martes, 30 de septiembre de 2025

vasco pratolini / esta es mi ciudad









Esta es mi ciudad
donde ya descendido el sol
a los santos a los guerreros erguidos
sobre los nichos de Orsammichele
montan guardia las prostitutas.
Los campanarios las cúpulas son
rascacielos solamente útiles
como peajes como miradores.
Ni metrópoli ni aldea.
El Arno que la atraviesa,
los torrentes que irrumpen 
desde las colinas, las lápidas
los claustros los harapos del Medioevo
adornan un lóculo.
Habría que prenderle fuego
a esta momia de nombre florido.
ponerse bajo el brazo alguna
estatua algún cuadro, salvar
las rotativas de los periódicos
y por las avenidas las costaneras bajo
las torres los calicantos esparcir
sagrados borbollones de gasolina.
Con los bellos blasonados
los embrollones los bravos
artesanos desaparecería para siempre
o buscaría canales más lejanos
la dulce servidumbre que en la noche
puebla la estación de Le Cascine.
¡Qué escoria, compañeros!
Y ya liberados de los Obispos
de los Empresarios
y de los Rotosos,
este triángulo que se mantiene
en perfecta balanza sobre
las virtudes del hombre, no Florencia
sino el universo partiría
al encuentro de la vida.

Fuera está de los antiguos muros Amor.

***
Vasco Pratolini (Florencia, 1913-Roma, 1991)
Versión de Roberto Raschella

lunes, 29 de septiembre de 2025

ulla hahn / la receta médica













Ahora estoy tranquila

Durante seis días tomé
por la mañana a mediodía por la noche
tres al día 
entregué mi corazón
a un consorcio químico pero
eran de composición vegetal y se dispararon
muguete romero castaño silvestre
de todas las cámaras del corazón
hacia ti me llegaron
hasta que me dejaste tranquila
a mí todos los disparos
dieron en el blanco

Ahora estoy tranquila

Mi musculoso órgano central
en un mar de valeriana
ya no rima 
con aflicción.

***
Ulla Hahn (Brachthausen, 1945)
Versión de Aina Torrent-Lenzen y Kathrin Kinne 

/

VERSCHREIBUNGSPFLICHTIG

Jetzt bin ich ganz ruhig

Ich nahm sechs Tage lang
morgens mittags und abends
drei davon
verlor ich mein Herz
an einen Chemiekonzern aber
auf pflanzlicher Basis schossen
Maiglöckchen Rosmarin Roßkastanie
aus allen Herzkammern
auf dich das traf
bis du Ruhe gabst
mich jeder Schuss
ein Treffer ins Schwarze

Jetzt bin ich ganz ruhig

Mein muskulöses Zentralorgen
in einem Meer aus Baldrian
reimt sich nicht mehr
auf Schmerz

domingo, 28 de septiembre de 2025

velimir jlébnikov / la gente, cuando ama













La gente, cuando ama,
Inventa extensas miradas
Y emite largos suspiros.

Las fieras, cuando aman,
Se les empañan los ojos
Y del lamento hacen un freno.

Las estrellas, cuando aman,
Cubren las noches con su tejido
Y danzan majestuosas a sus amigos.

Los dioses, cuando aman,
Hacen el estrépito del universo
Y como Pushkin arden de amor por la doncella
                         De Wolkonsky.

1911

***
Velimir Jlébnikov (Málye Derbety, 1885-Santálovo, 1922)
Versión de Jorge Bustamante García

sábado, 27 de septiembre de 2025

kristina lugn / esto es un hogar













Esto es un hogar.
El sofá es una parte importante del hogar.
Las personas ponen también su sello en el hogar.

¿Sigue siendo el sofá una parte del hogar
cuando la persona que se sienta en él
muere de repente?

¿Olerá el sofá entonces a los recuerdos
de la persona que solía sentarse en él
y se sentía sola?

¿Tendrá el sofá tal vez un nuevo hogar?
¿Podrá el sofá entonces transmitir
sus experiencias al nuevo hogar?

¿Y que así la persona que solía sentarse en él
de verdad llegue a ser en cierto modo
digna de recuerdo?

¿O se llevarán el sofá
junto con la persona y los quemarán
uno a uno?

¿Uno a uno, esto es
en espacios distintos
y así el hogar se rompa?

***
Kristina Lugn (Tierp, 1948-Estocolmo, 2020)
Versión de Marina Torres

viernes, 26 de septiembre de 2025

violeta barrientos / fin de un viaje













Las despedidas se hacen inevitables.
La nostalgia crece
aunque fuera por unas horas,
hasta que el presente ocupa la mente del viajero.

La realidad se divide ahora en dos:
en aquella parte que quedó atrás
y la que continua su camino. 
Sin embargo, cada parte tiene una vida simultánea
invisible la una para la otra,
y elegimos sólo una,
en la ilusión de que nada más existe.

Así pasamos los días.
Sin darnos cuenta,
soltamos la cuerda de una mano a otra,
sobre el vacío.

***
Violeta Barrientos (Lima, 1963)

jueves, 25 de septiembre de 2025

koleka putuma / cena de navidad con esqueletos













Tu perpetrador tiene los ojos de tu tío
y aliento a brandy barato.

¿Cuántos abortos se te han caído de la boca
mientras contabas los hombres de tu vida?

La locura se sienta a comer a la mesa también
y la bendice con un ojo abierto.

***
Koleka Putuma (Port Elizabeth, 1993)
Versión de Lawrence Schmiel y Arrate Hidalgo

miércoles, 24 de septiembre de 2025

helmut heissenbüttel / poema para enseñar historia 1954








Los acontecimientos y lo no acontecido
épocas división en períodos dinastías
ciudades extinguidas, extinguidos pueblos, pueblos en marcha,
columnas en marcha y Napoleón ante el Beresina
relieves en púlpitos por Giovanni Pisano Ecce Homo de Nietzsche y
     campos de concentración
l’empire de la majorité se fonde sur cette idée qu’il y a plus de
sagesse dans beaucoup d’hommes que dans un seul (Tocqueville)
el recuerdo de la voz de Adolf Hitler en la radio Sinfonía para 9
instrumentos opus 21 1928 de Anton Webern y nunca he escrito líneas
     tan largas
Piero della Francesca y el humo del cielo de diciembre
lo que puede recapitularse

lo que puede recapitularse es mi tema
lo que puede recapitularse es mi tema
lo que puede recapitularse es mi tema

lo que no puede recapitularse

***
Helmut Heissenbüttel (Wilhelmshaven, 1921-Glückstadt, 1996)
Versión de Rodolfo Alonso y Klaus Dieter Vervuert

martes, 23 de septiembre de 2025

ana wajszczuk / las chicas que escribimos










A las chicas que escribimos
alguna vez nos llamaron al festín, al convite
a nosotras que escribimos todos los deseos con cada pulso

y allí nos fuimos
y allí nos perdimos apenas un piecito cruzó el espejo

¡todas las palabras se abrieron capullos dentro nuestro!

las chicas que escribimos vivimos entretejidas
en sueños estridentes como todo secreto
Yo en el verdor, ella con los cactus bebé
niñas atragantadas llevamos dentro
llevamos pequeñas Alicias pornostar danzando
en tacos aguja de cristal ceniciento

¡ah, el deseo que nos ahoga!
¡ah, si la sed no nos resecara más que los labios-frutilla!

las palabras de las chicas que escribieron antes de nosotras
-so close, so faraway-
viven en donde habitamos
enredadas quedaron en sus disfraces antiguos

y todas creamos el mundo
desde nuestros versitos
porque no hay otra manera de crearlo

porque todo lo demás huele a big bang trash

A las chicas que escribimos nos duele
todo el tiempo la decepción
y morimos siempre que sobreviene el mediodía

princesas húmedas en love-trip
nosotras las chicas que escribimos
aullamos
mientras nuestra piel miente la seda
luego nos queda el consuelo de descoser las palabras
amorosas hilarlas en nuestras ruecas
con el paso de las horas oscuras

luego salir a lo verde

somos ninfas de un bosque
del cual ustedes sólo pueden entrever el follaje

a nosotras que corremos por la fascinación de las calles
de una ciudad donde nacen mundos
como abismos que unos a otros se miraran

a nosotras que nunca sabremos qué hacer
con tanto deseo de todo

a nosotras todo

que vamos etéreas como telarañas desde donde espiar
y esperaremos penélopes
que las palabras que escribimos nos vuelvan

a abrazarnos en los umbrales desnudos
donde las chicas que escribimos
estamos tejiendo para siempre.

***
Ana Wajszczuk (Quilmes, 1975)

lunes, 22 de septiembre de 2025

zhang zao /mi padre










Era 1962 y no sabía qué hacer.
Joven todavía, idealista y de izquierda,
pero etiquetado como reaccionario.
En Xinjiang la panza se le hinchó por el hambre
y escapó de regreso a su hogar en Changsha.
Su abuela le cocinó sopa de cerdo y zanahoria,
con unos dátiles rojos flotando en el caldo.
Dentro de su cuarto prendió una varita,
y observó en el humo un desconcierto ascendente.
Se encontraba perdido de verdad ese día.
Salió a dar un paseo, pero no pudo pensar.

Se echaba a reír mirando fijo cosas invisibles.
Su abuela le dio un cigarrillo, y él fumó por primera vez.
Dijo: la palabra “absurdo” se deshace en los anillos de humo.
Al mediodía tuvo ganas de ir a sentarse a una isla,
a tocar la flauta.
Empezó a andar hacia allá pero en el medio cambió de idea,
y mientras bordeaba el mismo camino de golpe
pensó que siempre había dos yo dentro de él,
uno que iba para un lado,
y otro que iba para el otro,
uno que cantaba sentado sobre la belleza,
y otro que marchaba por la ruta de Mayo
en el centro de una verdad inextinguible.

Pensó, ahora está todo bien. Como sea, está todo bien.
Se detuvo. Se dio vuelta. Empezó a caminar hacia la isla.
Con este giro, conmovió una campana en el horizonte.
Con este giro, perturbó todos los ritmos del mundo.
Con este giro, el camino se volvió maravilloso,

y mi padre se convirtió en mi padre.

***
Zhang Zao (Changsha, 1962-Tubinga, 2010)
Versión de Miguel Angel Petrecca 

/

1962年,他不知道该怎么办。他,
还年轻,很理想,也蛮左的,却戴着
右派的帽子。他在新疆饿得虚胖,
逃回到长沙老家。他祖母给他炖了一锅
猪肚萝卜汤,里边还漂着几粒红枣儿。
室内烧了香,香里有个向上的迷惘。
这一天,他真的是一筹莫展。
他想出门遛个弯儿,又不大想。
他盯着看不见的东西,哈哈大笑起来。
他祖母递给他一支烟,他抽了,第一次。
他说,烟圈弥散着“咄咄怪事”这几个字。
中午,他想去湘江边的橘子洲头坐一坐,
去练练笛子。
他走着走着又不想去了,
他沿着来路往回走,他突然觉得
总有两个自己,
一个顺着走,
一个反着走,
一个坐到一匹锦绣上吹歌,
而这一个,走在五一路,走在不可泯灭的
真实里。
他想,现在好了,怎么都行啊。
他停下。他转身。他又朝橘子洲头的方向走去。
他这一转身,惊动了天边的一只闹钟。
他这一转身,搞乱了人间所有的节奏。
他这一转身,一路奇妙,也
变成了我的父亲。

domingo, 21 de septiembre de 2025

clemente riedemann / zulema en gris













La ventana
de mi pieza en Valparaiso
no daba al mar; nunca ví las caracolas
caer de rodillas en la playa
expulsadas por el mar, ni produje
sombra con mi mano para ver al tope
las banderas de los barcos que traían automóviles.

Chocaban con mi ojo otras ventanas
que enrojecían al anochecer y que
como flores mustias, por las mañanas se abrían
mostrándome los pechos de unas señoritas
que arrojaban orines sobre los gatos matinales
de Valparaíso.

Esos pechos eran para mí
como toda la paciencia del mundo
acumulada en los volcanes, un beso
que la vida a diario me traía, más
azules que el oceano, más intensas
que todas las batallas de la guerra
y yo amaba esos botones a partir de
las 10 A.M.

Porque esa era toda la sal que yo tenía,
el agua inmensa que aún ahora necesito.

***
Clemente Riedemann (Valdivia, 1953)

sábado, 20 de septiembre de 2025

marguerite duras / cesarea













Cesarea
Cesarea
Así se llama el lugar
Cesarea

Cesarea

Sólo queda la memoria de la historia
y esa única palabra para nombrarla
Cesarea
La totalidad.
Sólo el lugar
Y la palabra.

El suelo.
Limpio.
De la polvareda de mármol
mezclada con la arena del mar.

Dolor.
El intolerable.
El dolor de su separación.

Cesarea.
Aún se llama el lugar.
Cesarea
Cesarea.

El lugar es llano
frente al mar
el mar está al final de su curso
golpea las ruinas
siempre fuertes
aquí, ahora, ya frente al otro continente.
Azules las columnas de mármol azul, arrojadas allí frente al puerto.

Todo destruido.
Todo ha sido destruido.

Cesarea

Cesarea.
Capturada.
Raptada.
Conducida al exilio sobre la nave romana,
reina de los Judíos,
señora reina de Samaria.
Por él.

Él.
El criminal.
El destructor del templo de Jerusalén.

Y después repudiada.

Aún se llama así el lugar
Cesarea
Cesarea.

El fin del mar
El mar que golpea contra los desiertos

No queda sino la historia
El todo.
Sólo este trozo de mármol bajo los pasos
Esta polvareda.
Y el azul de las columnas hundidas.

El mar ha triunfado sobre la tierra de Cesarea.
Las calles de Cesarea eran estrechas, oscuras.
Su frescura arrojada sobre el sol de las plazas,
Al arribo de los barcos
y la polvareda de los rebaños.
En ese polvo
se ve aún, se lee aún el pensamiento
de la gente de Cesarea
el trazado de las calles de los pobladores de Cesarea.

Ella, reina de los Judíos.
Regresa.
Repudiada.
Perseguida
Por razón de Estado
Repudiada por razón de Estado.
Vuelve a Cesarea.
El viaje por mar en la nave romana.
Fulminada por el intolerable dolor de haber sido abandonada,
por él, criminal del templo.

En el fondo el navío reposa entre las gasas blancas del duelo.
La noticia del dolor estalla y se derrama sobre el mundo.
La noticia recorre los mares, se derrama sobre el mundo.

El lugar se llama Cesarea.

Cesarea.

Al norte, el lago Tiberíades, los grandes patios de San Juan de Acre
Entre el lago y el mar, Judea, Galilea.
Alrededor, campos bananeros, maizales,
naranjales,
los trigales de Galilea.
Al sur, Jerusalén, hacia Oriente, Asia, los desiertos.

Era muy joven, dieciocho años, treinta años,
dos mil años.
Se la han llevado.
Repudiada por razón de Estado.
El Senado habló del peligro de un amor así.

Arrancada de él
De su deseo.
Muere.

En la mañana frente a la ciudad, la nave de Roma.
Muda, blanca como tiza, aparecida.
Sin pudor.

En el cielo de pronto el estallido de cenizas.
Sobre ciudades llamadas Pompeya, Herculano.

Muerta.
Lo destruye todo
Muere.

El lugar se llama Cesarea
Cesarea
No hay nada más que ver. Sino el todo.

Hay un pesado verano en París.
Frío. De bruma.

***
Marguerite Duras (Saigón, 1914 - París, 1996)
Versión de Jacqueline Goldberg

viernes, 19 de septiembre de 2025

mary sinclair / tras la retirada








Si sólo pudiera ver de nuevo
La casa por delante de la que pasamos en el largo camino flamenco
Aquel día
Cuando el ejército fue de Amberes, a través de Brujas, hacia el mar;
La casa de la esbelta puerta
Y la delgada hilera de celosías, grises y polvorientas en la pared blanca.
Se alzaba, abatida y sola, en la plana tierra flamenca.
Y detrás de ella los altos y delgados árboles eran pequeños bajo el cielo.
A través de las ventanas
Se veía borrosa como los ojos de las mujeres que han llorado largamente.
No había nadie allí a quien yo conociera,
Nunca me senté junto a su hogar, nunca crucé su umbral, nunca abrí su puerta,
Nunca estuve ante sus ventanas mirando dentro;
Sí, sus ojos decían: “Has visto cuatro ciudades de Flandes:
Ostende, y Brujas, y la condenada Amberes,
Y la querida Gante,
Y no hay nadie en ellas a quien puedas recordar
Como me recuerdas a mí.”
Me acuerdo muy bien
De que por la noche, de que por la noche no puedo dormir en Inglaterra aquí;
Pero me levanto, y voy:
No a las ciudades de Flandes,
No a Ostende y el mar,
No a la ciudad de Brujas, o a la ciudad de Amberes, o a la ciudad de Gante,
Sino a algún lugar
En el campo
Donde los altos y delgados árboles son pequeños bajo el cielo...
Si sólo pudiera ver de nuevo
La casa por delante de la que pasamos aquel día.

***
May Sinclair (Rock Ferry, 1863-Buckinghamshire, 1946)
Versión de Jonio González

/

AFTER THE RETREAT

IF I could only see again
The house we passed on the long Flemish road
That day
When the Army went from Antwerp, through Bruges, to the sea;
The house with the slender door,
And the one thin row of shutters, grey as dust on the white wall.
It stood low and alone in the flat Flemish land,
And behind it the high slender trees were small under the sky.
It looked
Through windows blurred like women's eyes that have cried too long.
There is not anyone there whom I know,
I have never sat by its hearth, I have never crossed its threshold, I have never opened its door,
I have never stood by its windows looking in;
Yet its eyes said: 'You have seen four cities of Flanders:
Ostend, and Bruges, and Antwerp under her doom,
And the dear city of Ghent;
And there is none of them that you shall remember
As you remember me.'
I remember so well,
That at night, at night I cannot sleep in England here;
But I get up, and I go:
Not to the cities of Flanders,
Not to Ostend and the sea,
Not to the city of Bruges, or the city of Antwerp, or the city of Ghent,
But somewhere
In the fields
Where the high slender trees are small under the sky—
If I could only see again
The house we passed that day.

jueves, 18 de septiembre de 2025

rolando cárdenas / regreso











Un día regresaremos a la ciudad perdida
como las estaciones todos los años,
como una sombra más en las tardes,
preguntando por antepasados
o por el río en cuyas aguas se quebraba el cielo.

Será en invierno
para revivir mejor los grandes fríos,
para ver de nuevo
el humo negro de los barcos cortando el aire,
para escuchar en las noches
los pequeños ruidos de la nieve.

Nos sentaremos a la mesa como si tal cosa
a probar el pan de otros días.
Un pájaro que cruce por la ventana
nos hará pensar en el bosque de pinos
donde el viento se revolvía furioso.

También preguntaremos por antiguos amigos
pensando quizás en el rostro de alguna muchacha.
Aún existirá el boliche
donde se reunían viejos campesinos.
Nos invitarán a beber y a conversar
asuntos que nadie olvida.
El tiempo no es más que regreso a otro tiempo.
"Todos nos reuniremos alguna vez bajo tierra".

Alguien nos reconocerá a la vuelta de una esquina.
Será como venir a saludar desde otra época.

***
Rolando Cárdenas (Punta Arenas, 1933-Santiago de Chile, 1990)

miércoles, 17 de septiembre de 2025

robin myers / lo demás










¿De qué se trata en realidad, esta necesidad de compararlo todo, de hacer que cada cosa
se parezca a otra cosa, de abrirse paso a fuerza de metáforas hacia un tipo de calma
que no sea parecida a un andamio construido alrededor el aire, sino concretamente eso?
Me senté en una iglesia en Masaya, Nicaragua, mientras caía la tarde,
elegí el banco por la forma en que la luz bañaba el suelo, filtrándose a través de los vitrales con reflejos rojos.
Pensaba, al observarla, que esa luz se parecía un poco a una mancha de sangre
que se fuera extendiendo sobre algo blando y luego se la dejara al sol; quizá se pareciera más
al agua de sandía derramada sobre sábanas blancas. Pero al final,
honestamente, se parecía más a una luz roja reflejada en el suelo de una iglesia en Masaya, Nicaragua,
mientras caía la tarde. Y te pido perdón por apartar esa luz de sí misma,
por anunciarte que esta noche la luna es más delgada que una moneda sumergida en agua,
por decirte que cuando te reís te parecés a un fósforo al momento de encenderse.
Yo viviría, si pudiera, de un fogonazo cegador a otro,
si eso no comprendiera alguna forma de desesperación, un debilitamiento
de la fe, si es que puedo tomar prestada esa metáfora; un desarmarnos a nosotros mismos como un rompecabezas,
junto con cada vínculo que establecemos y pedimos; la plenitud, sin duda,
es algo secundario y más penoso. Puesto que cada vez que respiramos
es en verdad igual a la vez anterior; caso contrario, tengo que creer,
que eso que se transmite, se comparte, o al menos se recuerda, es hacia dónde va esa respiración,
por qué sucede, por qué la necesito; es todo, todo lo demás.

***
Robin Myers (Nueva York, 1987)
Versión de Ezequiel Zaidenwerg

/

Else

*

What is it really about, this need to compare everything, to make things
like other things, to metaphor our way into a kind of calm that may not
be like a scaffold erected around the air, but truly that?
I sat in a church in Masaya, Nicaragua, in late afternoon,
chose the pew because of how the light was on the floor, filtered through
the stained glass window at the top and let down red.
I looked at that light, and thought, it’s a little like blood
seeping into something soft, then left in the sun; or, it’s more
like the water of a watermelon on white sheets. But, in the end,
it most honestly looked like red light on the floor of a church in Masaya, Nicaragua,
in late afternoon. Forgive me for pulling that light away from itself,
for announcing that the moon tonight is as thin as a penny in water,
for telling you that you are like a lit match when you laugh.
I would live from flash to singular blinding flash if I could,
if that didn’t mean some species of despair, some dissolution
of faith, if that’s a metaphor I may borrow; a tragic un-jigsaw-puzzling of ourselves
and the connectedness we invent and demand; completion,
of course, being a secondary, more sorrowful concern. For each breath
really is like every other breath, and if it isn’t, then I must believe
that what is carried over, shared, or at least remembered, is where it’s going,
why it happens, why I need it; is everything, everything else.

martes, 16 de septiembre de 2025

marie ponsot / sobre mi cumpleaños













Me gustaría suponer
que, por mi cumpleaños en abril,
aceleré el útero
el 4 de julio.

Si sufrieras como yo
una tendencia duramente combatida
a la dependencia infinita,
sabrías por qué.

***
Marie Ponsot (Nueva York, 1921-2019)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

About My Birthday

*

I’d like to assume
from my April birthday,
I quickened the womb
on the 4th of July.

If you suffered as I
a sternly fought tendency
to endless dependency
you’d know why.

lunes, 15 de septiembre de 2025

remy de gourmont / la tarde en un museo










¿Esos viejos señores en sus petos de piedra,
larvas a las que el sueño lleva a la eternidad?
¿Las columnas como árboles revestidas de hiedra,
o esas fuentes que han visto sonreír la beldad?

¿Los obispos de cera, cuya mitra es de cobre?
¿Las madres que un niño hace pensar en el calvario?
¿La mueca de la víbora? ¿Las angustias del pobre,
o Diana que hincha en cólera su albo seno estatuario?

¿Esa mujer de manos largas y dolorosas?
¿Las miradas de bronce? ¿Las piedras luminosas
que parece que aún lloran un amor que no fue

feliz? No. Dominado por terribles encantos,
sólo veo, en las sombras impregnadas de llantos,
una mano sangrienta crispada sobre un pie.

***
Remy de Gourmont (Bazoches-sur-Hoëne, 1858-París, 1915)
Versión de Emilio Berisso

/

Le soire dans un musée 

*

Les seigneurs blancs couchés dans leurs corsets de marbre,
Larves que le sommeil mène à l'éternité ?
Ces colonnes vêtues de lierre comme des arbres,
Ces fontaines qui virent sourire la beauté ?

Les évêques de cire à la mitre de cuivre,
Les mères qu'un enfant fait penser au calvaire,
L'angoisse de l'esclave, l'ironie de la guivre,
Diane, dont les seins fiers se gonflent de colère ?

Cette femme aux longues mains pâles et douloureuses ?
Ces beaux regards de bronze, ces pierres lumineuses
Qui semblent encore pleurer un amour méconnu ?

Non. Soumis au désir qui m'écrase et me charme,
Je ne voyais rien dans l'ombre pleine de larmes
Qu'une main mutilée crispée sur un pied nu. 

domingo, 14 de septiembre de 2025

reiner kunze / pescando en la frontera










Hasta en el fondo del río alambre de púas que solo
el nado del pez atraviesa

La mirada examina la maleza antes de que
hablemos

¿De qué?

En checo suenan parecido las palabras
pez y error

***
Reiner Kunze (Oelsnitz, 1933)
Versión de Silvana Franzetti

/

Angeln an der grenze

*

Bis auf den flußgrund stacheldraht den nur
der fisch durchschwimmt

Der blick durchforstet das gebüsch bevor wir
sprechen

Wovon?

Ähnlich klingen auf tschechisch die wörter
fisch und fehler

sábado, 13 de septiembre de 2025

olga sedakova / ancianas










Como una artista vieja y paciente
me gusta contemplar los rostros
de ancianas piadosas y malévolas:

sus labios mortales
y el poder inmortal
que mantiene esos labios apretados

(como si un ángel estuviera sentado allí
disponiendo el dinero en pilas,
monedas de cinco kópecs, de un kópec...
"¡Fuera!", les dice a niños,
pájaros y mendigos,
"¡Fuera!", les dice, "Desapareced;
¿no veis lo que estoy haciendo?")

Miro, y hago un retrato mental:
como si fuera yo misma ante un espejo oscuro.

***
Olga Alexandrovna Sedakova (Moscú, 1949)
Fotografía de Vladimir Vdovikov
Versión de Jonio González de una traducción al inglés desde el ruso

viernes, 12 de septiembre de 2025

xavier amorós / tiempos extraños










He vivido tiempos extraños.
A decir verdad:
no he conocido otros.
Quizá nunca haya existido un tiempo normal,
al menos en nuestro país, pobre,
que da lástima.
Y tengo lástima, claro,
de nosotros mismos,
de los padres y de los abuelos,
y de todos.
Pero sólo quiero hablar de lo que he visto
o de lo que he oído contar
hace poco.
Por ejemplo,
de cuando Dios también era una cosa muy extraña,
una especie de ser mitológico,
supuestamente a la máxima potencia,
que siempre estaba a punto de fulminar
a todos aquellos que no querían adorarlo.
Cuando ganaron las izquierdas,
las primeras elecciones, en mil novecientos treinta y uno,
los Navarro hablaban de tinieblas
y del fin del mundo
si la suerte no se ponía
de parte de los adoradores.
Los Navarro
tenían presente las profecías
de la famosa madre Ràfols,
una monja nacida en Vilafranca
en la primera planta de una masía
que yo visité con los del colegio,
después de no jugar al fútbol
porque llovía.
Los Navarro
tenían unas cajas
de fósforos benditos
para atravesar las tinieblas vengativas.
Por entonces se hablaba
mucho de religión
y de fe pisoteada.
Yo asistía a misa todos los festivos;
fui a las monjas y después a los “padres”
recé muchísimas veces el rosario.
Del Evangelio
nunca oí decir
dos palabras
que valiesen la pena.

***
Xavier Amorós (Reus, 1923-2022)
Versión de Jonio González

/

TEMPS ESTRANYS

*

He viscut temps estranys.
Per dir la veritat:
no n'he conegut d'altres.
Potser mai no ha existit el temps normal,
almenys al país nostre, pobre,
que fa llàstima.
I tinc llàstima, és clar,
de nosaltres mateixos,
dels pares i dels avis,
i de tots.
Però només vull parlar del que jo he vist
o del que he sentit contar
tot just passat.
Per exemple,
de quan Déu era també una cosa molt estranya,
una mena d'ésser mitològic,
suposat en la màxima potència,
que estava sempre a punt de fulminar
tots aquells qui no volien adorar-lo.
Quan guanyaren les esquerres,
les primeres eleccions, l'any trenta-u,
les Navarro parlaven de tenebres
i de la fi del món
si la sort no es tombava
cap als adoradors.
Les Navarro
tenien presents les profecies
de la famosa mare Ràfols,
una monja nascuda a Vilafranca
al primer pis d'una masia
que jo vaig visitar amb els del col·legi,
després de no jugar a futbol
perquè plovia.
Les Navarro
tenien unes capses
de «mistos» beneïts
per salvar les tenebres venjatives.
Llavors es parlava
molt de religió
i de fe trepitjada.
Jo anava a missa cada festa;
vaig anar a les monges i després als «padres»
vaig passar moltíssimes vegades el rosari.
De l'Evangeli
no en vaig sentir dir mai
dues paraules
que valguessin la pena.

jueves, 11 de septiembre de 2025

hernán castellano girón / himno a la noche













La luna creciente ha desaparecido, la niebla
Se la comió hace tiempo, lo suficiente
Como para aniquilar todos los deseos: con la luna ida
Llega la obsequiosa muerte a masajearnos las costillas
Y a pronunciar una sarta de palabras vanas.

Pero también con la noche los mapaches llegan
A satisfacer el más elemental de los deseos:
Comer  una mezcla de pirulos de comida de gato
Junto a la baba seca que yo les deposito cada noche
Con mi piel que se descascara como la de una vieja serpiente
Que decidiera mudársela por una última vez en su vida
Para vivir otro agosto, y que sabe a la orina de la Parca
Y al último pétalo de una rosa inexistente.

A esta hora de la noche, hay que reconocerlo
Con una sonrisa que al menos se nos abre sin reticencias
Gran parte de nuestras miserias se atenúan o disfrazan
Y el corazón va deteniéndose en su fuga, acólito
De las epifanías donde nos masacraron
Y donde en vez de agonizar, respiramos hondamente
En los pranayamas  aprendidos hace cuarenta años
Y olvidados justo a tiempo para que pudiéramos envejecer
Sin gran remordimiento, sin vacilaciones o tartamudeos
Porque  las palabras, en ese estado de gracia, salen solas
Bendecidas por el silencio mortal de la niebla
Que sólo triza el graznido lejano del búho
O, todavía más lejos, crujen las bellotas
Pisadas por los gatos vagabundos y por los venados
En busca del agua que ya escasea, porque es junio
Y tal vez no lloverá en otro siglo más, por suerte.

Los caracoles son quienes lo agradecen más:
Ya no serán ahogados por la lluvia insensata, pero ellos ignoran
Que un sol igual de inclemente, camuflado bajo la niebla
Los secará y los dejará inmóviles para siempre
En la puerta mecánica de mi garage
Que esconde todos los secretos del universo.

Ahora que está de noche, ahí mismo se oculta
El secreto de mi nacimiento, el por qué me trajeron
Defectuoso en medio de un mundo de efebos
Que emergían debajo de las piedras como cascarudos.

En todo espacio que está solo y aparentemente duerme
Durante la noche primordial, ahí tengo un nido
Y un paraíso perdido donde podría resucitar un día
Entre las arañas muertas y las hormigas que sí son inmortales
Por toda una estación esquiva, cuando somos o no somos
En medio de una oscuridad tan vasta y tan cadavérica
Como para apegarse a tu piel, musitando canciones de cuna
Mientras tus dolores se atenúan porque se van a otro sitio
Como el padre Jon que se va a atormentar a un buey o un ratón
Después de desgarrar impunemente tus tripas.

Pero ahora tengo un dolor clavado en medio de la espalda
Un dolor que no se va, que no querrá irse sino hasta el alba
Donde ni yo ni tú, ni los gatos ni los coyotes existimos
Porque las criaturas de la noche sólo pueden abrigar
Una leve esperanza cuando todo ha desaparecido.

***
Hernan Castellano Girón (Coquimbo, 1937-Isla Negra, 2016)

miércoles, 10 de septiembre de 2025

michael o'loughlin / un poeta letón escribe una oda al capitalismo













Estuvo muy bien que Pablo Neruda,
Mayakovsky y todos esos camaradas
escribieran sus Odas al Trabajo: tenían
obreros siderúrgicos stajanovistas,
choferes de tractores rojos arando suelo virgen.
Pero, ¿y yo? ¿Cómo voy a elogiar
al operador telefónico,
al mozo del hotel boutique,
al agente inmobiliario que le alquila cuartos a eslovacos? 

Me siento aquí ocho horas al día con mi uniforme azul
en la caja registradora del Tesco’s
tratando de pensar en un nombre
para lo que hago en realidad.
Mis compañeros de trabajo se llaman Mariska o Muhummad
no sé dónde viven
no sé lo que comen. 

Lo único que sé es que somos sacerdotes de la casta inferior
en la iglesia más grande que la historia ha visto alguna vez.
La gente viene hasta el altar,
ponemos las manos sobre los frutos de la tierra
y se los damos a la gente que los hizo,
bendecidos, santificados, pagados. 

No, no tengo ganas de escribir una oda a la gente como yo.
De todos modos, hay una fiesta en un departamento en Baggot Street
y el tipo de Brasil tiene porros de los buenos.

***
Michael O'Loughlin (Dublín, 1958)
Versión de Jorge Fondebrider

/

A Latvian Poet Writes an Ode To Capitalism

*

It was all very well for Pablo Neruda,
Mayakovsky and all those comrades
To write their Odes to Labour: they had
Stakhanovite steelworkers,
Drivers of red  tractors breaking virgin soil.
But what about me? How am I to praise
The call-centre operative,
The barista in the boutique hotel,
The estate agent renting out boxes to Slovaks? 

I sit here eight hours a day in my blue uniform
At the cash register in Tesco’s
Trying to think of a name
For what I actually do.
My co-workers are called Mariska or Muhummad
I do not know where they live
I do not know what they eat. 

All I know is we are low-caste priests
In the greatest church that history has ever seen.
The people come to the altar rail,
We lay our hands on the fruits of the earth
And give them back to the people who made them
Blessed, sanctified, paid for. 
No, I don’t feel up to writing and ode to people like myself.
Anyway, theres a party in a flat in Baggot Street
And the guy from Brazil has some really good dope.

martes, 9 de septiembre de 2025

hilde domin / dos poemas











Carrera macabra

*

Tú hablabas de quemar barcos
-y los míos ya eran ceniza-,
tú soñabas con levar anclas
-y yo estaba ya en alta mar-,
tú ibas de la patria a la Nueva Tierra
-y yo estaba sepultada ya
en tierra extraña,
y un árbol de raro nombre, 
un árbol como todos los árboles,
creció de mí,
como de todos los muertos,
sin importar dónde.

~

Casa sin ventanas

*

El dolor nos encierra en un ataúd,
en una casa sin ventanas.
La primavera deja ver las flores
límpidas y más claras
sus aristas.
Mi noche, una apuesta,
un dado de silencio.

El consuelo
quiere entrar
y no halla puertas ni ventanas.
Enfurecido amontona la leña
quiere forzar un milagro y 
enciende
la casa de dolor.

***
Hilde Domin (Colonia, 1909-Heidelberg, 2006)
Versiones de Geraldine Gutiérrez-Wienken

/

MAKABRER WETTLAUF

*

Du sprachst vom Schiffe-Verbrennen
- da waren meine schon Asche -,
du träumtest vom Anker-Lichten
- da war ich auf hoher See -,
von Heimat im Neuen Land
- da war ich schon begraben
in der fremden Erde,
und ein Baum mit seltsamem Namen,
ein Baum wie alle Bäume,
wuchs aus mir,
wie aus allen Toten,
gleichgültig, wo.

~

HAUS OHNE FENSTER

*

Der Schmerz sargt uns ein
in einem Haus ohne Fenster.
Die Sonne, die die Blumen öffnet,
zeigt seine Kanten
nur deutlicher.
Es ist ein Würfel aus Schweigen
in der Nacht.

Der Trost,
der keine Fenster findet und keine Türen
und hinein will,
trägt erbittert das Reisig zusammen.
Er will ein Wunder erzwingen
und zündet es an,
das Haus aus Schmerz.

lunes, 8 de septiembre de 2025

rosario castellanos / falsa elegía









Compartimos sólo un desastre lento. 
Me veo morir en ti, en otro, en todo 
y todavía bostezo o me distraigo 
como ante el espectáculo aburrido. 

Se destejen los días, 
las noches se consumen antes de darnos cuenta; 
así nos acabamos. 

Nada es. Nada está 
entre el alzarse y el caer del párpado. 

Pero si alguno va a nacer (su anuncio, 
la posibilidad de su inminencia 
y su peso de sílaba en el aire), 
trastorna lo existente, 
puede más que lo real 
y desaloja el cuerpo de los vivos. 

***
Rosario Castellanos (Ciudad de México, 1925-Tel Aviv, 1974)

domingo, 7 de septiembre de 2025

mirta rosenberg / una elegía













En la época de mi madre
las mujeres eran probables.
Mi madre se sentaba junto a mi abuela
y las dos eran completamente de carne y hueso.

Yo soy apenas una secuela estable
de aquel exceso de realidad.

Y en la ansiedad del pasado indefinido,
en el aspecto durativo de elegir,
escribo ahora: una elegía.

En la época de mi madre
las mujeres eran perdurables,
completamente hueso y carne.
Mi madre se ponía el collar
de plata y de turquesas
que mi padre le había traído de Suecia
y se sentaba a la mesa como una especia exótica,
para que todo se volviera más grande que la vida,
y cualquier ficción fuera posible.

En la época de mi madre, las mujeres
eran un quid: mi madre nos contó
a mi hermano y a mí: ‘cuando salía de la escuela,
iba a buscar a mi padre al trabajo,
en Santa Fe, y los compañeros le decían es un biscuit,
tu hija es un biscuit, y nunca supe qué querían decir,
qué era un biscuit’, un bizcocho estando muy enferma,
una porcelana exquisita todavía para nosotros,
y mi hermano apurándola: ‘¿Y?’

No sé qué es un biscuit, ¿una especia exótica.
algo de todos modos, especial? Igual
andaba delicadamente por la casa, rozando los ochenta
como se roza una herida
con una gasa.

En la época de mi madre
las mujeres eran muy visibles.
Mi madre se miraba en los espejos
y yo no llegaba a abarcar
su imagen con mis ojos. Me excedía,
la intuía a lo lejos como algo que se añora.

Como ahora,
una elegía.

A la criatura adorable
fijada en lo remoto de la foto,
que ya a los ocho años parecía
más grande que la vida: te extraño,
aunque no te conocía. Eso fue antes
que a mí me dieras vida
en un tamaño apenas natural.

Igual,
una elegía.

Y a la otra de la foto que espero
conservar, la mujer bella que sostiene
el libro ante la hija de un año
en el engaño de la lectura:
te quiero por lo que dura, y es suficiente
leer en el presente, aunque se haya apagado
tu estrella.

Por ella,
una elegía.

Ahora soy la fotografía
y vos el líquido revelador. Tu muerte
me convierte en yo: como una ciencia aplicada
soy la causa y el efecto,
el ensayo y el error, este vacío
de la nada que golpea el corazón
como cáscara vacía.

Una elegía,
cada vez con más razón

***
Mirta Rosenberg (Rosario, 1951-Buenos Aires, 2019)

sábado, 6 de septiembre de 2025

pasquale mesolella / este mundo











Este tiempo que nunca pasa
Es como la soga alrededor del cuello
Del ahorcado en el momento 
Triste del deceso.
Este tiempo que, enojado,
Se nos escapa como la carrera tumultuosa
De una ardilla asustada por los pasos
Pesados de un cazador furtivo
A lo largo del bosque de las horas indolentes 
Tiene el mismo encanto que el viento 
Que aúlla lenta y silenciosamente 
Este tiempo
Que nos toma y nos deja según
La volubilidad de las inclemencias del tiempo
en la ruta de lo desconocido, de lo impreciso,
De lo impredecible.
Este tiempo breve que ni nos da tiempo para pensar e intervenir 
para hacer algo bueno o definitivo.
Este tiempo circunscrito e indefinible
Nosotros ignorantes e inconscientes
Lo soportamos como un sueño
infinito. 

***
Pasquale Mesolella (Teano, 1949)
Versión de Nicolás López-Pérez
Envío del autor

/

Questo tempo

*

Questo tempo che non passa mai
È come la corda attorno al collo
Dell' impiccato nel momento 
Triste del trapasso.
Questo tempo che indispettito
Ci sfugge come la corsa tumultuosa
Di uno scoiattolo impaurito dai passi
Pesanti di un cacciatore di frodo
Lungo la foresta delle ore indolenti 
Ha lo stesso fascino del vento 
Che ulula lentamente silenziosamente 
Questo tempo
Che ci prende e ci lascia a seconda
La volubilità delle intemperie
sulla rotta dell'ignoto, dell' imprecisato,
Dell'imprevedibile.
Questo tempo breve che non ci dà neppure il tempo di pensare e d' intervenire 
di fare qualcosa di buono o di definitivo.
Questo tempo  circoscritto e indefinibile
Noi  ignari e incoscienti
Lo sopportiamo come un sogno
infinito. 

viernes, 5 de septiembre de 2025

ai / dos hermanos













Una Ficción

1
La noche cierra su soga.
Nadás hacia mí, salís del sueño
como una anguila
cuando pongo el frasco
a tu lado en la cama.
La muerte me pegó
como la palma de una mano, Bobby.
Imaginate que estás hecho de cristal
y alguien te punza como al hielo
y te rompés,
todas tus células
se desesperan, casi;
es tan bueno. Dallas. Dallas.
Giro hacia la ventana,
luego hacia vos.
¿Te acordás de ese dibujo de colores
de John-John
el humo negro saliendo por el techo
de la Casa Blanca
como rulos de pelo negro?
¿De cómo Jackie le pegó en la mano
y le dibujó otro
con ángeles elevándose?
¿Nuestra propia infancia?
Días tranquilos y elegantes.
La buena vida nos chupaba
más y más adentro
hacia su centro líquido y caliente,
donde, sazonados con la dicción correcta,
colegios y política
íbamos a freirnos crocantes y libres de grasa.
Rey por un día,
eso era.
Yo manejaba el poder,
el Cadillac de oro macizo.
Sí, dale. Fruncí el ceño.
Hablame del pecado del orgullo
y yo te voy a hablar
de la mentira del perdón.
No me mató Oswald,
fue la envidia.

2
“Tengo un sueño, Jack“, decís.
“Estoy en Arlington. Es el atardecer.
Miles de placas funerarias
salen de la tierra
como brazos de alabastro sucio.
Es acá, peregrino,
parecen decir.
Y de pronto estoy en una habitación.
Un hombre cuenta billetes verdes
tienen filo pueden cortar,
husmeo la tapa de un barril
espío
como si adentro hubiera pickles verde oscuro
o peces azul acero,
como si fuera un chico
en una calle llena de gente en Rusia
con una moneda en la mano
y en la otra, la mano de mi hermano.
Y mientras arrastro el pie
e intento decidir,
de lejos me llegan clarines, ruidos de pezuñas
veo la cabeza de mi hermano
salir de pronto de su cuerpo
como una pelotita color rosa
en un chorro de agua, rojo oscuro,
más allá de los techos
hacia el cielo sereno de la noche.
Yo soy ese chico, Jack,
que moja las manos
en el único barril en pie,
en el agua caliente como sangre,
con nada que decir a nadie,
salvo “Mi hermano es la luna“.

3
Adivinanzas, digo,
y levanto la tapa del frasco.
Saco una masa gris, húmeda,
la miro y la vuelvo a poner.
Algunas tribus de Africa
se comen los sesos de sus muertos.
Eso los une;
también los mata.
Bueno Bobby, lo que sea necesario, ¿no?
Miro por la ventana
las vetas rosa profundo del amanecer
rayan la espalda enorme del cielo
luego te alcanzan la cantimplora.
Levantás mi cerebro.
Después mordés, me incendio.
El aire huele a creosota
y me paro frente a vos,
la piel floja y rosa
mis heridas curadas.
Te abrazo
y entrás en mí, desaparecés…
Me miro en el espejo:
Jack Kennedy,
ahora más flaco, casi ascético,
uso el humo de los caños de escape de L.A.
como un traje de piel de tiburón,
mientras el cuarto de la luna
cuelga del cielo,
un péndulo en una cadena de oro. Mi trono.
Me alejo un poco y me hago la corbata.
Bobby, sólo se trata de un show.
Hay que saber entretener,
pararse como P. T. Barnum
en el centro mágico del ojo público,
bajarte los pantalones de vez en cuando
y que la gente pida más,
dárselo
aceptar los bises
hasta que, como el payaso de la canción de Piaf,
el show es todo lo que hay,
y los bravos, los bravos.
Les das lo que quieren, Bobby,
alguien a quien no pueden dejar de querer
como a un padre o a un tío,
alguien que con su mágica caída
los alce del barro
de todos los días de sus vidas.
Dios no hizo al hombre,
el hombre hizo a Dios.
Me aparto del espejo.
Mucha mierda, pibe, me digo.
Dales un milagro.
Dales Hollywood.
Dales Saint Jack.

***
Ai, nacida como Florence Anthony (Albany, 1947-Stillwater, 2010)
Versión de Roberto Guareschi

jueves, 4 de septiembre de 2025

leonardo sciascia / lluvia de septiembre









Las grullas surcan lentamente el cielo,
más ávido es el graznido de los cuervos;
y el primer trueno retumba repentino
entre las rocas lívidas de las nubes,
asustando al viento entre los árboles.
La lluvia avanza como niebla,
grita, acosa el vuelo de los gorriones.
Ahora despeña la viña, cae entre los olivos;
por la furia de los relámpagos, las oraciones
buscan a las viejas campesinas

Pero he aquí una húmeda mirada azul
que se abre en el rostro cerrado del cielo;
lentamente se ensancha hasta encontrar
la pupila bizca del sol.
Una luz rasante hace nítido
el surco del arado, los setos se engalanan;
entre las hojas cada vez más escasas
brilla el racimo níveo de los pistachos.

***
Leonardo Sciascia (Racalmuto, 1921-Palermo, 1989)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Pioggia di Settembre

*

Le gru rigano lente il cielo,
più avido è il grido dei corvi;
e il primo tuono rotola improvviso
tra gli scogli lividi delle nuvole,
spaurisce tra gli alberi il vento.
La pioggia avanza come nebbia,
urlante incalza il volo dei passeri.
Ora scroscia sulla vigna, tra gli ulivi;
per la rabbia dei lampi preghiere
cercano le vecchie contadine.

Ma ecco un umido sguardo azzurro
aprirsi nel chiuso volto del cielo;
lentamente si allarga fino a trovare
la strabica pupilla del sole.
Una luce radente fa nitido
Il solco dell’aratro, le siepi s’ingemmano;
tra le foglie sempre più rade
splende il grappolo niveo dei pistacchi.

miércoles, 3 de septiembre de 2025

ignacio uranga / dos poemas









esto: glaucoma de venido, con las tantas últimas
imágenes de cáncer corrosivas, neuropatía óptica:
el dulzor de interjecciones nunca oídas y a la vez
los dolos sucesivos ante lo inminente de la estada
en la doscientos seis, de manera irremediable ahora
tal cual Ophélia sobre calmas aguas en un río negro
tal cual Ophélia sobre calmas aguas en el río negro
en que flota hundida en sueños para siempre Ophélia
blanca, tan blancamente lenta como un lirio pasa
blanca, tan blancamente lenta como el lirio pasa
Ophélia y flota hundida en sueños para siempre:
grito a mí mismo, esto no es pasible de cantarse:
apagón en demasía, débil noche de oscura Materna:
involuntaria mnémica, no caigas en los ojos diciendo:
la historia de un rostro inocente con respiro ficticio
clínicos tubos, alimento por suero y gotas de sangre:
rojo fuego y fucsia contra bronce y mármol negro

~

abrir un tajo en lo que intentare: asma de la
Grecia antigua tan amada: pude ver, Clara
hoy en sueños un barroso cielo de arenilla
negro tal el río en que lento, tan lentamente
flota blanco un lirio hundido para siempre
negro tal el río en que lento, tan lentamente
flota blanco el lirio hundido para siempre
bajo el cielo, sí, a fin de cuentas cielo el que
a cada quien le toca: inútil paradigma: signos
que mitigan los hachazos, acaso el orden de
las deudas, pasos por la pena: infrecuencia
del vívido, inopinado apagón de lo que se ama:
mnémicos retales cada noche: la siempre puerta
esta vez de par en par y tribulaciones luego, de
corte psicotrópico y trópico también lo que es
alma en tal suceso, mía, tuya, tras una escena
tan semiótica y montada de fracaso: gestos
de fiebre irreversible y sangre por la tos:
órdenes de inventos adecuando lo contrario
también contraria a calmas aguas la escena
en que flota lento un sueño sobre un río negro
en que flota lento el sueño sobre el río negro:
leerás acaso el sino, mi mano tibia a las tres
las bondades, el real converso, obstinado en
tan bajos los párpados: nombrarán ampliactil
intensificadores: dirán es todo, acabaranse
las máquinas, el aire tecnológico: la prensa
no dirá una palabra al menos: atenderá, pues
circunstancias, la educación en crisis, dólar
paralelo, cepo cambiario, nombramientos
modos de nombrar lo que se nombra, aborto
no punible, libertad de expresión, monopolio
de los medios, puja de poderes, datos indiciarios
quirúrgicas deserciones del sexo voluntarias
canasta familiar: habrá entonces la resignación de
esta nada dicha acerca de tu sueño para siempre

***
Ignacio Uranga (Bahía Blanca, 1982)

martes, 2 de septiembre de 2025

mahvash sábet / entrégame tus penas













¡Quédate con tus alegrías entrégame tus penas!
Son tuyas la dicha de mi corazón
y las anémonas de mis sueños,
cuando pienso en los vastos horizontes del universo;
y mis locuras como la amante apasionada,
cuando en la luz de Su nombre me absorbo.
Entrégame tus dudas,
y las flores de fe en mi corazón serán tuyas.
El país de mi corazón,
es la tierra de muchas praderas perfumadas y sin fronteras,
con múltiples tabernáculos,
de caras negras, rojas, blancas y amarillas.
¡Quédate con tus alegrías entrégame tus penas!

***
Mahvash Sábet (Isfahan, 1953)
Versión de Manoucher Shoaie

lunes, 1 de septiembre de 2025

shota rustaveli / el caballero de la piel de pantera (fragmentos)













El que creó el Cielo y la Tierra con su poder y fuerza,
Inspiró a cada ser terrenal con su Santo Espíritu brillante;
Luego reinar sobre la colorida tierra se convirtió en nuestro derecho humano,
Y en las caras de nuestros gobernantes podíamos ver su imagen a simple vista.

Oh Señor, el hacedor de toda forma, te ruego que me salves ahora.
Dame suficiente fuerza para que pueda poner mi pie en la frente de Satanás.
Que tú permitas los anhelos de un amante, que duren hasta la tumba.
Disuelve los pecados que llevo encima y que me hacen doblar el cuerpo.

La lanza, el escudo y la espada adornan a nuestro gobernante, león de nuestra guarida.
Mira el sol de nuestra Reina Tamar - rostro brillante y cabello oscuro.
No sé cómo cantaré sus alabanzas. ¿Me atrevo a atreverme?
Se deben ofrecer regalos agradables con alegría de todos los que la han visto allí.

Derramando lágrimas de sangre alabamos a nuestra Reina y diré desde el principio:
Me considero lejos de ser el menos de los que han participado en una parte alabando.
Usé un lago de ébano como tinta, mi caña era como una flecha.
¡Quien escuche los versos que he escrito, una lanza le atravesará el corazón!

Me pidieron que escribiera poesía dulce, que cantara sus alabanzas reales,
Exaltar sus cejas, pestañas y cabello en verdaderas frases poéticas.
Sus labios rubí y sus filas de dientes: su ejército de cristal deslumbra.
Pensar que un yunque de plomo puede romper la piedra más dura asombra.

***
Shota Rustaveli (Rustavi, 1160-Jersualén, luego del 1215)
Versión de Lyn Coffin