Batalla silenciosa
*
Primero en el sexo la experiencia alucinada
los días siguientes ese brillo de obsidiana
que recorre el cuerpo y hace que todo vibre
hasta que el calendario rectangular proyecta
una sombra inmensa sobre mi casa
la cordillera es una madre enojada
la humedad avanza en las paredes
se desata esa batalla silenciosa
que oscurece aún más la perspectiva
de un futuro ya incierto
porque no llega la sangre
cuando yo espero esa sangre
como el recado más urgente
para que mi corazón deje de repetir
su monótona advertencia:
la destreza física no basta
el amor necesita tiempo para florecer.
~
Sistema solar
*
El viernes me quedo dormida
mirando el fuego tenue de la estufa
mientras Patti Smith grita ¡Horses! ¡Horses!
sueño con peces y caballos brillantes
que cruzan el cielo como un cometa que agoniza.
Al despertar decido escribir poemas en las paredes
con temperas que mi hijo guarda en su mochila
para hacer una maqueta del cielo.
Mi idea es leerlos en voz alta
mientras pintamos pelotas de plumavit
que representen los planetas orbitando
en torno a un sol irreal.
Lo cierto es que estoy muy cansada
apenas puedo hacer el desayuno
los panes se incendian sobre el tostador
la leche hierve hasta hacerse espuma
mi hijo pregunta cosas sobre la galaxia
los hámsteres giran en su rueda
luego se aparean frenéticamente.
¿De qué están hechos los anillos de Saturno?
¿Cómo es posible que en un comienzo todo fuera materia
oscura?
¿Qué es lo que sujeta a los planetas en el cielo?
¿Y cómo funciona la ley de gravedad?
La vida es frágil en sus inicios
dependemos tanto de otros y luego negamos todo
nos gusta el desorden o al menos la atemporalidad
ir drogados al cine para reírnos de manera salvaje
sentir el poder de la ficción hasta la mañana siguiente.
No nos detenemos a mirar las pocas estrellas
que todavía brillan débilmente entre los aviones
olvidamos llamar a los amigos que cuentan monedas
para comprar una caja de vino que acabarán de a poco
mientras ven documentales sobre el fin del mundo.
Pero todo está bien así
Patti Smith enviudó y se mantuvo diez años
alejada de la música para criar a sus hijos
luego se convirtió en una estrella de rock
y yo soy quien soy ahora
y el sistema solar un día se apagará
seremos de nuevo solo un cuerpo celeste.
***
Begoña Ugalde (Santiago de Chile, 1984) Poemas sobre mi normalidad. Santiago de Chile: RIL Editores, 2018.
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