miércoles, 11 de octubre de 2017

tres poetas de origen mapuche










El arado de palo

*

Quiero romper la tierra con mi arado del palo.
Y sembrar en las melgas mis palabras sencillas.
Quiero trazar la recta de mis propios anhelos.
Y buscar simetría en las horas pasadas.
Quiero tejer las hebras de las blancas espumas.
Y tenderme en la felpa de una alfombra marina.
Mi corazón de choapino, está hecho de voqui. 
Y mi sangre, en las venas, rompe las compuertas.
El cultrún pesimista, lentamente, se aleja. 
Y en sus notas emergen angustias añejas.
Tengo la certeza de haber visto la luna. 
Inhalando el canelo o durmiendo en la ruca.
La trutruca rebelde vierte su quejumbre.
Tatuada de infamia y desprecio sin nombre.
Quiero romper la tierra con mi arado de palo.
Y tenderme en el surco de mis viejos anhelos.

/

Dimúñ Mamëll

*

Nëgla afín tëfa chi mapu, tañi dimúñ mamëll meu. 
Gandnán tañi dungu, tëfa chi wirhíñ meu.

Kintuán tañi ënkëlén rakiduam. 

Kintuán yeupau chi antë.

Guërrhé afíñ, thorfán lafkén. 
Kuduán huente lafkén.

Foki rekeléi, tañi piuke. 
Lef thripa mekéi, tañi mollfë;

Lladkën kultrúng, petu amúi ka mapu. 
Re nguëmán meu, amuléi.
Pefíñ ta këyén, rangui peskín foye. 
Nëmë, nëmë tu pái, këm-me ñëmëñ; ka humautu pái.
Hillkún thruthruka llankë nakëm-mí, tañi hueñang kën. 
Ganfill hueda dungu, nguëmaleyeu.

Negla afín-tëfa chi mapu, tañi dimún mamëll meu. 
Gandnán tañi dungu, tëfa chi wirhíñ meu.

***
Sebastián Queupul (Ralipitra, 1922-1923)

~~~

Camino

*

He corrido a recoger en las llanuras,
en la playa,
en la montaña,
la expresión perdida de mis abuelos.
He corrido a rescatar
el silencio de mi pueblo
para guardarlo en el aliento
que resbala sobre mi cuerpo
latiendo,
haciendo vibrar mis venas
sobre el sol que se levanta
sobre las altas cordilleras
para que el espíritu sea viento
entre el vacío de las palabras.

He corrido a recoger el sueño
de mi pueblo
para que sea el aire respirable
de este mundo.

~

Estoy

*

Estoy suspendido en el aire
como el canto de los pájaros
como el olor de las flores
que llena los espacios.
Voy como agua
por este río de vida
hacia el gran mar de lo que
no tiene nombre.

Yo soy la visión
de los antiguos espíritus
que durmieron en estas pampas.
Soy el sueño de mi abuelo
que se durmió pensando
que algún día regresaría
a esta tierra amada.

Él se fue de viaje
más allá
del horizonte de los sueños.

***
Leonel Lienlaf (Alepue, 1969)

~~~

Mari Ailla

*

¿Quién te dijo a ti
que te hicieras carabinero,
Juan Antillanca?

Tú que naciste a la orilla del mar
y que jugaste en las playas sin dueño,
que naciste sabiendo
que la vida no necesita de ley
porque allí nunca ocurre nada;
a más de una ola y otra ola,
un transitar de espuma,
dos fantasmas de viento
y una gaviota borracha de cielos…

¿Y qué más pasa, Juan Antillanca?

Cuando llegaste de uniforme verde
y te pusiste rígido,
¡parecías un atado de colloi!
¡cómo te gozaban los chiquillos,
casi te empelotaron la primera vez!

Tus ojos que eran mansos y risueños,
tuviste que endurecerlos;
y aquel gesto tuyo que era como un amanecer,
lo transformaste en grito duro,
en amenaza negra,
en noche desconfiada…

¿Te acuerdas cómo se las arreglaban
para tener algo de comer
cuando tú eras niño?
¿Y ahora, Juan, tú andas buscando
a los que roban ovejas
porque tienen hambre
y no tienen trabajo?

¿Cómo murió tu padre, recuerdas?
¿En qué cuartel amaneció muerto?

A ti te han escogido para esto
porque hablas mapu dugun
y porque conoces
todos los escondites de la costa.

Te vimos esa tarde cuando llevabas al Mauleo:
tú ibas más asustado que él,
pasaste avergonzado por frente de nosotros.

Ese día, Juan, nos dio una pena grande.

Alguien dijo:
– Antillanca se hizo carabinero
para ganarse el pan pescando presos a sus hermanos.

¿Qué gusto tiene ese pan, Antillanca?

*
mari ailla diecinueve
colloi cochayuyo

***
Pedro Alonzo Retamal (Puerto Saavedra, 1929)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario