Batalla de Teruel, Invierno 1937-1938
*
Yo podría escribir sobre los libros de mi padre.
Nunca había polvo en ellos. Los tomaba entre sus manos
como si fuera la última vez. Parecían acolchados,
esperando su momento, deslizados uno por uno
hasta que formaban un muro raso - un solo libro todos ellos.
Se desprendían en dorados, en rojos secretos,
como a fumar un cigarrillo temprano por la mañana
antes de que la neblina se despejase por completo
hacia la crueldad. Podías tocar los títulos
y se volvían importantes.
En su propia oscuridad -fronteras personales,
bordes a los que tanto se había acercado,
la colina helada sobre el valle, los soldados
asidos a sus laderas, costuras de nieve,
la España que él sostenía y que lo sostenía,
cediendo línea tras línea.
~
Hay mujeres
*
Mujeres que se dejan el cabello sin peinar,
largo, gris, que se detienen el pelo
con sus manos rojas, que se mueven confusas.
Que pueden cocinar o bordar.
Que rondan el tiritar de un hombre durante todo el invierno
con su espíritu, respirando el aire de la niebla.
Cuyas ropas siguen descuidadas hasta el día de hoy.
Y que se mueven de lado dentro de sus zapatos.
Parecen hechas para el amor aun así.
Que se mantienen quietas cuando la marea cubre
sus grandes pies desnudos. Que embarullan su sexo,
su lucha. Que se allegan al hombre,
cuyos rostros están tan cerca que no hay dónde ocultarse.
Mujeres por las que me quitaría las peinetas
de los cabellos y lloraría abiertamente, cara a cara.
Jane Durán (La Habana, 1944)
Versiones de Carlos López Beltrán y Pedro Serrano
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Battle of Teruel, Winter 1937-1938
*
I could write books about my father's books.
There was no dust on them. He held them in his hands
as if for the last time. They seemed quilted,
poseid for their moment, shoved in one by one
till they made a smooth wall - one book, all one.
They stole out in golds, in secret reds
as if with a cigarette in early morning
before the mist has clared absolutely
into pitilessness. You could touch the titles
and they would be important.
In the dark of them - personal boundaries,
edges he had stepped so close to,
the icy hill over the valley, soldiers clinging
to the slopes, seams of snow,
the Spain he held and held to,
line after line giving way.
~
There are women
*
Women who let their hair go uncombed,
long, grey, who hold their hair
in their red hands, move in confusion.
Who could cook, or embroider.
Who border the shiver of a man all winter
with their spirit, breathing in the fog air.
Whose clothes are unkempt to this day.
And who move sideways inside their shoes.
Seem meant for love anyways.
Who stand still when the tide overcomes
their large bare feet. Who muddle their sex,
their struggle. Who come in close to him,
whose faces are so close there is nowhere to hide.
Women for whom I would take the combs
from my hair and weep openly, face to face.
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