sábado, 30 de diciembre de 2023

martín adán / la mano desasida













Y yo me moriré porque no me basto.
Pero tú vives, Machu Picchu,
Piedra que se está en su alto.

Piedra que me representa,
Piedra que se está gastando.
Nada será después de mi momento,
Todo ya era cuando yo nacía.

Tras de mi muerte no moriré nunca,
Siempre comenzará la vida.
Todo será como es y, sin embargo,
Todo seré variedad, sino, simpatía.

¡Todo será como es porque está ardiendo y doliéndome!
¡Porque no hay otra cosa!
Todo será como es porque no son
Sino mi cuerpo y la nube y tu roca!

Todo, porque yo hablo todavía
Y todo el mundo es oreja de ahora!
¡Y el aire es mi terror, y el río sueña,
Y suena sin cesar, sin verdadera sombra!

¿Dormirás, Alma Mía?
¿Despertarás mañana a tu quehacer?
¿Serás otra vez la que te fuiste?
¿Serás otra vez?

¡Ante esta roca, que te está mirando
Y que te ve,
Y que te ve tremenda con un solo ojo
De mil pies;

Ante esta roca, huir es imposible
Y hay que desnacer y renacer!
Porque ser es necesario,
No hay otro modo de no ser y renacer.

¿Y si no eres, qué eres, qué serás, qué Dios,
Qué intenso ser te arrastrará en su furia?

***
Martín Adán (Lima, 1908-1985)

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