martes, 31 de octubre de 2023

marco cinque / de "muros y mares"













Lo sabía
(A Aylip Kurdi)

*

Lo sabía, sí que lo sabía
nadie antes te lo ha mostrado
aún así siempre has estado ahí
lo sabía, a quién no lo sabía
le ha bastado solo un clic
para decir que no, que no sabía
que no creía que así fuese
le ha bastado un pequeño cuerpo
mostrado como el rostro
de una humanidad mutilada
de su propia humanidad.

Lo sabía aún así no lo veía
y ahora aquí estamos todos, de pie
en esta playa de "lo sabía"
a repetir que ninguno de nosotros lo sabía
y a preguntarnos si y cuando
un día el mar volverá
a regresarnos las conchas

~

Plegaria de una madre

*

El punto exacto
donde cielo y mar se tocan
es el lugar donde van a morir
también los ojos de una madre
y ella, cada vez que mira el mar
con los pies ofrecidos al oleaje
busca allá abajo, en el azul profundo
en el abismo que ha tragado a sus hijos

las olas entonces se vuelven el eterno sudario
sobre el rosario del silencio sin retorno
llora y llora la madre
cada vez que mira el madre
mezcla sus lágrimas
en la sangre dispersa en el agua
en las voces que llaman a los recuerdos
en la foto que aprieta entre las manos

pero tampoco el horizonte entero
puede contener su dolor
tampoco esa belleza desbordada
puede responder a su plegaria

~

Dieciséis días

*

dieciséis días
en el mar
esperando
dieciséis días
arrancados
a las olas

la han encontrado
tan pequeña
sin un nombre
allá abajo, debajo
de un montón de cuerpos
envuelta
en una camilla
los ojos vacíos
asesinados
sin mirada
todavía viva
todavía muerta
desembarcada entre los cadáveres
de sus compañeros

ellos ya no tienen
necesidad del permiso
de residencia
del microchip
de las bases de datos
de los centros de acogida
de los semáforos
de los códigos en las comisarías
de las repatriaciones

dieciséis días
en el mar
la han encontrado
viva sin vida
solo una foto
en los diarios
hoy ya olvidada

~

Fortaleza Europa

*

¿Sientes la hediondez a muerte
en la madera empapada que gime
mientras escondes a tu bebé
de los golpes ardientes del sol?

¿Y la voz de la esperanza, la sientes
callar bajo el aproximar de la ola
con los ojos de mil adioses
bien abiertos como flores de terror?

El mar ya muro de fortaleza
es fuente de inagotable dolor
y traga tu historia jamás florecida
en el cementerio líquido de los sin nombre.

¿Quién llorará tu navidad?
¿A quién le tocará escribir el epitafio
de esta masacre donde ninguno se salva
y todos quedan como culpables?

Está hecho de vergüenza, el mar que
es necesario soportar, el que empuja
a escribir y lamentar, a leer y sufrir
consciente de que nada basta.

La inocencia es ahogada para siempre
en el naufragio de una humanidad olvidada
rota sobre los arrecifes de Ahmetbeyli
o tragada por los flujos de Lampedusa.

Es una descarga para almas pobres
hecha de deshechos desechados que todavía osan
soñar, que golpear a nuestras puertas
cerradas y nosotros, mirando por la mirilla

les dejamos allí a golpear, y golpear
para proteger los bolsillos del corazón
fingiendo no ver, no sentir
olvidando que encerrarse 

es como cerrarse fuera
de nuestra misma vida

~

Buenos días Palestina

*

Buenos días, ¿has dormido bien?
¿La almohada era lo suficientemente
cómoda, la cama confortable?

Mientras te preparas el desayuno
piensa que ellos tienen dos puños
para todo el día: uno de arroz y otro de harina.

Mientras cierras la puerta de tu casa
recuerda que aquellos están
contando y llorando los escombros.

Mientras vas al trabajo (si todavía tienes
la suerte de tener uno) de la otra orilla
se preparan para el enésimo funeral.

Mientras maldices tu vida, reflexionas sobre el hecho
que alguien ya no puede hacerlo y es
condenado a recordar los restos de sus queridos.

Mientras blasfemas al tráfico de retorno
otro impreca contra la lluvia
de misiles hambrientos de carne inocente.

Mientras enciendes la tele y escuchas las últimas
noticias de Gaza, esa tierra violada
se apaga en la sangre, nutriéndose de odio.

Mientras discurres sobre la balanza
de recíprocos aciertos y errores, una de las partes
devora a la otra y el mundo calla sin vergüenza.

Mientras te duermes repensando tu día
imagina solo de despertarte de la otra parte:
Buenos días Palestina, ¿has dormido bien?

~

Capitalismo fascista

*

El fascismo del capital es una
danza macabra, vortice de olvido
una sbornia total de tinieblas donde
ogni più flebile luce implode.

¡Las voces de los árboles son gritos!
¡Los respiros de la tierra un estertor!
¡El agua y el fuego se devoran!
La tempestad del mundo avanza
y nosotros somos engullidos por la nada.

He visto en los ojos de Said
una mirada ya sin horizontes.
He sentido las manos de Nina
las caricias de sueños amputados.

El silencio de la derrota
está violando cada escucha
la sangre de nuestro pasado
continúa a escurrir en el futuro
mientras rezamos al presente
a una feroz violación colectiva.

"¡Madre! ¡Madre!"
continuaba a repetir el huérfano
después de ser asesinado.

"¡Hijo! ¡Hijo!"
respondía la madre desde la tumba
mientras lo retomaba en el vientre.
La tierra ha abortado al humano.
La tierra recupera lo que es suyo.

***
Marco Cinque (Roma, 1957) Muri e mari. E il naufragar non m'è più dolce. Roma: Ensemble, 2014.
Versiones de Nicolás López-Pérez

lunes, 30 de octubre de 2023

teresa shaw / dos poemas











Una carta olvidada entre las páginas de un libro. despierta la memoria. los años pasaron. los sentimientos también. apenas un recuerdo aquel dolor. cuando el mundo se derrumbó. leer esa carta escrita por otra que ya no soy. retroceder en el tiempo. reencontrarme en aquella. prestarle la serena mirada de hoy. liberarla de la pena de entonces. y como en una última despedida decirle adiós. Así morimos así renacemos a cada instante un poco.

~

La luz del sol ilumina una mitad de la casa. el resto permanece en sombra. no sabemos quienes son sus habitantes. las ventanas están cerradas. nadie se asoma. fuera todo es silencio. con el silencio la luz se tiñe de sombra. mientras presta a la sombra algo de su luz. de pronto niños jugando interrumpen el silencio. ellos lo ignoran. ignoran la casa. ignoran el silencio. y en su ignorancia la habitan. con su presencia y sus voces. nada sospechan. Una casa que es mitad luz mitad sombra tiene muchos rincones. rincones para la desnudez. rincones para el sueño. rincones para el rencor. rincones para el olvido. rincones para el amor. estos niños con sus voces los van ocupando. poco a poco casi sin darse cuenta. poco a poco también la casa les descubre su mitad de luz. su mitad de sombra.

***
Teresa Shaw (Montevideo, 1951)

domingo, 29 de octubre de 2023

lorenzo peirano / los que imagino en mi tristeza













A Enrique Volpe


Los que imagino en mi tristeza, seguramente
deambulan por el fuego,
teniendo en la mirada
la hermosa hoguera, el desenfado.

Los que imagino en mi ignorancia, quizás
se reúnen con fantasmas
y conocen los secretos,
los lugares ya invictos de la sombra.

Los que imagino, después de conversar,
los que habitan esas casas
que permanecen deslucidas,
deben reunirse en la vereda,
en los cuadrados,
                     en los números de tiza.

Ellos podrían conducir el torrente que sospecho,
el paseo de los padres,
la certidumbre de calles y refugios.

Los que imagino me imaginan, me atrevo a suponer,
y afirmarán qué envidioso de bandadas,
             qué anfitrión tan descreído
             por las cruces.

Los que imagino, me atrevo a suponer,
imprimirán el truco de mi alma
y con vozarrón atormentado, tal vez dirán,
mejor que yo,
                     lo que tengo que decir. 

***
Lorenzo Peirano (Santiago de Chile, 1962)

sábado, 28 de octubre de 2023

alfonso calderón / de "toque de queda"









Patria

*

La patria
ya no tiene
cumpleaños
sino 
obituarios

~

Soldado

*

Bien mirado
        soldado
¿chispa divina
o casi nada?

~

Adán

*

        Llegas siempre
con retraso.
Ya está todo
prohibido...

~

Juego

*

    El juego feroz
sin lobos ni cerditos.
Cada cual en su sitio.
Nadie se mueva.

~

Alguien

*

        Oh, dolor.
Uomo qualunque.
Yo lo he visto
    morir.

~

Cambios

*

        Cabeza y pies.
Difícil es
que se produzcan
cambios...

~

Amor

*

    No me importuna
            ahora
la mano de la mujer
            ahora
cuando comienza
            la revolución.

***
Alfonso Calderón (San Fernando, 1930-Santiago de Chile 2009)​ Toque de queda. Santiago de Chile: Catalonia, 2023.

viernes, 27 de octubre de 2023

xavier valcárcel / dos poemas













11

Hay en la luz verde de este silencio ojeroso
una sonrisa sutil que despierta.

Rompo galletas
con la certeza de que alguien más comerá
pero sólo la casa exhala
sentada en la posición del loto, de siempre
quieta

rendida ya

de ser otra vez
un grafema.

~

19

La luz tiene la culpa por sus ráfagas.

Insistente en revelar el tiempo en fuga es
la responsable de todas las nostalgias;
así como la lluvia ácida
como la nueva información que todo lo sobresatura
es

el germen que tinta
de belleza
la vorágine.

***
Xavier Valcárcel (Loíza, 1985)

jueves, 26 de octubre de 2023

alejandro duque amusco / exvoto









                                    A Rosa Maria Grillo

(Tumba de Il tuffatore, Paestum)

Una tumba, una lápida fúnebre
y en ella, como perro guardián cerca del amo,

el dibujo de un joven lanzándose
al vacío -finas
hebras del aire.
Espirales.
Columnas.

Un mar lo acoge.
¿Un mar o un cielo adormecido?

El joven cae con lentitud ingrave
igual que una promesa que no termina nunca

de cumplirse: nadador que levita
en una zambullida hacia la luz.

Ay, tuffatore, estás y siempre vuelves,
rebrotas con el Árbol Cenital de inmarchitables ramas

que regalan sus frutos prodigiosos
para salvar los dones de la tierra,

el nudo de las noches y los días,
la espiral del azar,

el amor y la música -dos formas
diferentes de llamar a lo mismo,

el latido del sol
entre el cielo y el mar, la caída y el éxtasis.

Con tu salto la muerte has traspasado.

Todo el espacio abre
ante tu vuelo inmóvil.

Profunda tumba azul.

***
Alejandro Duque Amusco (Sevilla, 1949)

miércoles, 25 de octubre de 2023

ana merino / compañera de celda












No me obligues a vivir
como si cada instante
fuese la tarea acumulada
que dejamos para el último minuto.

Si quieres ser mi cuerpo
no me robes la calma
ni la penumbra de la tarde
que nace tras la bruma
de un bosque encantado.

He huido tantas veces de ti,
pero siempre estás a mi lado.
Tus rodillas y mi forma de llorar,
tus manos y mi sudor,
tus ojos y mi mirada.

No me obligues a vivir
pensando que no tienes ganas
de hacerte vieja conmigo,
que existo en ti por inercia,
que no te importa que me duela
saberte tan frágil.

He tratado de ignorarte,
de evitar la sensación
de tus dedos
cuando sienten la extrañeza
de unos síntomas grises.

Mi angustia
como un aliento fantasma
se aferra al sueño de la vida
y aprende a sonreír
con tu boca a los médicos.

Si quieres ser mi cuerpo
déjame adormecerme en tus párpados,
soñar que somos una sola,
y tú no me traicionas
en la mesa de un quirófano,
que vas a despertarte conmigo
de la misma pesadilla,
que vas a sentirme
más viva que nunca en tu garganta.

No me obligues a madurar
aprendiendo a leer
el mapa de cicatrices de tu cuerpo,
no quiero reconocer otra herida
ni que confundas
el desamor con las enfermedades
y sus nudos de fiebre.

Que no pague tu cuerpo mis pecados
en el naufragio azul de los océanos,
que la distancia sea
un reloj de metal y una tarde de nieve
donde la vida quiera
aprender a besarme en tus labios.

***
Ana Merino (Madrid, 1971)

martes, 24 de octubre de 2023

eduardo milán / decir ahí es una flor difícil










decir ahí es pintar todo de pájaro
decir ahí es estar atraído
por la palabra áspera
cardo
y por el cardenal cardenal
decir ahí es decir todo de nuevo
y empezar por el caballo:
el caballo está solo
ahora está solo
no hay ahora oscuro
no hay ahora de silencio
no hay ahora de palabra
no hay ahora de silencio contra la pared:
el caballo está solo es decir está negro
saltó por encima de la blanca
purísima realidad

el caballo está ahí
fuga
por las hendiduras del día
florescencia
como la luna fluye

el caballo salta por encima de su sombra
salta por encima de su silencio
salta por encima de la realidad
salta por encima
de un universo todavía negro
antes de la suma
antes de la cima
de los colores:
montaña verde sobre cielo azul

la silueta del caballo es colorada
colorada de sol cuando se oculta
ahora se oculta
ahora se hunde en el caballo
moneda de sol
no hay ahora de silencio
no hay ahora de palabra
no hay ahora de caballo

***
Eduardo Milán (Rivera, 1952)

lunes, 23 de octubre de 2023

horacio eloy / cuatro poemas













Cine Carrera

*

Ocurrían cosas curiosas en el
Carrera:
retorcíanse finales
esfumábanse escenas, en
ocasiones especiales los estelares invitaban unos tragos
o bien a disfrutar de unos aromáticos jamaicanos en
los escaños pálidos de la Alameda.
La última Semana Santa
fueron crucificados todos,
absolutamente todos
los sacerdotes del Sanedrín,
en tanto Jesucristo,
junto a Poncio Pilatos,
Marco Valerio Marcial y otros
convertía en tinto y blanco
todos los pozos de Canaán,
las imágenes ardían entre la música
y el pan negro.
Finalmente, Richard Cayo Burton y sus
fieles legionarios regresaron la historia a
su versión oficial.
Ocurrían cosas curiosas en el Carrera
mucha ficción, mucha Literatura.
Hoy sólo espectros nostálgicos
deambulan por su sala,
conmocionados bailan.
Lo saben
lo único posible
sólo un estreno de lápidas.


Cine Novedades

*

Alzado como zigurat
al centro de la calle Cueto,
a pocas cuadras, la Quinta Normal,
en ella, Gary Cooper, Jack Palance,
Errol Flynn y otros de la misma calaña,
hastiados de cabalgatas y tiroteos
remojaban sus gargantas
y descansaban sus almas
fatigadas de tanta sangre,
tanta sangre, tanto polvo.
Luego al crepúsculo el infinito retorno,
los gritos del público, los garabatos al
cojo de turno, las dagas, el veneno,
algunas chicas, el whisky y tanta sangre,
tanto polvo, la maldita rutina.
El Novedades enrollado en cavilaciones metafísicas,
metros y metros y metros de celuloide,
obsesionado leyendo al poeta, Oquendo de Amat,
no dudó un instante
y resuelto apostó contra la muerte,
y se hizo sobrevivencia pura,
pura imagen, pura poesía.
Y no fue iglesia mormona,
no fue templo evangélico,
no fue ashram ni mezquita,
no fue sauna ni baño turco,
no se hizo fábrica de espejos,
no fue boite ni discoteque,
no fue O.N.G. no fue prostíbulo ni hotel tampoco fue.
El Novedades,
esta gigantesca animita
iluminando los cielos
de nuestra ciudad
en redención permanente.

~

Hotel

*

Este hotel
huele a fantasmas,
este hotel
respira azufre y puñales,
sombras deshilachadas
cuelgan de sus paredes,
una coreografía de cicatrices
avanza por sus pasillos.
No son tus quejidos
peregrinando estas sábanas,
no son tus nalgas acechando
estos espejos.
Este cuarto está cargado,
amorcito mío,
vístete y busquemos otro sitio,
acá atisban otras pupilas,
en este hotel no pasa,
alguien nos ganó la mano,
cosita mía.
Este hotel
está teñido
de un luto aún inconcluso.

~

Plaza Almagro

*

Santa Isabel con San Diego,
una pareja con visa al Paraíso,
Benjamín Vicuña Mackenna, su padrino
reflexivo observa desde el Santa Lucía.
La plaza era un collage alucinante,
un cinturón de buses disparándose a la provincia,
el primer rodoviario de la urbe por los años 60.
Desde su monumento
Luis Emilio Recabarren,
escribe y sueña federaciones y confederaciones
marchando por alamedas infinitas.
Al frente, precisos y silenciosos
los libros, los libreros
aquellos buenos vecinos.
Apoteósica la Basílica de los Sacramentos
ilumina con sus campanadas
la fragilidad de los días.
A su diestra desde los Juegos Diana
zarpan amnésicas las naves de la infancia.

***
Horacio Eloy (Santiago de Chile, 1955)

domingo, 22 de octubre de 2023

maria teresa horta / modos de amar







Modo de amar – I

*

Lámeme los pechos
desanúdame la locura

úsame los muslos
devástame el ombligo

ábreme las piernas
ponlas en tus hombros

y lentamente haz lo que te digo:

~

Modo de amar – II

*

Me pondrás bocabajo,
así inclinada...

la nuca al descubierto,
el cuerpo en movimiento...

la cabeza tocando
la almohada,

que los cabellos afloran,
tiempo al tiempo...

Me pondrás bocabajo;
Digo:
arrodillada...

las piernas largas
apoyadas en las sábanas...

y no hay nada, mi amor,
ya nada, que no hagamos como quien consume...

(Me pondrás bocabajo,
así inclinada...

mis pechos colgando
en tus manos cerradas.)

~

Modo de amar – III

*

Es bueno nadar así
encima de tu cuerpo

mientras tú te sumerges ya dentro del mío

Ambos piscinas que a nado atravesamos
de espaldas tú mi amor
de bruces yo

~

Modo de amar – IV

*

Apoyada de espaldas
a tu pecho

en abanico las piernas
abiertas
el vientre inclinado

ambos de pie
formando lentos gestos

las sombras suaves
tumbadas en el suelo

~

Modo de amar – V

*

Dulcemente amor
todavía dulcemente

el tacto es poco
y curvo bajo los labios

y si un anillo en el cuerpo
es saliente
digamos que es por la piedra
en que se rasga

Ópalo enorme
y templado
tan trémulo

dalia supuesta
bajo el calor de la carne

labios cedidos
de pétalos durmientes

Loca ametista
con olores de tarde

Ávidamente amor
con desesperación y calma

las manos subiendo
por la cintura dada
a los dedos puros
en una aridez de playa
que la curvan locos hasta el suelo del salón

Ferozmente amor
con templanza y rabia

las caderas descendiendo como cabras
tan estrechas y duras
que desarman
la tibieza de las mías
que se abren

Y luego los hombros
se inclinas
y los cabellos

desfallecen los muslos que retoman
de las tuyas
el pecado
y lo vence
en cada movimiento en que se doman

Suavemente amor
ahora velozmente

los riñones suspendidos
las muñecas
y las escápulas

el vientre erecto
mientras va creciendo
planta viva entre mis nalgas

~

Modo de amar – VI

*

Inclina los hombros
y deja
que mis manos avancen
en la suave madera

en la densa madeja de tu vientre

Deja
que te entreabra las piernas
dulcemente

~

Modo de amar – VII

*

Segrego el nudo en la curva
de mi espasmo

Y la cumbre más clara
de las rodillas
que desdobladas chorrean de los espejos

o de tus hombros los míos:
flancos
en la luz de mayo

~

Modo de amar – VIII

*

Qué sedosas las piernas

en la penumbra

y las caderas
subidas
en los dedos que las desvían

Entreabro despacio
la grieta – el fondo
la fiebre
de mis labios

y tu lengua
demorada:

toma – muerde
lame
esa humedad escurridiza

~

Modo de amar – IX

*

Se enlazan las piernas
las piernas
y las caderas

el aire estancado
que se extiende
en la habitación

Las piernas que se tumban
a lo largo
bajo las piernas

Y sobre las piernas vencen al gemido

Flor nacida en la tranquilidad de la habitación

~

Modo de amar – X

*

La playa de la memoria
a surcos hecha
a partir de la cintura:

la boca
los hombros

en tu mansa lengua que camina

abriéndome despacio
poco a poco

Globo donde la sed
se eterniza
Piscina donde el tiempo se deshace
la cadera reposada
que inclinas
las piernas estiradas que levantas

Y después
son los dientes que limitan

Luego
están los labios que se amodorran
en el cálido retomar de una saliva
que me penetra al vacío
hasta el vientre

el vínculo del viento
la vastedad del tiempo

el vicio de los dedos

en el cabello

Y el rigor de los cuerpos
que ya olvida
en la más lenta manera de vencerlos

~

Modo de amar – XI
((Tu) Bajo vientre)

*

Nunca se duerme la boca en
tu pecho

mi boca en tu bajo
vientre
bebiendo despacio lo que se
deshace

~

Modo de amar – XII
(Los testículos)

*

Tengo en las manos
tus testículos
y la boca ya tan cerca

que de ellos te siento
el vicio
en un gusto de vino abierto

~

Modo de amar – XIII
(Las piedras – Las piernas)

*

Son las piedras
mis pechos
Son las piernas

piel y suavidad
en el interior de los
labios

rosa de leche
que sube despacio
en la dulce piedra
del moco de mis labios

Son las piedras
mis pechos

Son las piernas

Melocotones desnudos cuerpos
pelados

Saliva encendida
que la lengua va cediendo

el gozo encima...
en la piedra de mis
labios

Juego del cuerpo
rozando el tiempo
que ya pasado sólo sé de memoria,
la mano doliente
como quien masturba entre las rodillas...
una larga historia...

Carretera ocupada
donde se vislumbra
(rodillas desviadas en la almohada)

así abierta el fin de que disfruta
el fruto del olor
todo el fondo
del cuerpo ya cerrado.

~

Modo de amar – XIV
(Las rosas en las rodillas)

*

Son guirnaldas de rosas
alrededor
de las rodillas

El ámbar de tus dientes
en los sentidos

el templo de la boca
en lo cóncavo del espejo
donde mi cuerpo expía
tus gemidos

Es el brote después...
y enseguida la pulpa...

el penetrar del dedo...
El puño del puñal

que en la carne entierras
dulcemente
como quien adormece
lo que es fatal

Es el brezo debajo
y el fuego que calienta
el pez
que se desliza en el ombligo

piscina honda
en la boca más sedienta bordada a escupitajos
en la piel del ombligo

Y si desdigo la fiebre
de tus ojos
luego me entrego a la fiebre
de tu vientre

que va venciendo

las rosas – los escollos
alrededor de las rodillas, dulcemente.

~

Modo de amar – XV
(La boca – La rosa)

*

Se entreabre la boca
en la saliva de la rosa

en lo raso de la brecha
en la fisura de las piernas

Se entreabre la rosa
en la boca que descierra
en la cima del cuerpo
la rosa entreabierta

Y se prolonga la asta
la lengua en la fisura
en la boca de la rosa
en la caverna de las piernas

que ahí se entre-curva

se hunde
se pierde

se entreabre la rosa
entre la boca
de los pétalos

***
Maria Teresa Horta (Lisboa, 1937)
Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

Modo de amar – I

*

Lambe-me as seios
desmancha-me a loucura

usa-me as coxas
devasta-me o umbigo

abre-me as pernas
põe-nas nos teus ombros

e lentamente faz o que te digo:

~

Modo de amar – II

*

Por-me-ás de borco,
assim inclinada...

a nuca a descoberto,
o corpo em movimento...

a testa a tocar
a almofada,

que os cabelos afloram,
tempo a tempo...

Por-me-ás de borco;
Digo:
ajoelhada...

as pernas longas
firmadas no lençol...

e não há nada, meu amor,
já nada, que não façamos como quem consome...

(Por-me-ás de borco,
assim inclinada...

os meus seios pendentes
nas tuas mãos fechadas.)

~

Modo de amar – III

*

É bom nadar assim
em cima do teu corpo

enquanto tu mergulhas já dentro do meu

Ambos piscinas que a nado atravessamos
de costas tu meu amor
de bruços eu

~

Modo de amar – IV

*

Encostada de costas
ao teu peito

em leque as pernas
abertas
o ventre inclinado

ambos de pé
formando lentos gestos

as sombras brandas
tombadas no soalho

~

Modo de amar – V

*

Docemente amor
ainda docemente

o tacto é pouco
e curvo sob os lábios

e se um anel no corpo
é saliente
digamos que é da pedra
em que se rasga

Opala enorme
e morna
tão fremente

dália suposta
sob o calor da carne

lábios cedidos
de pétalas dormentes

Louca ametista
com odores de tarde

Avidamente amor
com desespero e calma

as mãos subindo
pela cintura dada
aos dedos puros
numa aridez de praia
que a curvam loucos até ao chão da sala

Ferozmente amor
com torpidez e raiva

as ancas descendo como cabras
tão estreitas e duras
que desarmam
a tepidez das minhas
que se abrem

E logo os ombros
descaem
e os cabelos

desfalecem as coxas que retomam
das tuas
o pecado
e o vencê-lo
em cada movimento em que se domam

Suavemente amor
agora velozmente

os rins suspensos
os pulsos
e as espáduas

o ventre erecto
enquanto vai crescendo
planta viva entre as minhas nádegas

~

Modo de amar – VI

*

Inclina os ombros
e deixa
que as minhas mãos avancem
na branda madeira

Na densa madeixa do teu ventre

Deixa
que te entreabra as pernas
docemente

~

Modo de amar – VII

*

Secreto o nó na curva
do meu espasmo

E o cume mais claro
dos joelhos
que desdobrados jorram dos espelhos

ou dos teus ombros os meus:
flancos
na luz de maio

~

Modo de amar – VIII

*

Que macias as pernas

na penumbra

e as ancas
subidas
nos dedos que as desviam

Entreabro devagar
a fenda – o fundo
a febre
dos meus lábios

e a tua língua
Vagarosa:

toma – morde
lambe
essa humidade esguia

~

Modo de amar – IX

*

Enlaçam as pernas
as pernas
e as ancas

o ar estagnado
que se estende
no quarto

As pernas que se deitam
ao comprido
sob as pernas

E sobre as pernas vencem o gemido

Flor nascida no vagar do quarto

~

Modo de amar – X

*

A praia da memória
a sulcos feita
a partir da cintura:

a boca
os ombros

na tua mansa língua que caminha

a abrir-me devagar
a pouco e pouco

Globo onde a sede
se eterniza
Piscina onde o tempo se desmancha
a anca repousada
que inclinas
as pernas retezadas que levantas

E logo
são os dentes que limitam

mas logo
estão os labios que adormentam
no quente retomar de uma saliva
que me penetra em vácuo
até ao ventre

o vínculo do vento
a vastidão do tempo

o vício dos dedos

no cabelo

E o rigor dos corpos
que já esquece
na mais lenta maneira de vencê-los

~

Modo de amar – XI
((Teu) Baixo ventre)

*

Nunca adormece a boca no
teu peito

a minha boca no teu baixo
ventre
a beber devagar o que é
desfeito

~

Modo de amar – XII
(Os testiculos)

*

Tenho nas mãos
teus testiculos
e a boca já tão perto

que deles te sinto
o vício
num gosto de vinho aberto

~

Modo de amar – XIII
(As pedras – As pernas)

*

São as pedras
meus seios
São as pernas

pele e brandura
no interior dos
lábios

rosa de leite
que sobe devagar
na doce pedra
do muco dos meus lábios

São as pedras
meus seios

São as pernas

Pêssegos nus corpo
descascados

Saliva acesa
que a língua vai cedendo

o gozo em cima...
na pedra dos meus
lábios

Jogo do corpo
a roçar o tempo
que já passado só se de memória,
a mão dolente
como quem masturba entre os joelhos...
uma longa história...

Estrada ocupada
onde se vislumbra
(joelhos desviados na almofada )

assim aberta o fim de que desfruta
o fruto do odor
o fundo todo
do corpo já fechado.

~

Modo de amar – XIV
(As rosas nos joelhos)

*

São grinaldas de rosas
à roda
dos joelhos

O âmbar dos teus dentes
nos sentidos

O templo da boca
no côncavo do espelho
onde o meu corpo espia
os teus gemidos

É o gomo depois...
e em seguida a polpa...

o penetrar do dedo...
O punho do punhal

que na carne enterras
docemente
como quem adormenta
o que é fatal

É a urze debaixo
e o fogo que acalenta
o peixe
que desliza no umbigo

piscina funda
na boca mais sedenta bordada a cuspo
na pele do umbigo

E se desdigo a febre
dos teus olhos
logo me entrego à febre
do teu ventre

que vai vencendo

as rosas – os escolhos
à roda dos joelhos, docemente.

~

Modo de amar – XV
(A boca – A rosa)

*

Entreabre-se a boca
na saliva da rosa

no raso da fenda
na fissura das pernas

Entreabre-se a rosa
na boca que descerra
no topo do corpo
a rosa entreaberta

E prolonga-se a haste
a língua na fissura
na boca da rosa
na caverna das pernas

que aí se entre-curva

se afunda
se perde

se entreabre a rosa
entre a boca
das pétalas

sábado, 21 de octubre de 2023

anne boyer / no escribir










Cuando no estoy escribiendo, no estoy escribiendo una novela llamada 1994 sobre una joven en un parque de oficinas de una ciudad de provincias que tiene un trabajo cortando y pegando el tiempo. No estoy escribiendo una novela llamada Nerón sobre la estrella del arte más rica del mundo en el espacio.  No estoy escribiendo un libro titulado Kansas City Spleen.  No estoy escribiendo una secuela de Kansas City Spleen llamada La puta de Maldoror. No estoy escribiendo un libro de filosofía política titulado Preguntas para poetas. No estoy escribiendo unas memorias escandalosas.  No estoy escribiendo unas memorias patéticas. No estoy escribiendo unas memorias sobre poesía o amor.  No estoy escribiendo unas memorias sobre la pobreza, el cobro de deudas o la quiebra.  No escribo sobre los tribunales de familia.  No estoy escribiendo unas memorias porque las memorias son para los propietarios y no estoy escribiendo unas memorias sobre las prohibiciones de las memorias.

Cuando no escribo memorias, tampoco escribo ningún tipo de poesía, ni poemas en prosa contemporáneos o no, ni poemas hechos de fragmentos, ni poemas apretados y comprimidos, ni poemas sueltos y conversacionales, ni poemas conceptuales, ni poemas virtuosos que empleen muchos tipos diferentes de recursos eufónicos, ni poemas con epifanías ni poemas sin epifanías, ni poemas documentales sobre momentos políticos recientes, ni poemas cargados de alusiones a la teoría crítica y a la canción popular.

No estoy escribiendo Saliendo de la Estación de Atocha de Anne Boyer y ciertamente no estoy escribiendo Nadja de Anne Boyer aunque me gustaría escribir Deuda de Anne Boyer aunque no estoy escribiendo también La Ideología Alemana de Anne Boyer y no estoy escribiendo un guión llamado Esparticistas.

No estoy escribiendo un relato de mí mismo más miserable que Rousseau.
No estoy escribiendo un relato de mí mismo más inocente que Blake.

No estoy escribiendo poesía épica aunque me gusta lo que dijo Milton sobre que los poetas líricos deberían beber vino mientras que los poetas épicos deberían beber agua de un cuenco de madera. Me gustaría beber vino de un cuenco de madera o beber agua de una botella de vino vacía.

No estoy escribiendo un libro sobre ir de compras, que es una mujer de compras.
No estoy escribiendo relatos de sueños, ni míos ni de nadie.
No estoy escribiendo recreaciones históricas de ninguna literatura duradera.

No estoy escribiendo nada que alguien me haya pedido o esté esperando, ni un ensayo poético ni ningún otro tipo de ensayo, ni una respuesta a una mesa redonda, ni respuestas a una entrevista, ni sugerencias de escritura para escritores jóvenes, ni mis pensamientos sobre teoría crítica o canciones populares.

No estoy escribiendo una nueva constitución para la república sin historia.
No escribo un testamento ni un informe médico.

No escribo actualizaciones de estado de Facebook. No escribo notas de agradecimiento ni disculpas. No escribo artículos para conferencias. No escribo reseñas de libros. No escribo reseñas.

No escribo sobre arte contemporáneo. No escribo relatos de mis viajes.  No escribo reseñas para The New Inquiry, ni artículos para Triple Canopy, ni nada para Fence. No escribo un recuento diario de mis lecturas, actividades e ideas.   No escribo novelas de ciencia ficción sobre el problema de la idea de la autonomía del arte ni novelas de ciencia ficción sobre el problema de una sociedad con una sola ley: el consentimiento.  No escribo historias basadas en las ideas no escritas de Nathaniel Hawthorne. No estoy escribiendo perfiles de citas en línea.  No escribo comunicados anónimos.  No escribo libros de texto.

No estoy escribiendo una historia de estos tiempos, ni de tiempos pasados, ni de tiempos futuros, ni siquiera la historia de estas visiones que me acompañan todo el día y toda la noche.

***
Anne Boyer (Topeka, 1973)
Versión de de Nicolás López-Pérez

/

Not writing

*

When I am not writing I am not writing a novel called 1994  about a young woman  in  an  office park  in a  provincial town who has a job  cutting  and pasting time. I am not writing a novel called Nero about the world's richest art star in space.  I am not writing  a book  called Kansas City Spleen.  I am not writing a sequel to Kansas City Spleen called Bitch's Maldoror. I am not writing  a  book of  political  philosophy called Questions for Poets. I am not writing a scandalous memoir.  I am not writing a pathetic memoir. I am not writing  a  memoir  about  poetry  or  love.  I am not writing a memoir about poverty,  debt  collection,  or  bankruptcy.  I   am  not  writing   about family court.  I am not writing a memoir because memoirs are for property owners and not  writing a memoir about  prohibitions of memoirs.

When  I am not writing a memoir  I am also not writing any kind of  poetry, not  prose  poems  contemporary   or  otherwise,  not  poems made  of fragments,  not tightened and  compressed poems, not loosened and  conversational poems, not conceptual  poems, not virtuosic poems employing many different  types of  euphonious devices, not poems with epiphanies and not poems  without,  not  documentary  poems about recent political moments, not  poems  heavy with allusions to critical theory and popular song.

I am not writing "Leaving the Atocha Station" by Anne Boyer and certainly  not  writing  "Nadja"  by  Anne Boyer though would like to write "Debt" by  Anne Boyer  though  am  not  writing  also  "The  German Ideology" by Anne  Boyer  and not writing a screenplay called "Sparticists."

I am not writing an account of myself more miserable than Rousseau.
I am not writing an account of myself more innocent than Blake.

I am not writing epic poetry although I like what Milton said about lyric poets drinking wine while epic poets should drink water from a  wooden bowl. I would like to drink wine from a wooden  bowl  or to drink  water from an emptied bottle of wine.

I am not writing a book about shopping, which is a woman shopping.
I am not  writing  accounts  of  dreams,  not  my own or anyone else's.
I am not writing historical re-enactments of any durational literature.

I am not writing anything that anyone  has requested of me or is  waiting on,  not  a  poetics  essay  or any other sort of essay, not a  roundtable response, not interview responses, not writing prompts for younger writers, not my thoughts about critical theory or popular songs.

I am not writing a new constitution for the republic of no history.
I am not writing a will or a medical report.

I am  not  writing  Facebook status updates. I am not writing thank-you notes or apologies. I am not writing conference papers. I am not writing book reviews. I am not writing blurbs.

I  am not writing  about contemporary  art. I am  not writing  accounts of my travels.  I am  not writing  reviews for  The New Inquiry and not writing pieces for Triple Canopy and not writing anything for Fence. I am not writing a  daily  accounting  of my reading, activities, and ideas.   I am not writing  science  fiction  novels  about  the  problem  of  the idea of the autonomy  of  art  and  science  fiction  novels about the problem of a society with  only  one  law  which  is  consent.  I am  not  writing stories based on Nathaniel Hawthorne's unwritten story ideas. I am not writing online dating profiles.  I am not writing anonymous communiqués.  I am not writing textbooks.

I am not writing a history of these times or of past times or of any future times and not even the history of these visions which are with me all day and all of the night.

viernes, 20 de octubre de 2023

boris pasternak / dos poemas









Alma

*

Alma mía, que sufres
por los que te rodean,
te has convertido en el sepulcro
de todos los que penan en la tierra.

Sus cuerpos embalsamas,
les consagras tus versos,
la lira, sollozante,
alza por ellos un lamento.

En nuestra época egoísta
defiendes el temor y la conciencia
como una urna funeraria
donde reposen sus cenizas.

Los tormentos de todos
te han puesto de rodillas.
Hueles a polvo de cadáver,
a fosas y a obitorios.

Alma mía, escudilla,
de todo, todo aquello que aquí has visto,
Has ido haciendo una mixtura
triturando, lo mismo que un molino.

Y muele todavía
cuanto me ha sucedido,
casi cuarenta años de esta vida,
en humus de las tumbas.

~

Eva

*

Los árboles se inclinan sobre el río,
y el mediodía en los acantilados
de la costa arrojó hacia los remansos
como una red de pescador, las nubes.

Como una inmensa red, el cielo se hunde,
y en este cielo, como en una trama,
nada la multitud de los bañantes:
Hombres, mujeres, niños.

Cinco o seis salen por el mimbreral
hacia la orilla, silenciosamente,
y retuercen sus mallas
encima de la arena.

Y son los nudos de la tela como
culebras que se anillan y revuelven,
como si la serpiente tentadora
se agazapara entre las hebras húmedas.

Oh mujer, en tus gestos y en tus ojos
no hay engaño posible para mí.
Eres como una mano en la garganta
cuando la ahoga la emoción.

Fuiste formada como en un bosquejo,
como un trazo insinuado de otro ciclo,
como si de verdad, mientras dormía,
te hubieras levantado de mi tórax

Y al instante ya huyeras de mis manos
y eludieras mi abrazo, mujer, toda
tú asombro y miedo, angustia
del corazón del hombre.

***
Boris Pasternak (Moscú, 1890-1960)
Versiones de Pablo Anadón

jueves, 19 de octubre de 2023

luigia sorrentino / un poema











un derrumbe, cae la tierra
nadie la detuvo,
el refugio en el hueco
entre roca y roca
la última noche
el frío la ahuyentó
frágil, sin ojos
allí donde quiere dormir
una mano hueca de viento
la encontró hambrienta
el vacío le hizo
peñasco

***
Luigia Sorrentino (Napoli, 1963)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

frana il terreno, scende,
nessuno lo fermava,
il rifugio nella cavità
tra roccia e roccia
l’ultima notte
il freddo lo ha scacciato
gracile, senza più occhi
là dove vuole dormire
un cavo di mano di vento
lo ha trovato affamato
il vuoto gli ha fatto
da scoglio

miércoles, 18 de octubre de 2023

carmen berenguer / plaza de la dignidad













La plaza de la dignidad fue nuestro sueño
Imaginado en aquellos días dignos ganados a puro martirio
desangrándonos en esta plaza escuchando tus letras Víctor Jara
la hicimos sentida y abrazada coreando el 18 de octubre del año 2019
día jueves del estallido a las 8 de la mañana
y que no se nos olvide
escuchando tus ecos
tus risas
tu llanto
esos coros
cantando canciones de nuestro memorial inolvidable
siguen y pertinentes resonando como si la plaza fuera tuya
de nosotros fuera mía
en mis oídos tus vibraciones sutiles
a veces pasos
a veces gritos
corriendo llegaron a estas calles
donde nacimos oliendo sudores idos
el olor de la camisa del padre desaparecido
la madre refugiada en su falda
guardada en la lucha de antaño
retomando el sentido denostado que estuvo en estas calles
ese olor inconfundible que no perdimos
ni en el girón de esta esquina
ni en todas las plazas con banderas oteando su orgullo de trapo
tricolor
en los colores de mi infancia
Ágora emblemática en el estallidos en el año 1949
con harapos malditos de una marcha callejera
creamos sus vórtices en los rincones de la urbe
centro de concentraciones
taconeando en los balcones de mi cuadra
“Y quién lo mató y quien lo vengará’’
resonaba sola la huella de ese grito en la marcha por el salario
Se nos hizo costumbre salir a pelear por las chauchas
atisbando ráfagas
palos
y perdigones
Vocería aguda cuando salimos en 1957
porque subieron la micro en la batalla de Santiago
cuando cumplí los quince años
y los canallas en la sombra dieron la orden de matar
rasgando las cuerdas en la voz de Violeta Parra
‘me gustan los estudiantes’
Esta plaza la planeamos con argumentos
la chillamos en todas las plazas de Chile
y la siento tan mía desde el día que tomamos la calle
hasta botar la tiranía
En esta misma plaza nos mordimos la amargura el 11 de septiembre de 1973
día que nos robaron el sueño de abrir las alamedas
y como en una novela negra masticamos su polvo y su dolor agrio en el pecho
Esta Ágora chilla de ira y rebeldía de esquina a esquina su vocería
Esta plaza la creamos a punta de sacarle al lápiz
raspando las páginas de la historia
en tinta roja de sangre de mi río
río de callampas visibles en el territorio
impresos brotes siniestros desde la pampa
río de cadáveres pasan
desde las cumbres hasta los acantilados
Este río de sangre nos otea desde las piedras hasta el mar
Un día sin darme cuenta unos pasos nuevos
se oían por calles aledañas
una canción nueva coreando sus laderas
era el estallido!
Y se llenó de fuego mi corazón triste
antorchas ardientes vinieron del horizonte
a encender la mecha las voces del sur
a prender el fuego en las barricadas
Nunca el cielo fue más rojo en el aire
por los aires
otro tiempo prefiguraba el entorno
coreando como huracán de voces
Se llenó la plaza en esta síntesis del horror vivido
sus paraderos en las cuadraturas de sus calles horizontales
donde pisamos muertos bajo sus escombros
se escribió a paletadas con colores risueños los muros de la ciudad
cada día al cementerio patio 29 en donde tú estabas
sintiendo esta nueva asonada callejera
como ecos del pasado
sin claudicar rayando lágrimas en las paredes de los muros
la sombra de tu madre
arrastrando los pies cansados de ir a los tribunales
con una foto bajo su cuello
La tía Elsa
la encontré en los jardines del antiguo Congreso
en una movilización por el salario en el siglo pasado
joven en aquel encuentro
es que nadie sabe de qué manojo de viejas vengo
cuando me lavaban el poto en las acequias
tía Elsa huérfana y proletaria siempre alegre
nos abrazamos rodeadas de trabajadoras
a temprana edad se educó en la Casa Nacional del Niño
donde yo nací
aprendió el oficio de hacer sandalias de cuero
No olvidaré esa imagen
porque desde ese importante momento la volví a ver
en cada marcha de mi vida
los días viernes como siempre
dignamente hacia la caminata final
tantas veces hasta la llegada de los nietos
para recuperar el habla
de nuestra memoria humillada tan injusta
esta historia ha sido trasmitida palabra a palabra
Y se encendió la mecha.
empezó
el aullido en la plaza
los estudiantes en el metro
el 25 de octubre
la más grande
marcha
las barras
la Sinfónica
cicletada
motochorreada ronca
la salud
los profes
jubilados
universitarios
feministas
escritores
descolgados
apuntan al panfleto que echan a volar
la rabia que produce ira
que se transforma
en lucha y rebelión
callejera
empezó
barricadas
el fuego
símbolos de la desigualdad
y sus mercados del mal
modelo neoliberal
la banca
metro
plaza de baratijas de marcas
llámese estallido
llámese explosión
llámese reyerta
llámese pueblo
rabia
ira
aullido
pase libre
Chile
mestizo
indígena
la mujer
abuela
las madres de los desaparecidos
la diversidad sexual
las leslas
las tías
los niños
toques de queda
milicos
terror
detenidos
asesinados
sin ojos.
balas
balines
perdigones
bombas
gas pimienta
y golpes
muchos golpes
sobajeos
vejaciones
violaciones
tortura
violencia
maltratos
miserables
esbirros
clase mala
púdranse!
acuso a este gobierno de destruir el país
destrozar su juventud
maltratar a sus viejos
abusar a las mujeres
de haber puesto tanquetas en la calle
en el levantamiento ciudadano
de haber declarado la guerra
en esta escena
golpeando
sobornando
infiltrando
realizando montajes
relato viejo del mercado neoliberal y líquido
curaremos las heridas a los ojos al cuerpo
escribiremos nuestra poética en la alameda chilena

***
Carmen Berenguer (Santiago de Chile, 1946) Plaza de la dignidad. Santiago de Chile: Mago Editores, 2020.
Fotografía de Carlos Jerez Berenguer

martes, 17 de octubre de 2023

pablo de rokha / arquitectura de la vida dispersa













Parece a veces la vida se suspende, se detiene, y el hombre, espantado, se asoma al hueco de la forma vaciada, como un caballo a un abismo. Entonces nos miramos, y decimos que es tiempo ni sueño ni espacio que fluye, gran figura de instantes detenidos, y que no es una ni muchas, sino todas las cosas sumadas con relación a esa inmensa ley de humo que es el alma.

Por eso viviendo se comprende más que pensando, porque vivir es pensar, con todos los músculos. Y así, el niño, que ignora su destino, el sentido de su destino y su límite, es el único que conoce lo que persigue porque persigue la vida dispersa, el acto ilustre, alegre de vivir, ingrávido, sosteniendo los sucesos en la punta de la voluntad, en la llama de la voluntad, que existe, únicamente, como voluntad del mundo. 

El universo con el individuo.

Cuando todos los actos se dirigen hacia un fin se produce aquello de que el proyecto devora al acto, aplasta al acto, se hace tan grande o más grande que el acto, de lo que se desprende aquella intención superior a la vida, y es igual a echar el mar adentro de una guitarra. ¿Habría que recoger acciones como quien recoge naranjas o castañas y organizar designios con frutos botados? No. Radica la sabiduría en dirigir la caída de la avellana; en obtener, en adquirir, en atraer e imponer, total, la verdad de la fruta madura, así, así como no desviando la naturaleza, como metiéndose entre las rendijas, entre los caminos de la naturaleza, como el pulgón en la manzana, así no se extravían las brújulas en las brújulas. Aquella mujer desnuda que juega con su virginidad, como un niño con una rosa, adentro del alma del mundo, y no es nunca la misma, ¿no significará la necesidad de lo imprevisto, de lo incalculado y aun de lo absurdo?

Es menester dar sentido a la vida, perfectamente. Pero dejar fluir, dejar correr lo sucesivo, dejar que penetre la vida en nosotros y nos traspase y nos rebalse como el agua el cántaro de alegre barro, es también dar un sentido a la vida, es, posiblemente, dar a la vida el sentido de la vida. Por eso, el hombre muerto, caído de carnes, posee forma de árbol, por eso recuerda el grande ramaje, en donde soplan y cantan, libres, los vientos eternos del universo. Y es menester también comprender que el hueso es el genio de la anatomía, y que el hueso es hueco como caña de río o como flauta de niño o lo mismo que si quisiese dejar pasar por adentro los chorros obscuros del mundo, los llantos obscuros del mundo, la gran tonada que nadie entiende nunca, jamás nunca, porque tiene los oídos tapados con actos. Acostado a la orilla de uno mismo, sobre la tierra gozosa, y blanda como cama de casados, rico en pereza y en sol, el hombre adquiere su derecho.

Cuando yo ando más distraído, hablando o cantando solo, es cuando mi porvenir es definitivo, es cuando aquella gran incógnita se define, lo mismo que cuando duermo.

Y es conversando con pájaros y con mujeres, con estos pequeños animales infantiles, que son todo ojos, y. manejan el pecho muy tibio, cómo se comprende la transparencia del mundo, la transparencia azul del mundo, su del hombre,

Ecuación de estrella florida.

Sobre el hombre desocupado, lejano, solitario, inmerso en los ojos dormidos, maduran el tiempo y los fenómenos de conciencia, de repente, y sucede lo que sucede cuando la granada o la muchacha se abren y entran el sol y el hombre y parece que sucediese la verdad, y parece que resplandece lo absoluto, y es mentira, porque son las chispas de la razón que se quiebra contra ella, lo mismo que montaña rajada o hierro ardiendo, enormemente, pero la razón no es la verdad, nó, la razón no es la verdad, porque la verdad es la razón de la razón y otras cosas.

No es, precisamente, cuestión de obrar o no obrar, ni de andar o no andar dejando que el infinito disponga de nosotros, a la manera de las banderas del viento; es cuestión de hacerse el tonto con el mundo, de hacerse el leso con el mundo, y sonreír con la sonrisa blanca del almendro. 

Como un sauce a la orilla del agua, el hombre se retrata, se sumerge, se contempla en Dios, permaneciendo y, a la vez, borrado, desparramado. Es porque el hombre es como una gran ola del universo, es porque el hombre es quien contiene, íntegras, la dimensión vital, el pulso del mundo, el sentido de todas las cosas invisibles, como todos los barcos cruzan la gota redonda y clara. Entonces, es menester que el hombre no sea tan hermético, que se oponga a Dios, ni tan ecléctico, que se deshaga en Dios, que se disuelva en Dios, negándose. Cerrado con barros permeables, que si se sumergen, en vino, llenan de vino el corazón de las vasijas, cerrado con la anchura ilimitada, cerrado con el vacío de todos los muros, y el horizonte humano.

Cuando el hombre dirige su objeto, todas las cosas, absolutamente todas las cosas, caminan con él, jugando a la distracción principal de las abejas. 

Caminante sin sentido, caminante sin dominio, sin camino, parece aquel que define distrayéndose, cogiendo acciones perdidas, acciones vagabundas, acciones deshechas, despreocupado como los pájaros de otoño y las colegialas...

Pero es novela.

La voluntad obstinada del destino, adelgaza el destino, disminuye su actitud de horizonte, emigra. Quizá le sucede lo que a la cuerda demasiado tensa: busca la curva.

O lo mismo que quien se propone cavar un abismo y cava y cava y cava, abriendo, aumentando, inmensamente, y concluye en planicie.

Y como aquellos que quedaron ciegos por exceso de ojos.

***
Pablo de Rokha (Licantén, 1894-Santiago de Chile, 1968)
Estatua del poeta en Licantén, por Kako Calquín