Así la noche
*
que la belleza se concentre
en un tarro de miel cristalizada
y las monedas sean campanas de Navidad
tañendo por adelantado en nuestra cabeza
que no imagines el color de las palabras
porque la noche empezó a devorar
las líneas
discontinuas
de la carretera
que el amarillo sea gris
que el rojo sea gris
que el verde sea gris
que el gris sea blanco
y el blanco no exista
exista
no exista
exista
y que tu y yo
durmamos
abrazados a un árbol de té
~
Temblor
*
En orden inverso,
deshago nudos,
oprimo la transparencia
de los versos.
Me enfrento al origen,
al temblor primero,
al barro.
Mujer de barro
que se diluye
en la lluvia.
Me enfrento
al abismo lingüístico
a la razón del papel.
Mujer de papel
que se desgarra
en las pantallas.
En orden inverso,
amputo los cuadernos,
someto la anarquía
del caos.
Tiemblo.
~
Notas para una carta que nunca llegaré a escribir
*
La nieve escribo en la nieve del atardecer en la fría estancia escribo el desagradable roce del cabello sobre la cicatriz la piel doble la piel y entre piel y piel ese cosquilleo ese cuerpo que se escapa y la sangre congelada no fluir esa sangre atrapada en los labios escribo en la piedra en mis lágrimas escribo con los ojos con la voz de Melissa Horn escribo y la pantalla se vuelve inútil oscura ciega no hay teclas para deshacer el nudo no hay teclas para nombrar la nieve el tumor la infección la insumisión el vacío escribo sin querer decir y una sonrisa cruza la estancia fría atardecer nieve escribo la nieve.
Ana Santos Payán (Guadalajara, 1972-Almería, 2014)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario