lungo
Amore indarno, e lunga fede, e vano
D'implacato desio furor mi strinse,
Vivi felice, se felice in terra
Visse nato mortal. Me non asperse
Del soave licor del doglio avaro
Giove, poi che perir gl'inganni e il sogno
Della mia fanciullezza. Ogni più lieto
Giorno di nostra età primo s'invola.
Sottentra il morbo, e la vecchiezza, e l'ombra
Della gelida morte. Ecco di tante
Sperate palme e dilettosi errori,
Il Tartaro m'avanza; e il prode ingegno
Han la tenaria Diva,
E l'atra notte, e la silente riva.

***

Fotografía: Oleo de A. Ferrazzi.

lunes, 10 de abril de 2017

winétt de rokha / madres contra el fascismo












La tempestad es negra, el viento es negro,
el huracán fascista desgaja las puertas, madres de América;
son los tigres de la jungla,
las serpientes arrastrándose entre ciudades floridas,
es una lágrima azul de ardida pólvora.

Pongamos los fusiles en el hombro de nuestros hombres,
defendamos los hijos acaecidos como rosas rojas o amapolas,
defendamos el pan y la leche para sus vidas sin defensa.

Ya se ha enrojecido el diamante de nuestro pecho
y el azahar de las entrañas,
por eso llevamos en el cristal del espíritu un puñal escondido.

En los trigales de la democracia
arde el copihue del heroísmo y el estruendo victorioso de los tambores americanos,
levantémonos junto a la epopeya de las multitudes
mezcladas al clamor de los hambrientos de libertad,
frente a la presencia traidora del fascio.

Llamemos a las puertas de las casas
temblando en las calles como naranjos mojados
como huertas inundadas de miedo en la oscuridad.

Habremos abrazado la tierra,
madres del mundo,
madres del trópico, del Sur, de la pampa sonora,
con el anillo sin medida de nuestra desesperación.

***

Winétt de Rokha (Santiago de Chile, 1892-1951) Oniromancia. Santiago de Chile: Multitud, 1943. El texto está extractado de Javier Bello, Winétt de Rokha. El valle pierde su atmósfera. Edición crítica de la obra poética. Santiago de Chile: Cuarto Propio, 2008.

Fotografía: memoriachilena.cl

domingo, 9 de abril de 2017

william butler yeats / la elección












El intelecto del hombre está obligado a elegir
la perfección de la vida o la del trabajo,
y si toma la segunda debe rechazar
una mansión celeste, furioso en las sombras.
Cuando toda esa historia ha terminado, ¿qué noticias hay?
Con suerte o sin ella el trabajo su marca ha dejado:
esa vieja perplejidad, monedero vacío,
o la vanidad del día, arrepentimiento de la noche.

***
William Butler Yeats (Sandymount, 1865-Menton, 1939). Antología bilingüe. Madrid: Alianza, 1990.
Versión de Enrique Caracciolo.

/

The Choice

The intellect of man is forced to choose
perfection of the life, or of the work,
And if it take the second must refuse
A heavenly mansion, raging in the dark.
When all that story's finished, what's the news?
In luck or out the toil has left its mark:
That old perplexity an empty purse,
Or the day's vanity, the night's remorse. 

sábado, 8 de abril de 2017

gabriela mistral / los sonetos de la muerte












I

    Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.

    Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido.

    Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.

    Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!

II

    Este largo cansancio se hará mayor un día,
y el alma dirá al cuerpo que no quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres, contentos de vivir...

    Sentirás que a tu lado cavan briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente...
¡y después hablaremos por una eternidad!

    Sólo entonces sabrás el por qué no madura
para las hondas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar, sin fatiga, a dormir.

    Se hará luz en la zona de los sinos, oscura;
sabrás que en nuestra alianza signo de astros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir...

III

    Malas manos tomaron tu vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él...

    Y yo dije al Señor: -"Por las sendas mortales
le llevan. ¡Sombra amada que no saben guiar!
¡Arráncalo, Señor, a esas manos fatales
o le hundes en el largo sueño que sabes dar!

    ¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le siegas en flor"

    Se detuvo la barca rosa de su vivir...
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú, que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!

***

Gabriela Mistral (Vicuña, 1889-Nueva York, 1957) Antología poética. Madrid: Santillana, 1980.

Fotografía: Museo Gabriela Mistral de Vicuña

viernes, 7 de abril de 2017

david rosenmann-taub / la víspera











-¿Vinieron ellos?
-Sí.
-¿También Él?
-Sí, también.
-¿Cenaron ellos?
-Sí.
-¿Y Él,
dime,
y Él
cenó,
dime,
cenó?
-No sé
no sé.

   *
*   *

Yo sí lo sé, y, también, la cena, que se heló.

***

David Rosenmann-Taub (Santiago de Chile, 1927). Los despojos del sol. Santiago de Chile: LOM, 2006 (publicado originalmente en 1976)

Fotografía: davidrosenmann-taub.com

jueves, 6 de abril de 2017

thiago de mello / poema cerca del fin








Es indolora la muerte.
Lo que en ella duele es la nada
que la vida hace del amor.
Soplo la flauta encantada,
que ya no da ningún son.
Me llevo una pena leve:
la de no haber sido bueno.
Y nieve, en el corazón.

***

Amadeu Thiago de Mello (Barreirinha, Brasil, 1926) Aún es tiempo. Santiago de Chile: FCE, 1999.
Versión de Santiago Kovadloff

/

Poema perto do fim

A morte é indolor.
O que dói nela é o nada
que a vida faz do amor.
Sopro a flauta encantada
e não dá nenhum som.
Levo uma pena leve
de não ter sido bom.
E no coração, neve.

***
Fotografía: Amazonianarede-Secom

miércoles, 5 de abril de 2017

cecilia vicuña / manera en que descubrí las 2 clases de muerte













de pequeña yo tenía conejos y me gustaban tan-
to que en todo el día no me despegaba de ellos.
los miraba sin cesar pero jamás se me ocurrió
que eran unos animales que comían y así fue
como murieron. yo no podía comprender por qué
había sucedido siendo que ellos sabían que
yo los quería. para mí sólo existía un tipo
de muerte y era la de pena o tristeza.
después, un tío me preguntó qué les daba de
comer a los conejos y yo lo hallé rarísimo.
le dije que no les daba nada, preguntaron a
los grandes y todos contestaron que siendo
míos los animalitos era de suponer que yo los
alimentaba. gran conmoción por la muerte de
los conejos.
todos consideraron que yo era tonta y desna-
turalizada, a mí no me importó, pero pensé
que de ahora en adelante le daría comida a
todas las cosas que me gustaran porque quería
decir que había dos clases de muerte: la de
hambre y la de pena.

***

Cecilia Vicuña (Santiago de Chile, 1948). Publicado en la revista "El corno emplumado". México DF, 1967. Recogido en Tomás Harris et alPoemas de Chile. Santiago de Chile: Ediciones Biblioteca Nacional, 2014.

Fotografía: La Tercera

martes, 4 de abril de 2017

jaroslav seifert / filosofía














Recuerda a los sabios filósofos:
la vida es sino un momento.
Y sin embargo, cuando esperábamos a nuestras novias
fue una eternidad.


***

Jaroslav Seifert (Praga, 1901-1986). Na Vlnách TSF. Praga: Hosta Svazek L., 1925. Para estos propósitos se revisó, igualmente, una versión en idioma inglés de Ewald Osers, The Selected Poetry of Jaroslav Seifert. Suffolk, UK: André Deutsch Limited, 1986.
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Filozofie

Vzpomeňte moudrých filosofů
život není nic než okamžik
a přece když čekávali jsme na své milenky

byla to věčnost.

***

Fotografía: por Hana Hamplová

lunes, 3 de abril de 2017

yevgeny yevtushenko / babi yar














No existe monumento en Babi Yar
Sólo el duro cantil.

Y tengo miedo.
Tengo la misma edad del pueblo hebreo
Hoy me siento un judío en el desierto
que de Egipto escapó.

Me crucifican
y mis manos conservan los estigmas.
Me parece ser Dreyfus, traicionado,
al que juzgan, desprecian, encarcelan;
pero de pie resiste la calumnia
y el grito filisteo.

Las mujeres
me señalan el rostro con sombrillas
dócilmente bordadas en Bruselas.
O me siento, después, como un muchacho
de Bielostok, que frente a la taberna
 —impregnada de vodka y de cebolla  —
ve la sangre nacida de su cuerpo
mientras estalla el pogrom.

Los borrachos
cercan la calle con su grito impuro;
se unen para ganar: "Mata judíos
y salvarás a Rusia."

Y un soldado
me derriba y golpea.

Mientras tanto
un tendero se lleva, ensangrentada,
a mi madre que arrastra por el suelo.

Oh mi Rusia, mi pueblo, pueblo ruso
que no odia ni razas ni naciones.
Cuántas veces, con todo, manos sucias
invocaron tu nombre inmaculado;
cuántos antisemitas se nombraron
"Unión del Pueblo Ruso." Qué vileza.
Porque hoy también, aquí, me siento dentro
de la piel de Anna Frank  —que es transparente
como un ramo de abril.

Me siento lleno
de un absoluto amor.

Sobran las frases
y necesito en cambio que uno a otro
nos miremos de frente.
Como es posible ver y oler un poco
nos prohibieron el cielo y el follaje.
Pero hay algo mejor,
que es estrecharnos
tiernamente en un cuarto que está a oscuras.
 —¿Escuchas esos pasos? Alguien viene.
No tengas miedo, amor, es que se anuncia
la primavera próxima.

Y acércate
quiero besarte nuevamente, acércate.
 —¿Has oído? De nuevo me parece
que están llegando y forzarán la puerta.
No temas nada, amor, es el deshielo,
son las aguas que arrastran ya a los témpanos.

Y en torno a Babi Yar suena la hierba
que ha crecido salvaje desde entonces.
Los árboles nos juzgan. Todo grita
y sus gritos se hicieron de silencio.
Me descubro: también yo soy un grito
de los miles de muertos inocentes
fusilados aquí.

Y siento como
mi cabello encanece.

En cada anciano
y en cada niño fusilado he muerto.

Más viviré para tener memoria,
para nunca olvidarme de todo esto.
Que la Internacional llene los aires
cuando la tierra guarde para siempre
los restos del postrer antisemita.
Esa sangre que impulsan mis arterias
no es la sangre judía;
aunque me odia
como a un hebreo,
cada antisemita.

Y me siento orgulloso y soy por esto
y para siempre un verdadero ruso.

***

Yevgeny Yevtushenko (Zima, Rusia, 1932-Tulsa, Estados Unidos, 2017) Autobiografía precoz. México DF: Ediciones Era, 1969.
Versión de José Emilio Pacheco

/

Бабий Яр

Над Бабьим Яром памятников нет.
Крутой обрыв, как грубое надгробье.
Мне страшно.
Мне сегодня столько лет,
как самому еврейскому народу.

Мне кажется сейчас —
я иудей.
Вот я бреду по древнему Египту.
А вот я, на кресте распятый, гибну,
и до сих пор на мне — следы гвоздей.
Мне кажется, что Дрейфус —
это я.
Мещанство —
мой доносчик и судья.
Я за решеткой.
Я попал в кольцо.
Затравленный,
оплеванный,
оболганный.
И дамочки с брюссельскими оборками,
визжа, зонтами тычут мне в лицо.
Мне кажется —
я мальчик в Белостоке.
Кровь льется, растекаясь по полам.
Бесчинствуют вожди трактирной стойки
и пахнут водкой с луком пополам.
Я, сапогом отброшенный, бессилен.
Напрасно я погромщиков молю.
Под гогот:
«Бей жидов, спасай Россию!» —
насилует лабазник мать мою.
О, русский мой народ! —
Я знаю —
ты
По сущности интернационален.
Но часто те, чьи руки нечисты,
твоим чистейшим именем бряцали.
Я знаю доброту твоей земли.
Как подло,
что, и жилочкой не дрогнув,
антисемиты пышно нарекли
себя "Союзом русского народа"!
Мне кажется —
я — это Анна Франк,
прозрачная,
как веточка в апреле.
И я люблю.
И мне не надо фраз.
Мне надо,
чтоб друг в друга мы смотрели.
Как мало можно видеть,
обонять!
Нельзя нам листьев
и нельзя нам неба.
Но можно очень много —
это нежно
друг друга в темной комнате обнять.
Сюда идут?
Не бойся — это гулы
самой весны —
она сюда идет.
Иди ко мне.
Дай мне скорее губы.
Ломают дверь?
Нет — это ледоход...
Над Бабьим Яром шелест диких трав.
Деревья смотрят грозно,
по-судейски.
Все молча здесь кричит,
и, шапку сняв,
я чувствую,
как медленно седею.
И сам я,
как сплошной беззвучный крик,
над тысячами тысяч погребенных.
Я —
каждый здесь расстрелянный старик.
Я —
каждый здесь расстрелянный ребенок.
Ничто во мне
про это не забудет!
«Интернационал»
пусть прогремит,
когда навеки похоронен будет
последний на земле антисемит.
Еврейской крови нет в крови моей.
Но ненавистен злобой заскорузлой
я всем антисемитам,
как еврей,
и потому —
я настоящий русский!

***
Fotografía: el poeta en 1967, por Fred Stein.