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*
Hay que ser un joven poeta
Y dejar de serlo
Olvidarse de los sueños
Cubrirse las espaldas con un trabajo que te dé
Seguridad
Equilibrio
Y dos pagas extra al año
Convertirse en un hombre gris
De mediana estatura
Complexión
Y edad
Para reunir las condiciones que exige
La comodidad
Hay que hacerse empresario
En contra de lo que creíste
Y aspirar a un éxito
No demasiado apabullante
Para no tener que disimularlo
Todo eso hay que hacer
Para terminar el último día de tu vida
Escribiendo
Un diario
En verso
Que pueda leerse
Como una novela
~
Péndulos
*
Hay vidas que ni siquiera puedo imaginar.
Consuela conocer horarios de oficina
y de clases de danza,
saber que hay una agonía lenta
y doliente
que afecta a seres amados por otros.
Es jueves
y al mezclarme entre extraños, esta misma mañana,
he visto el gesto que nos hace idénticos
a pesar de reclamar un ser de oro,
único e incomparable.
Ese balancearse los brazos muertos
a lo largo del cuerpo,
con un tic tac apenas perceptible
que es tiempo real,
tiempo de descuento también.
Pasos ciegos sobre un asfalto de aire,
oxígeno para las uñas rotas.
***
Itzíar Mínguez Arnáiz (Barakaldo, 1972)

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