Cuando me haya ido a aquel paraje extraño insoslayable.
El viento traerá la lluvia como delicadas hojas de otoño.
Cuando inicie aquel viaje inconmensurable que es el olvido
no hallaré a nadie. Quizá sólo a ti
Oh pasajero vil de la noche desafortunado viajero
Mi soledad nunca estuvo en una calle vacía
sino en mi corazón deshabitado en ruinas
Pues uno se irá y nadie nos verá partir…
Sólo el amor va más allá del olvido.
Sólo el amor no se habrá ido.
~
Todo ha quedado en escombros
Todo lo hemos perdido
Las aves que poblaban el sueño de nuestras muchachas
Las fábulas del jardín con el cual jugaban los niños
Las plazas que eregimos a la memoria de nuestros muertos
Todo ha quedado en ruinas, todo
Sólo los sueños brillan en las cenizas
Sólo los sueños del hombre perduran en el olvido
aunque el hombre es otro sueño hermoso
que también se está perdiendo.
~
Todo se ha reducido a escombros:
La ciudad, el mar, los árboles, y tu risa.
Sólo tu recuerdo se mece en mi corazón destrozado
en ruinas… pues todo lo hemos perdido.
Saquearon los graneros. Se llevaron nuestras hijas
incendiaron nuestra comarca. Sólo queda el pasado
como el sueño de los niños rodando en la hierba
Y la ceniza. Y las piedras.
Y las flores olvidadas en un banco de plazuela
me recuerda tu mirada
que también he perdido.
Tomás Ruíz Cruzado (Shalar, 1968-Piura, 2001)
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