jueves, 7 de septiembre de 2023

roque dalton / cinco poemas









Yo estudiaba en el extranjero en 1953

*

Era la época en que yo juraba
que la Coca Cola uruguaya era mejor que la Coca Cola chilena
y que la nacionalidad era una cólera llameante
como cuando una tipa de la calle Bandera
no me quiso vender otra cerveza
porque dijo que estaba ya demasiado borracho
y que la prueba era que yo hablaba harto raro
haciéndome el extranjero
cuando evidentemente era más chileno que los porotos.

~

El gran despecho

*

País mío no existes
sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo

antes creía que solamente eras muy chico
que no alcanzabas a tener de una vez
Norte y Sur
pero ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de tí

Ello me alegra
porque prueba que me inventé un país
aunque me deba entonces a los manicomios

soy pues un diocesillo a tu costa

(Quiero decir: por expatriado yo
tú eres ex patria)

~

Como la siempreviva

*

Mi poesía
es como la siempreviva
paga su precio
a la existencia
en término de asperidad.

Entre las piedras y el fuego,
frente a la tempestad
o en medio de la sequía,
por sobre las banderas
del odio necesario
y el hermosísimo empuje
de la cólera,
la flor de mi poesía busca siempre
el aire,
el humus,
la savia,
el sol,
de la ternura.

~

No te pongas bravo, poeta

*

La vida paga sus cuentas con tu sangre
y tú sigues creyendo que eres un ruiseñor.

Cógele el cuello de una vez, desnúdala,
túmbala y haz en ella tu pelea de fuego,
rellénale la tripa majestuosa, préñala,
ponla a parir cien años por el corazón.

Pero con lindo modo, hermano,
con un gesto
propicio para la melancolía.

~

Sobre un suicidio

*

Una bandera de pétalos de terciopelo
más horripilante que la humildad;
las alas del tecolote familiar
que atravesó ríos nadando, montañas caminando,
témpanos de hielo a saltitos;
el lastre de la virginidad:
tales eran las riquezas de la muchacha.

Y una manera muy peculiar de comprender las sugerencias:
le dijeron que se atara el cinturón, que no fumara
y se lanzó hacia la calle, doce pisos abajo.

***
Roque Dalton (San Salvador, 1935-Quezaltepeque, 1975)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario