lunes, 12 de diciembre de 2022

marta eloy cichocka / tres poemas










En jaque

*

a fin de cuentas no ha pasado nada del otro mundo. sólo
que habrá que tirar algunas fotos
borrar algunos correos y quitar los eseemeeses.

porque en fin desde el principio estaba claro
que aquello no iba a salir bien. y quizá por eso
ahora duele tanto este vacío, este vacío de nada.

pero finalmente el tiempo lo cura todo. y dentro de
un tiempo resultará que eres capaz de pasar indiferente
por todos esos lugares en los que ahora se ha detenido el tiempo.

y al final aprenderás que se puede recibir sin dar
faltar a la verdad mirando profundamente a los ojos
estar con alguien y poder abandonarlo en cualquier momento.

pero por qué llamar a eso madurar, si
hasta los niños saben que sólo se ama una vez
y que la verdadera amistad dura toda la vida

~

En definitiva

*

en definitiva ¿cuál es el problema? tienes para comer dónde dormir con quién hablar 
y estás convencido de que nada tiene mayor importancia y en vez de perder la cabeza 
aún puedes golpearla contra todas las paredes: y ya sabes que el amor 

es como el dominó tras la primera derrota se suceden las siguientes 
y al final nadie es mejor ni peor en la cama porque cada orgasmo dura un solo 
instante: y también entiendes que es más fácil encontrar un meteorito en el sahara 

que la llamada verdadera felicidad que hasta exige comillas: en definitiva 
basta con fijarse en la arena clara para ver las piedras negras como indica 
newsweek: y te emocionas hasta las lágrimas con la larga lucha del director 

derek jarman contra el sida: enfermedad que golpe tras golpe le arrancó la vista 
hasta no ver más que el azul infinito que ya nadie emborrona con sus lágrimas 
(es para echarse a llorar) y te espanta la historia de esa chica que se inmoló 

a principios de junio en la puerta de un autobús repleto de pilotos rusos 
que iban a bombardear chechenia y no quedó nada de ella literalmente 
nada (una mancha húmeda) y respetas los sentimientos de ese tipo encantador 

que confiesa confundido que ama a dos mujeres con la primera se casará 
en otoño y a la segunda la buscará en la otra vida (y casi quieres creer que lo 
conseguirá) entonces ¿cuál es el problema? ¿es ese momento inmediatamente 

después de despertar cuando sientes con todo tu cuerpo que no hay 
ninguna esperanza de salir de esta farsa salvando la cara y que el cinturón 
del tiempo lame tu cuello así como mordía la nuca de arcilla de gilgamesh? 

o ¿es que año tras año entiendes cada vez menos por qué con el tiempo 
pierdes el sentido del humor y en vez de sabiduría ganas estupidez: 
y entonces deseas adormecerte como sylvia con la cabeza en el horno 

o mejor aún como virginia mecer las piedras en los bolsillos hasta perder 
el aliento? ven estúpido mejor modelamos un muñeco de nieve a tu imagen 
y semejanza con una zanahoria en lugar de la nariz a esperar a la próxima 

primavera: porque no hay vida que se deje ceñir por la razón y en definitiva 
cada segundo plantea un enigma cuya solución se escapa sin cesar hasta 
que la muerte como un desenlace provisional no nos remate en el último verso 

~

No tengo tiempo de escribir poemas

*

¿cuánto tiempo ocupa escribir un poema?... tiempo
para cartas no tengo desde hace años como puede demostrar
esa polvorienta pila de sobres encima del escritorio de diferentes
siseos de gris a los que con ocasión de las más destacadas
celebraciones católicas y de las menos destacadas visitas laicas

les quito impotente el polvo y les doy la vuelta como
a una clepsidra o esquela de papel. ¿quizá hasta el momento en que
cuelguen la mía? tiempo para correos electrónicos me falta desde que escribo
esas toneladas de textos por dinero ensayos por encargo
sin hablar de las olas de películas para las que sobre la marcha

escribo subtítulos, a izquierda y derecha. tiempo para
eseemeeses lo saco yendo en tranvía. porque desde
el accidente la bicicleta amarilla también anda apartada. igual
que otras muchas cosas para las que en directo no hay
tiempo. y cuando de repente se encuentra el tiempo para

ir en el viejo golf entre atascos hasta la otra punta
de la ciudad en obras y escuchar a un tipo inteligente
ese tipo inteligente dice con una voz tranquila: no. no
existe el tiempo. el pasado ya ha pasado. el futuro todavía
es futuro. sólo existe el aquí y el ahora. y permanece ahí en medio

como algo que se ha metido entre los dientes. ¿por siempre jamás? que
así sea. en ese presente floto como la grasa
en el caldo y pienso en qué cocinar rápido para mañana
puesto que no hay tiempo. y acabo rápido este poema porque
tengo un nuevo ensayo y el tiempo es oro… 66 minutos.

***
Marta Eloy Cichocka (Cracovia, 1973)
Versiones de Abel Murcia; Carmen Ruiz de Apodaca y Santiago Mutis; Gerardo Beltrán, Xavier Farré y Abel Murcia, respectivamente.

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