domingo, 17 de julio de 2022

carmen yáñez / dos poemas









Sin regreso

*

Deshago la maleta,
la de catorce kilos.
La que preparé con prisa y miedo,
la de todos los exilios:
mi vestido floreado,
el osito peluche con un solo ojo de vidrio de mi hijo,
un lápiz, un folio blanco,
la foto de mis padres,
calzones, calcetines, camisetas,
los dos tamaños, sus pequeños pantalones,
los dos cepillos de dientes, los dos peines.
un pequeño espejo, mi lápiz labial.
La pertenencia ya no existe.
La mujer y el niño de su mano nunca más.
Deshago la maleta, esta vez para siempre.

~

La otra cara

*

bajo esta poesía de amor
se esconden los escombros del odio.
Aunque esta poesía se desdiga
presumiendo ser una apología a la vida
con su flora expuesta al visitante
su cabecita adornada de guirnaldas,
su rostro de mil caras, iluminada.
Detrás de su otra cara
el fuego, la lengua delirante
que ríe como un ángel apocalíptico.
El mal me ocupa el espacio y el tiempo
cuando busco inútilmente el oxígeno
de su palabra
su mano condolida
su quehacer sagrado.
Los componentes del odio
andan liberados e invaden todos los frentes
de esta poesía que se ahoga.
Es que alguien decide en esta hora
nuestras muertes.
Decide cómo y cuándo
tomaremos la poción del veneno.
Alguien desquiciado
que surge detrás de las sombras
de está poesía
Tomándole el nombre a dios.
Mientras dios sacude las alfombras de polvo
en su templo.
Y no escucha ,sordo, la bomba de tiempo
que estalla en la vecindad.
Esta poesía a caído en manos
del delirante odio y se debate entre la vida o la muerte.
En su propia casa ultrajada.
Abogo por
hablar de amor
aunque no proceda
y parezca absurdo.
Otro sueño, una suerte de azahar
que llene de agua todo los surtidores
y que el agua cobre su legítimo sentido.

***
Carmen Yáñez (Santiago de Chile, 1952)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario