El uniforme de los hombres
volvió a ser piel
(porque la vocación
de todo lo que es vivo
es volver a las fuentes).
Fue este el prodigio
del pueblo ultrajado,
del pueblo desterrado
que trajo de las tinieblas
pedazos de sol.
Fue este el prodigio
de un día de Abril,
que hizo de las mordazas
banderas en alto,
arrancó las rejas,
libertó las muñecas,
y mostró a los presos
que gracias a ellos
el uniforme de los hombres
volvió a ser piel.
Quedó la herencia
de errores y agujeros
en las arduas laderas
siendo subidas
con los pies descalzos,
pero en el sufrimiento
el uniforme de los hombres
volvió a ser piel
y de las bayonetas
irrumpieron flores.
Mi patria linda
de cabellos sueltos
corriendo al viento,
siento un escalofrío
de arena y de mar
al verte feliz.
Con las manos vacías
vamos a trabajar,
el uniforme de los hombres
volvió a ser piel.
Sidónio Muralha (Lisboa, 1920-Curitiba, 1982)
Versión de Raquel Madrigal Martínez
/
Poema de abril
*
A farda dos homens
voltou a ser pele
(porque a vocação
de tudo o que é vivo
é voltar às fontes).
Foi este o prodígio
do povo ultrajado,
do povo banido
que trouxe das trevas
pedaços de sol.
Foi este o prodígio
de um dia de Abril,
que fez das mordaças
bandeiras ao alto,
arrancou as grades,
libertou os pulsos,
e mostrou aos presos
que graças a eles
a farda dos homens
voltou a ser pele.
Ficou a herança
de erros e buracos
nas árduas ladeiras
a serem subidas
com os pés descalços,
mas no sofrimento
a farda dos homens
voltou a ser pele
e das baionetas
irromperam flores.
Minha pátria linda
de cabelos soltos
correndo no vento,
sinto um arrepio
de areia e de mar
ao ver-te feliz.
Com as mãos vazias
vamos trabalhar,
a farda dos homens
voltou a ser pele.
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