[Fragmento]
Mirad hacia Domsaar.
Miradlo a Pijg, el gigantón, que agoniza se nos
muere, se nos va y no se nos va. Miradlo yacer
allí, inestable, en esa improbable camilla rodante
detenida en Domsaar: paraje perdido, abandonado.
Miradlo a Pijg
tan fantasmal como verídico,
bajo ese cruel sol
que a su vez, desde el azur lo mira
creyendo y descreyendo de sí mismo / en sí mismo.
aunque no por ello deja de quemar.
Mirad
a esa raída y vacilante camilla, perpleja, estacionada
frente a la Casa del Herrero, miradla:
no tiene estribos
ni capota
pero luce un sinnúmero
de monitores.
Y mirad esos monitores: registran hasta el sin cansancio
los signos vitales (aunque extremadamente débiles) de
Pigj, repitiéndolos una y otra vez. Miradlos.
Mirad hacia Domsaar.
Mirad ese sol:
Es un chancro ardiente, una llaga que irradia perversidad
en el azur, una pústula hirviente -criatura de lo
monstruoso-
que devora a Domsaar
que lo postra en el polvo, ese polvo extraña y extrañadamente
frío a pesar del calor, frío, sin embargo,
polvo polvoriento a que ha venido quedando reducido.
Domsaar, ese paraje. Miradlo.
Domsaar:
polvo-sudario, ceniza blanquecina: miradla extendida,
miradla extendiéndose, a pesar.
Miradla, no hay más que mirar.
Mirad ese polvo blanquecino
y en éste, hundidas, las
patas enclenques, raquíticas de
cromo
de esa camilla
(aunque con poderosas ruedas
a rulemanes).
Mirad esos rulemanes: son de una especie inteligente
y, por tanto, cabría suponer que en ningún momento
cesaron de sopesar las dificultades que se pudieran
presentar -dada la situación- en el momento crítico
del arranque y, aun, con posterioridad, sobre la marcha.
Camilla,
entonces, cuya desvalidez cuenta con esa muy estimable
compensación aunque (también es cierto) no tiene motor.
Miradla en medio
del polvo, a pesar,
miradla, así, tal vez,
más improbable que nunca
pero, por eso mismo, más concentrada, si se quiere, que
nunca
en el deseo de ser mirada.
Mirémosla, miradla.
Leónidas Lamborghini (Villa del Parque, 1927-Buenos Aires, 2009) Mirar hacia Domsaar. Buenos Aires: Paradiso, 2003.
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