martes, 5 de abril de 2022

allen ginsberg / tres poemas










En la muerte de Neruda

*

Hay un aliento que respira en Adonais & el Canto General
Y un aliento que expira en las Bombas y los ladridos
Hay un aliento que respira silencio en las montañas
verdes de nieve
Y un aliento que no respira en lo absoluto

                                                                                        Septiembre 25, 1973
~

Respiraciones mentales

*

Así cruzado de piernas sobre un cojín redondo en Teton
Space —
Respiré sobre el estrado de aluminio del micrófono a un
cuerpo de distancia
Respiré sobre el trono del maestro, la silla de madera
con el cojín amarillo
Respiré más allá de la tasa de sake medio vacía del gurú
de la respiración
Respiré sobre las ramitas verdes llenas de hojas de la
planta en el florero
Respiré sobre los vastos cristales que reflejaban a los
reunidos haciendo Sangha en la cafetería de la
meditación
y mi aliento a través de las fosas nasales flotaba hacia la
polilla del atardecer golpeando las ventanas iluminadas
respiraba sobre las ramitas del álamo temblón las altas
hojas amarillas de septiembre en el ocaso al pie
de la montaña
respiraba sobre la montaña, sobre la nieve de los
desfiladeros anillados bajo la blanca espuma de la masa
de nubes & su lenta respiración
con el viento a través de Teton Pass hacia Idaho,
cordilleras grises bajo el espacio azul barrido
por delicadas ráfagas de nieve, alientos del Oeste
la hierba de la montaña temblando en los vientos
diminutos de Wasatch
Brisas del sur al final del otoño en las calles de madera
del templo de Salt Lake,
polvo blanco de sal alzado en remolino por el denso
lago de plomo, polvo acarreado sobre el pozo de
Kennicot hacia el masivo Unit Rig,
hacia el neón de Reno, cuentas en dólares rozando el
agua de la calle por los bordes,
hacia las hojas del roble de las Sierras que caen con los
escalofríos del otoño
vendavales de nieve comenzando en las puntas
un aliento de plegaria en las hojas de Kitkitdizze cerca
del suelo,
sobre el techo de tejas de Gary, sobre los pilares del
templo, tiendas y árboles de manzanita al pie de las
Sierras empinadas —
un aliento desciende sobre el valle de Sacramento, viento
que ruge en la autopista de seis carriles sobre el
Puente de la Bahía
alboroto de papeles flotando sobre la calle Montgomery,
pichones que bajan revoloteando antes del atardecer
desde el campanario blanco de Washington Park —
aguas del Golden Gate coronadas de blancura
precipitándose a las extensiones del Pacífico
sobre Hawaii un viento balsámico a través de las palmas
del Hotel, un calor húmedo barrió la base aérea,
una brisa malsana en los corruptos hangares y aduanas
de Guam,
vientos claros soplan en las playas de palma & coral de
Fiji, las banderas parpadean en los hoteles de madera
de Suva, los taxis vuelan por los negros que salen
a pasear el viernes por la noche bajo la ventana de la
discoteca rocanrolera que palpita allá arriba con
neón Inglés —
en una brisa en Sidney, sobre las colinas de hierba donde
los hongos crecen en el Estiércol de Queensland, por
los callejones de Adelaide la música del Dobro de
Brian Moore oscila en el viento —
sobre la Tierra de Darwin, en la brisa del verde océano
de la Península de Gove, el castañeteo de una canción
del pueblo Yerkalla se pega a la ola que tiembla
Sí y un viento sobre las aguas mercuriales del Noreste de
Japón, un gong de madera hueco resuena en el
templo de Kyoto bajo la hierba ondulante del
cementerio
Una sirena de niebla sopla en el Mar de la China,
aguaceros torrenciales sobre Saigón, bombarderos
sobre Cambodia, visionados diminutos desde las torres
de piedra multifacéticas de Avalokiteshvara en Angkor
Wat una noche con viento,
una bocanada de opio de una boca amarillenta en
Bangkok, una densa bocanada de hashish manando de
las narices y los ojos de un saddhu barbado en
Nimtallah Burning Ghat,
humo de madera que flota sobre el Puente Hoogley,
incienso quemado bajo el Árbol de Bo en Bodh Gaya,
en Benares arden las pilas de madera al devolver
Manikarnika las almas incensadas a Shiva,
el viento coquetea en las hojas amorosas de Brindaban,
y el aire sereno en el piso de la gran mezquita sobre
los pasadizos de la Vieja Delhi,
viento que sopla sobre el muro de piedra del pueblo de
Kausani, las cumbres del Himalaya que corren por
cientos de millas en el horizonte nevado, banderas
rituales que ondulan sobre los techos cafés de las
casas de madera de Almora,
los vientos comerciantes llevan dhows a través del
océano
Índico a Mombassa o al puerto de vela junto al río,
de Dar 'Salam, las palmeras se mecen & los marineros
envueltos en algodón se duermen en los muelles —
Suaves brisas por el Mar Rojo hacia los secos hoteles de
Elat, hojitas de papel desperdigadas en el Muro de las
Lamentaciones, derivando hacia el Sepulcro
Céfiros Mediterráneos que dejan Tel Aviv, sobre Creta,
los molinos de viento en las llanuras de Lassithi
giran todavía, siglos & siglos cerca de la cueva donde
Zeus nació
El Pireo azotado por las olas, las aguas de la laguna de
Venecia estallando sobre la Plaza de San Marcos
inundada, lodo en el pórtico de mármol, góndolas que
suben & bajan en el agua picada del Zatteree,
Septiembre helado que tirita en las arcadas de Milán,
huesos fríos & abrigos aleteando en la Plaza de San
Pedro,
por la Vía Apia, silencio en las tumbas, estelas impasibles
en la hierba de un sendero solitario, el aliento de un
viejo que trabaja en un camino —
A través de Scila y Caribdis, el humo de un tabaco
Siciliano flotaba sobre la cubierta del barco,
en Marsella el humo negro de las chimeneas de carbón
sube a las nubes, el viento se lleva la espuma blanca
del vapor hasta Tánger,
un soplo del otoño teñido de rojo en Provenza, lentos
botes en el Sena, la dama se arropa en su capa ceñida
al cuerpo en la coronilla de hierro de la Torre
Eiffel —
a través de las rudas olas verdinegras del Canal, en los
botes de cerveza de Piccadilly, Londres, enrollados en
concreto bajo el busto plateado de Eros, el Sunday
Times
se levanta y cae en los escalones mojados de la
fuente —
sobre el día azul de la isla de lona y la brisa fragante de
las Hébridas Interiores, la niebla cruza el Atlántico,
helado y blanco en el soplo del Labrador, hacia los
cañones de Nueva York bolsas de papel manila que
ruedan hacia Wall desde el Lower East —
un aliento sobre la cabeza de mi Padre en su
departamento
en Park Avenue Peterson,
una fría brisa de septiembre que baja de East Hill, y el
temblor rojo de los arces en Cherry Valley,
por la Ciudad del Aire de Chicago el vasto aliento de la
Conciencia se disuelve, las chimeneas de las
fábricas y los autos sueltan humos muy caros en una
cinta a lo largo de las vías,
hacia el Oeste, una sola respiración recorre las
planicies, los campos de Nebraska cosechados & el
rastrojo que se dobla delicadamente con el aire del
atardecer
por las Rocallosas, de Cherry Creekbed en Denver se
levanta otro zafiro,
sobre el pico Peak una ráfaga helada en el ocaso, las
cumbres de Wind River flotando hacia Teton Pass,
una respiración vuelve deslizándose por las praderas
punteadas por las vacas en Jackson Hole, a un rincón
de las llanuras,
por el camino de asfalto hasta el barro del lote baldío,
una brisa de inquieto septiembre, por las escaleras
de madera sube en el viento
hasta la cafetería de Teton Village bajo el montacargas
rojo
una serena respiración, una silenciosa respiración, una
lenta respiración que sale por mis fosas nasales.

                                                                                        Septiembre 28, 1973
~

Tenían que estarla tocando en la rocola

*

Tenía que estar relampagueando como en las apuestas
Tenía que aparecer en la Tele
Tenía que ser voceado en la Hora de las Comedias
Tenía que ser anunciado en Altavoces
La CIA & la Mafia están coludidas
Tenía que ser dicho en el lenguaje de las viejas
Tenía que ser dicho en los Encabezados Americanos
Kennedy se estiró & sonrió & fue acribillado por guaruras
de baja estofa & Agentes
Ricos banqueros con Conectes Criminales
Traficantes en la CIA trabajando con traficantes de Cuba
trabajando con el sindicato de la Gran Vida en Tampa
Florida
Tenía que ser dicho a gritos
Tenía que ser gemido en las sirenas de las Fábricas
Tenía que ser cotorreado en las Noticias de la Radio
en el Coche
Tenía que ser gritado en la cocina
Tenía que ser gritado en los sótanos donde los tíos se
peleaban
Tenía que ser aullado en las calles por los periodiqueros a
los conductores de camiones
Tenía que ser repetido por las sirenas en el Puerto de NY
Tenía que hacer eco bajo los duros sombreros
Tenía que subir el Volumen en los salones de baile
Universitarios
Tenía que ser escrito en los libros de las bibliotecas, con
notas a pie de página
Tenía que estar en los Titulares del Times & Le Monde
Tenía que ser ladrado en TV
Tenía que escucharse en los callejones a través de las
puertas de los bares
Tenía que aparecer en Cablevisión
Tenía que haber campanas, Comediantes parados en seco
en medio de un chiste en Las Vegas,
Tenía que ser el jefe del FBI, J.E. Hoover & Frank
Costello y sus abogados sindicales viéndose en Central
Park los fines de semana en NY según reportó
póstumamente la revista Time
Tenía que ser la Mafia & la CIA juntas
quienes comenzaran la Guerra en Cuba en Bahía de
Cochinos & los encabezados del envenenamiento
Tenían que ser los Policías & la Mafia
quienes vendieran toda esa heroína en América
Tenían que ser el FBI & el crimen organizado trabajando
amafiados "contra los comunistas"
quienes dejaran salir de la Cárcel a Lucky Luciano para
controlar el tráfico de drogas en el Mediterráneo
Siciliano
Tenían que ser los canallas Corsos en la Paga de la
Oficina de Servicios Estratégicos reventados en las
huelgas portuarias de 1948 en Marsella, transportación
de heroína indochina en los sesentas,
Tenían que sonar las Cajas Registradoras Transnacionales
lavandería mundial para el dinero del Crimen organizado
Tenían que ser la CIA & la Mafia & el FBI juntos
más grandes que Nixon, más grandes que la Guerra.
Tenía que ser una boca llena de asesinatos
Tenía que ser la boca y el culo una sólida masa de rabia
una cabeza al Rojo vivo, un grito detrás de la garganta
Tenía que estar en el cerebro de Kissinger
Tenía que estar en la boca de Rockefeller
Tenía que ser la Central de Inteligencia La Familia
"La Cosa Nostra" la Agencia la Mafia el Crimen
Organizado el FBI los Narcos & las Corporaciones
Trasnacionales
un montón de pandillas Criminales trabajando Coludidos
Golpeadores asesinos ultrajados por doquier, en la acción
Sucio Rico Brutal borracho en Secreto
en la cima de un montón de Escoria de las prisiones,
Cáncer Industrial, smog de plutonio, ciudades en la
basura, las llagas de la abuela, los resentimientos
del Padre
Tenían que ser los Gobernantes los que quieren la Ley &
el Orden, ellos se enriquecen y quieren Protección
para el statu quo, quieren drogadictos quieren Attica
quieren Kent State quieren la Guerra en Indochina
Tenía que ser la CIA & la Mafia & el FBI
Escuadras de brazos fuertes Trasnacionales Capitalistas,
"Agencias de detectives Privados para los muy ricos"
Y sus Ejércitos, Armadas, Flotas y bombarderos de la
Fuerza Aérea,
Tenía que ser el Capitalismo el Vórtice de esta rabia, esta
competencia del hombre con el hombre, cabezas de
caballos en la cama de Capo, policías & ladrones,
golpeadores, batallas de pandillas a través del mar,
bombardear Cambodia empareja el marcador ya que los
Pilotos Soviéticos tripularon aviones de guerra
egipcios
La democracia roja de Chile sacudida con las artimañas
de la Casa Blanca un aviso a los gobiernos
Mediterráneos
Policías Secretas abrazadas por décadas, la NKVD & la
CIA se guardan secretos mutuamente, la OGPU
& la DIA nunca se dan los suyos, la KGB & el FBI
una sola mente — fuerza bruta
a lo largo y a lo ancho del mundo, y con mucho dinero
Tenían que ser ricos, tenían que ser poderosos, tenían que
comprar Tecnología en Harvard
Tenían que asesinar en Indonesia 500,000
Tenían que asesinar en Indochina 2,000,000
Tenían que asesinar en Checoeslovaquia
Tenían que asesinar en Chile
Tenían que asesinar en Rusia
Tenían que asesinar en América

                                                                                        3 AM, mayo 30, 1975

***
Allen Ginsberg (Newark, 1926-Nueva York, 1997) 
Versiones de Alberto Blanco

/

On Neruda's Death

*

Some breath breathes out Adonais & Canto General
Some breath breathes out Bombs and dog barks
Some breath breathes silent over green snow mountains
Some breath breathes not at all

                                                                                        Teton Village, September 25, 1973
~

Mind Breaths

*

Thus crosslegged on round pillow sat in Teton Space—
I breathed upon the aluminum microphone-stand a body’s length away
I breathed upon the teacher’s throne, the wooden chair with yellow pillow
I breathed further, past the sake cup half emptied by the breathing guru
Breathed upon the green sprigged thick-leaved plant in a flowerpot
Breathed upon the vast plateglass shining back th’ assembled sitting Sangha in the meditation cafeteria
my breath thru nostril floated out to the moth of evening beating into window’d illumination
breathed outward over aspen twigs trembling September’s top yellow leaves twilit at mountain foot
breathed over the mountain, over snowpowdered crags ringed under slow-breathed cloud-mass white spumes
windy across Tetons to Idaho, gray ranges under blue space swept
with delicate snow flurries, breaths Westward
mountain grass trembling in tiny winds toward Wasatch
Breezes south late autumn in Salt Lake’s wooden temple streets,
white salt dust lifted swirling by the thick leaden lake, dust carried up over Kennecott’s pit onto the massive Unit Rig,
out towards Reno’s neon, dollar bills skittering downstreet along the curb,
up into Sierras oak leaves blown down by fall cold chills
over peaktops snowy gales beginning,
a breath of prayer down on Kitkitdizze’s horngreen leaves close to ground,
over Gary’s tile roof, over temple pillar, tents and manzanita arbors in Sierra pine foothills—
a breath falls over Sacramento Valley, roar of wind down the sixlane freeway across Bay Bridge
uproar of papers floating over Montgomery Street, pigeons flutter down before sunset from Washington Park’s white churchsteeple—
Golden Gate waters whitecapped scudding out to Pacific spreads
over Hawaii a balmy wind thru Hotel palmtrees, a moist warmth swept over the airbase, a dank breeze in Guam’s rotten Customs shed,
clear winds breathe on Fiji’s palm & coral shores, by wooden hotels in Suva town flags flutter, taxis whoosh by Friday night’s black promenaders under the rock & roll discotheque window upstairs beating with English neon—
on a breeze into Sydney, and across hillside grass where mushrooms lie low on Cow-Flops in Queensland, down Adelaide’s alleys a flutter of music from Brian Moore’s Dobro carried in the wind—
up thru Darwin Land, out Gove Peninsula green ocean breeze, clack of Yerkalla village song sticks by the trembling wave
Yea and a wind over mercurial waters of Japan North East, a hollow wooden gong echoes in Kyoto’s temple hall below the graveyard’s wavy grass
A foghorn blowing in the China Sea, torrential rains over Saigon, bombers float over Cambodia, visioned tiny from stone Avelokitesvera’s many-faced towers Angkor Wat in windy night,
a puff of opium out of a mouth yellowed in Bangkok, a puff of hashish flowing thick out of a bearded saddhu’s nostrils & eyes in Nimtallah Burning Ghat,
wood smoke flowing in wind across Hooghly Bridge, incense wafted under the Bo Tree in Bodh Gaya, in Benares woodpiles burn at Manikarnika returning incensed souls to Shiva,
wind dallies in the amorous leaves of Brindaban, still air on the vast mosque floor above Old Delhi’s alleyways,
wind blowing over Kausani town’s stone wall, Himalayan peaktops ranged hundreds of miles along snowy horizon, prayer flags flutter over Almora’s wood brown housetops,
trade winds carry dhows thru Indian Ocean to Mombasa or down to Dar ’Salaam’s riverside sail port, palms sway & sailors wrapped in cotton sleep on log decks—
Soft breezes up thru Red Sea to Eliat’s dry hotels, paper leaflets scatter by the Wailing Wall, drifting into the Sepulchre
Mediterranean zephyrs leaving Tel Aviv, over Crete, Lassithi Plains’ windmills still turn the centuries near Zeus’ birth cave
Piraeus wave-lashed, Venice lagoon’s waters blown up over the floor of San Marco, Piazza flooded and mud on the marble porch, gondolas bobbing up & down choppy waters at the Zattere,
chill September fluttering thru Milan’s Arcade, cold bones & overcoats flapping in St. Peter’s Square,
down Appian Way silence by gravesites, stelae stolid on a lonely grass path, the breath of an old man laboring up road—
Across Scylla & Charybdis, Sicilian tobacco smoke wafted across the boat deck,
into Marseilles coalstacks black fumes float into clouds, steamer’s white driftspume down wind all the way to Tangier,
a breath of red-tinged Autumn in Provence, boats slow on the Seine, the lady wraps her cloak tight round her bodice on toppa Eiffel Tower’s iron head—
across the Channel rough black-green waves, in London’s Piccadilly beercans roll on concrete neath Eros’ silver breast, the Sunday Times lifts and settles on wet fountain steps—
over Iona Isle blue day and balmy Inner Hebrides breeze, fog drifts across Atlantic,
Labrador white frozen blowing cold, down New York’s canyons manila paper bags scurry toward Wall from Lower East side—
a breath over my Father’s head in his apartment on Park Avenue Paterson,
a cold September breeze down from East Hill, Cherry Valley’s maples tremble red,
out thru Chicago Windy City the vast breath of Consciousness dissolves, smokestacks and autos drift expensive fumes ribboned across railroad tracks,
Westward, a single breath blows across the plains, Nebraska’s fields harvested & stubble bending delicate in evening airs
up Rockies, from Denver’s Cherry Creekbed another zephyr risen,
across Pike’s Peak an icy blast at sunset, Wind River peaktops flowing toward the Tetons,
a breath returns vast gliding grass flats cow-dotted into Jackson Hole, into a corner of the plains,
up the asphalt road and mud parking lot, a breeze of restless September, up wood stairways in the wind
into the cafeteria at Teton Village under the red tram lift
a calm breath, a silent breath, a slow breath breathes outward from the nostrils.

                                                                                        September 28, 1973
~

Hadda be Playin’ on the Jukebox

*

It had to be flashin’ like the daily double
It had to be playin’ on TV
It had to be loud mouthed on the comedy hour
It had to be announced over loud speakers
The CIA and the Mafia are in cahoots
It had to be said in old ladies’ language
It had to be said in American headlines
Kennedy stretched and smiled and got double crossed by lowlife goons and agents
Rich bankers with criminal connections
Dope pushers in CIA working with dope pushers from Cuba working with a
big time syndicate from Tampa, Florida
And it had to be said with a big mouth
It had to be moaned over factory foghorns
It had to be chattered on car radio news broadcasts
It had to be screamed in the kitchen
It had to be yelled in the basement where uncles were fighting
It had to be howled on the streets by newsboys to bus conductors
It had to be foghorned into New York harbor
It had to echo onto hard hats
It had to turn up the volume in university ballrooms
It had to be written in library books, footnoted
It had to be in the headlines of the Times and Le Monde
It had to be barked on TV
It had to be heard in alleys through ballroom doors
It had to be played on wire services
It had to be bells ringing
Comedians stopped dead in the middle of a joke in Las Vegas
It had to be FBI chief J. Edgar Hoover and Frank Costello syndicate
mouthpiece meeting in Central Park, New York weekends,
reported Time magazine
It had to be the Mafia and the CIA together starting war on Cuba,
Bay of Pigs and poison assassination headlines
It had to be dope cops in the Mafia
Who sold all their heroin in America
It had to be the FBI and organized crime working together
in cahoots against the commies
It had to be ringing on multinational cash registers
A world-wide laundry for organized criminal money
It had to be the CIA and the Mafia and the FBI together
They were bigger than Nixon
And they were bigger than war
It had to be a large room full of murder
It had to be a mounted ass- a solid mass of rage
A red hot pen
A scream in the back of the throat
It had to be a kid that can breathe
It had to be in Rockefellers’ mouth
It had to be central intelligence, the family, allofthis, the agency Mafia
It had to be organized crime
One big set of gangs working together in cahoots
Hitmen
Murderers everywhere
The secret
The drunk
The brutal
The dirty rich
On top of a slag heap of prisons
Industrial cancer
Plutonium smog
Garbage cities
Grandmas’ bed soft from fathers’ resentment
It had to be the rulers
They wanted law and order
And they got rich on wanting protection for the status quo
They wanted junkies
They wanted Attica
They wanted Kent State
They wanted war in Indochina
It had to be the CIA and the Mafia and the FBI
Multinational capitalists
Strong armed squads
Private detective agencies for the rich
And their armies and navies and their air force bombing planes
It had to be capitalism
The vortex of this rage
This competition
Man to man
The horses head in a capitalists’ bed
The Cuban turf
It rumbles in hitmen
And gang wars across oceans
Bombing Cambodia settled the score when Soviet pilots
manned Egyptian fighter planes
Chiles’ red democracy
Bumped off with White House pots and pans
A warning to Mediterranean governments
The secret police have been embraced for decades
The NKPD and CIA keep each other’s secrets
The OGBU and DIA never hit their own
The KGB and the FBI are one mind
Brute force and full of money
Brute force, world-wide, and full of money
Brute force, world-wide, and full of money
Brute force, world-wide, and full of money
Brute force, world-wide, and full of money
It had to be rich and it had to be powerful
They had to murder in Indonesia 500000
They had to murder in Indochina 2000000
They had to murder in Czechoslovakia
They had to murder in Chile
They had to murder in Russia
And they had to murder in America

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