sábado, 3 de febrero de 2024

alejandro romualdo / dos poemas











Letra viva

*

Así es.  Recién ahora te contesto, dices
que soy difícil, que hablo poco.  Es cierto.  Siempre
he sido difícil: la verdad me gusta abierta, como una res al aire,
tú lo sabes.
 
No estoy para sonrisas,
para nadie.
 
El Perú va conmigo, sangra
largo tiempo oprimido.
 
Qué cosa horrible y dolorosa es
respirar por la herida, no saber en dónde echar el agua de los ojos,
sacarse el alma exactamente aquí.
Siempre he sido cerrado, y ahora aún más ásperamente, viendo
la sangre derramada por el suelo, la lechada
de cal sobre el obrero destrozado.
 
Saco
la cara.  Como siempre.  Y si no te parezco muy peruano
soy más peruano que la marinera.  Toma
y dale lo que quieras de mi parte al mendigo.
 
Me abro.  Definitivamente me tiendo
como una red al aire, a ver si pasa por mi cuerpo tu alma.  Oh,
cómo quisiera estar al lado tuyo, revolcarme
en tu rostro, como un niño, tirarte
de los labios, respirarte y llenarme la boca con tu nombre.
Sigo mal de los ojos, sin embargo
veo muy bien lo que hago, lo que hacen
conmigo esas palabras que hablan por la espalda.
 
Nado en plata.  (Abre las cortinas y verás
lo que es la luna sobre el mar…)  Y dicen que poseo
hembras brahamanas, que me afeito tarde, que soy
muy poco amable con las ratas.  ¡Hijos de puntos suspensivos…!
Se acabaron las lágrimas.  Necesitamos agua, mucha
Agua, y sin llorar miseria,
sin pedir nada a nadie, abriremos de un tajo la verdad.
Esa verdad
que debe orear abierta, como una red
o una res al aire,
y aunque sangre o amargue como el mar que me cerca,
tú lo sabes.


Sin palabras

*

El amor es una palabra
y otra palabra
que no dicen nada
de lo que dicen las palabras
de amor
cuando estoy a tu lado
 
***
Alejandro Romualdo (Trujillo, 1926-San Isidro, 2008)

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