Hace tiempo que tuve que salir de estas tierras. Hace mucho tiempo que decidí ir por ahí, hace tiempo que dije: no importa este trance, no importan los ruidos las molestias las tremendas cuestiones que me estremecen. No importa no importa y yo.
Tengo el tiempo contado ahora. Me tocan la puerta. Me tocan la frente. Un beso. Otro. ¿Mamá? Sí, hace un rato que llegó ¿Papá? No. Papá está afuera pescando un zapato un río papá espera que no pase cantando papá tiembla y me pide que vuelva. Le digo que no.
Estoy pensando en irme corriendo. Arriba hay un cerro gigante arriba de mi arma mi plaza mi querida amada bandera. Voy pasando lejos. Las líneas eran tres. Voy pasando escucho los pasos de todos esos horrores. Voy pasando y me digo. Está bueno. Voy pasando y me digo. Las líneas son tres. Las líneas dirán vas a vivir. Las líneas son tres. Las líneas dicen vas a vivir.
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I
Empiezo a escribir porque siento un ruido hay colisiones notables esta noche, hay brumas nociones de lo que seré. Empiezo con el rostro plácido. Unos y otros van barajando puertas, lo sabía, explotando lo sabía entre la rabia y el alma, así. Estos son garabateos múltiples. Estos son millones de herpes sangrando son volutas de agua que se niegan a caer. Así estoy en silencio. Así es, han pasado cosas. Así es, se dibuja una lima un recorte una luz.
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III
En esta oscuridad en este espacio reducido micro que he optado por tener a mi nombre hay unos ritmos que no paran que deliran por querer salir. Estoy sola en este metro cuadrado estoy sola y alguien me apunta con el dedo, ven, alguien y un vértice ven, me dicen que no ceje, que no pare, que no. Unas marejadas van saliendo de este fruncir de ojos de contorsiones rotundas y alguien me dice ven y alguien que señala una enagua que he dejado en la otra esquina de lo que mi vista percibe.
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VII
Estoy escribiendo, no puedes tenerlo todo.
Estoy escribiendo, no puedes tenerlo todo, pues se castiga a quien lo hace y vence.
Me voy encerrando en mí misma. Me voy encerrando en un eco, en un himno que aflora desenmascarado. Me voy encerrando hasta que encuentro ese ritmo, ese jadeo preciso que soy yo.
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XII
Las líneas fluorescentes eran tres.
Las líneas decían: vas a vivir.
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XIII
Las líneas decían: vas a vivir, eso, así con una fuerza cantante lamiendo un murmullo amado. Aquí está, la encontraré. Aquí está pasa por encima, come, estruja la enagua, come, está listo, pasa, sírvete. Hola, aquí estoy, he llegado, hola, come, está listo, no mires el piso, lo limpio, no huelas, lo seco luego: vas a vivir.
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XIX
Estoy por encima de todas las cosas encima del aire encima del brote encima de cada una de todas las plantas.
Paula Ilabaca (Santiago de Chile, 1979) Penínsulas. Santiago de Chile: RIL/AEREA, 2019.
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