viernes, 22 de septiembre de 2023

francis combes / tres poemas










Estar unidos

*

Hay tantas razones para vivir divididos

granos de arena erosionados por el agua y por el viento
granos de arena ignorando lo que es el cristal

Hay tantas razones para vivir divididos

Cada hoja sobre el árbol puede sentirse única

Y tenemos razón –siempre– contra los otros

Hay tantas razones para vivir divididos

asalariados regateando su piel en el mercado
como tantos átomos que se arremolinan en el vacío
idénticos y competidores

el pueblo es un mercurio líquido común
ahora bien conocemos la cifra y la fórmula
de la fusión y de la solidificación

unirse es el medio
pero es también el fin

estar juntos es ya la victoria.

~


El pueblo
(según un poeta de la época clásica)


Nuestra debilidad es nuestra fuerza
y lo que es sometido hoy mañana reinará
El agua no opone ninguna resistencia
fluye hacia abajo y sigue el declive del terreno
pero desplaza los valles
y lleva a cabo de los más potentes diques.
El aire es invisible
nadie le monta guardia pero nadie puede vivir sin él
y a la brisa que no cesa nunca ni siquiera la roca le resiste.
La hierba es endeble y curva la cabeza bajo el viento
bajo el paso de los caballos puede ser mil veces pisoteada
pero acaba siempre por invadir las ruinas de los palacios
y lleva a término monumentos, borra las dinastías
y recubre las tumbas de los generales
Así es el pueblo
La mayoría de las veces no cuenta, pero es innumerable
no ocupa ninguna posición, pero está en todas partes
no tiene ningún poder, pero es todo poderoso
cuando habla por los millones de bocas,
muy a menudo no toma la palabra
pero cuando está en creciente rebosa los diques
cuando se pone a soplar da voces
cuando se pone a brotar, sube sobre taludes
agranda en el corazón de las ciudades
sus briznas apretadas unas contra otras,
y en cada nueva primavera
renace más verde y más vigoroso

 ~

Imagen de la mujer occidental

*

Bella, delgada, eternamente joven, activa,
moderna, inteligente, deportiva,
sonriente, independiente, excitante, deseosa,
siempre libre, siempre disponible,
la imagen de la mujer occidental es en todos los puntos perfecta
tanto vestida como desnuda.
Pero una imagen, no podemos tocarla,
Conmoverla, darle placer,
hacerla sufrir, decepcionarla
ni siquiera divertirla.
La imagen de la mujer
nos puede gustar, incluso adorarla si queremos
pero no hacerse amar.
La imagen puede seducir pero no ser seducida
La imagen puede simular
puede también estimular
pero ella no puede gozar.
Las imágenes no tienen placer, ningún pudor,
tampoco verdadera audacia,
ni valentía
Las imágenes pueden hablar pero no piensan.
Las imágenes no tienen problemas,
Ni proyectos
no trabajan
no sueñan ni combaten.
Las imágenes son siempre juiciosas.
Pero yo que vivo en el mundo occidental
donde dominan las imágenes
conozco a una mujer
(una por lo menos)
que no es una imagen.

***
Francis Combes (Marvejols, 1953)
Versiones de Myriam Montoya y Stéphane Chaument

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