miércoles, 7 de agosto de 2024

julia wong / tres poemas










Fuga en la arena

*

En la entrada de la madriguera, es cuando todo ahogo comienza
Respiro como si el cordón umbilical ya estuviera cortado
Sigo atada. No puedo mejorar todo lo que me has otorgado
Sugieres un acorde que pudiera acercarte a Nick Cave
¿Y liberar a las amapolas revestidas de azúcar?.

Las heridas ya no se notan
No parece que hubiera dolido tanto
Es tan pequeña la arena
Pero duele en el zapato o en la nalga olvidada de luz
Insignificante el pasito que doy sobre la pista
La abeja me pica, la arena quiere crecer
Hacerse humana.
Cada grano se suma a otro grano
Un día más en el almanaque oncológico del planeta
Esa costra sangrante que se descacara en rasgueos secos y desaparece con el viento.

El cáncer gólgota que se dehace también en la intemperie
Un gran desierto
Un alabastro que muerde la herida / profundiza con su pico un hincón singular.

Cada gramo de arena entra en las venas , como la espesura de un camino
donde ya no debes seguir
Intentas dibujar un nuevo pentagrama / el espacio entre las corcheas con la textura del granito.
Una composición, donde el paisaje de inmensos hospitales , con salas de espera llenos de mujeres deseperadas como yo , no sea tan difícil.

Me empuja el aire a caer de bruces sobre mis propias palabras dichas sin esmero, una letanía
tan arena, tan insignificante . La brújula marca un punto desconocido
Corro contra el olvido.
No se puede contra este viento, que se lleva todo el manto de estrellas rotas.
No se puede contra la muerte que toca las teclas de mi desvarío con su dedo eterno.

~

Cabalgata al cielo

*

Quinto cielo

Estoy irremediablemente enamorada de la pintura
Del color del agua helada
De los muros de mi propia hemorragia
Sí, la ciudad de la hemorragia es la más difícil de conquistar
Estoy loca por mis vecinos heroinómanos, incendiarios
Estoy enamorada
De mi propio animal casero, que soy yo cuando defeco
Que no se sabe bañar
Estoy enamorada del ojo manchado de mi profesor de cuento andino
Estoy enamorada del color pus y la textura
De la insoportable crueldad del profesor de pintura
Estoy enamorada de la serpiente que habita en el corazón de mi profesor valiente
Estoy enamorada de todos mis profesores discontinuos
Estoy enamorada de los muros de mi propia piel que fui derribando a soplos
De una forma extraña de besar sin tocar los labios
Me apasiona lo que no se dice
La distancia es el vértice que nos une
Renacemos entre su pincel
Y mi trazo
No lo sé, le digo
No sé por qué empiezo a amarle cuando se va
En el mismo sueño del cuerpo podrido de mi madre aparece una casa con jardín inglés
Estoy enamorada de la sombra de sus manos
Que enjuagan las ideas como en una pizarra de azúcar
Sus monstruos verdes, pies gigantescos también pintados en piedras de playa
Cobran vida y hacen un festín con esas preguntas sin respuesta.


Sexto cielo

Biografía del árbol que dejó la casa con jardín inglés
Y se convirtió en ballena-tiempo
Todos los dolores se parecen a la argucia
Del tráfico bastardo de esta humanidad que ha perdido al Padre
Soy hija del caldero
Del curandero, del garfio
De la mano que falta
De la tortuga que ladra
De la escultura que habla mientras asesina
Llevo culantro a la orilla
Sangre de lunares no curados
Camino con los pies planos
Quiero ser hija del hombre que da la espalda
De la mujer que reza mientras compra mondongo
Soy el resultado de mi cadera rota
La coartada de mi dolor insoportable eterno grito a las 4 a.m.
Cuando todos roncan tomo un suave analgésico
Soy hija de la madrugada, su lengua de hielo, sus astros moribundos en la grieta
Soy hija del hueco en su corazón
Ese que me jala hasta el fondo del mismo y me dice: ámame!
Soy la imagen u-oh semejanza de eso que le falta
Esto es un grito eterno.

~

Paseo en motocicleta

*

Apenas aprieto con disimulo la espalda en el monte
Las lagunas oscuras, retratados en el gemir de los grillos
Un par de curanderos gloriosos se nos cruzan, una rata, un zorro de arena
Se distingue la carretera
Somos afortunados, debería penar
Podemos poner nuestro culo sobre este asiento
Y así sentir a la madre naturaleza que se cuela por cada una de las costillas desaliñadas
En varios pasajes desde Estrasburgo hasta Bruselas
Nos encaramamos en la moto atravesando la luna, hurgando en sus cráteres…
La gasolina, las posibilidades de calzar zapatos contra el invierno
La posibilidad de irme contra la pared de mis propias pesadillas
Me persiguen. No lo sabes.
Me persigue un monstruo que de noche se bebe mi sangre diluida en café.
¿Dónde terminó mi paseo y cuando empezó el atropello de las cuculas?

***
Julia Wong (Chepén, 1965-Lima, 2024)

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