jueves, 6 de octubre de 2022

denise levertov / dos poemas










Parecido a medias

*

 
El pelo de una muñeca oculta   
con delicadeza un cráneo palpitante
de una cáscara de huevo, dentro del cual
se agitan y se encogen los gusanos 
con una voluptuosa inquietud. Oh, Eileen   
mi gran muñeca, tu pelo dorado no era   
más brillante que esta
piel humana, pero
tu cabeza estaba
radiante en su vacío,
una pequeña habitación limpia.

Su boca cálida y sonrosada
dice mentiras -ella las creería
las creería si pudiera creer:   
sus ojos bonitos
buscan la corrupción. Oh, Eileen   
qué amable fue tu silencio, y   
qué virtud
brillaba en la apertura y cierre de tu   
ingeniosa ceguera.

~

En el Departamento de Justicia, 15 de noviembre de 1969

*
 
Niebla de gas parda, blanca
bajo el alumbrado público.
Cortada por tres lados, todo el espacio se llena
con nuestros cuerpos.
       Cuerpos que se tambalean
en la falta de aire pardo, blanqueados
en la luz, un resplandor húmedo
       que tambalea
de mano en mano, cuerpos cegados, que dan arcadas.
Lo desean, quieren
estar aquí, el cuerpo cree que muere
en su propia náusea, mi cabeza
tranquila en su desesperación, una especie de alegría,
sabiendo que esto no es en absoluto la muerte,
que es algo trivial, un incidente, un
instante frágil.    Lo desea, quiere
          esta angustia, este saber en el cuerpo
          con toda mi hambre
las sombrías probabilidades a las que nos enfrentamos
contra las que nos enfrentamos, queriéndolas de verdad.
En esa orilla donde el gas
se acurruca en la hiedra, arrastra a cada uno
hacia arriba, extraños, hermanos
y hermanas.    Nada
hará sino
probar el amargo
sabor. No queda otra
vida, más allá de.

***
Denise Levertov (Essex, 1923-Seattle, 1997)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Partial Resemblance

*
 
A doll's hair concealing   
an eggshell skull delicately   
throbbing, within which
maggots in voluptuous unrest   
jostle and shrug. Oh, Eileen, my   
big doll, your gold hair was   
not more sunny than this
human fur, but
your head was
radiant in its emptiness,
a small clean room.

Her warm and rosy mouth
is telling lies—she would
believe them if she could believe:   
her pretty eyes
search out corruption. Oh, Eileen   
how kindly your silence was, and   
what virtue
shone in the opening and shutting of your   
ingenious blindness.

~

At the Justice Department November 15, 1969 

*
 
Brown gas-fog, white
beneath the street lamps.
Cut off on three sides, all space filled
with our bodies.
       Bodies that stumble
in brown airlessness, whitened
in light, a mildew glare,
       that stumble
hand in hand, blinded, retching.
Wanting it, wanting
to be here, the body believing it’s
dying in its nausea, my head
clear in its despair, a kind of joy,
knowing this is by no means death,
is trivial, an incident, a
fragile instant.    Wanting it, wanting
          with all my hunger this anguish,
          this knowing in the body
the grim odds we’re
up against, wanting it real.
Up that bank where gas
curled in the ivy, dragging each other
up, strangers, brothers
and sisters.    Nothing
will do but
to taste the bitter
taste. No life
other, apart from.

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