A millas de distancia
*
Te deseo y no estás aquí. Me detengo
en este jardín, espirando el color que tiene el pensamiento
antes de ser lenguaje al aire quieto. Incluso tu nombre
es un fantasma pálido y, aunque lo exhalo una
y otra vez, no se queda conmigo. Esta noche
te invento, te imagino, tus movimientos más claros
que las palabras que te hago decir que dijiste antes.
Donde quiera que estés ahora, en mis pensamientos capturas mi atención
con una mirada, permaneciendo aquí mientras la luz vespertina
se disuelve en la tierra. La forma de tu boca no es la correcta,
pero aún así sonríe. Te acerco a mí, a millas de distancia,
inventando el amor, hasta que el ruido de las aves nocturnas
interrumpe y convierte lo que había de venir, lo que era seguro,
en recuerdo. Las estrellas nos filman para nadie.
~
Originalmente
*
Vinimos de nuestro propio país en un cuarto rojo
el cual cruzó los campos, mientras nuestra madre cantaba
el nombre de nuestro padre al ritmo del girar de las ruedas.
Mis hermanos lloraron, uno de ellos sollozaba, Casa,
Casa, mientras las millas se retraían a la ciudad,
la calle, la casa, los cuartos vacíos
donde ya no vivíamos. Miré fijamente a
los ojos de un juguete ciego, sosteniendo su pata.
Toda infancia es una emigración. Algunas son lentas,
dejándote parada, resignada, en una avenida
donde nadie que conozcas vive. Otras son súbitas.
Tu acento es incorrecto. Las esquinas, que parecen familiares,
te llevan a propiedades inimaginadas y de muros empedrados, niños grandes
comen gusanos y gritan palabras que no entiendes.
La ansiedad de mis padres se agitaba como un diente flojo
en mi cabeza. Quiero nuestro propio país, dije.
Pero luego olvidas, o no recuerdas, o cambias,
y, al ver que tu hermano se tragó un caracol, sientes solo
un resquicio de vergüenza. Recuerdo mi lengua
mudando de piel como una serpiente, mi voz
en el salón de clases que sonaba igual que el resto. ¿Pienso que solo
perdí un río, la cultura, el habla, el sentido del primer espacio
y el lugar correcto? Ahora, ¿De dónde vienes?,
preguntan los extraños. ¿Originalmente? Y yo vacilo.
Carol Ann Duffy (Glasgow, 1955)
Versiones de Alfonso Aispuro
/
Miles away
*
I want you and you are not here. I pause
in this garden, breathing the colour thought is
before language into still air. Even your name
is a pale ghost and, though I exhale it again
and again, it will not stay with me. Tonight
I make you up, imagine you, your movements clearer
than the words I have you say you said before.
Wherever you are now, inside my head you fix me
with a look, standing here whilst cool late light
dissolves into the earth. I have got your mouth wrong,
but still it smiles. I hold you closer, miles away,
inventing love, until the calls of nightjars
interrupt and turn what was to come, was certain,
into memory. The stars are filming us for no one.
~
Originally
*
We came from our own country in a red room
which fell through the fields, our mother singing
our father’s name to the turn of the wheels.
My brothers cried, one of them bawling, Home,
Home, as the miles rushed back to the city,
the street, the house, the vacant rooms
where we didn’t live any more. I stared
at the eyes of a blind toy, holding its paw.
All childhood is an emigration. Some are slow,
leaving you standing, resigned, up an avenue
where no one you know stays. Others are sudden.
Your accent wrong. Corners, which seem familiar,
leading to unimagined pebble-dashed estates, big boys
eating worms and shouting words you don’t understand.
My parents’ anxiety stirred like a loose tooth
in my head. I want our own country, I said.
But then you forget, or don’t recall, or change,
and, seeing your brother swallow a slug, feel only
a skelf of shame. I remember my tongue
shedding its skin like a snake, my voice
in the classroom sounding just like the rest. Do I only think
I lost a river, culture, speech, sense of first space
and the right place? Now, Where do you come from?
strangers ask. Originally? And I hesitate.
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