No entres dócilmente en esa buena noche,
que la vejez debería arder y delirar cuando termina el día;
siente rabia, rabia contra la agonía de la luz.
Aunque los sabios al final entiendan que la oscuridad es justa,
porque sus palabras no han hecho zigzaguear relámpago alguno
no entran dócilmente en esa buena noche.
Los buenos, que tras la última ola lloran lo brillantes
que pudieron danzar sus débiles acciones en una bahía verde,
sienten rabia, rabia contra la agonía de la luz.
Los locos, que atraparon y cantaron al sol volando
y aprenden, demasiado tarde, que lo afligieron con sus maneras,
no entran dócilmente en esa buena noche.
Los serios, que cerca de la muerte ven con una mirada deslumbrante
ciegos ojos que pudieron arder y alegrarse como meteoros,
sienten rabia, rabia contra la agonía de la luz.
Y tú, padre mío, allá en tu triste altura,
maldíceme, bendíceme ahora con tus fieras lágrimas, te lo ruego.
No entres dócilmente en esa buena noche.
Siente rabia, rabia contra la agonía de la luz.
Dylan Thomas (Swansea, 1914-Nueva York, 1953)
Versión de Juan Carlos Villavicencio
/
Do not go gentle into that good night,
*
Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.
Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.
Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.
Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.
Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.
And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario