viernes, 28 de enero de 2022

sharon rodríguez / tres poemas













Es suficiente existir

*

Es suficiente existir
mirarse a los ojos
sentir el latido del presente
escapando ligero
como un personaje
que se viste de olvido
es suficiente el silencio
la duda del momento
seguir siendo invisible
tan polvo, tan lluvia
en la danza
existir cada mañana
mirar en el espejo
un esbozo de tinta
en un plato de hambre
atreverse a existir
encender un cigarrillo
habitar la piel cansada
una esfera de recuerdos
encadenar una ventana
de gritos deshojados
es suficiente respirar
recostar el cuerpo
de velas derramadas
eclipsarse pronto
no seguir a la deriva.

~

Destino

*

El destino en nuestros ojos
en nuestras manos
en nuestras vidas
no se recuerdan
el camino empieza
en las calles de nostalgia
cuando miras un segundo y miras la sombra
de la sombra que eran entonces
sigue zumbando en tu memoria
el punto donde pueden encontrarse
y nunca llegan
porque no desean
tienen miedo y siguen de frente
de pie viendo el abismo / las horas
y pasan los días
el destino cada vez más grande
la vida cada vez más pequeña
te recuerda el desconcierto
el libro que no eres
el universo no tiene orden
de pie ignorando sigues y todo
el pensamiento cíclico e interminable
recuerda el dolor/ el sabor a mar
alguna vez debiste conocer
alguna vez fue del mismo origen.

El destino ronda tus dedos
te desbarata
te tienta a pensarte entera
caminas
no encuentras
buscas / no existe
y piensas en volver
en desandar tu vida
en miles de horas/en miles de años
y en todas estaba la nada
el nudo en tu agonía de existir
de estar en el trayecto
y ese camino sin piernas
destino sin brazos
sombra de tus años / de tu voz
se abalanza sobre ti
eres carne
herida y sueño
un aullido sordo tus sentidos
desapareces
queda si no el grito que prometes
el silencio es cadena
deleite y fundamento
quedas de pie en la puerta
detrás de los grandes que cierran los ojos
visten de monos y dioses
y caminan rascándose la panza
comiéndose los piojos
un espejo versas sobre ti con esmero
no eres la estrategia de engendrar miradas
para encontrarte o descubrirte de hierba
y eres todo menos ideas
menos sed
menos vida
un latido se esconde detrás del ala
no cesa de gemir
de herirse con el pico en los ojos
y pierdes, sigues, no quieres parar
has vuelto
descubriste cenizas y acurrucada
persuadiste a tu voz a ser de aire / de vacío
a ser de lo que es cuando desapareces
y estas en algún lugar pidiendo hambre
pidiendo vida y quedas con las mismas historias
recordando el objeto de pálpito hiriente
comiéndote el vacío
el hoyo que crecía como filamento y
de pie viéndote arder en la tarde
sin memoria con una idea fantasma.

~

¿Qué queda?

*

¿Qué queda?
escrutaba la sombra
¿El ojal de un botón caído?
la proximidad del péndulo al corazón
equivocarte de tormenta o de pueblo
para persuadir las razones
¿Qué queda cuando tiemblas?
merodear las nubes
enredarte en la imaginación
¿Qué queda?
la voz atormentada
de una habitación estéril
el silbido del pájaro
de plumas arrancadas
la tortura infantil
de jugar con la libertad
¿Qué queda?
los niños lo entienden
la piel de lo absurdo
dejándose atrapar
¿Qué queda?
cuando la lluvia se lamenta
y el aroma ceniciento del día
atrapa la razón silbante
de verdades que atropellan
¿A ti qué te queda?

***
Sharon Rodríguez (Cusco, 1991)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario