lunes, 21 de agosto de 2023

marguerite yourcenar / ídolos













Amor, al principio
De carne y de oro como un César 
Salvaje te cebé;
Íncubo, tu pecho pesaba
Y tu beso agotador
Cansó mi boca.

Luego te vi ensangrentado; 
Caminabas, titubeando,
Bajo la escuadra terrible; 
Víctima atravesada en el flanco, 
A tus pies derramé
Todo el nardo de la tierra.

Te veo pálido y bello: 
Tu carne es una antorcha 
Hecha de cera y fuego; 
Yo abrazo, delicia pura, 
Tu cara desconocida, 
Idéntica a mi alma.

Y te veré pensativo
En el último arrecife,
Dulce provocador de naufragios, 
Sombrío dios sin devotos;
Tus amapolas nocturnas
Me curarán de las rosas.

***
Marguerite Yourcenar (Bruselas, 1903-Northeast Harbor, 1987)
Versión de Silvia Baron
Fotografía de Louis Monier

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