Sobre la traducción
*
No buscar significado, sino reedificar un gesto, un intento.
Como traductor, uno se encariña con los originales. Rara vez
son tan premeditadas las decisiones.
A mediodía, la traductora se reúne con el poeta en un café que está
en esa intersección donde por décadas travestis y rameras se han puesto
de noche en fila para que echen un vistazo los que caminen por ahí.
No un monólogo, sino una conversación implícita. Se difiere
la respuesta de la traductora.
La traductora pregunta, el poeta responde sin restricciones. Alguien
observa los movimientos de la mano que marcan el flujo
de un diálogo incomprensible.
Están hablando de la desilusión del poeta con Freud.
Una tras otra, vívidas descripciones de los sueños del poeta comienzan
a escaparse de su boca. No hay señales de ironía en su voz.
Ni un asomo de estupor, ni rasgos de algún significado escondido,
sino más bien la fe en la teoría del detritus.
“A phosphorescent cat turns up. I hold him in my arms
knowing I won´t be the same again.”
“I´m in a party. Suddenly I see the devil is sitting right across me.
Dresses black, has a pointed beard and a trident in his left
hand. He is so kind that nobody realizes that is not a guess
like the others.”
“The radio announces that Octavio will read his newest poem:
Cow … cow … cow … cow … cow … cow … cow …”
I go into a lab and perceive unusual aromas. I still remember them.
La traductora sabe que nada de lo que el poeta haya nunca dicho o
escrito revela tanto sobre él como la expresión de su cara cuando
se le pidió que posara para una foto. Sonríe para la posteridad con una
mueca diabólica. Para placer de la traductora, tiene que repetir el gesto
unas tres o cuatro veces por lo menos. La cámara no tiene rollo.
~
Poema en español
*
La tumba tiene más poder que los ojos del amado.
Una tumba abierta con todo su magnetismo.
Este peso en las alas. El cielo está esperando un dirigible.
Tengo el presentimiento de que no es mucha la vida que me queda.
Tres horas después el ataque celestial.
¿Por qué no respondo cuando me ofenden?
Porque mi religión no me lo permite.
Mapas exteriores: geografía. Mapas interiores: psicografía.
Y en tu dura cathedral me arrodillo.
Montañas pasan camellos pasan
como la historia de las guerras en la antigüedad.
De todos los hombres que soy, no puedo encontrar a ninguno
sin el control del ojo invasor.
Problemas. Misterios que se amarran ellos mismos a mi pecho.
Todo lo que quiero es no ver más negocios ni jardines
ni mercados ni gafas ni ascensores.
Con el fin de atender a todos nuestros radioescuchas
sin discriminar entre clases sociales, hablo una lengua
que llena los corazones con la ley de las nubes comunicantes.
Tengo mi cerebro o lo que quiera que sea lleno de las polillas de la muerte.
Para que el mundo siga siendo lo que es tiene
—por fuerza— que tomar una forma otra.
Los verdaderos poemas son llamas. Cuando se quema algo muy querido
en lugar del bomber que yo llamo, sale a relucir el incendiario.
Dice: vive, vive, vive!
Se trata de la muerte.
***
Mónica de la Torre (Ciudad de México)
Versiones de Cristián Gómez O.
/
On Translation
*
Not to search for meaning, but to reedify a gesture, an intent.
As a translator, one grows attached to originals. Seldom are choices
so purposeful.
At midday, the translator meets with the poet at a café at the intersection
where for decades whores and cross-dressers have lined up at
night for passers-by to peruse.
Not a monologue, but an implied conversation. The translator’s
response is delayed.
The translator asks, the poet answers unrestrictedly. Someone
watches the hand movements that punctuate the flow of an
incomprehensible dialogue.
They’re speaking about the poet’s disillusionment with Freud.
One after another, vivid descriptions of the poet’s dreams begin to
pour out of his mouth. There’s no signal of irony in his voice.
Nor a hint of astonishment, nor a suggestion of hidden meanings,
rather a belief in the detritus theory.
«Se me aparece un gato fosforescente. Lo sostengo en mis brazos
sabiendo que no volveré a ser el mismo.»
«Estoy en una fiesta. De pronto veo que el diablo está sentado frente
a mí. Viste de negro, lleva una barba puntiaguda y un tridente en
la mano izquierda. Es tan amable que nadie se da cuenta de que
no es un invitado como los otros.»
«Anuncian en el radio que Octavio Paz leerá su poema más reciente:
‘Vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . . vaca . . .'»
«Entro a un laboratorio y percibo aromas inusitados. Aún los recuerdo.»
The translator knows that nothing the poet has ever said or written
reveals as much about him as the expression on his face when he
was asked to pose for a picture. He greets posterity with a devilish
grin. To the translator’s delight, he’s forced to repeat the gesture at
least three or four times. The camera has no film.
~
Poem in Spanish
*
The grave has more power than the eyes of the beloved.
An open grave with all its magnets.
This weight on the wings. The sky is waiting for an airship.
I have the feeling that I haven’t got much life left.
Three hours after the celestial attack.
Why don’t I respond when I’m being offended?
Because my religion doesn’t allow me to.
Exterior maps: geography. Interior maps: psychography.
And in your hard cathedral I kneel.
Mountains pass camels pass
like the history of wars in antiquity.
Of all the men I am, I can’t find any of them
without the control of the intruding eye.
Problems. Mysteries that fasten themselves to my chest.
All I want is not to see businesses nor gardens
nor markets nor eyeglasses nor elevators.
In order to serve all radio listeners,
without discriminating between social classes, I speak a tongue
that fills hearts with the law of communicating clouds.
I have my brain or whatever it is full of skull moths.
For the world to go on being what it is it must
—per force—take another form.
True poems are fires. When something cherished burns
instead of the fireman I call, rushes forth the incendiary.
It says: live, live, live!
It is Death.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario