martes, 10 de octubre de 2017

yanko gonzález cangas / de metales pesados










DERROTERO DE EMPERAIRE

*

Afirmado en la música del trote/ me doy a la respiración
artificial acompañado por un cono de papel
higiénico/ paseo recogiendo boletas arriba de mil pesos/ las
cuales tienen fines muy diversos Cuento los pastelones al llegar a
casa y me salto las líneas impares del baldoserío/ justifico mi
existencia sumando y exclamándole a los caballos qué cara está la
avena/ He decidido abrir definitivamente una ventana que
siempre cierra a medias/ y regar este cactus que se entierra en un
vaso de yogurt helado.
Descuento los meses que me restan extrayéndole hojas a los libros/
Generalmente a un par de enciclopedias que versan sobre 101
Razas Humanas.
La Tv transmite rayas y acabo de encontrarme otra boleta/ me
suelo sentar en el suelo preguntando a cuánto de octubre
estamos/ Me corto al afeitarme/ Y soy feliz de que alguien
-aunque sea Gillette-
me manche un cariño por la ca.

~~~

LAS ESCENAS SON SENCILLAS


(A)

La primera es donde él la toma por sorpresa/ besando el pliegue que
sostiene las compras del hipermercado/ y ella bala como un bebé
de cientoveinteaños/ y comentan la segunda escena donde irán a encadenarse
con anillos calados/ él insiste en pararse justo al medio/ donde una rejilla
los sostiene de una vereda perforada hasta el abismo/ y olvidar hasta
más tarde que sobre sus techos explotará napalm con hijos/ ella dice
camina cariño de una vez por todas/ y pasan más de setenta-y-siete-meses-setenta-días-setenta-y-siete-horas/ él repite oculto por tercera vez la primera escena/
mientras ella
lo espera
con pescado.

(B)

La otra escena es más sencilla: ella baja las escaleras a topetones/ él la busca
cegado por el té hirviendo/ rociado antes por ella en la cara/ el lugar
donde se ha encajado la puerta/ para apresarla/los gritos se inclinan
hacia el oído feroz del vecindario/ él confunde la de salida por la del baño/ ella
queda inmóvil esperando un brazo/ él se golpea la frente con la loza/
se desparrama/ un auto frena y ennegrece parte de su acera/ ella
recibe un aire mecido por dos tepas/ él se ahoga en su sangre que busca un hueco/
ella se abriga calle abajo.

(C)

La última escena es donde ella le toma por sorpresa/ besando el pliegue
de las compras del hipermercado/ y él no escribe absolutamente nada
y cocina y sacude y riega todo el año/ y ella ordena cosas fritas/
que a él
le dan alergias.

~~~

BAJO LA SAL

*

Estamos dos señales bajo la sal. Tomo de a dos tus manos
y corrijo sus goznes. Qué decirte que no emane de lo que dejé en tu seno.
Estamos a raíz bajo la sal/ sin esa posibilidad de eternos trescientos treinta y seis minutos de mi tarde. Había varios de nosotros
bajo la sal pero sólo dos tenían pan
pero amarradas bocas para el choque. Leíamos a Uribe, un dandy
te decía para lamer los párpados, ajar nuestros costados.
Dónde quedó esa suspensión del pulmón
al retener el aire. Es que estamos
a más a varias a muchas señales bajo la sal.
Faltaba tu deseo. Hay marcas hay muchas marcas bajo la sal.
Espeso el labio ahora cruza tu mejilla y te pliegas/ lienza que ato a mi revés.
Bajo la sal seguimos. No tengo la temperatura
que hizo amoldar tu cuello/ tu grosor de ojo. No es Armando/ es tu mordaza/ lo que las palabras escribieron: bajo la sal/ en villa/ sin soldada.
Me queda fijar el iris sobre la ropa muerta/ sobre tu estela tenue.
Sobre ella hay otro iris.
Bajo ése
está la sal,

amor.

~~~

MARJORIE

Estoy en razón de un barco seco. Ladrando a deriva mi escorbuto. Domingo 5.
Siempre es domingo 5 de milnovecientos setenta y uno para mis hijos y estoy planchando a estribor mi escroto. Acá, siempre es acá en lo que me publico, espuma rancia que me unta comisuras, babaespuma. Ni él ni ella, porque siempre hay
un él ni ella que se hieren por la boca y no se hartan, dejarán de privarme
de mi litro y mi ukelele. En la mañana necesito dos o tres dedos de ginebra
para afirmar mi pulso. He vaciado las veinte píldoras de amital sódico. Me voy.
Sé decirme ya tienes ese olor vinagre que da el encierro y el escribir pedazos de poemas.

....................................................... (Porque Siempre son Pedazos de Poemas).

***
Yanko González Cangas (Santiago de Chile, 1971) Metales Pesados. Santiago de Chile: Alquimia/Montacerdos, 2016. Segunda edición.

Fotografía por Carsten Maltendorf

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