LI
*
Aquel a mí, que par es a un dios, parece,
aquel, si impío no es, que supera a los divinos,
el que sentado en contra una y otra vez a ti
te contempla y oye,
dulce riendo, lo que, pobre de mí,
todos me arranca los sentidos, pues una vez que a ti,
Lesbia, te he contemplado, nada tengo más yo
de voz en la boca,
sino la lengua se atiere, tenue bajo mis órganos
una llama dimana, por el sonido suyo
tintinan mis oídos, y gemelas se cubren
mis luces de noche.
El ocio, Catulo, para ti molesto es:
por el ocio exultas y demasiado vibras:
el ocio también a reyes antes y a dichosas
perdió ciudades.
~
LII
*
¿Qué es, Catulo, qué te demoras para morir?
En la silla curul el bocio de Nonio se sienta,
por el consulado perjura Vatinio:
¿Qué es, Catulo, qué te demoras para morir?
***
Cayo Valerio Catulo (Verona, 87 a. C. - Roma, 57 a. C.)
Versiones de Ana Pérez Vega
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