sábado, 11 de febrero de 2023

julio barco / flor lila











Nos amamos para volvernos a amar
Y ese es el amor la ilusión
De un círculo concatenado y tibio
que jamás se cierra.
Y es eternizar un paisaje -trazo simple
y delicado casi japonés- en un café donde
Tú y yo nos sentamos
Para hablar de nuestra soledad
Que se tiñe de incertidumbre
Entre estas calles dominadas por la pelea
Del Estado contra la gente
Del sur, del norte
Y por eso yo te amo. 
Y por eso abro esta lata de cerveza
contigo en Plaza Francia
Y celebro que los sistemas solares explotarán
hacen millones de años
y la materia de la Tierra se enfriará
para encontrarnos
para que cada día abras los ojos y
me mires y escribir ahora
es recordar que se amó para volver a amar
por eso
toma mi mano
Lima es nuestra ciudad lila
algo renacerá para siempre en nuestros corazones
en el lenguaje
que tus ojos entienden cuando yo digo
este diálogo entre tú y yo y las soledades
que arrastramos hace miles de años
y antes de que me olvide
vamos por un vino al Queirolo
algo haremos después
tal vez volver a casa hasta Puente Trujillo
o pensar que el amor
es una ciudad
donde nos encontramos después de cruzar
miles de laberintos
bocas y besos
y encontrar el lenguaje de fuego
en el milagro del agua.
Somos esta soledad.
Somos el mar y nuestro fin es amar. 
Quizás nadie comprenda mi revolución.
Corro el riesgo de ser malinterpretado
por no enajenarme de rabia
hoy que todo se destruye
menos el amor sincero
que fundamos entre las copas de la noche
y el ecosistema de nuestra intensidad.
Me hubiese gustado
sentir tu corazón cuando la tristeza
no era su casa. 
Mi ser jamás fue a favor de la corriente
Obstinado el fuego demandó
una causa
una fe
una lucha
¿mi revolución será entendida
o seré acuchillado por el terror?
Digo que nada es 
inmediatamente lo mismo:
salgo de mi mente
Para conocer el día
Para interpretar los colores y signos
Y tú
eres el lenguaje más puro del verano. 
Yo vengo del caos,
aprendí a hablar en el caos
en el silencioso pergamino de mi mente
donde el mar derrumbaba todo
y corrí y grité en esta ciudad
de locos y borrachos
llevando la luz de la nueva belleza
como un letrero arrancado
del mundo y clavado en mis ojos. 
Esto es hacer literatura en el Perú
lidiar con las deudas y tratar de motivar
una concepción de libertad
a un arte que, como quehacer, es 
atacado por mercántiles e ignaros. ¿Quién limará
hoy estos versos dorados donde
soñé la belleza de tus ojos? No obstante,
bebo tu risa. Tomo otra copa. Toma
mi mano. Se van los buses que
te arrojan a las veredas de tu barrio.
Y los choros en Lima se multiplican.
Yo quiero ser el ladrón de la dorada
Cabellera de tu sonrisa.
El espejo de tus mañanas tristes.
Y acaso tomar tu mano por el Puente Trujillo
Es el mejor verso que escribo
En esta constelación
De caos y destrucción que es la Vida.
Yo creo. Yo intento. Yo establezco las simetrías.
Y me embriago contigo
Siempre los mismos
Siempre diferentes siempre el amor se renueva
Pudo ser un árbol y ahora
Es la semilla que será árbol. Pudo
Ser muerte este verano
Pero renazco en tu lenguaje firme
En la convulsión de los pasos
Que damos por Plaza san Martín
Cruzando Jirón de la Unión
Pasando Quilca
Y entrando a la Avenida Tacna
Donde nada nos permite ocultar nuestro
Desasosiego como 2 aves curiosas
Que intentan dar el gran salto.
París nos espera. Y tu corazón será
Mi casa y los cuartos frente al Sena
Nos brindarán cierto resplandor soñado.
Lo más brillante será 
tu mano y mi mano entre los dinteles de las casas.
Pero hoy solo quiero beberme tu aliento
Carnívoro. Y acabar este anisado
Sabor a menta y selva
Que me permite escribir de ti sin ti
Ahora contigo y sin otro sabor
que esta melodía que danza
entre los dedos y el aliento y es
nuestro pedazo de gloria. Yo sintiéndome frondoso
Como el mar, un río de símbolos
Creciendo multiplicando el lenguaje
Como si todo se tratará de pan y no de dolor
De la especie infinita
Que somos. Voy con una flor lila en las manos.
Somos agua, viento, corazón.
Somos una palabra no marchita en nuestros labios.
La ansiedad por encontrar un bar
donde sentarnos a charlar es permisible
bajo este sistema operativo.
Estos son los años del caos y la destrucción
Es un lenguaje que se vende
Desde los colegios. Grité
para mi época. Nuestro amor
Se sostiene entre huelguitas y gente adinerada
Capaz de pagar millones para matar a los otros
Y buses y vendedores y todo
Lo que asfixia el ritmo interno, la melodía interna
De la mente. 
No se trata de decir cualquier cosa. La gente
Llena y llena páginas sin saber qué decir.
Intento aclarar mi mente. Tu corazón me salva.
Tus ojos son la medida de mi luz.
Tu boca enciende mi boca
Galopamos juntos 
Ahora estamos solos frente al mar de Lima.
El último color es un morado plomo rojo que como lengua
besa el horizonte.
Soy un sol y tú eres acaso aquella luna
que dibujaste con tiza en mi pared.
O un verso de Rilke hablando de la soledad de dos pájaros
fundaste los colores en mi mente
Y ahora Lima es lila porque te quiero
Y te quiero para siempre en esta ciudad
Porque te quiero Lima es esta flor de lana en mis manos
Y Lima son los hoyuelos de tu sonrisa
Y tus pequeños ojos tristes
Ahora todos los sonidos de la cuadra se disparan
En la tele avisan de nuevos muertos en la protesta
el pan se quema en las panaderías 
y el amor es acaso
una postal que enterraron el miércoles una niña y otro
dos corazones se ausentan escribo 
de ti mirando tu forma
la ausencia es el lugar donde nos encontramos para volver a renacer
Y yo te quiero en mis caminos, en mi destino poético
cursando ya la tercera parte de mi experiencia
en el desasosiego de los trenes que van a dar al viejo continente
con el oro de nuestra tierra.  Y lo lila de tu ser
es ahora la frescura de la rosa que llevo entre tantos
caminos andados y recorridos que me dejan aquí
entre calles
y señoras atrapadas a sus egos y tiendas comerciales
y todo esto que me hace sentir
lo inútil de cualquier tipo de intento de escritura
lo inútil de reflejo que se dobla dentro de uno mismo
Y esta ciudad con el río plateado y oscuro que corre bajo los puentes
con la ansiedad de pulverizar nuestra esencia. Porque
amar aquí es una cosa furiosa, un tiempo destruido
para renacer en otro. Yo tomé tu mano y empezó la historia
de estas canciones entre las guerras. Y sé que 
comeremos ravioles y estaremos tristes
al siguiente día de nuestro último encuentro
pero la magia de nuestra ansiedad sigue furiosamente su ánimo
y así tomo tu mano, mi flor lila.

***
Julio Barco (Lima, 1991). Inédito.

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