El poeta
*
Ahora soy un barbado poeta habitante de una cueva en el desierto de
Chicama.
¿Saben mis amigos que me he retirado del mundo?
Aquí tengo radio sextante cuaderno lápiz una lata de conserva
algo de vino y mis favoritos:
James Joyce / César Vallejo.
¿Por qué he de extrañar el bullicio de autobuses la loca hostería el
mercado de pulgas
donde siempre leo mis versos?
Si aquí lo tengo todo: flora fauna arena cielo.
Nada más para vivir atento a la bóveda celeste gritando palabras
verdes a los cuatro vientos.
Por ejemplo al cruce de un búho en la noche de luna aparecen
seres volátiles difusos.
Se ilumina de lila el ambiente y puedo hablar con ellos cosas ignotas
del hombre el Cosmos.
Me dicen que vienen de Orión pero que antes estuvieron en
Ganímedes donde tienen
su base en la Ciudad Cristal.
Cuando los extraños se van veo un lucero que se mueve en zigzag y
desaparecen en la cruz del Yacana.
Al día siguiente escribo muchas carillas oyendo la música de
Kitaro el Concierto Animal.
Luego subo a la duna mayor para disfrutar el infinito.
~
El ovni del desierto
*
Acampamos en las faldas del Chipotur con el sol manásico sobre
nuestras frentes.
Rojo fuego en el ambiente violeta intenso cielo negro regado de
miles de estrellas.
El claro de luna nos hace contemplar la Vía Láctea.
¿Cómo es que aquellos luceros se mueven en zigzag?
¿Acaso algo vigila nuestro mundo?
De pronto uno de ellos desciende incontenible / emite luces de
colores suspendido en el aire.
Todos están alborozados el ovni ya está en tierra corremos
gritamos: “¡Son los visitantes!”
Está entre nosotros Eduardo Paz: ha pedido calma a los muchachos /
se acerca lentamente.
Un perfil plateado desciende de la nave luego tres más saludan con
la mano en alto.
Nuestro guía les habla sin temor y les pide que se identifiquen / su
voz es música ignota.
YO SOY ARTAARIS YO FISOTRÓN
YO FERROCIEL YO ECOOMBU
SOMOS DEL PLANETA APEX
NOS ENVÍA APU KON KAMAQ PADRE DE LOS DIOSES
GALÁCTICOS
VENIMOS EN MISIÓN DE PAZ
Compartimos largo rato con ellos subimos a su nave y nos sorprende
con delirio la máquina del tiempo.
Qué terrible es el pasado qué fascinante es el futuro.
Ladislao Plasencki (Paiján, 1946) en Julio Barco (ed.), La galaxia de dos mundos. Lima: Cosmos, 2022.
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