domingo, 13 de abril de 2025

hussein habasch / qué me importa cómo y dónde muera











Pongo la cabeza sobre la roca del olvido
repitiendo, cual una estrofa de canción triste, lo siguiente:
Qué importa si muero pobre o más pobre de todos los pobres del mundo
mis niños comen manzana y mastican granos de granada
Y esto es lo que importa.

Qué me importa si muera, y luego me despierta para andarme solo en mi funeral
Qué importa sin nunca me despierta
Mis niños susurran con alegría, como dos amantes
Y esto es lo que importa.

Murió Sargun Bowles 1 enfermo en un hospital en Berlín, como si fuera un ángel ebrio que le gustaba pasear en el aliento de la muerte,
como si fuera, siempre, solo.
Murió Kamal Sabti en el sofá de su casa en Holanda, como un príncipe olvidado
Murió Aqil Ali en la acera, como si le crearon para ser el hidalgo de las calles.
Murió Mahmud Breikan por una cuchillada de un asesino ladrón, como si fuera un faro guiando los piratas al oro y dinero de  su bolsillo vacío.
Entonces qué importa si muero en un bar, discoteca, club nocturno o sobre los pechos de una prostituta ignorante en una taberna!
Mis niños comen patata frita con mayonesa
Y esto es lo que importa.

Qué importa si muera ahogado, quemado, asfixiado, machacado, sacrificado o suicidado como mi hermana Silvia Prat
Qué importa si muera fusilado en mi cumpleaños como mi hermano Dalshad Miroany, el ángel de Kurdistan mágico.
Qué me importa si muera de hambre, encarcelado, o rendido bajo las ruedas de un tren enredado  como Attila Yougef, gemela de mi alma.
Qué importa si muera acribillado a manos de los tiranos como mi hermano Lorca o ahorcado como mi amigo Hassan MutlakDabada Bagdad.
Lo que importa que mi hijo está bien,
y yo siga escribiendo para el abandono, poemas pastoril, inspirado por la habilidad de  las camareras
y de las siluetas de las Lolitas que pasean delante del cristal del café.
Mis niños juegan,
mi hija peina el cabello de su Barbie
mi hijo conduce su mini bicicleta
y esto es lo que importa.

Qué importa si muera por una navajaza o una dosis de veneno como mi tío Sócrates
Qué importa si fuera en Atenas, Berlín, Beirut, Londres, Madrid, O la distinguida Washington,
las ciudades son iguales y la muerte es un perro corre los horizontes.  
Mis niños están detrás de un balón parecido a la tierra,
son estupendos
Y esto es lo que importa.

Qué importa si muera como mendigo, exiliado, herido o ebrio
Mordido por los colmillos de los amigos como todos los poetas
Lo que importa es que estoy escuchando a María Callas, mojando mi profundidad por su ronca voz.
Mis niños duermen inocentemente
Y esto es lo que importa.

Qué importa si muera mientras voy diciendo barbaridades o remando hacia la locura
O quizás como Cioran, mi amigo, voy tocando las noches y dejando mi destino en manos del frío y la majadería.
Mis niños sonríen en la cama, y sueñan en aves y mariposas
Y esto es lo que importa.

Qué importa si muera o no
Es igual
Mientras la muerte es la iluminación del alma
Y yo lo perdí hace tiempo en los bosques del olvido.

Qué importa entonces
Qué importa.

***
Hussein Habasch (Afrin, 1970)

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