miércoles, 18 de octubre de 2023

carmen berenguer / plaza de la dignidad













La plaza de la dignidad fue nuestro sueño
Imaginado en aquellos días dignos ganados a puro martirio
desangrándonos en esta plaza escuchando tus letras Víctor Jara
la hicimos sentida y abrazada coreando el 18 de octubre del año 2019
día jueves del estallido a las 8 de la mañana
y que no se nos olvide
escuchando tus ecos
tus risas
tu llanto
esos coros
cantando canciones de nuestro memorial inolvidable
siguen y pertinentes resonando como si la plaza fuera tuya
de nosotros fuera mía
en mis oídos tus vibraciones sutiles
a veces pasos
a veces gritos
corriendo llegaron a estas calles
donde nacimos oliendo sudores idos
el olor de la camisa del padre desaparecido
la madre refugiada en su falda
guardada en la lucha de antaño
retomando el sentido denostado que estuvo en estas calles
ese olor inconfundible que no perdimos
ni en el girón de esta esquina
ni en todas las plazas con banderas oteando su orgullo de trapo
tricolor
en los colores de mi infancia
Ágora emblemática en el estallidos en el año 1949
con harapos malditos de una marcha callejera
creamos sus vórtices en los rincones de la urbe
centro de concentraciones
taconeando en los balcones de mi cuadra
“Y quién lo mató y quien lo vengará’’
resonaba sola la huella de ese grito en la marcha por el salario
Se nos hizo costumbre salir a pelear por las chauchas
atisbando ráfagas
palos
y perdigones
Vocería aguda cuando salimos en 1957
porque subieron la micro en la batalla de Santiago
cuando cumplí los quince años
y los canallas en la sombra dieron la orden de matar
rasgando las cuerdas en la voz de Violeta Parra
‘me gustan los estudiantes’
Esta plaza la planeamos con argumentos
la chillamos en todas las plazas de Chile
y la siento tan mía desde el día que tomamos la calle
hasta botar la tiranía
En esta misma plaza nos mordimos la amargura el 11 de septiembre de 1973
día que nos robaron el sueño de abrir las alamedas
y como en una novela negra masticamos su polvo y su dolor agrio en el pecho
Esta Ágora chilla de ira y rebeldía de esquina a esquina su vocería
Esta plaza la creamos a punta de sacarle al lápiz
raspando las páginas de la historia
en tinta roja de sangre de mi río
río de callampas visibles en el territorio
impresos brotes siniestros desde la pampa
río de cadáveres pasan
desde las cumbres hasta los acantilados
Este río de sangre nos otea desde las piedras hasta el mar
Un día sin darme cuenta unos pasos nuevos
se oían por calles aledañas
una canción nueva coreando sus laderas
era el estallido!
Y se llenó de fuego mi corazón triste
antorchas ardientes vinieron del horizonte
a encender la mecha las voces del sur
a prender el fuego en las barricadas
Nunca el cielo fue más rojo en el aire
por los aires
otro tiempo prefiguraba el entorno
coreando como huracán de voces
Se llenó la plaza en esta síntesis del horror vivido
sus paraderos en las cuadraturas de sus calles horizontales
donde pisamos muertos bajo sus escombros
se escribió a paletadas con colores risueños los muros de la ciudad
cada día al cementerio patio 29 en donde tú estabas
sintiendo esta nueva asonada callejera
como ecos del pasado
sin claudicar rayando lágrimas en las paredes de los muros
la sombra de tu madre
arrastrando los pies cansados de ir a los tribunales
con una foto bajo su cuello
La tía Elsa
la encontré en los jardines del antiguo Congreso
en una movilización por el salario en el siglo pasado
joven en aquel encuentro
es que nadie sabe de qué manojo de viejas vengo
cuando me lavaban el poto en las acequias
tía Elsa huérfana y proletaria siempre alegre
nos abrazamos rodeadas de trabajadoras
a temprana edad se educó en la Casa Nacional del Niño
donde yo nací
aprendió el oficio de hacer sandalias de cuero
No olvidaré esa imagen
porque desde ese importante momento la volví a ver
en cada marcha de mi vida
los días viernes como siempre
dignamente hacia la caminata final
tantas veces hasta la llegada de los nietos
para recuperar el habla
de nuestra memoria humillada tan injusta
esta historia ha sido trasmitida palabra a palabra
Y se encendió la mecha.
empezó
el aullido en la plaza
los estudiantes en el metro
el 25 de octubre
la más grande
marcha
las barras
la Sinfónica
cicletada
motochorreada ronca
la salud
los profes
jubilados
universitarios
feministas
escritores
descolgados
apuntan al panfleto que echan a volar
la rabia que produce ira
que se transforma
en lucha y rebelión
callejera
empezó
barricadas
el fuego
símbolos de la desigualdad
y sus mercados del mal
modelo neoliberal
la banca
metro
plaza de baratijas de marcas
llámese estallido
llámese explosión
llámese reyerta
llámese pueblo
rabia
ira
aullido
pase libre
Chile
mestizo
indígena
la mujer
abuela
las madres de los desaparecidos
la diversidad sexual
las leslas
las tías
los niños
toques de queda
milicos
terror
detenidos
asesinados
sin ojos.
balas
balines
perdigones
bombas
gas pimienta
y golpes
muchos golpes
sobajeos
vejaciones
violaciones
tortura
violencia
maltratos
miserables
esbirros
clase mala
púdranse!
acuso a este gobierno de destruir el país
destrozar su juventud
maltratar a sus viejos
abusar a las mujeres
de haber puesto tanquetas en la calle
en el levantamiento ciudadano
de haber declarado la guerra
en esta escena
golpeando
sobornando
infiltrando
realizando montajes
relato viejo del mercado neoliberal y líquido
curaremos las heridas a los ojos al cuerpo
escribiremos nuestra poética en la alameda chilena

***
Carmen Berenguer (Santiago de Chile, 1946) Plaza de la dignidad. Santiago de Chile: Mago Editores, 2020.
Fotografía de Carlos Jerez Berenguer

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