jueves, 23 de junio de 2022

fernando pessoa / oda triunfal










A la dolorosa luz de las grandes lámparas eléctricas de la fábrica
Tengo fiebre y escribo.
Escribo rechinando los dientes, fiera por la belleza de esto,
Por la belleza de esto totalmente desconocido por los antiguos.

¡Oh ruedas, oh engranajes, r-r-r-r-r-r-r eterno!
¡Fuerte espasmo retenido por los maquinismos en furia!
En furia fuera y dentro de mí,
Por todos mis nervios disecados fuera,
¡Por todas las papilas fuera de todo con que yo siento!
Tengo los labios secos, oh grandes ruidos modernos,
De oíros demasiadamente de cerca,
Y me arde la cabeza de quereros cantar con un exceso
De expresión de todas mis sensaciones,
Con un exceso contemporáneo de vosotros, ¡oh, máquinas!

En fiebre y mirando los motores como a una Naturaleza tropical —
Grandes trópicos humanos de hierro y fuego y fuerza —
Canto, y canto el presente, y también el pasado y el futuro,
Porque el presente es todo el pasado y todo el futuro
Y hay Platón y Virgilio dentro de las máquinas y de las luces eléctricas
Sólo porque los hubo otrora y fueron humanos Virgilio y Platón,
Y pedazos de Alejandro Magno del siglo tal vez cincuenta,
Átomos que han de ir a dar fiebre al cerebro de Esquilo del siglo cien,
Andan por estas correas de transmisión y por estos émbolos y por estos volantes,
Rugiendo, rechinando, murmurando, atronando, jaraneando,
Haciéndome un acceso de caricias al cuerpo en una sola caricia al alma.

¡Ah, poder expresarme todo como un motor se expresa!
¡Ser completo como una máquina!
¡Poder ir por la vida triunfante como un automóvil último-modelo!
¡Poder al menos penetrarme físicamente de todo esto,
Rasgarme todo, abrirme completamente, volverme poroso
A todos los perfumes de óleos y calores y carbones
De esta flora estupenda, negra, artificial e insaciable!

¡Fraternidad con todas las dinámicas!
Promiscua furia de ser parte-agente
Del rodar férreo y cosmopolita
De los trenes estrenuos,
De la faena transportadora-de-cargas de los navíos,
Del giro lúbrico y lento de los guindastes,
Del tumulto disciplinado de las fábricas,
¡Y del casi-silencio murmurante y monótono de las correas de transmisión!

¡Horas europeas, productoras, entalladas
Entre maquinismos y quehaceres útiles
Grandes ciudades paradas en los cafés,
En los cafés — oasis de inutilidades ruidosas
Donde se cristalizan y se precipitan
Los rumores y los gestos de lo Útil
Y las ruedas, y las ruedas-dentadas y las chumaceras de lo Progresivo!
¡Nueva Minerva sin-alma de los muelles y de los andenes!
¡Nuevos entusiasmos de estatura del Momento!
¡Quillas de chapas de hierro sonriendo encostadas a las docas,
O en seco, erguidas, en los planos-inclinados de los puertos!
¡Actividad internacional, transatlántica, Canadian-Pacific!
Luces y febriles pérdidas de tiempo en los bares, en los hoteles,
En los Longchamps y en los Derbis y en los Ascots,
Y Piccadillies y Avenues de L’Opéra que entran
Por mi alma adentro!

¡Hale las calles, hale las plazas, hale-jop la foule!
¡Todo lo que pasa, todo lo que para en los escaparates!
¡Comerciantes; varios; escrocs exageradamente bien-vestidos;
Miembros evidentes de clubes aristocráticos;
Escuálidas figuras dudosas; jefes de familia vagamente felices
Y paternales hasta en la cadena de oro que atraviesa el chaleco
De aljibera a aljibera!
¡Todo lo que pasa, todo lo que pasa y nunca pasa!
Presencia demasiadamente acentuada de las señoronas
Banalidad interesante (¿y quién sabe qué por dentro?)

De las burguesitas, madre e hija generalmente,
Que andan por la calle con un fin cualquier;
La gracia femenil y falsa de los pederastas que pasan, lentos;
Y toda la gente sencillamente elegante que pasea y se muestra
Y al final ¡tiene alma ahí dentro!

(¡Ah, cómo desearía yo ser el sostén de todo esto!)

¡La maravillosa belleza de las corrupciones políticas,
Deliciosos escándalos financieros y diplomáticos,
Agresiones políticas en las calles,
Y de vez en cuando el cometa de un regicidio
Que ilumina de Prodigio y Fanfarria los cielos
Usuales y lúcidos de la Civilización cotidiana!

Noticias desmentidas en los periódicos,
Artículos políticos insinceramente sinceros,
Noticias passez à-la-caisse, grandes crímenes —
¡Dos columnas pasando a la segunda página!
¡El olor fresco a tinta de tipografía!
¡Los carteles puestos hace poco, mojados!
¡Vients-de-paraître amarillos como una cinta branca!
¡Cómo os amo yo a todos, a todos, a todos,
Cómo os amo de todas las maneras,
Con los ojos y con los oídos y con el olfato
Y con el tacto (¡lo que representa palparos para mí!)
¡Y con la inteligencia como una antena que hacéis vibrar!
¡Ah, cómo todos mis sentidos tienen celos de vosotros!

¡Abonos, trilladoras a vapor, progresos de la agricultura!
¡Química agrícola, y el comercio casi una ciencia!
¡Oh, muestrarios de los cajeros-viajantes,
De los cajeros-viajantes, caballeros-andantes de la Industria,
Prolongamientos humanos de las fábricas y de los tranquilos despachos!

¡Oh telas en los escaparates! ¡Oh maniquíes! ¡Oh últimos modelos!
¡Oh artículos inútiles que toda la gente quiere comprar!

¡Hola grandes almacenes con varias secciones!
¡Hola anuncios eléctricos que vienen y están y desaparecen!
¡Hola todo con lo que hoy se construye, con lo que hoy se es diferente de ayer!
¡Eh, cemento armado, masilla de cemento, nuevos procesos!
¡Progresos de los armamentos gloriosamente mortíferos!
¡Corazas, cañones, ametralladoras, submarinos, aeroplanos!
Os amo a todos, a todo, como una fiera.
Os amo carnívoramente.
Pervertidamente y enroscando mi vista
¡En vosotros, oh cosas grandes, banales, útiles, inútiles,
Oh cosas todas modernas,
Oh mis contemporáneas, forma actual y próxima
Del sistema inmediato del Universo!
¡Nueva Revelación metálica y dinámica de Dios!

Oh fábricas, oh laboratorios, oh music-halls, oh Luna-Parks,
Oh acorazados, oh puentes, oh muelles flotantes —
En mi mente turbulenta y encandecida
Os poseo como a una mujer bella,
Completamente os poseo como a una mujer bella que no se ama,
Que se encuentra casualmente y parece interesantísima.

¡Hale-jop fachadas de las grandes tiendas!
¡Hale-jop ascensores de los grandes edificios!
¡Hale-jop recomposiciones ministeriales!
Parlamentos, políticas, relatores de presupuestos,
¡Presupuestos falsificados!
(Un presupuesto es tan natural como un árbol
Y un parlamento tan bello como una mariposa).

Hale el interés por todo en la vida,
Porque todo es la vida, desde los brillantes en los escaparates
Hasta por la noche puente misterioso entre los astros
Y el mar antiguo y solemne, lavando las espaldas
Y siendo misericordiosamente el mismo
Que era cuando Platón era realmente Platón
En su presencia real y en su carne con el alma dentro,
Y hablaba con Aristóteles, que no había de ser discípulo suyo.

Yo podría morir triturado por un motor
Con el sentimiento de deliciosa entrega de una mujer poseída.
¡Tiradme para dentro das fornallas!
¡Metedme debajo de los trenes!
¡Empaquetadme a bordo de navíos!
¡Masoquismo a través de maquinismos!
¡Sadismo de no sé qué moderno y yo y ruido!

¡Hale-jop jockey que has ganado el Derby,
Mordiendo entre dientes tu cap de dos colores!

(¡Ser tan alto que no pudiese entrar por ninguna porta!
¡Ah, mirar es en mí una perversión sexual!)

¡Hale, hale, hale, catedrales!
Dejadme partirme la cabeza contra vuestras esquinas.

¡Y ser llevado por la calle olor a sangre
Sin que nadie sepa quién soy yo!

¡Oh tramways, funiculares, metropolitanos,
Rozaros por mí hasta el espasmo!
¡Hale! ¡hale! ¡hale-jop!
¡Dadme carcajadas en plena cara,
Oh automóviles apiñados de juerguistas y de putas,
Oh multitudes cotidianas ni alegres ni tristes de las calles,
Río multicolor anónimo y donde yo me puedo bañar como querría!
¡Ah, que vidas complejas, que cosas ahí en las casas de todo esto!
¡Ah, saberles las vidas a todos, las dificultades de dinero,
Las disensiones domésticas, los libertinajes que no se sospechan,
Los pensamientos que cada uno tiene a solas en su habitación
Y los gestos que hace cuando nadie puede ver!
¡No saber todo esto es ignorar todo, oh rabia,
Oh rabia que como una fiebre y un celo y un hambre
Me deja flaco el rostro y me agita a veces las manos
En crispaciones absurdas en pleno medio de las turbas
En las calles llenas de empujones!

¡Ah, y la gente ordinaria y sucia, que parece siempre la misma,
Que utiliza palabrotas como palabras usuales,
Cuyos hijos roban a las puertas de los colmados
Y cuyas hijas a los ocho años — ¡y a mí me parece eso bello y lo amo! —
Masturban a hombres de aspecto decente en los vanos de escalera.
La gentuza que anda por los andamios y que se va a casa
Por callejuelas casi irreales de estrechez y podredumbre.
Maravillosamente gente humana que vive como los perros
Que está por debajo de todos los sistemas morales,
Para quien ninguna religión se hizo,
Ningún arte creado,
Ninguna política destinada a ellos!
¡Cómo os amo yo a todos, porque sois así,
Ni inmorales de tan bajos que sois, ni buenos ni malos,
Intangibles por todos los progresos,
Fauna maravillosa del fondo del mar de la vida!

(En la noria del patio de mi casa
El burro da vueltas, da vueltas,
Y el misterio del mundo es del tamaño de esto.
Limpia el sudor con el brazo, trabajador descontento.
La luz del sol acalla el silencio de las esferas
Y hemos de morir todos,
Oh pinares sombríos al crepúsculo,
Pinares donde mi infancia era otra cosa
De lo que yo soy hoy...)

Pero, ¡ah otra vez la rabia mecánica constante!
Otra vez la obsesión agitada de los autobuses.
Y otra vez la furia de estar yendo al mismo tiempo dentro de todos los trenes
De todas las partes del mundo,
De estar diciendo adiós a bordo de todos los navíos,
Que a estas horas están levantando anclas o alejándose de los muelles.
Oh hierro, oh acero, oh aluminio, oh chapas de hierro ondulado!

Oh muelles, oh puertos, oh trenes, oh guindastes, oh remolcadores!
¡Hale, grandes accidentes de trenes!
¡Hale, derrumbes de galerías de minas!
¡Hale, naufragios deliciosos de los grandes transatlánticos!
¡Hale-jop revoluciones aquí, ahí, allá,
Alteraciones de constituciones, guerras, tratados, invasiones,
Ruido, injusticias, violencias, y tal vez en breve el fin,
La gran invasión de los bárbaros amarillos por Europa,
Y otro Sol en el nuevo Horizonte!

¿Qué importa todo esto, pero qué importa todo esto
Al fúlgido y ardiente ruido contemporáneo,
Al ruido cruel y delicioso de la civilización de hoy?
Todo eso lo borra todo, salvo el Momento,
El Momento de torso denudo y caliente como un pirotécnico,
El Momento estridentemente ruidoso y mecánico,
El Momento dinámico pasaje de todas las bacantes
Del hierro y del bronce y de la borrachera de los metales.

¡Hale trenes, hale puentes, hale hoteles a la hora de cenar,
Hale aparatos de todas las especies, férreos, brutos, mínimos,
Instrumentos de precisión, aparatos de triturar, de cavar,
Ingenios brocas, máquinas rotativas!
¡Hale! ¡hale! ¡hale!
¡Hale electricidad, nervios enfermos de la Materia!
¡Hale telegrafía-sin-cables, simpatía metálica del Inconsciente!
¡Hale túneles, hale canales, Panamá, Kiel, Suez!
¡Hale todo el pasado dentro del presente!
¡Hale todo el futuro ya dentro de nosotros! ¡Hale!
¡Hale! ¡hale! ¡hale!
¡Frutos de hierro y útil del árbol-fábrica cosmopolita!
¡Hale! ¡hale! ¡hale! ¡Hale-jooop!
Ni sé que existo para dentro. Giro, rodeo, me ingenio.
Me enganchan en todos los trenes.
Me izan en todos los muelles.
Giro dentro de las hélices de todos los navíos.
¡Hale! ¡Hale-jop! ¡hale!
¡Hale! soy el calor mecánico y la electricidad!

¡Hale! ¡y los rails y las salas de máquinas y Europa!
Hale y hurra por mí-todo y todo, máquinas trabajando, ¡Hale!
¡Saltar con todo por encima de todo! ¡Aúpa!

¡Aúpa, aúpa, aúpa-jop, aúpa!
¡Hale! ¡Hale-jop! ¡J-o-o-o-p!
¡Z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z!

¡Ah no ser yo toda la gente y todas partes!

Londres, 1914 - junio

Nota del mediador: En enero de 2019, este poema hizo noticia en Portugal. Tras ser incluido en el libro de texto escolar para el 12mo año escolar, Encontros, publicado por la editorial Porto, fue cercenado por esta última en tres de sus versos, por estimarse que manejaban un lenguaje obsceno. Cabe señalar que el libro de texto fue aprobado previamente por el Ministerio de Educación de Portugal y por más de 90 escuelas. Los versos removidos en cuestión eran los siguientes: "Oh automóviles apiñados de juerguistas y de putas (...) Y cuyas hijas a los ocho años — ¡y a mí me parece eso bello y lo amo! — / Masturban a hombres de aspecto decente en los vanos de escalera". Puede consultarse, a mayor abundamiento, la nota en el periódico luso Expresso.

***
Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935) - Álvaro de Campos
Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

Ode triunfal

*

À dolorosa luz das grandes lâmpadas eléctricas da fábrica

Tenho febre e escrevo.

Escrevo rangendo os dentes, fera para a beleza disto,

Para a beleza disto totalmente desconhecida dos antigos.

 

Ó rodas, ó engrenagens, r-r-r-r-r-r-r eterno!

Forte espasmo retido dos maquinismos em fúria!

Em fúria fora e dentro de mim,

Por todos os meus nervos dissecados fora,

Por todas as papilas fora de tudo com que eu sinto!

Tenho os lábios secos, ó grandes ruídos modernos,

De vos ouvir demasiadamente de perto,

E arde-me a cabeça de vos querer cantar com um excesso

De expressão de todas as minhas sensações,

Com um excesso contemporâneo de vós, ó máquinas!

 

Em febre e olhando os motores como a uma Natureza tropical —

Grandes trópicos humanos de ferro e fogo e força —

Canto, e canto o presente, e também o passado e o futuro,

Porque o presente é todo o passado e todo o futuro

E há Platão e Virgílio dentro das máquinas e das luzes eléctricas

Só porque houve outrora e foram humanos Virgílio e Platão,

E pedaços do Alexandre Magno do século talvez cinquenta,

Átomos que hão-de ir ter febre para o cérebro do Ésquilo do século cem,

Andam por estas correias de transmissão e por estes êmbolos e por estes volantes,

Rugindo, rangendo, ciciando, estrugindo, ferreando,

Fazendo-me um acesso de carícias ao corpo numa só carícia à alma.

 

Ah, poder exprimir-me todo como um motor se exprime!

Ser completo como uma máquina!

Poder ir na vida triunfante como um automóvel último-modelo!

Poder ao menos penetrar-me fisicamente de tudo isto,

Rasgar-me todo, abrir-me completamente, tornar-me passento

A todos os perfumes de óleos e calores e carvões

Desta flora estupenda, negra, artificial e insaciável!

 

Fraternidade com todas as dinâmicas!

Promíscua fúria de ser parte-agente

Do rodar férreo e cosmopolita

Dos comboios estrénuos,

Da faina transportadora-de-cargas dos navios,

Do giro lúbrico e lento dos guindastes,

Do tumulto disciplinado das fábricas,

E do quase-silêncio ciciante e monótono das correias de transmissão!

 

Horas europeias, produtoras, entaladas

Entre maquinismos e afazeres úteis!

Grandes cidades paradas nos cafés,

Nos cafés — oásis de inutilidades ruidosas

Onde se cristalizam e se precipitam

Os rumores e os gestos do Útil

E as rodas, e as rodas-dentadas e as chumaceiras do Progressivo!

Nova Minerva sem-alma dos cais e das gares!

Novos entusiasmos de estatura do Momento!

Quilhas de chapas de ferro sorrindo encostadas às docas,

Ou a seco, erguidas, nos planos-inclinados dos portos!

Actividade internacional, transatlântica, Canadian-Pacific!

Luzes e febris perdas de tempo nos bares, nos hotéis,

Nos Longchamps e nos Derbies e nos Ascots,

E Piccadillies e Avenues de L’Opéra que entram

Pela minh’alma dentro!

 

Hé-lá as ruas, hé-lá as praças, hé-lá-hô la foule!

Tudo o que passa, tudo o que pára às montras!

Comerciantes; vários; escrocs exageradamente bem-vestidos;

Membros evidentes de clubes aristocráticos;

Esquálidas figuras dúbias; chefes de família vagamente felizes

E paternais até na corrente de oiro que atravessa o colete

De algibeira a algibeira!

Tudo o que passa, tudo o que passa e nunca passa!

Presença demasiadamente acentuada das cocotes

Banalidade interessante (e quem sabe o quê por dentro?)

Das burguesinhas, mãe e filha geralmente,

Que andam na rua com um fim qualquer;

A graça feminil e falsa dos pederastas que passam, lentos;

E toda a gente simplesmente elegante que passeia e se mostra

E afinal tem alma lá dentro!

 

(Ah, como eu desejaria ser o souteneur disto tudo!)

 

A maravilhosa beleza das corrupções políticas,

Deliciosos escândalos financeiros e diplomáticos,

Agressões políticas nas ruas,

E de vez em quando o cometa dum regicídio

Que ilumina de Prodígio e Fanfarra os céus

Usuais e lúcidos da Civilização quotidiana!

 

Notícias desmentidas dos jornais,

Artigos políticos insinceramente sinceros,

Notícias passez à-la-caisse, grandes crimes —

Duas colunas deles passando para a segunda página!

O cheiro fresco a tinta de tipografia!

Os cartazes postos há pouco, molhados!

Vients-de-paraître amarelos como uma cinta branca!

Como eu vos amo a todos, a todos, a todos,

Como eu vos amo de todas as maneiras,

Com os olhos e com os ouvidos e com o olfacto

E com o tacto (o que palpar-vos representa para mim!)

E com a inteligência como uma antena que fazeis vibrar!

Ah, como todos os meus sentidos têm cio de vós!

 

Adubos, debulhadoras a vapor, progressos da agricultura!

Química agrícola, e o comércio quase uma ciência!

Ó mostruários dos caixeiros-viajantes,

Dos caixeiros-viajantes, cavaleiros-andantes da Indústria,

Prolongamentos humanos das fábricas e dos calmos escritórios!

 

Ó fazendas nas montras! Ó manequins! Ó últimos figurinos!

Ó artigos inúteis que toda a gente quer comprar!

Olá grandes armazéns com várias secções!

Olá anúncios eléctricos que vêm e estão e desaparecem!

Olá tudo com que hoje se constrói, com que hoje se é diferente de ontem!

Eh, cimento armado, beton de cimento, novos processos!

Progressos dos armamentos gloriosamente mortíferos!

Couraças, canhões, metralhadoras, submarinos, aeroplanos!

Amo-vos a todos, a tudo, como uma fera.

Amo-vos carnivoramente.

Pervertidamente e enroscando a minha vista

Em vós, ó coisas grandes, banais, úteis, inúteis,

Ó coisas todas modernas,

Ó minhas contemporâneas, forma actual e próxima

Do sistema imediato do Universo!

Nova Revelação metálica e dinâmica de Deus!

 

Ó fábricas, ó laboratórios, ó music-halls, ó Luna-Parks,

Ó couraçados, ó pontes, ó docas flutuantes —

Na minha mente turbulenta e encandescida

Possuo-vos como a uma mulher bela,

Completamente vos possuo como a uma mulher bela que não se ama,

Que se encontra casualmente e se acha interessantíssima.

 

Eh-lá-hô fachadas das grandes lojas!

Eh-lá-hô elevadores dos grandes edifícios!

Eh-lá-hô recomposições ministeriais!

Parlamentos, políticas, relatores de orçamentos,

Orçamentos falsificados!

(Um orçamento é tão natural como uma árvore

E um parlamento tão belo como uma borboleta).

 

Eh-lá o interesse por tudo na vida,

Porque tudo é a vida, desde os brilhantes nas montras

Até à noite ponte misteriosa entre os astros

E o mar antigo e solene, lavando as costas

E sendo misericordiosamente o mesmo

Que era quando Platão era realmente Platão

Na sua presença real e na sua carne com a alma dentro,

E falava com Aristóteles, que havia de não ser discípulo dele.

 

Eu podia morrer triturado por um motor

Com o sentimento de deliciosa entrega duma mulher possuída.

Atirem-me para dentro das fornalhas!

Metam-me debaixo dos comboios!

Espanquem-me a bordo de navios!

Masoquismo através de maquinismos!

Sadismo de não sei quê moderno e eu e barulho!

 

Up-lá hô jockey que ganhaste o Derby,

Morder entre dentes o teu cap de duas cores!

 

(Ser tão alto que não pudesse entrar por nenhuma porta!

Ah, olhar é em mim uma perversão sexual!)

 

Eh-lá, eh-lá, eh-lá, catedrais!

Deixai-me partir a cabeça de encontro às vossas esquinas.

 

E ser levado da rua cheio de sangue

Sem ninguém saber quem eu sou!

 

Ó tramways, funiculares, metropolitanos,

Roçai-vos por mim até ao espasmo!

Hilla! hilla! hilla-hô!

Dai-me gargalhadas em plena cara,

Ó automóveis apinhados de pândegos e de putas,

Ó multidões quotidianas nem alegres nem tristes das ruas,

Rio multicolor anónimo e onde eu me posso banhar como quereria!

Ah, que vidas complexas, que coisas lá pelas casas de tudo isto!

Ah, saber-lhes as vidas a todos, as dificuldades de dinheiro,

As dissensões domésticas, os deboches que não se suspeitam,

Os pensamentos que cada um tem a sós consigo no seu quarto

E os gestos que faz quando ninguém pode ver!

Não saber tudo isto é ignorar tudo, ó raiva,

Ó raiva que como uma febre e um cio e uma fome

Me põe a magro o rosto e me agita às vezes as mãos

Em crispações absurdas em pleno meio das turbas

Nas ruas cheias de encontrões!

 

Ah, e a gente ordinária e suja, que parece sempre a mesma,

Que emprega palavrões como palavras usuais,

Cujos filhos roubam às portas das mercearias

E cujas filhas aos oito anos — e eu acho isto belo e amo-o! —

Masturbam homens de aspecto decente nos vãos de escada.

A gentalha que anda pelos andaimes e que vai para casa

Por vielas quase irreais de estreiteza e podridão.

Maravilhosamente gente humana que vive como os cães

Que está abaixo de todos os sistemas morais,

Para quem nenhuma religião foi feita,

Nenhuma arte criada,

Nenhuma política destinada para eles!

Como eu vos amo a todos, porque sois assim,

Nem imorais de tão baixos que sois, nem bons nem maus,

Inatingíveis por todos os progressos,

Fauna maravilhosa do fundo do mar da vida!

 

(Na nora do quintal da minha casa

O burro anda à roda, anda à roda,

E o mistério do mundo é do tamanho disto.

Limpa o suor com o braço, trabalhador descontente.

A luz do sol abafa o silêncio das esferas

E havemos todos de morrer,

Ó pinheirais sombrios ao crepúsculo,

Pinheirais onde a minha infância era outra coisa

Do que eu sou hoje...)

 

Mas, ah outra vez a raiva mecânica constante!

Outra vez a obsessão movimentada dos ónibus.

E outra vez a fúria de estar indo ao mesmo tempo dentro de todos os comboios

De todas as partes do mundo,

De estar dizendo adeus de bordo de todos os navios,

Que a estas horas estão levantando ferro ou afastando-se das docas.

Ó ferro, ó aço, ó alumínio, ó chapas de ferro ondulado!

Ó cais, ó portos, ó comboios, ó guindastes, ó rebocadores!

 

Eh-lá grandes desastres de comboios!

Eh-lá desabamentos de galerias de minas!

Eh-lá naufrágios deliciosos dos grandes transatlânticos!

Eh-lá-hô revoluções aqui, ali, acolá,

Alterações de constituições, guerras, tratados, invasões,

Ruído, injustiças, violências, e talvez para breve o fim,

A grande invasão dos bárbaros amarelos pela Europa,

E outro Sol no novo Horizonte!

 

Que importa tudo isto, mas que importa tudo isto

Ao fúlgido e rubro ruído contemporâneo,

Ao ruído cruel e delicioso da civilização de hoje?

Tudo isso apaga tudo, salvo o Momento,

O Momento de tronco nu e quente como um fogueiro,

O Momento estridentemente ruidoso e mecânico,

O Momento dinâmico passagem de todas as bacantes

Do ferro e do bronze e da bebedeira dos metais.

 

Eia comboios, eia pontes, eia hotéis à hora do jantar,

Eia aparelhos de todas as espécies, férreos, brutos, mínimos, Instrumentos de precisão, aparelhos de triturar, de cavar,

Engenhos brocas, máquinas rotativas!

 

Eia! eia! eia!

Eia electricidade, nervos doentes da Matéria!

Eia telegrafia-sem-fios, simpatia metálica do Inconsciente!

Eia túneis, eia canais, Panamá, Kiel, Suez!

Eia todo o passado dentro do presente!

Eia todo o futuro já dentro de nós! eia!

Eia! eia! eia!

Frutos de ferro e útil da árvore-fábrica cosmopolita!

Eia! eia! eia! eia-hô-ô-ô!

Nem sei que existo para dentro. Giro, rodeio, engenho-me.

Engatam-me em todos os comboios.

Içam-me em todos os cais.

Giro dentro das hélices de todos os navios.

Eia! eia-hô! eia!

Eia! sou o calor mecânico e a electricidade!

 

Eia! e os rails e as casas de máquinas e a Europa!

Eia e hurrah por mim-tudo e tudo, máquinas a trabalhar, eia!

 

Galgar com tudo por cima de tudo! Hup-lá!

 

Hup-lá, hup-lá, hup-lá-hô, hup-lá!

Hé-la! He-hô! H-o-o-o-o!

Z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z!

 

Ah não ser eu toda a gente e toda a parte!

 

                        Londres, 1914 — Junho.


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