mediateca de poesía personal-universal del ayer y del mañana desde MMXVII/
domingo, 15 de julio de 2018
edgar lee masters / de antología de spoon river
Chase Henry
*
En vida fui el borracho del pueblo.
Cuando morí el cura no quiso sepultarme
en el Campo Santo,
lo cual me favoreció
porque los protestantes compraron el lote
y enterraron mi cuerpo aquí,
cerca de la tumba de Nicholas, el banquero,
y su esposa, Priscilla.
Observad, almas prudentes y devotas,
las contracorrientes de esta vida
que honran en la muerte
a los que en desgracia vivieron.
~~~
Elsa Wertman
*
Era yo una campesina alemanade ojos azules, chapeada, fuerte y feliz,
y el primer lugar donde trabajé
fue en casa de Thomas Greene.
Un día de verano cuando ella no estaba,
entró en la cocina, silenciosamente.
Me tomó en sus brazos y me besó el cuello,
y yo volví la cabeza. Entonces,
ninguno de los dos parecía saber
qué era lo que estaba pasando,
y lloré por lo que sería de mí.
Y lloré y lloré por mi secreto que se hacía
cada vez más evidente.
Un día la señora de Greene me dijo
que entendía
y que no me haría la vida difícil;
ella, sin hijos, adoptaría al niño.
(Él le dio una granja para hacerla callar.)
Se escondió en la casa e hizo correr la voz
como si fuera a pasarle a ella.
Salí con bien, nació el infante; me trataron
con tanto cariño.
Después me casé con Gus Wertman
y pasaron así los años.
Pero en las convenciones políticas
cuando todos pensaban que mi llanto
se debía a la elocuencia de Hamilton Greene,
no era por eso,
¡No! Quería decir:
¡Ése es mi hijo! ¡Ése es mi hijo!
~~~
Hamilton Greene
*
Fui el único hijo de Francés Harris, virginiana,
y Thomas Greene, de Kentucky,
ambos de sangre valiente y honrada.
A ellos les debo todo lo que soy:
juez, congresista, importante senador.
De mi madre heredé
viveza, imaginación y lenguaje.
De mi padre, voluntad, juicio y lógica.
¡El honor es de ellos
por cuanto sirviera al pueblo!
~~~
Archibald Higbee
*
Te odié, Spoon River. Traté de dejarte atrás,
me dabas vergüenza. Te aborrecí por ser
el lugar de mi nacimiento.
Y allá en Roma, entre los artistas,
hablando italiano, hablando francés,
a veces parecía estar libre
de toda huella de mi origen.
Parecía alcanzar las cumbres del arte
respirando el aire que los maestros respiraban,
contemplando el mundo con sus ojos.
Sin embargo, mi obra, la criticaban diciendo:
“¿Qué pretendes, amigo mío?
A veces la cara parece de Apolo,
y a veces se ve una sombra de Lincoln”.
Saben que en Spoon River no había cultura,
me abrasaba del bochorno y callaba.
¿Y qué podía hacer, del todo cubierto
por el peso de suelo americano?
sino aspirar a otro nacimiento en el mundo
y rezar porque de mi alma se extirpase Spoon River.
~~~
Tom Merritt
*
Al principio empecé a sospechar...
estaba tan calmada, casi ausente.
Y un día escuché al fondo de la casa
un portazo
cuando entré por la puerta principal.
Lo vi deslizarse
detrás de la ahumadora
hacia el lote para alcanzar
el campo abierto.
Quería matarlo a primera vista,
pero ese día,
mientras caminaba cerca del puente,
sin siquiera un palo o una piedra a la mano,
lo vi de repente, parado ahí,
y no pude decir más que “No, No, No”,
mientras a mi corazón apuntaba
y disparó.
***
Edgar Lee Masters (Garnett, 1868-Melrose Park, 1950)
Versiones de Sandro Cohen
/
Chase Henry
IN life I was the town drunkard;
When I died the priest denied me burial
In holy ground.
The which redounded to my good fortune.
For the Protestants bought this lot,
And buried my body here,
Close to the grave of the banker Nicholas,
And of his wife Priscilla.
Take note, ye prudent and pious souls,
Of the cross—currents in life
Which bring honor to the dead, who lived in shame
~~~
Elsa Wertman
I WAS a peasant girl from Germany,
Blue-eyed, rosy, happy and strong.
And the first place I worked was at Thomas Greene's.
On a summer's day when she was away
He stole into the kitchen and took me
Right in his arms and kissed me on my throat,
I turning my head. Then neither of us
Seemed to know what happened.
And I cried for what would become of me.
And cried and cried as my secret began to show.
One day Mrs. Greene said she understood,
And would make no trouble for me,
And, being childless, would adopt it.
(He had given her a farm to be still. )
So she hid in the house and sent out rumors,
As if it were going to happen to her.
And all went well and the child was born—
They were so kind to me.
Later I married Gus Wertman, and years passed.
But—at political rallies when sitters-by thought I was crying
At the eloquence of Hamilton Greene—
That was not it. No! I wanted to say:
That's my son!
That's my son.
~~~
Hamilton Greene
I WAS the only child of Frances Harris of Virginia
And Thomas Greene of Kentucky,
Of valiant and honorable blood both.
To them I owe all that I became,
Judge, member of Congress, leader in the State.
From my mother I inherited
Vivacity, fancy, language;
From my father will, judgment, logic.
All honor to them
For what service I was to the people!
~~~
Archibald Higbie
I LOATHED YOU, Spoon River.
I tried to rise above you,
I was ashamed of you.
I despised you
As the place of my nativity.
And there in Rome, among the artists,
Speaking Italian, speaking French,
I seemed to myself at times to be free
Of every trace of my origin.
I seemed to be reaching the heights of art
And to breathe the air that the masters breathed
And to see the world with their eyes.
But still they'd pass my work and say:
"What are you driving at, my friend?
Sometimes the face looks like Apollo's
At others it has a trace of Lincoln's."
There was no culture, you know, in Spoon River
And I burned with shame and held my peace.
And what could I do, all covered over
And weighted down with western soil
Except aspire, and pray for another
Birth in the world, with all of Spoon River
Rooted out of my soul?
~~~
Tom Merritt
AT first I suspected something—
She acted so calm and absent-minded.
And one day I heard the back door shut
As I entered the front, and I saw him slink
Back of the smokehouse into the lot
And run across the field.
And I meant to kill him on sight.
But that day, walking near Fourth Bridge
Without a stick or a stone at hand,
All of a sudden I saw him standing
Scared to death, holding his rabbits,
And all I could say was, "Don't, Don't, Don't,"
As he aimed and fired at my heart.
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