domingo, 23 de junio de 2024

maría negroni / cuento de hadas













Mi padre se ha vuelto a casar y en el castillo reinaría la paz si no fuera por mí que, a diferencia de mis hermanas, odio a la madrastra, no hago sino pedir a mi padre que no me abandone e incitar a todos a la insumisión. Pero nadie me escucha. Al parecer, mi odio es antiguo, proviene del cariño tortuoso que mi verdadera madre inoculaba en mí con una lenta astucia. Mientras cenamos, a la luz esquiva de las velas, mis hermanas besan un frasquito que va dirigido a la madrastra, prenda auspiciosa. Todas repiten el beso menos yo. La madrastra sonríe como un ángel. Anuncia que un barco ha de llevarlas a Londres. Se van todas, entre risas y abrazos y la sombra plateada de los eucaliptos. Yo me quedo de este lado del foso, sola en el desván de la torre, resentida, orgullosa, rumiando el ilusorio embrión de un final. Soy una niña audaz, helada o terca como pena, una víctima en busca de su asesino. Pero no logro morir. Papá no toma partido.

***
María Negroni (Rosario, 1951)

sábado, 22 de junio de 2024

legna rodríguez iglesias / tres poemas













No se dice

*

Me vengo (fue su voz) puta, cojones. 
Pero no me sonaba repulsivo. 
Palabras son palabras. Sustantivo
se pone como es. ¡Cómo te pones! 

Me vengo (cuarta vez) puta, cojones. 
Su cabeza comiéndoselo vivo. 
Palabras son memorias. Sustantivo 
no sabe traicionar aunque traiciones. 

Memoria sobre mí, bajo de mí,
a mi lado, conmigo en una esquina. 
Palabra que me gusta y aprendí. 

Espérate, cojones. Vaselina. 
Su cabeza comiendo carmesí 
es palabra, semiótica, y espina. 

~

No me flores

*

Si me muero en Miami no me flores. 
Si me muero en Miami carretera. 
¿No recuerdas gentil azucarera
aquel tiempo? Los últimos amores 

ya no vuelven jamás. Días mejores 
que florecen debajo de la acera
por donde yo camino. Que se muera 
el músculo, de penas y dolores. 

Si me muero en Miami dame spray. 
Si se muere mi oreja cómo sigo.
Si se muere en lo oscuro mi mamey.
 
Aquel tiempo dichoso fue contigo 
miel de abeja, pan suave, Camagüey. 
No me flores, gentil, sobre el ombligo.

~

Bienvenido a Whole Food  

*

Está bien. La semilla es la semilla.
Los hongos y las algas, Christian Dior. 
El aceite de sésamo, señor,
para hacer un pescado a la parrilla.
 
Todo encaja. De quinoa la tortilla. 
Fruta y queso. Gusano en coliflor. 
Nada tiene sabor a otro sabor.
Yo brillo porque adentro maíz brilla.
 
No poema. No música. No cine. 
No teatro. Ninguna arquitectura. 
A llenar lo vacío solo vine.
 
Y vacía seré. Porque hermosura
solo habrá cuando inmóvil adivine
la respuesta del hambre en la escritura.

***
Legna Rodríguez Iglesias (Camagüey, 1984)

viernes, 21 de junio de 2024

damaris calderón / instantánea (de mi padre)









No bebía
tenía el renunciamiento de un pez en el Sahara
de una vaca castrada por los banderilleros de la feria.
Comunista, pudo haber sido masón o cuáquero.
Igual le habrían cortado los nudillos,
igual habría partido su tazón con nadie.
En deplorables noches montaba a mi madre
como quien coge un tren equivocadamente.
Ah la pradera donde fue comido por los buitres
(sus hijos).
Ah este sol implacable sobre mis ojos.

***
Damaris Calderón (La Habana, 1967)

jueves, 20 de junio de 2024

kikí dimulá / la coartada











Cada vez que vengo a visitarte
solo el tiempo transcurrido
de un encuentro a otro ha sufrido un cambio.
Por lo demás, como siempre
desde mis ojos fluye como un río
desenfocado tu nombre inscrito
-apadrinando el minúsculo guión
que media entre las dos fechas,
para que no piensen todos que pereció
sin bautizar la duración de tu existencia.
A continuación recojo
los restos de las flores marchitas
y añado un poco de tierra roja donde ha caído la negra
por último cambio la tulipa de la lámpara
por otra limpia que traigo.

Tan pronto como llego a casa 
friego con diligencia la que traigo sucia
la desinfecto con lejía
y la venenosa espuma de disgusto que brota de mí
cuando la agito con fuerza.
Siempre con guantes siempre resguardando mi cuerpo
a buena distancia de la palangana
para que no me salpique el agua muerta.

Con un duro estropajo de aversión 
restriego la suciedad pegada en el borde del cristal
y en el velo del paladar de la llama sofocada
mientras la rabia machaca el paseo clandestino
de una caracol intruso
en la quietud que la rodea.

Aclaro y aclaro con locura que escalda 
hirviente esfuerzo para devolver al cristal su origen
su luminosa naturaleza,
Su utilidad: 
apagar la sed.
Al fin el cristal deviene reluciente, brilla: 
qué aprensivo mi deseo de evitar morir.

Caro mío: míralo de modo diferente: 
¿cuándo no ha temido el amor a  la muerte?

***
Kikí Dimulá (Atenas, 1931-2020)
Versión de Meli San Martín

/

Το άλλοθι

Kάθε που σ' επισκέπτομαι
μονάχα ο καιρός που μεσολάβησε
από τη μια φορά στην άλλη έχει αλλάξει.
Kατά τα άλλα, όπως πάντα
τρέχει από τα μάτια μου ποτάμι
θολό το χαραγμένο όνομά σου
– ανάδοχος της μικρούλας παύλας
ανάμεσα στις δυο χρονολογίες
να μη νομίζει ο κόσμος ότι πέθανε
αβάπτιστη η διάρκεια της ζωής σου.
Eν συνεχεία σκουπίζω τις μαραμένες 
κουτσουλιές των λουλουδιών προσθέτοντας
λίγο κοκκινόχωμα εκεί που ετέθη μαύρο 
κι αλλάζω τέλος το ποτήρι στο καντήλι
με άλλο καθαρό που φέρνω.

Aμέσως μόλις γυρίσω σπίτι
σχολαστικά θα πλύνω το λερό
απολυμαίνοντας με χλωρίνες
και καυστικούς αφρούς φρίκης που βγάζω
καθώς αναταράζομαι δυνατά.
Mε γάντια πάντα και κρατώντας το σώμα μου
σε μεγάλη απόσταση από το νιπτηράκι
να μη με πιτσιλάνε τα νεκρά νερά.
Mε σύρμα σκληρής αποστροφής ξύνω
τα κολλημένα λίπη στου ποτηριού τα χείλη
και στον ουρανίσκο της σβησμένης φλόγας
ενώ οργή συνθλίβει τον παράνομο περίπατο
κάποιου σαλιγκαριού, καταπατητή
της γείτονος ακινησίας.

Ξεπλένω μετά ξεπλένω με ζεματιστή μανία
κοχλάζει η προσπάθεια να φέρω το ποτήρι στην πρώτη
τη χαρούμενη τη φυσική του χρήση
την ξεδιψαστική.
Kαι γίνεται πια ολοκάθαρο, λάμπει
το πόσο υποχόνδρια δε θέλω να πεθάνω

ακριβέ μου – πάρτο κι αλλιώς:
πότε δε φοβότανε το θάνατο η αγάπη;

(Ενός λεπτού μαζί, 1998)

miércoles, 19 de junio de 2024

julia wong / tarde de mujeres satisfechas jugando vóley ball en un jardín













Es verano donde tú estás
El jazmín rebelde cuelga de un temor vespertino
la sombra empuja los tonos agujereados de la luz hasta verdearlos
los cuerpos opacos imitan una onda sonora,
(recuerdas un beso arenoso cerca al Pacífico).
Me recuesto aletargada en una barca de vidrio
Me permites observarte como un ladrón de ganado
Las imágenes sagradas de nuestro éxodo
Cubiertas por mantas funerarias
Es un domingo envuelto en aire
Cada mueble perfecto está en el lugar de la rosa.
No aparece tu rostro, ni como en la canción de Charly García
No hay pared, ni flor en luto, sólo esa nostalgia por la velocidad.
Mi cojín, duro como piedra, es un arlequín que no ríe
Aquí hay otro hombre cavando tumbas para palabras no dichas
Es alto y más huesudo que tú
También tiene canas
A estas alturas todos tenemos canas
Músculos incandescentes que volaban sobre las olas
La amistad con seres hechos de agua es portentosa
pasos triples del exorcismo
en las almas vacías de las mujeres satisfechas, aparece un destello
la oportunidad de destruir al sol nos convierte en verdugos
Los sabios italianos conocían ese punto de fuga
                                                                               en un paisaje doméstico
Soy la razón para esta partida tardía con una pelota de trapo
las esposas juegan en ese patio grande condenado a la bondad
Diente careado de ballena carmesí
Mis aletas puntudas, multiforme
Mi lomo índigo pintado de cangrejos ciegos
Siguen puliendo la loza, buscando su salud en mi imperfección
Mis brazos cargan sonidos imposibles de pronunciar
Romper la barrera del tedio
O entrar en el ojo del brontosaurio y descubrir
que el primer presidente de Canadá
se alimentaba de carne de oso.
Dormito, en la paciencia de una hormiga
aunque un motor de guerra anuncia la desaparición de la especie
Las mujeres saborean tortas rellenas de chantilly vegana
Maridos de bien, meten una mano en mi vientre
y la otra en el orificio que suplanta mi oreja,
La temperatura del olvido es desalmada
Por si el trapecio nunca volviera a su lugar
y yo tuviera que caer en picada.

***
Julia Wong (Chepén, 1965-Lima, 2024)
Fotografía de Dirk Skiba

martes, 18 de junio de 2024

harry martinson / barcos fantasmas












Barcos fantasmas somos, silenciosos, rumbo
a las salidas del sol y los amaneceres.
Barcos sin hogar somos, eternamente errantes.
Navegamos en tempestades septentrionales
y en tibios oleajes meridionales, silentes.

Barcos sin hogar somos, eternamente errantes.
Y constantemente aparecen en nuestro viaje
como fantasmas los mismos sueños salvajes
y las mismas canciones suenan una y otra vez.

Y olvidadas tempestades se despiertan
danza de la muerte sobre las corrientes
y dulce y conciliador canturrea el mismo oleaje.

Mira: mil barcos han perdido el rumbo
y a la deriva navegan entre nieblas
y mil hombres se han ido a pique
rezando a las estrellas.

Y vemos el mismo destino todavía
camino a los rayos de un alba bella.
Y los mismos sueños llenan todavía
los cansados cerebros.

En oscuros espacios brilla sin embargo
Orión igual de centelleante
sobre hombres cansados,
que han dejado de mirar a las visiones matinales.
Nosotros, los demás, soñamos aún esta noche
con la luz del alba, que deslumbrante
se elevará sobre pecios en dunas fantasmales.

***
Harry Martinson (Jämshög, 1904-Estocolmo, 1978)
Versión de Francisco J. Uriz

lunes, 17 de junio de 2024

william butler yeats / una plegaria para la vejez













Dios me guarde de aquello que los hombres
Sólo pueden pensar con el cerebro;
Quien canta una canción que ha de durar
Piensa desde la médula del hueso;
De todo lo que hace sabio a un viejo
Y le granjea unánime lisonja;
¡Oh qué soy que no pueda parecer,
Por el amor a la canción, un loco!
Ruego ‒porque la voz se ha divulgado
Y la plegaria vuelve a la garganta‒
Que aunque muera de viejo, me parezca
A un hombre tonto, un hombre apasionado.

***
William Butler Yeats (Sandymount, 1865-Roquebrune-Cap-Marin, 1939)
Versión de Pablo Anadón

/

A Prayer For Old Age

*

God guard me from those thoughts men think
In the mind alone;
He that sings a lasting song
Thinks in a marrow-bone;
From all that makes a wise old man
That can be praised of all;
O what am I that I should not seem
For the song's sake a fool?
I pray — for word is out
And prayer comes round again —
That I may seem, though I die old,
A foolish, passionate man.

domingo, 16 de junio de 2024

sebastián salazar bondy / testamento ológrafo













Dejo mi sombra,
una afilada aguja que hiere la calle
y con tristes ojos examina los muros,
las ventanas de reja donde hubo incapaces amores,
el cielo sin cielo de mi ciudad.

Dejo mis dedos espectrales
que recorrieron teclas, vientres, aguas, párpados de miel
y por los que descendió la escritura
como una virgen de alma deshilachada.
Dejo mi ovoide cabeza, mis patas de araña,
mi traje quemado por la ceniza de los presagios,
descolorido por el fuego del libro nocturno.
Dejo mis alas a medio batir, mi máquina
que como un pequeño caballo galopó año tras año
en busca de la fuente del orgullo donde la muerte muere.
Dejo varias libretas agusanadas por la pereza,
unas cuantas díscolas imágenes del mundo
y entre grandes relámpagos algún llanto
que tunve como un poco de sucio polvo en los dientes.

Acepta esto, recógelo en tu falda como unas migas,
da de comer al olvido con tan frágil manjar

***
Sebastián Salazar Bondy (Lima, 1924-1965)

sábado, 15 de junio de 2024

elizabeth bishop / argumento













Los días que no pueden traerte cerca
o no quieren,
la distancia intentando aparecer
como algo más que obstinada,
discuten, discuten, discuten conmigo,
interminablemente,
sin lograr demostrar que eres
menos deseada ni menos querida.

Distancia: recuerda todo ese país
debajo del avión;
esa costa de borrosas playas
profundas en la arena,
estrechándose indistinguiblemente
todo el trayecto,
¿todo el trayecto hacia
donde mis razones terminan?

Días: y piensa
de todos esos confundidos instrumentos
uno al efecto
cancelando cada experiencia de los otros;
cómo fueron,
cómo algún espantoso calendario
“cumplidos de Nunca&Para Siempre, Inc.“.

El intimidante sonido
de esas voces,
nosotros podemos, por separado, encontrar
que pueden y serán vencidas:
Días y Distancia desbandados nuevamente
y arrasados ambos por buenos
y desde el tierno campo de batalla.

***
Elizabeth Bishop (Worcester, 1911-Boston, 1979)
Versión de Luis Benítez

/

Argument

*

Days that cannot bring you near
or will not,
Distance trying to appear
something more obstinate,
argue argue argue with me
endlessly
neither proving you less wanted nor less dear.

Distance: Remember all that land
beneath the plane;
that coastline
of dim beaches deep in sand
stretching indistinguishably
all the way,
all the way to where my reasons end?

Days: And think
of all those cluttered instruments,
one to a fact,
canceling each other’s experience;
how they were
like some hideous calendar
“Compliments of Never&Forever, Inc.”

The intimidating sound
of these voices
we must separately find
can and shall be vanquished:
Days and Distance disarrayed again
and gone
both for good and from the gentle battleground.

viernes, 14 de junio de 2024

biancamaria frabotta / dos poemas








Todo aquello que sucede en tu imaginación de poeta 
con el alma seca, no es previsible. Si se te sigue
en el vicio del pensar, si se te da cuerda, cediendo a tu invitación
de seguirte en el "agujero de la nada" que podría tragarnos
en un remolino sin fin, no tendremos escapatoria. Debo
confesarlo, tengo miedo de ti: Soares. Auqne más aún
de tu esclavo patrón Pessoa, un terrorista
del vanitas vanitatum. Vuestra poesía es un atentado -
el objetivo, un black out universal. Leeros irrita
la piel, la abrasa como el sol de vuestras pesadillas de mediodía.
Sin embargo, sin embargo ¿qué?

~

Sabed que era un poeta
de gran manera
pero no de buenas maneras.
Amores bajo la luz - le preguntaríais
¿Acaso no sabéis que estamos en las tinieblas?
Amores al tiempo de las rosas
ya astilladas por la humedad
y la sangre no es agua
sin patria sin idioma
repican sus locas cuerdas.
Valentino, santo atrevido, libranps
de las caras de piedra, de libertad
embajador, vela por nuestros
cantos contumaces y mercedes
pide por algunos amantes y los poetas.
Algunos, como tú en el índice.
Otros fuera de los índices.

***
Biancamaria Frabotta (Roma, 1946-2022) Nessuno veda nessuno. Milán: Mondadori, 2022.
Versiones de Nicolás López-Pérez

jueves, 13 de junio de 2024

emily dickinson / pulsa con levedad













Pulsa con levedad la dulce guitarra de la naturaleza

A menos que conozcas la melodía
O cada pájaro te señalará
Como a un bardo demasiado prematuro -

***
Emily Dickinson (Amherst, 1830-1886)
Versión de Isaías Garde

/

[J1389]

Touch lightly Nature’s sweet Guitar
Unless thou know’st the Tune
Or every Bird will point at thee
Because a Bard too soon 

miércoles, 12 de junio de 2024

roberto bolaño / un resplandor en la mejilla paisajes de cisnes instantáneos









Ya no sé qué decir, alguien me acaricia el pelo y dice
que estoy echando sangre, alguien pasea sus uñas
por mis mejillas y dice que me ama. Y aún me aman
dos niñas que se pierden constantemente por los bosques nevados.
Aún me aman dos niñas pero yo hace mucho tiempo asocio el
color azul con la muerte, el rojo con la infancia
llena de bolcheviques y sexo, y el amarillo con las carreteras
al atardecer, cuando los vagabundos contemplan
los postes de telégrafos, y las bandadas de pájaros del desierto
regresan del Oeste.

Y parezco un callejón cementerio de tranvías, un
suburbio cubierto de nubes, un poco de azúcar escurriendo
de los labios de un pandillero, que en este caso soy yo mismo,
mirando duramente paisajes interiores, imaginando
con desesperanza otro tipo de manicomio. Otro tipo
de jóvenes doctores. Otras sonrisas paranoicas esbozadas
casi en la superficie de una canción. Y así Utopía
vuelve a aparecer en el centro de los hospitales, los niños
del valle vuelven a perderse en los departamentos de
los gitanos, y los coches robados vuelan a 150 km. por hora
a donde se supone está el mar.

Aún me aman dos niñas generosas como el rocío,
como los dibujos estupendos llenos de color de las grandes
carreteras. Visiones que no se destrozan
pero que no sirven para nada. Por el momento Utopía
es nuestro descanso, nuestro baño sauna frenético,
duro como ciertos alcoholes y ciertas plumas, el árbol
al que nos trepamos en las noches de perros y amor, el Buda
que recoge calamares mientras levita en la playa de la luna.
Ya no sé qué decir.

Todo se ha acabado, la oficina está vacía, las frutas
se amontonan en mis manos de ángel asombrado, el insoportable
amor de las calles rayonea mis papeles imposibles, la furia
se me desvanece en la memoria.
Utopía es mi descanso, mi veterinario. Aún me aman
dos niñas anarquistas, pero yo hace mucho tiempo adquirí
el vicio de los jardines simples, la certeza de una muerte
esbelta y temprana. El amor debería mover la cabeza
verdaderamente incrédulo, debería caminar en círculos
por una pradera cinética. Estos días sólo son buenos
para los pianistas.

Mi ex mujer se mirará en los lentes negros de un playboy
y le darán ganas de llorar o de poner un disco (duro, breve)
como la fiebre de un niño.

La ternura y la revolución y los poetas pueden dormirse.
Estos días son buenos para los subterráneos voladores, para
los voyeurs de lo abstracto. Alguien apagará la luz
y comentará silenciosamente que las almohadas están
manchadas de sangre.

Ya ni ponerse a hacer silogismos es bueno.
Y tan acertado como siempre, te cagas en el oficio de poeta
cuando es lo único que te queda.

Y Utopía fue el veterinario,
el hombre feroz, la vieja en silla de ruedas cercada por sueños,
y los personajes de los sueños incompatibles se fueron masacrando
uno tras otro, hasta dejar un stock de pesadillas vacías,
y Utopía fue un reflejo opaco en el interior de un vegetal.
Vitrinas, maniquíes desnudos, ebrios tirándoles besos a las nubes.
Un laberinto de escaleras eléctricas por donde vagaban
unos niños extraviados que tenían el corazón maravilloso
hasta la náusea.

¿De todo eso qué vi realmente? ¿Con qué ojos tremendos
contemplé el olor puro de aquella muchacha sencillamente parada
en la entrada de un circo? Sólo recuerdo
haber estado demasiado tiempo en un cuarto blanco leyendo novelas
policiales; casi toda mi vida mientras tú me mirabas desde
una ventana redonda, como de baño público, y
detrás de ti unos caballos mordisqueaban nubes y
los adolescentes se reían como si acabaran de salir del desierto
con los bolsillos llenos de dinero gratis.

Dinero gratis, dinero gratis, amor gratis, un resplandor
inconcebible en la mejilla. Soñadores transformándose a sí mismos
pero incapaces de convencer a una muchacha de que la aman.
Nubes gratis y vacías, restaurantes gratis y vacíos,
automóviles fríos rumbo a las playas doradas del Pacífico,
visiones de Michelangelo para todos, ojos que se cierran
con la velocidad de la luz, y su armonía, estrépito de cisnes,
estrépito de humedad.

Comida gratis, bebida gratis, lluvias divertidas
e interminables como las novelas de Víctor Hugo.
Hospitales gratis, desiertos gratis, animales gratis, deseos
de caminar sobre las manos, de ponerse una corona de espinas
eléctrica y luminosa.
Blue-jeans rayoneados de ternura,
escenas de teatro
en la orilla del mar prolongadas hasta el infinito, tres años
de asco y amor, tres años de enfermedades infantiles
enmierdadas con precisión, y los duros arbolitos, pero
los duros arbolitos, mientras los duros arbolitos
como lanzas florecían.

Y gemí, y dije ya no sé qué decir, la oficina está vacía,
los submarinos explotan como fetos en las fosas del Atlántico,
alguien me acaricia el pelo y dice que ya está igual de largo
que el suyo, y yo tuerzo el cuello como un solitario cigarrillo
aplastado en la noche enorme y la miro, esperando volver a sentir
en los párpados la tibia obsidiana de los sueños, cuando en
las mañanas nos abrazábamos sin querer despertar, perdidos
en las llanuras de escamas, mientras cae nieve y el frío sonríe
desde un cenicero absolutamente limpio, y no queremos despertar,
y no sabemos qué decir: los labios partidos,
la cara blanca del invierno manchada de lipstick.
La velocidad se detiene, mira hacia todas partes, enloquece
a las fechas. Un anarquistoide muerto bajo las ramas
plateadas de un sauce. Encima de él la primavera violeta. Fuera
de ese cuadro una muchacha sueña renacimientos atroces.

Y está bien, está bien, ya puedes prender la chimenea y cerrar
puertas y ventanas. Ningún brillo va a reemplazar nada.
No habrá formas de arder que completen
esta nube cargada de lluvia.
No habrá viento contra este resplandor acuático. Ni callejones violetas
ni suaves caderas antiguas. Ese jadeo al subir escaleras
del ojo abierto: automóviles llenos de Sol estacionados
en todas las esquinas de tus venas. Una sonrisa sin contexto,
una mano crispada fuera de la foto. Y puedo tocarle el pelo nuevamente
y decirle que está bien, nos hemos vuelto a quedar sin reina,
como en los Alegres Viajes por el norte de México, con Lisa
aullando desde su hospital, nos hemos vuelto a quedar sin dinero,
sin tequila, sin dinosaurios rezando en medio de la noche,
sin gasolineras que brillaban en las playas, Baja California
y Mazatlán, labios cargados de cultura azteca y chistes
de Utopía, grandes músicas con metralletas y piedras, algo
inevitable, como enamorarse. Y sin dinero,
parados en las entradas de los aeropuertos, hieráticos,
más que dos hombres cuatro rodillas; más que dos poetas
cuatro estatuas intermitentes; siempre dos bocas
masticando en el centro del vértigo el recuerdo simultáneo
de nuestra historia de besos.

En la puerta de metal: dinero gratis, departamento gratis,
atardeceres gratis, oh atardeceres totalmente gratis.
Y coros celestiales gratis, hospitales gratis mutantes del amor
gratis. Y tranquilos. Quiero decir que los dejen tranquilos,
besando la naturaleza inventada que vuela por las veredas.
¿Es que las calles siempre van hacia abajo? Y ayer la belleza,
un lecho cinético, un perfil recortado sobre la puerta de metal,
no pactó con mis enemigos; ni yo con el odio.
Quiero decir que es fantástico cortar todos los cables
en las noches de inspiración; incluso
los cables de la inspiración.

Y los soñadores de revoluciones ven jornadas que penden
dentro de un domo de cristal o de una imagen poética:
ven dinero gratis (símil de fiebre) y pasaportes falsos
en desesperadas noches de lluvia; ven sonrisas de abuelitas
desnutridas en las nubles; ven la rabia y la locura como un niño
que construye molotovs dentro de un árbol hueco; ven
un trapecio y un arcoíris agujereado en la labor del poeta;
ven novelas autobiográficas en las estrías de los frigoríficos;
ven una larga noche de arrestos y una larga noche de soledad
en un cielo de colillas y flores. Y alguien gritó
la música brilla por su ausencia.

Ya no sé qué decir, 10 automóviles van arrastrando el sol,
llega el crepúsculo con nubes negras, flota un ghetto
llamado Benares, descienden de las flores centenares de geriatras.
Ya no sé qué decir, el final de este bosque soy yo mismo.
Y las lluvias de marzo limpian un domo que creíamos
perdido para siempre.

¿Es este recital de poesía que me cubría?
Un texto sin respuesta pero de movimiento excesivo (como si ayer
hubiera rodado una película sin cámara), (como si anoche
hubiera hablado con un desconocido en un café nocturno),
(como si hubiera filmado su risa invisible).

Poesía podrida, poesía podrida, mi amor: un sueño típico
de sobreviviente. Los niños rojos ya no tienen pesadillas,
desean ser perdonados, ser cínicos algún día, leer a Bataille
en francés ya Marx en alemán.

¿Es este el recital de poesía que yo esperaba?
Las estelas de mis viajes. Las palabras cruzadas y los caminos
cruzados de mis sueños. Las calles donde amé, peleé, comí.
Los manicomios que he contemplado desde lejos. Los pequeños cuartos
donde enloqueció mi amiga. Las noches de Superman
y las mañanas de Mickey Mouse. Los paisajes interiores
llenos de cunas vacías, nubes azules y estatuas. Los bebedores
de tequila en las extáticas praderas de la intranquilidad.
(Los canguros destrozados en el aire. Los nervios
destrozados en el aire. Los andróginos que entran a caballo
por los callejones —gritos de Revolución).

Todos mordiendo un trozo cinético del cielo, un trozo
explosivo del cielo, el ala de una paloma. Algo inevitable,
como enamorarse 100 veces —de la misma muchacha.

 

México D.F. 1 de enero de 1977
Barcelona, 19 de febrero de 1977

***
Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953-Barcelona, 2003)

martes, 11 de junio de 2024

luis sepúlveda / dos poemas








La condena número uno

*

Lo primero que hicieron
fue condenarnos al silencio.
Acallaron nuestras radios con la sangre
de sus locutores.
Mirad sus fantasmas y sus lágrimas de linotipia.
Nos quitaron el canto con la sangre
de Víctor Jara.
Mirad el fantasma de sus manos.
Venceremos.
Nos quitaron la primavera con la sangre
ahogada en la soledad de Neruda.
Mirad su fantasma. Un cerro habla por él.
Aunque tú no lo creas, ganaremos.
Nos pusieron un alambre de púas en la lengua
y un soplón oculto entre los maxilares.
Vosotros, que escucháis mi voz desde el papel:
¡gritad, gritad, gritad por Chile en todos los idiomas!
¡No dejéis a mi Patria en el silencio!

~

Quebrada de Humahuaca

*

La arteria principal del continente fluye.
La veo pasar, me digo esta es su sangre.
Acaricio la huella reseca del torrente
por donde está bajando
el espectro del río.

Lo veo pasar, me digo esta es su sangre,
y encima de este polvo me pregunto
dónde está el hombre, ¡dónde?
su sonrisa de arcilla modeada, ¡dónde?
el cazador de lunas y el domador de noches solitarias.

No veo ni me ha visto nunca un hombre
llorar en la quebrada de Humahuaca.
Solo se ven los tristes esqueletos
de este río diciendo
adiós bajo la tierra.

Lo veo pasar, me digo son sus venas.

                                                        (La Paz. Exilio. Octubre. 1977)

***
Luis Sepúlveda (Ovalle, 1949-Oviedo, 2020)

lunes, 10 de junio de 2024

gülten akin / mancha










Aquí estamos en el punto más caótico de nuestro tiempo
alguien debería escribirnos, si no lo hacemos quién lo hará
el más guardado silencio, el más leve se convirtió en
el fino cuchillo que usamos
para esculpir el crudo día
dónde están ellos, el milagro de parpadear
y la magia que brilla en cada movimiento
un día más sin ser visto
un día más que pasó devastando la hierba
así que nos enteramos que era ciego, como si no hubiera
callejón ni transeúnte
nadie para grabar el transeúnte
dijeron
enciérrenlos, dejen la llave en su antiguo lugar
pero la verdad es
que es algo vergonzoso, como dice Camus
para ser feliz contigo mismo
voces y otras voces, dónde están las voces del mundo
la mancha invadió el tejido
Sin decir nada sin decir nada

***
Gülten Akin (Yozgat, 1933-Ankara, 2015)
Versión de Francia Rosa Calzadilla

domingo, 9 de junio de 2024

piedad bonnett / dos poemas










Cuestión de estadísticas

*

Fueron veintidós, dice la crónica.
Diecisiete varones, tres mujeres,
dos niños de miradas aleladas,
sesenta y tres disparos, cuatro credos,
tres maldiciones hondas, apagadas,
cuarenta y cuatro pies con sus zapatos,
cuarenta y cuatro manos desarmadas,
un solo miedo, un odio que crepita,
y un millar de silencios extendiendo
sus vendas sobre el alma mutilada.

~

Biografía de un hombre con miedo

*

Mi padre tuvo pronto miedo de haber nacido.
Pero pronto también
le recordaron los deberes de un hombre
y le enseñaron
a rezar, a ahorrar, a trabajar.
Así que pronto fue mi padre un hombre bueno.
(“Un hombre de verdad”, diría mi abuelo).
No obstante,
—como el perro que gime, embozalado
y amarrado a su estaca— el miedo persistía
en el lugar más hondo de mi padre.
De mi padre,
que de niño tuvo los ojos tristes y de viejo
unas manos tan graves y tan limpias
como el silencio de las madrugadas.
Y siempre, siempre, un aire de hombre solo.
De tal modo que cuando yo nací me dio mi padre
todo lo que su corazón desorientado
sabía dar. Y entre ello se contaba
el regalo amoroso de su miedo.
Como un hombre de bien mi padre trabajó cada mañana,
sorteó cada noche y cuando pudo
se compró a cuotas la pequeña muerte
que siempre deseó.
La fue pagando rigurosamente,
sin sobresalto alguno, año tras año,
como un hombre de bien, el bueno de mi padre.

***
Piedad Bonnett (Amalfi, 1951)

sábado, 8 de junio de 2024

ricardo tiago moura / dos poemas













¿Para qué sirve?

*

para qué sirve la voz
para qué sirve la mano

para qué sirve la velocidad
para qué sirven el día y la repetición
 
para qué sirve el paisaje vacío
para qué sirve la ciudad sin aire
 
para qué sirve el techo de esta habitación
para qué sirve el techo azul de fuera
 
para qué sirve el sueño del gato
para qué sirve el dolor y lo que no sé
 
para qué sirve la forma de la nube
para qué sirve la certeza en la oscuridad
 
para qué sirve el retorno
para qué sirve el reciclaje
 
para qué sirve la pregunta
para qué sirve la poesía
 
para qué sirve la belleza
para qué sirve la codicia
 
para qué sirve el fin
para qué sirve el yo
 
para qué sirvo yo
(pregunta a la servidumbre)

~

(contrapoder) 

*

pero qué puede
cuánto puede
todo puede 

¿quién lee?

***
Ricardo Tiago Moura (Coimbra, 1978)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Para que serve?

*

para que serve a voz
para que serve a mão

para que serve a rapidez
para que serve o dia e a repetição
 
para que serve o campo todo vazio
para que serve a cidade sem ar
 
para que serve o tecto desta sala
para que serve o tecto azul lá fora
 
para que serve o sono do gato
para que serve a dor e o que não sei
 
para que serve a forma da nuvem
para que serve a certeza no escuro
 
para que serve o regresso
para que serve a reciclagem
 
para que serve a pergunta
para que serve a poesia
 
para que serve a beleza
para que serve a avareza
 
para que serve o fim
para que serve o eu
 
para que sirvo eu
(pergunta a servidão)

~

(contrapoder) 

*

mas o que pode
quanto pode
tudo pode 

quem lê?

viernes, 7 de junio de 2024

paul celan / dos poemas













Con todos los pensamientos me fui

*

Con todos los pensamientos me fui
fuera del mundo: allí estabas tú,
mi sosegada, mi abierta, y-
nos recibiste.

¿Quién
dice que se nos murió todo
cuando se nos quebraron los ojos?
Todo despertó, todo comenzó.

Grande vino un sol flotando, radiantes
se le enfrentaron alma y alma, claras,
imperiosas le presilenciaron
su órbita.

Suave
se abrió tu seno, silente
subió un aliento al éter,
y lo que se hizo nube ¿no era,
no era forma y a partir de nosotros,
no era
tanto así como un nombre?

~

De viaje

*

Hay una hora que hace del polvo tu escolta,
de tu casa en París, lugar de sacrificio de tus manos,
de tu ojo negro, el más negro ojo.

Hay una estancia donde un tiro de caballos se detiene para tu corazón.
Tu cabello quisiera ondear en el viento cuando te vas – eso le está prohibido.
Los que quedan y hacen signos de adiós no lo saben.

***
Paul Celan (Chernivtsi, 1920-París, 1970)
Versiones de José Luis Reina Palazón

/

MIT ALLEN GEDANKEN ging ich
hinaus aus der Welt: da warst du,
du meine Leise, du meine Offne, und –
du empfingst uns.

Wer
sagt, daß uns ells erstarb,
da uns das aug brach?
Alles erwachte, alles hob an.

Groß kam eine Sonne geschwommen, hell
standen ihr Seele und Seele entgegen klar,
gebieterisch schwiegen sie ihr
ihre Bahn vor.

Leicht
tat sich dein Schoß auf, still
stieg ein Hauch in den Äther,
und was sich wölkte, wars nicht,
wars nicht Gestalt und von uns her,
wars nicht
so gut wie ein Name?

~

Auf reisen

*

Es ist eine Stunde, die macht dir den Staub zum Gefolge,
dein Haus in Paris zur Opferstatt deiner Hände,
dein schwarzes Aug zum schwärzesten Auge.
 
Es ist ein Gehöft, da hält ein Gespan für dein Herz.
Dein Haar möchte wehn, wenn du fährst - das ist ihm
            verboten.
Die bleiben und winken, wissen es nicht.

jueves, 6 de junio de 2024

tatiana faia / tres poemas













ut sint

*

san agustín entendía
de historias por eso
escribió amo: uolo ut sis
martín heidegger sabía
tal vez de piropos por eso
dijo amo: uolo ut sis

qué otra cosa puede
aún salvar ese amor tuyo
que no llegó a echar raíces
alguien lo cortó cuando
se precipitaba para florecer
cuando estaba en el principio

del principio es
una mentira decir
que ahí era el logos en el
principio éramos nosotros
y nosotros sólo y ninguna razón

vino todavia a regir el caos

tal vez que los amantes separados
se acepten ut sint tal vez
que ninguna otra ley pueda aplazar
el caos la muerte que no
la ley del amor te dijo
ese que cuando tuvo
que ser también no quiso

convertirse en el triste el de los blues

contra eso tal vez exista
lo que les unió la metáfora
para los dos que cargan el mismo
peso aunque eternamente discutiendo
sobre la esfinge deshecha de la sincronía

quedaba todavía él el de negro el que
pudiendo no conspiró con
la suerte que le era adversa

el que deseó totalmente sin
precaverse sin guardarse

~

casi paráfrasis de hugh selwyn

*

no cayó en la hipocrisía de balbucear
hala tantos no tenía ni idea
de que habían sido tantos a los que
la muerte había deshecho en los puentes

a la guerra llamó antes vieja puta
sin dientes

él que había entendido
que aquellos muchachos habían
sido asesinados mutilados
por una civilización vieja
y desvencijada apestando a moho
por media docena de libros
comidos por bicho y polvo

había visto a esos señores de guerra tan
claramente y no había visto otra cosa que
fuese gente mezquina e hipócrita
cumpliendo una rutina:

adaptar discursos con rapidez
se vende fácilmente

~

apuntes

*

en los apuntes constaban
1 barbero turco
2 prostitutas
1 pipa de agua
1 insulto velado a thomas

omitió lo que había pasado en rodas
y el chico de patmos visto por última
vez en la despedida en los claustros
él que envergaba camiseta y vaqueros negros
y zapatillas oscuras

tal vez el traje oscuro diese señal
de ser sólo uno más de esos corsarios al servicio
de un dux dejado distante em venecia
pero creo que era el último de los templarios
quien no pudo partir a tierra santa
o que ya no tenía tierra santa a la que partir

que con los últimos cigarros en los bolsillos
contando para comer las últimas dracmas
esperaba aún poder trabar
el último combate a espada

desesperadamente
buscó y no encontró
la cosa sagrada para que guardara
su esperanza más feroz

su verdadera creencia

***
Tatiana Faia (Portugal, 1986)
Versiones de Raquel Madrigal Martínez
Fotografía de Dirk Skiba

/

ut sint

*

santo agostinho percebia
de cenas por isso
escreveu amo: uolo ut sis
martin heidegger sabia
talvez de piropos por isso
disse amo: uolo ut sis

que outra coisa pode
ainda salvar esse teu amor
que não chegou a criar raízes
alguém o cortou quando
se precipitava para florescer
quando estava no princípio

do princípio é
uma mentira dizer
que aí era o logos no
princípio éramos nós
e nós apenas e nenhuma razão

veio ainda reger o caos

talvez que os amantes separados
se aceitem ut sint talvez
que nenhuma outra lei possa adiar
o caos a morte que não
a lei do amor disse-te
esse que quando teve
de ser também não quis

tornar-se o triste o dos blues

contra isso talvez exista
o que os uniu a metáfora
para os dois que carregam o mesmo
peso ainda que eternamente brigando
sobre a efígie desfeita da sincronia

havia ainda ele o de negro o que
podendo não conspirou com
a sorte que lhe era adversa

o que desejou totalmente sem
se precaver sem se guardar

~

quase paráfrase de hugh selwyn

*

não caiu na hipocrisia de balbuciar
ena tantos não fazia ideia
que tinham sido tantos os que
a morte tinha desfeito nas pontes

à guerra chamou antes velha puta
sem dentes

ele que tinha percebido
que aqueles rapazes tinham
sido mortos estropiados
por uma civilização velha
e escangalhada tresandando a bafio
por meia dúzia de livros
comidos por bicho e pó

tinha visto esses senhores de guerra tão
claramente e não tinha visto outra coisa que
não gente mesquinha e hipócrita
cumprindo uma rotina:

adaptar discursos com rapidez
vender-se facilmente

~

apontamentos

*

dos apontamentos constavam
1 barbeiro turco
2 prostitutas
1 cachimbo de água
1 insulto velado a thomas

omitira o que se passara em rodes
e o rapaz de patmos visto pela última
vez à despedida nos claustros
ele que envergava t-shirt e jeans pretos
e ténis escuros

talvez o traje escuro desse sinal
de ser apenas mais um desses corsários ao serviço
de um doge deixado distante em veneza
mas penso que era o último dos templários
o que não pudera partir para terra santa
o que já não tinha terra santa para que partir

que com os últimos cigarros nos bolsos
contando para comer as últimas dracmas
esperava ainda poder travar
o último combate à espada

desesperadamente
procurou e não encontrou
a coisa sagrada para que guardara
a sua esperança mais feroz

a sua verdadeira crença

miércoles, 5 de junio de 2024

valerio magrelli / coro sobre la legalidad













La legitimidad es legítima si ata a los fuertes,
si protege a los débiles.
Es el nudo que desata lo humano
atando sus lazos.
No hay legalidad fuera de ese lazo
donde se aprieta para liberar mejor.

***
Valerio Magrelli (Roma, 1957)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Coro sulla legalità

*

Legalità è legittima se lega il forte,
se tutela il debole.
È il nodo che scioglie l’umano
legandone i legami.
Non c’è legalità fuori da quel legame
dove si stringe per meglio liberare.

martes, 4 de junio de 2024

yannis ritsos / dos poemas













Últimas palabras

*

No había nadie con quien hablar.
Él golpeaba fuertemente con su martillo.
Era de noche. No se veía bien lo que clavaba.
¿Un banco? ¿Una caja? ¿Una puerta?
Golpea sin cesar con su martillo.
Su último amigo
le pregunta plácidamente: “¿Qué haces?”
él responde más plácidamente aún:
“Estoy partiendo almendras.”
Y para que las pruebe
Le alcanza dos o tres. “Magníficas”,
dice el otro.
Pero el hombre levanta su martillo
y lo descarga sobre su propia mano izquierda,
como si golpeara a un amigo invisible.
Luego dice: “Estas son las mejores todavía.”
Tal vez no ocurrió exactamente así.
No era posible distinguir nada.
Más abajo silbó el tren.
El otro desapareció.

~

Obrero del verbo


Trabajó durante toda su vida,
sin reposo, ardiente y exaltado, casi seguro de la inmortalidad,
la suya, por supuesto, en primer término.
Hasta que una noche
el viento sopla de repente.
La puerta se cierra con estrépito.
Él ve las estatuas caer
y golpearse las narices contra el suelo, y comprende.
Las palabras que había escrito con tanto celo por años y por años
se habían endurecido.
Las sentía bajo sus dedos
como la pelambre seca y neutra de una bestia muerta.
Sin embargo, continuó trabajando como de costumbre,
hasta confundir la muerte y la inmortalidad,
la embriaguez y el olvido.
Pero llegó a poner en claro
lo que es exactamente el trabajo entre la futilidad y el orgullo.
El sonoro vaivén del péndulo
tenía la resonancia de un tambor en la noche,
como si ritmara una marcha de soldados somnolientos
entre dos batallas.

***
Yannis Ritsos (Monemvasía, 1909-Atenas, 1990)
Versiones de Nicolás Guillén

lunes, 3 de junio de 2024

elisa biagini / tres prosas













En la mesa desde hace horas: hay como una vibración de los platos a la altura del pulso, la manga es una cortina para la sangre. Fuera, el color del invierno desatado. Regresas, entre una nube y la tierra.

~

Tu respiro cortado, amarrado y recosido: la luz te atraviesa y te bebes todo el oxígeno en un sobro. Este atardecer tiene el color de la lava que se enfría. La tierra está amasada por las sombras.

~

Te escucho, tienes la respiración pesada. Revives los temblores de tu retorno a la vida. Un oído a la palabra y uno al silencio.

***
Elisa Biagini (Florencia, 1970)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Al tavolo da ore: c’è come un vibrare di piatti all’altezza del polso, la manica è una tenda per il sangue. Fuori, il colore è di inverno sguinzagliato. Ritorni, tra nuvola e suolo.

~

Il tuo respiro tagliato, annodato e ricucito: la luce ti attraversa e tu ne bevi tutto l’ossigeno, in un sorso. Questo tramonto ha il colore della lava che si fredda. La terra è impastata di ombre.

~

Ti ascolto, hai il respiro pesante. Rivivi le scosse del tuo tornare in vita. Un orecchio alla parola e uno al silenzio.

domingo, 2 de junio de 2024

ángela figuera aymerich / dos poemas













Sobramos

*

Está tan lleno el mundo. Terriblemente lleno.
De montañas, de árboles, de cuarteles, de fábricas.
De casas con vecinos y blancos sanatorios.

(De vez en cuando hay flores. No las cortéis, amigos.
De vez en cuando hay ríos como venas sin brújula.)

Hay tantos trenes, cárceles, torpederos, aviones,
motores, cines, bancos, quirófanos, tabernas.

Tantas lindas estrellas y anuncios luminosos.
(Coñac Barbier, Calzados Eureka y así, muchos.)

(También hay automóviles más veloces y bellos
que arcángeles de acero con las alas plegadas.)

Hay mujeres que ríen. (Rouge aux lèvres. Pitillos.)
Hay niños que sollozan detrás de las paredes
junto a madres dormidas con una piedra al cuello.
Y bebés custodiados en cunitas cromadas
que engordan entre leche condensada y puntillas.
Hay dulces solteronas que cuidan un perrito.
Muchachas con los ojos divinamente tontos.
Y adolescentes rubios con el vello erizado
por extraños deseos.

El mundo, sobre todo, está lleno de hombres.
Cuántas manos inútiles, camisas remendadas,
zapatos descosidos lamiendo los asfaltos.
Cuántos ojos y bocas acechando voraces.
Cuántos cerebros blancos con pensamientos peces
girando entre benéficas pastillas de aspirina.
No olvidemos los sabios. Esos sabios atroces
que trasnochan jugando con palabras difíciles:
Ciclotrón, supersónico, cibernética y otras.

Está tan lleno el mundo, que yo, palabra, amigos,
no sé dónde ponerme.
No sé si tengo sitio.
Los poetas sobramos.

~

Poeta

*

Más de un día me duele ser poeta. Me duele
tener labios, garganta, que se ordenan al canto.

Es tan fácil vivir cuando sólo se vive
mudo y simple, esquivando la pesquisa y el vértigo.

Pero aquel que es poeta ni en mitad del tumulto
ni emboscado en la orilla logrará su descanso.

Porque el ojo sin párpado no consigue la noche
y en acecho infinito se le enciende y afila.
Porque todo el misterio, despeñada gaviota,
le golpea el cantil de las sienes desnudas
y, en la boca, transidas de belleza imposible,
las enormes palabras se le agolpan y enredan.

Porque vive y lo sabe. Porque muere y lo sabe.
Pero el grito convulso de su vida y su muerte
es halcón insumiso que las nubes devoran.

Océanos, ciclones, bosques, astros habitan
en el ámbito estrecho que su cráneo circunda.
Olas, aves, raíces, pulsaciones, acordes,
por la red de los nervios se le enroscan vibrando.

¡Qué avidez de contornos le agudiza los dedos!
¡Qué avidez de caminos le estremece las plantas!
En el pecho le crece su imperioso destino.

Y, ni dentro ni fuera, en la fina tangente
que tan sólo en un punto a lo cierto se ajusta,
solitario y alerta, desvelado o sonámbulo,
el poeta mantiene su equilibrio difícil.

***
Ángela Figuera Aymerich (Bilbao, 1902-Madrid, 1984)

sábado, 1 de junio de 2024

constantino cavafis / mar de la mañana













Aquí que me detenga. Que también yo contemple un poco la naturaleza. 
Azul esplendoroso de un mar de la mañana 
y de un cielo sin nubes, y una ribera amarilla: todo
hermosamente y con plenitud iluminado.

Aquí que me detenga. Y que me engañe como que veo esto 
(lo vi en verdad un instante cuando recién me detuve); 
y no también aquí mis fantasías, 
mis recuerdos, las visiones de la voluptuosidad,

***
Constantino Cavafis (Alejandría, 1863-1933)
Versión de Miguel Castillo Didier

/

Θάλασσα του πρωιού

*

Εδώ ας σταθώ. Κι ας δω κι εγώ την φύσι λίγο.
Θάλασσας του πρωιού κι ανέφελου ουρανού
λαμπρά μαβιά, και κίτρινη όχθη· όλα
ωραία και μεγάλα φωτισμένα.

Εδώ ας σταθώ. Κι ας γελασθώ πως βλέπω αυτά
(τα είδ’ αλήθεια μια στιγμή σαν πρωτοστάθηκα)·
κι όχι κι εδώ τες φαντασίες μου,
τες αναμνήσεις μου, τα ινδάλματα της ηδονής.

[1915*]