sábado, 10 de agosto de 2024

julio barco / de "la canción del joven marinero"













Mar peruano

*

Todo es mentira y nada verdad.
                            Yo pensaba en los planetas inmensos
                                                            más allá de la Tierra
donde flotaban los cometas
                                                    los ajados agujeros negros
los estivales gusanos del tiempo
                                            los asteroides estridentes
los anillos consecuentes
                                alrededor de planetas tristes
y todos los lenguajes se abrían en mis manos que asían diestramente
                                el timón, oh, yo
El Capitán de la Poesía Peruana.

¿Cuántos solitarios hay en estos instantes?
                        ¡Y pensar en la muerte
                                            Es un bello epígrafe que me persigue!
¡Y pensar en las gélidas geografías es tonarse celeste azul verde!
¡Y hay mariscos y aloe vera en tu cítara!
¿Cuántos Ministerios de la Soledad deben existir
Para que tú no te suicides hoy?
                                    O en el espacio es la misma simetría
la misma simetría del mar, de las semillas o de los versos,
                    oh mundo guiad este velero.

La misma simetría de la prosapia, del cuerpo, de los signos
                                                ardiendo, oh
pieles permitid que yo surca suavemente
                                    en vosotras.
Y lloro. Y canto. Y me duele la garganta mientras pronuncio
                    el horizonte.
                                                        Quedarse solo. Yo, el loco
                                                    del barrio, observo el cerro.
Y ando atiborrado de rosas húmedas.

Joyce / Radio La Inolvidable / Latas de Atún:
                                ¿Tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz? Y todos

estamos hartos, perdidos, solos.
                                                        Basta de adjetivos.

Y todos estamos solos, perdidos, perdidos.
Basta del Yo Mismo. Basta de la Sin Razón del Verso.
                                Basta de mi Cuerpo & su Delirio.
                                Basta de la derrota del Deseo.
Cese la paranoia del verso pensándose a sí mismo.

Basta del rictus del verso ardiendo en mi atiborrado cerebro.

¿A dónde iré cuando me silencie?

Al Mar, siempre
Al Mar,
                        Grau campeando con esbozo sutil el Plenilunio!
                                        Y mañana, ¿dónde estará
en qué mente se abrirá mi yo como
                                                                            una flor titilante?
¿En qué bello cuerpo
                                        Seré barco que navega
                                        en la Mar de la Conciencia?
En el Mar
                            Siempre en el Mar, en la costa de la galaxia, en la
                            lengua atónita
                                                                    del coloquio sórdido-
                            mente hermosa
                                                                    de átomos.
¿Y la Poesía?
¿No es refugio para nadie, ni certeza
                                                                    Absoluta?
                        ¿Máscara sobre mi Lengua?
                            ¿RICAS MONTAÑAS, HERMOSAS SIERRAS?
                                    ¿Es mi Perú?

~

Mar Ebrio

*

                        Si yo tuviera dos remos
                        y una barquilla ligera,
                        me iría a donde no te viera.
                                                Alberto Alarcón

El mar,
Al diablo
con la rima,
me acomodo
en mi cama
y extiendo
los pliegues
del mapa y
Pongo encima
el compás y
mi moleskine
poético
Con manchas de café
Y apuntes
de versitos.
Frío. Bocanada.
Poética del error.
De la metáfora
del fluir.
El frío de
una noche de agosto.
La tragicomedia
de seguir vivo.
Limpio mis ojos de legaña.
La realidad no soporta más poemas
La realidad
no soporta mi voz
Ecuánime atado libérrimamente
al compás
De mi sangre.
Oh cuerpos que amé
Oh barco:
el mar anochece, el Mar
busca incesantemente mi arte.
Otra boca busco.
Mientras observo la
Espuma titilante
Pececitos cobrizos
Fulguran entre las olas.
Verse vivir
ya no es vida.
Atrapado en el siglo
Como un diente de león
Dispersándose, abriéndose
oscilando
en una brizna
de sol cito a Dylan Tomás
pensando en Watanabe:
¿nos dejará
la muerte gritar
como ahora?
Vivir esparcido,
espumeante
en modo poema.
Pagar deudas evidentemente
No es un tropo que olvido
Anotar aquí.
Pero digo algo.
De eso se trata. Y es
hora de la oscuridad.
Arbustos titilantes
Frente al Mar de Grau.
El arte es eso:
quedarte misio
Por amar el arte y escribir
Sobre quedarte misio
por amar el arte.
Mi arte
es este barco
sobre el que cruzo el poema.
Navego.
Alone, loneliness, are these
the poetics?
Y mis sentimientos
En esta ciudad
son acuarelas que arrojo
En las madrugadas.
Navego: ejes, signos,
símbolos
Pegados a mi pecho.
Lugares comunes que doblo
Cuidadosamente
–luces titilantes sobre mis ojos–
Para tapar la lluvia del techo.
Sé que todos andamos solos.
Sé que eso no ayuda
A escribir mejor.
Sé que muero, sé que
Enfermo. Y escribo
Sé que enfermo.
Y borro
Este poema y otro
Nace de la misma espuma. Oh caos,
Y este es apenas un parpadeo
Sobre la ventisca.
Ahora
Daría todo por un
vaso de cerveza
en la arena dorada,
and your eyes
under the gray moon.
La poesía convulsiona
Y yo enloquezco
Me reviento contra sus aristas.
Eran otros años. Erré por tus ojos.
El resplandor del
lenguaje es otro.
Danza alrededor de mi iris
La oblea de tu corazón.
Alguna vez
seremos dioses
Inoportuno siempre el amor.
Imposible siempre el verso
Pero aquí
seguimos
Guardando el entusiasmo
Limpiando la sed.
¿Acabaré con mi terrible sed?
¿Podré decir basta al instante que
pasa encaracolándome de tiempo?
¿Dónde
aplacaré
mi
Mar?

~

Mar Muerto

*

                Los niños, el océano, la vida silvestre, Bach
                                                                Blanca Varela

Verso: Olas en mi papel,
palabras como espuma.
La familia,
la poética del barrio,
los cipreses,
las flores amarillas, los limones
glaucos, las estaciones
el amarillo de las estalactitas
de las perturbaciones
neobarrocas
neoconversacionales
tú y yo
cuerpo.
Verso: viaje al océano mental.
Canciones
Neosentimentales
neocaóticas
internas que traducen yoes
Yoes como
jade sobre las lenguas.
Ese eterno
YA lezamiano
que Góngora y Argot
no supo enfurruñar
–tecleo del art poético–
como yo muerdo tu oreja ahora que tu
largo cabello
me permite navegar
entre tú y yo.
Flota en quilla.
Abres las piernas:
puerto que no cesa.
Somos algo
de barro, de agua
algo de forma
oh semilla pétalo
cuerpo durazno
que yo poseo.
Sexo.
Algo de jardín fresco,
nupcial.
Incertidumbre.
Soy Tú cuando
me toco.
Divina Sombra.

***
Julio Barco (Lima, 1991) Inéditos.
Fotografía por Dirk Skiba

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