I
Tunupa es como el viento frío que arde en el regazo de los rayos
cuando bailan en el ombligo del lago Titicaca. ¿Es un señor?, ¿es un
Dios?, o ¿es un niño? Mientras le extiendo parawitas de amor en esta
rueca que conjura a la nevada fría que nos hace mujeres innatas,
duras y fogosas, mientras de nuestros vientres cuchillitos de amor se
tejen en las pampas del Allin Qhapaq.
Tunupa Saq'ra, rikuyta munayki, (Tunupa quiero verte),
¡Hamuy! (¡Ven!)
Kay pachapi kani, (aquí encima estoy),
¿Qan, maytataq purishanki? (¿tú, donde andas?)
Soy tu amante que mira de lejos
soy tu amante que quiere pagarle a la muerte,
esas dos memorias de mi sombra en celos,
Soy tu amante, quiero enredarte en mi suerte
tú tiempo roto en el sur y el norte me fijan en tus festejos.
¡Soy tú amante en el ukhu pacha y el kaypacha!
Esos chiringuitos te bailan sus
cuerdas
BEBIÉNDOSE AL SOL en la luna
de esos tus ombligos y nos miramos
en silencio. Shu... No quiero
despertarme quiero quitarme el
cabello del sol cuando tu ríes o
lloras.
¡Soy tu amante!
Hamuy chiri uchuhina Ven como el ají.
Hamuy, tusuykusunchis Ven bailaremos
k’usillu hina asisunchis como los monos reiremos
¡Hamuy! ¡Ven!
Paqarisunchis ñuñu pataypi Amaneceremos encima de mis pechos.
Upyaykuway q’uñi lichitahina Bébeme como a la leche tibia.
Es el tiempo de las ruecas que tejen el fin del mundo en los pinceles
de la chilliwa. Los rayos disparan, arcoíris mojados. En la fiesta del fin
del mundo existe una puerta llamada Amaru Muru. Esa es la casa de
Amaru.
II
LAYQAKUQ
SAQRA
tú sabes que no tengo miedo,
mientras camino mirándote.
De cerca como minera desahuciada
en la flojera te corto el pelo
y tu ríes sin parar.
Layqakuq es el padre
de mis risas paganas en el sol.
Qulliri es el brazo de mi mano
que te besa
y cuando ríes de dolor
yo no te miro.
Cántame despacito,
no toques mi voz,
no duermas en el sonido.
¿Quieres verme?
No existo en tu tiempo ni tú en el mío.
Te invito siete vasos de chicha de jora
en sangre de maíz, rojo, morado o blanco
como la virgencita vieja que te pinta en el
kay pacha.
Incendiemos estas catedrales baratas,
Quememos a estos devotos
que asumen tu existencia
en el ukhu pacha,
en tanto esos demontres
te lustran el pelo
junto a esas chinas diablas
que te juran amor eterno,
ninguna como voz,
nada tengo para jurarte,
menos para ofrecerte.
Ya que soy una estepa
de cantuta herida
que creció
en la montera de su madre
que se olvidó
el azúcar en su leche.
Cantutita, guitarrita de las piedras,
aplaudan a esta wawa que se duerme
En el ukhu pacha con el Ukumari.
Es la noche donde canturreamos esas wifalas
deidad del agua o del fuego, del viento o la tierra,
te alaban los demontres de mi padre.
Entonces las sirenitas van cantando
diciéndote
que te abren el infierno cálido de este sol
averno como la luna que abre el hielo
en el fin de los tiempos
soy una china, o una saqra,
me tocó aquí abajo, suave y despacio,
como el final de los tiempos
en tanto cántame, cántame esos ayarachis
que desnudan estas flores en otoño.
III
AMARU
ΚΑΥΡΑΤΑΡΙ
UKURIMUN
Los wititis se casan en la casa del cóndor,
Amaru ukurimun ¡Kaypi kashan!
(Amaru a aparecido. !Aquí esta!)
Nosotros seremos los padrinos
en la viña de Amaru todos cantamos lento y bien harto
como aquellas aves que cogen en el cielo roto
y las vuelven a empollar con los eleusinos
por un rincón al instante del mono extasiado
que mira para casarse
a la hija de Tunupa
princesa WillKa, séptima hija de los dioses
su padre del cielo y su madre de los inframundos.
Como las serpientes bajemos al suelo, pídela en mano Amaru, Willka
espera la conjunción del día y la noche para destruir y crear, falta tu
luz ella es la noche.
IV
Mientras ríes y ríes en la fe de un rito de iglesia pagana
en tu tráfico sin licencias de colores muertos ellos piden oro, metales y
putas.
Otros pecan ignorando la luz de tu noche,
bebiendo la fe de los inocentes.
¡Quiénes son ellos, Saqra!
¿Acaso ellos son pequeños demonios que te piden luz?
Las velas se encienden en tectónicas llagas de rituales de plata
un cura se enciende fuego mientras coge duro con hostia y putas verdes
de las diablas de los vírgenes sin vientre y yeso.
No existe Dios que valga la pena
a ninguno lo recuerdan
más que tu presencia dominante
los tienes enfermos cuando abren sus sueños.
Saqra
Esas velas en catedral
derriten el cielo azul
de las flores que adornan
a esas vírgenes imaginarias,
que van follando con los tulipanes
del incensio y el averno de sus devotos.
Soy la diosa de la tierra y los infiernos. Soy la diosa madre y padre de los
días sin sol ni luna. Madre de los gentiles... creadora de la muerte y la
destrucción en el fin de los inframundos del universo. El día y la noche es mi
comida.
V
BALADA
DE UN SAQRA
No tengo miedo
de tu cuerpo encrespado,
las fogatas mueren como mujer en fuego
ella te mira en secreto y con hambre
sin saber que merodeas su cuerpo tieso.
Tintinea energúmeno, sacude Toquepala
sus desempeñados latidos mueren en Abancay
Mientras tú bebes coliflor en el Misti
el café es un sueño de semen/
te sientes en aquella silla
del crepúsculo, de layqaqota/
y yo soy yo
el desierto de Nasca
en tu cuello
tibio/.
Tus mineros se burlan de ti, saqra
porque tu piel se derrite
en la lluvia hambrienta
de su risa
suave/
enrosquémonos en sus miedos
para liberarlos de su desgracia
vida de cultores falsos como Almagro o Pizarro.
Como a los romanos de Platón, o Aristóteles?, (Ellos no son romanos)
desgraciemos al Partenón o a una iglesia pagana de miles de pesos que se
murieron como esclavos caídos en el cáliz de Sodoma y Gomorra. No las
inventaron para jodernos.
mentiras Tunupa,
oh saqra
cántame
en tanto destruyamos de placer o felicidad
o dolor es Qulliri
la que posee estos sueños en tu risa suave
de vírgenes
y herejes.
CHOQUECHAMBI
El choquechambi es mi padre, Señor de la tierra profunda que
nace en el horizonte de Orion, es mi padre que canta pétalos
de ruda en mi oído cuando vuelvo a nacer en la lagrima de un
pez.
Soy la culebra soy la hija de la serpiente, soy la condesa de la
boa de 7 cabezas, soy machuhuayra. Dibujo canarios de
amor en las carreteras de kuntur. yo soy su alteza en el trono
de chuquichampi.
Soy la hija que toca las chilliwas en do y fa en los altos
infiernos y los altos cielos. Soy la hija a la que el sol baña en
su reflejo y dibuja culebras en mi rostro para encender al
fuego del fin del mundo. En la oscuridad nace el amor para
las piedras. Soy el canario que bebe calor en el rayo del fin
del mundo. SOY WILKA hija del fin de los universos.
***
Pilar Vilcapaza (Azángaro, 1990)
Sugerencia de Julio Barco
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