Cuántas veces he almorzado
con la muerte sobre la mesa
botaba el tenedor a mi padre
derramaba el agua a mi madre
no nos mirábamos
sabiendo sus señales
no la miramos
pero su aliento nos tocaba
*
He dejado
mi vieja piel
en la barandilla muerta
de un viejo living
con papel tapiz
rojo damasco
y una pequeño sillín
para piano.
Las paredes desdentadas tres cuadros sí
y uno no, marcos vacíos
marcas de relojes de pared.
El telefax sobre la silla
los destellos de luz
dan la fibra hacia abajo.
La muerte, sentada en un escalón
se lima las uñas pensando
que bonito sería trabajar aquí.
***
Anna Toscano (Italia, 1970)
Versión de Nicolás López-Pérez
Fotografía de Grazia Fiore
/
Quante volte ho pranzato
con la morte stesa sul tavolo
faceva cadere la forchetta a mio padre
rovesciava l’acqua a mia madre,
non ci guardavamo
sapendoli suoi segnali
non la guardavamo
ma il suo alito ci toccava.
*
Ho lasciato
la mia vecchia pelle
sul binario morto
di un vecchio salotto
con carta da parati
rosso damascato
e un seggiolino
per pianoforte.
Le pareti sdentate tre quadri sì
e uno no, cornici vuote
segni di orologi a muro.
Il telefax sulla sedia
la spia lampeggia
danno la fibra al ribasso.
La morte, seduta su un gradino,
si lima le unghie pensando
a come fosse bello lavorare qui.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario