miércoles, 19 de octubre de 2022

montserrat álvarez / cuatro poemas













Electroshock

*

Osea, en un electroshock hay harta poesía
Yo no computo aún por qué nadie le ha escrito un
poema al electroshock
Al principio, claro, es una mierda, pero todo
principio es una mierda
la primera vez que lo haces, por ejemplo,
cuando eres hembrague
o la primera vez que te zambulles desde el
trampolín de una piscina
Inclusive, piensa en el infierno: al principio debe
ser insoportable
ese incendio eterno que jamás te consume para que
tu dolor sea infinito
pero luego tiene que ser bacán moverte
indestructible en todas esas llamas
sorprendentes,
lenguas de fuego de textura incógnita igual que un
baño de cristales rojos
Y, si lo piensas bien, en el fondo el infierno debe
de ser lo más placentero del mundo
Entonces, yo te digo que un electroshock es tan
placentero como el mismo infierno
El primer momento es espantoso: sentir cómo te
están separando tus huesos hasta hacerte
perder tu forma humana
o cómo te destruye poco a poco por dentro una
fuerza sin cara
Pero luego detienes tu consciencia una vez que ya
estás dentro de la cosa
Primero es como si una serie de telones que nunca
habían sido levantados
se empezarán a alzar en tu cerebro, igual que en
un teatro que al mismo tiempo fuera muchos
otros teatros sucesivos
-si bien estos telones no son rojos, sino de un
azul furiosamente rojo,
y su tacto no es el del terciopelo, sino helado y
marítimo, como el de una malagua de
ultratumba-
Entonces te comienza a parecer que los límites de
tu caja craneana son los límites del Cielo y
de la Tierra
y tus ojos se estiran sin romperse hasta llegar al
borde superior de todo el universo conocido
-o sea, hasta la punta de tu frente-
Ta que en ese momento tienes omnipotencia,
omnipresencia, todas esas huevadas
teológicas
Si dices fiat lux, te apuesto a que la luz se
hace
Y eso hice yo, pues, Adán, entre otras muchas
cosas -tú, por ejemplo-

~

Portrait of the Artist as a Young Pound

*

Me sorprende que me comparen tanto
con Ezra Pound últimamente
En verdad no conozco a este sujeto
ni he leído una sola línea suya
No sé quien sea este tal Ezra Pound
pero sospecho que era mal encarado,
viejo, de áspera barba,
cáustico, feo, sardónico, bilioso
No comprendo por qué me comparan con él
No sé si se han dado cuenta, señores,
de que yo soy una joven-mujer-muy-atractiva
I’m a soft, sweet child
Una criaturita
Y no ese viejo
al que imagino que encontraban, borracho,
durmiendo en alguna escalera
envuelto en un mugroso abrigo verde-hormiga
Supongo que era tosco y mal encarado
y que no hubiera sabido tratarme
Ni siquiera hubiera sabido, supongo,
abrirme la puerta del coche cuando fuera necesario
Supongo que no habría sabido cómo
apartar la silla para que yo me siente
ni cómo cederme el paso
ni cómo contestarme
Supongo que nos habríamos divertido enormemente

~

Criollazo

*

A mi nadie me da orégano cuando bajo a comprar
grifa
nadie me marca los naipes nadie me carga los
dados nadie me mete la mano
a un gesto mio los zambos del billar cogen mi saco
me arremangan la caisa me lustran los zapatos
con la lengua
Soy el criollo bacán, el que hace las carambolas
Soy un hombre, y a mi paso todas las hembras se
arrechan
A mi cuando me dejo caer de madrugada
por La Victoria nadie me hincha los huevos
Ningún cholo me jode, porque yo soy el men
A esta loquita impúdica y alcohólica y viciosa
que se cree muy viva porque bebe a mi costa
me la tiro esta noche
A mi no hay hembra que se me resista
Y nadie me ve la cara, porque yo no creo en nadie
Ni en mi ni en los demás; por nada ni por nadie
muevo un dedo
De la necesidad hago virtud, a las humillaciones
forzosas llamo astucias,
triunfo de mi fracaso río de mi vergüenza sé que
sólo los lornas se rebelan,
que para rebelarse hay que tomar en serio alguna
cosa – lo cual siempre es ridículo –
Que este mundo se quede como está, para que
vivan
los que en él a su orgullo le hacen un agujero
confortable
con vista panorámica
Yo soy el que puede chupar y joder cuando y
cuanto quiera
Soy el criollo bacán, la risa en la oscuridad, la
negación de la risa, la sombra sin el asombro
Soy el criollo bacán, el tiro por la culata, la moneda
de tres caras, el gato en vez de la liebre

~

Monólogo de Luis Hernández cuando iba caminando hacia el tren que lo arrolló

*

Súbitamente hastiado del plato quebradizo, del peligro,
observo que he corrido como Tántalo tras su racimo de uvas
He subido la tierra hasta los cielos y bajado los dioses a esta tierra
hice defecar a las estatuas griegas y metí en el Parnaso a las prostitutas que me apetecían
Busqué la libertad en el hacer que sea lo que no es en el hacer que no sea lo que es
Trazo mis líneas firmes como un niño las suyas y espejismos tantálicos me mueven
Súbitamente hastiado de ser la carne frágil las frágiles costillas
de tratar de dejar el cigarrillo de cruzar por los pasos peatonales
Súbitamente hastiado, con una carcajada camino en dirección contraria a la que indican
las flechas de las leyes de los hombres
Estoy hastiado y francamente hastiado de la mesura de las fronteras de la prudencia y de los límites
Renuncio
Enfrento la violencia con violencia, sin apartar la vista y por voluntad propia
y no me haré a un lado si no me viene en gana
Yo soy el poeta, el hombre a quien los dioses
han condenado a la insatisfacción,
a morirse de vida y no de muerte.

***
Montserrat Álvarez (Zaragoza, 1969)

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