lunes, 12 de septiembre de 2022

jorge de lima / cuatro poemas













El Grande Desastre Aéreo de Ayer

*

Para Cândido Portinari

Veo sangre en el aire, veo el piloto que llevaba una flor para la novia, abrazado a la hélice. Y el violinista en quien la muerte acentuó la palidez, se despeña con su cabellera negra y su Stradivarius. Hay manos y piernas de bailarinas arrojadas en la explosión. Cuerpos irreconocibles identificados por el Gran Reconocedor. Veo sangre en el aire, veo lluvia de sangre cayendo en las nubes bautizadas por la sangre de los poetas mártires. Veo la nadadora bellísima, en su último salto de bañista, más rápida porque va sin vida. Veo tres niñas cayendo rápidas, hinchadas, como se bailasen todavía. Y veo la loca abrazada al ramillete de rosas que ella pensó que era el paracaídas, y la prima-dona con la larga cola de lentejuelas arañando el cielo como un cometa. Y la campana que iba a una capilla del oeste, ir doblando finados por los pobres muertos. ¡Presumo que la moza dormida en la cabina todavía va durmiendo, tan tranquila y ciega! Oh amigos, el paralítico va con extrema rapidez, va como una estrella cadente, va con las piernas del viento. Llueve sangre sobre las nubes de Dios. Y hay poetas miopes que piensan que es el arrebol.

~

Invención de Orfeo
(CANTO I - XVIII)

*

Yeguas vinieron, por la tarde, perseguidas,
depositaron boñigas bajo las viñas.
Justo después de las mariposas vespertinas,
gordas y aterciopeladas como ortigas,

a chupar vinieron el estiércol humeante.
Si las vieses, os diréis que el compuesto
De las alas y de los restos eran flores.
Porque parecen sexos; en ese instante,

los más bellos centauros del alto empíreo,
por los pétalos descendieron atraídos,
y ahora asomados forman círculos;
después las besan como besan lirios.

~

Poema de la hermana

*

Oh hermana
ahora que las noches vienen pronto
y flota sobre todo
una tristeza enorme
y el silencio es tan largo
que los perros enloquecen en las calles,
hermana, ven a recordarme
que crecimos juntos
cuando los días eran largos y diferentes.
Hermana, si tú sabes signos
para cambiar el tempo, ven.
Ven que yo quiero huir
a otros parajes
donde las gaviotas sean menos inútiles
y haya un corazón en cada puerto;
y los pájaros del mar
tan lavados y tan albos
y tan lentos y tan sabedores de viajes
vengan a aletear
sobre mi pipa
en la que los cometas del cielo se apagaron.
Hermana, en mis ritmos
hay colegas que gritan:
Daubler, Ehrenstein, Stramm, suicidas,
vagabundos, niños,
operarios, leprosos y prostitutas que
se acuerdan todavía de sus oraciones familiares.

Hay no sé dónde otros aires y otras sierras,
otros limites, adiós hermana.
Oh qué noche larga,
¡Oh qué noche tan larga!
¿Qué es lo que llora ahí afuera?
— ¿La humanidad o alguna fuente?

~

Poema Relativo

*

Ven, oh
bienamada
Junto a mi casa
Tiene un regato (hasta quieto el regato).

No tiene pájaros ¡qué pena!

Pero los coqueros hacen,
Cuando el viento pasa,
Un ruido que a veces parece
El batir de alas.

Suponte, oh bienamada,
Si el viento no sopla,
Pueden venir mariposas
Buscando mis jarras
Donde hay flores asomadas,
Tan asomadas que parecen escuchar.

Todos los hombres tienen sus creyentes,
Oh bienamada:
- los que predican el amor al prójimo
y los que predican su muerte.

Pero todo es pequeño
Y ligero en el mundo, oh amada.
¡Sólo el clamor de los desgraciados
Es cada vez más inmenso!

Ven, oh bienamada.
Junto a mi casa
Tiene un regato hasta manso.

Y tus pasos pueden ir despacio
Por los caminos:
- aquí no está la inquietación
de atravesar el asfalto.

Ven, oh bienamada,
Porque como te he dicho
Si no hay pájaros en mi parque,
Puede ser, si el viento
No sopla fuerte
Que vengan las mariposas.
Todo es relativo
E incierto en el mundo.
También tus cejas
Parecen alas abiertas.

***
Jorge de Lima (União dos Palmares, 1893-Río de Janeiro, 1953)
Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

O Grande Desastre Aéreo de Ontem

*

Para Cândido Portinari

Vejo sangue no ar, vejo o piloto que levava uma flor para a noiva, abraçado com a hélice. E o violinista em que a morte acentuou a palidez, despenhar-se com sua cabeleira negra e seu estradivárius. Há mãos e pernas de dançarinas arremessadas na explosão. Corpos irreconhecíveis identificados pelo Grande Reconhecedor. Vejo sangue no ar, vejo chuva de sangue caindo nas nuvens batizadas pelo sangue dos poetas mártires. Vejo a nadadora belíssima, no seu último salto de banhista, mais rápida porque vem sem vida. Vejo três meninas caindo rápidas, enfunadas, como se dançassem ainda. E vejo a louca abraçada ao ramalhete de rosas que ela pensou ser o paraquedas, e a prima-dona com a longa cauda de lantejoulas riscando o céu como um cometa. E o sino que ia para uma capela do oeste, vir dobrando finados pelos pobres mortos. Presumo que a moça adormecida na cabine ainda vem dormindo, tão tranqüila e cega! Ó amigos, o paralítico vem com extrema rapidez, vem como uma estrela cadente, vem com as pernas do vento. Chove sangue sobre as nuvens de Deus. E há poetas míopes que pensam que é o arrebol.

~

Invenção de Orfeu
(CANTO I - XVIII)

*

Éguas vieram, à tarde, perseguidas,
depositaram bostas sob as vides.
Logo após borboletas vespertinas,
gordas e veludosas como urtigas,

sugar vieram o esterco fumegante.
Se as vísseis, vós diríeis que o composto
das asas e dos restos eram flores.
Porque parecem sexos; nesse instante,

os mais belos centauros do alto empíreo,
pelas pétalas desceram atraídos,
e agora debruçados formam círculos;
depois as beijam como beijam lírios.

~

Poema da irmã

*

Ó irmã
agora que as noites vêm cedo
e paira por tudo
uma tristeza enorme
e o silêncio é tão longo
que os cães enlouquecem nas ruas,
irmã, vem me relembrar
que crescemos juntos
quando os dias eram compridos e diferentes.
Irmã, se tu sabes signos
para mudar o tempo, vem.
Vem que eu quero fugir
para outras paragens
onde as gaivotas sejam menos inúteis
e haja um coração em cada porto;
e os pássaros do mar
tão lavados e tão alvos
e tão lentos e tão sabedores de viagens
venham esvoaçar
sobre o meu cachimbo
em que os cometas do céu se apagaram.
Irmã, nos meus ritmos
há colegas que gritam:
Daubler, Ehrenstein, Stramm, suicidas,
vagabundos, crianças,
operários, leprosos e prostitutas que
se lembram ainda de suas orações familiares.

Há não sei onde outros ares e outras serras,
outros limites, adeus irmã.
Ó que noite longa,
Ó que noite tão longa!

Que é que chora lá fora?
— A humanidade ou qualquer fonte?

~

Poema Relativo

*

Vem, ó
bem-amada
Junto à minha casa
Tem um regato (até quieto o regato).

Não tem pássaros que pena!

Mas os coqueiros fazem,
Quando o vento passa,
Um barulho que às vezes parece
Bate-bate de asas.

Supõe, ó bem-amada,
Se o vento não sopra,
Podem vir borboletas
À procura das minhas jarras
Onde há flores debruçadas,
Tão debruçadas que parecem escutar.

Todos os homens têm seus crentes,
Ó bem-amada:
- os que pregam o amor ao próximo
e os que pregam a morte dele.

Mas tudo é pequeno
E ligeiro no mundo, ó amada.
Só o clamor dos desgraçados
É cada vez mais imenso!

Vem, ó bem-amada.
Junto à minha casa
Tem um regato até manso.

E os teus passos podem ir devagar
Pelos caminhos:
- aqui não há a inquietação
de se atravessar o asfaalto.

Vem, ó bem-amada,
Porque como te disse
Se não há pásssaros no meu parque,
Pode ser, se o vento
Não soprar forte
Que venham borboletas.
Tudo é relativo
E incerto no mundo.
Também tuas sobrancelhas
Parecem asas abertas.

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