viernes, 31 de enero de 2025

jorge eduardo eielson / de "noche oscura del cuerpo"










Cuerpo enamorado

*

Miro mi sexo con ternura
Toco la punta de mi cuerpo en enamorado 
Y no soy yo que veo sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el remanso y ríe
Amo el espejo en que contemplo
Mi espesa barba y mi tristeza
Mis pantalones grises y la lluvia
Miro mi sexo con ternura
Mi glande puro y mis testículos
Repletos de amargura
Y no soy yo que sufre sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el espejo y llora.

~

Cuerpo anterior

*

El arco iris atraviesa a mi padre y mi madre
Mientras duermes. No están desnudos
 Ni los cubre pijama ni sábana alguna
Son más bien una nube
En forma de mujer y hombre entrelazados
Quizás el primer hombre y la primera mujer 
Sobre la tierra. El arco iris me sorprende
Viendo como lagartijas entre los intersticios
De sus huesos y mis huesos viendo crecer 
Un algodón celeste entre sus cejas
Ya ni se miran ni se abrazan ni se mueven
El arco iris se los lleva nuevamente
Como se lleva mi pensamiento
Mi juventud y mis anteojos.

~

Cuerpo secreto

*

Levanto una mano
A la altura del ombligo y con la otra 
Sostengo el hilo ciego que me lleva
Hacía mí mismo. Penetro en corredores tiernos
Me estrello contra bilis nervios excrementos
Humores negros ante puertas escarlata
Caigo me levanto vuelvo a caer 
Me levanto y caigo nuevamente
Ante un muro de latidos
Todo está lleno de luces el laberinto
Es una construcción de carne y hueso
Un animal amurallado bajo el cielo
En cuyo vientre duerme una muchacha
Con una flecha de oro
En el ombligo

~

Cuerpo de tierra

*

Todo lo que veo sobre la tierra
Me convence que jamás seré un hombre  
Ni una mujer ni una hormiga
Y ni siquiera una persona educada
 No me corto el pelo ni la barba
Sino cuando el cielo me lo pide
El cocodrilo es mi hermano querido
Las cucarachas mi única familia
Comparto con las yerba y con el sapo
El amor a la lluvia con la araña el arte
De levantar castillos de saliva
Así avanzo avanzo todavía
Generalmente en cuatro patas
Encima de dos zapatos
O debajo de un sombrero

~

Cuerpo de papel

*

Escribo orejas solamente orejas
 No sé por qué pero no es  
No sé por qué pero no escribo uñas 
Ni corazón ni pestañas
 No sé si escribo o si tan sólo respiro
Ya no distingo entre el invierno
Y la blancura del papel
Y cuando arroja a la chimenea
Esta página vacía
¿Se quemarán también mis dudas
Mis orejas y mis uñas
Rodarán hechos cenizas
Mi corazón y mis pestañas?

~

Último cuerpo

*

Cuando el momento llega y llega
Cada día el momento de sentarse humildemente 
A defecar y una parte inútil de nosotros
Vuelve a tierra
Todo parece más sencillo y más cercano
Y hasta la misma luz de la luna
Es un anillo de oro
Que atraviesa el comedor y la cocina
Las estrellas se reúnen en el vientre
Y ya no duelen sino brillan simplemente
Los intestinos vuelven al abismo azul
En donde yacen los caballos
Y el tambor de nuestra infancia

***
Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924-Milán, 2006) Noche oscura del cuerpo. Lima: Jaime Campodónico, 1996.

jueves, 30 de enero de 2025

richard gwyn / lección de historia










No todo el mundo en el país estaba feliz con las noticias de la
decapitación del rey. Para muchos, el rey representaba algo de valor
supremo, aun cuando no pudiesen recordar exactamente qué. Se
declaraban poco dispuestos a vivir en una república, a la que
asimilaban a un estado de anarquía. Pintaban consignas que decían:
¡DEVUÉLVANNOS A NUESTRO REY! Eso, en sí mismo, era claramente
imposible. Pero, a pesar de que los monárquicos estaban en minoría,
eran poderosos. Un día encontraron a un nuevo rey y montaron un golpe
de estado. Pusieron al nuevo rey en el trono y todos los generales que
previamente juraron lealtad a la república ahora juraron lealtad al
rey. Era un día soleado de mayo. Había un feriado y tortas gratis. La
gente bailaba en las calles. Varios prominentes republicanos fueron
ejecutados en el patio de la cárcel. Algunos meses más tarde empezaron
a aparecer consignas en las paredes. Decían: ¡LARGA VIDA A LA
REPÚBLICA! Otra imposibilidad. Otro sueño fugitivo

***
Richard Gwyn (Pontypool, 1956)
Versión de Jorge Fondebrider

/

History Lesson

*

Not every one in the country was happy with the news of the king’s
beheading. There were many for whom the king represented something of
supreme value, even if they could not remember exactly what it was.
They declared themselves unwilling to live in a republic, which they
likened to a state of anarchy. They painted slogans that read: GIVE US
BACK OUR KING! This in itself was clearly impossible. But, although
the monarchist were in the minority, they were powerful. One day they
found a new king and staged a coup. They put the new king on the
throne and all the generals who had previously sworn loyalty to the
republic now swore loyalty to the king. It was a sunny day in May.
There was a public holiday and free cakes. People danced in the
streets. Several leading republicans were executed in the prison
courtyard. Some months later slogans began appearing on the walls.
They said: LONG LIVE THE REPUBLIC! Another impossibility. Another
fugitive dream.

miércoles, 29 de enero de 2025

maría moreno / por un sutil desplazamiento













Esta bata que fue comprada en China
es la misma que colgué hace diez años en la puerta.
Qué raro, cuando rompí el ruedo con el taco
y tuve que coserla
vi que sólo en el dobladillo
conservaba vivos los colores.
Sin embargo yo la recuerdo con una rara intensidad,
no como muertes o besos
o la pelusa rubia en la cabeza de mi hijo,
sino como la luz entrando en la corteza de un árbol
o un tesoro sucio sacado de las aguas.

Camino descalza por las cerámicas
y a través de las motas de colores
del aceite del castor en conserva
que hay en el borde de la ventana
contemplo a mi padre tusar la yegua
y sin bata me paro bajo la roseta de la ducha
(quiero agujas hirvientes para aturdir antiguos dolores,
un olor que me dure más allá de que me vaya).

Mi madre entra con la toalla en la mano
y como un colibrí queda congelada en el aire,
pero luego se repone y me clava los ojos,
vigila su capital, calcula las bajas
–Qué has hecho de mi cuerpo, que has hecho de mi cuerpo.
Su mirada es rapaz como la del ave fría
sobre la felpa azul de la toalla.

Recorre las vértebras fuertemente encastradas,
tres alforzas de piel en los huesos de la pelvis
como el papel en los muros de un cuarto cerrado.
Este es el regalo que Venus ha preferido
para la dura chica de Kentucky
que oculta ante su amante contrayendo los músculos
y estirándose bien alto sobre las sábanas.

Mi madre es valiente y sube los ojos
para ver la rota simetría del pecho
y por un sutil desplazamiento
no me descubre herida o mutilada
sino como si de ese lado y para siempre
algo atroz hubiera interrumpido
el trabajo gradual de la naturaleza
cuando después de los doce alisa la mama
y la dobla hasta formar un capullo
que el tiempo bajará con peso de plomada.

Escucho suave chasquear el pestillo
antes de que mi brazo alcance la bata.

Ahora mi madre y yo tomamos un martini en el jardín
distendidas y calmas, bien entre nosotras
como cuando después del funeral
la tierra negra y húmeda, recién removida,
vuelve a estar a la altura de la seca y parda
y antes de que suene la última oración
y la cruz se mantenga erguida con los brazos abiertos,
nos acurrucamos en el coche y dormimos:
aún entre lágrimas se siente el aroma de las lilas
y hay alivio al quitarse los zapatos.

Llevo en el cabello el anzuelo de una cinta,
la bata bien cerrada sobre el vientre
adonde el gato de ayer ha vuelto a sentarse.
Entonces la voz en los ojos de mi madre
se debilita hasta desvanecerse
en el aire espeso de este marzo
que no ha aprendido a ver ni a oír.

Ahora soy una especie de amazona,
con la piel mucho más cerca del corazón,
el arco abandonado sobre las rodillas.

Los rituales no fueron los previstos.

***
María Moreno (Buenos Aires, 1947)

martes, 28 de enero de 2025

irene lisboa / pequeños poemas mentales








Mental: nada, o casi nada sentimental

I

Quien no sale de su casa,
no atraviesa montes ni valles,
no ve eras
ni mujeres con cántaro,
ni hombres con mayal em ristre, sudados,
quien vive como la araña en su redondel
crea mil ojos para nada.
¡Mil ojos!
Implacables.
Y hoy dice: odio.
Ayer diría: amo.
Pero odia, odia con indómitos odios.
Y si se aplaca, ¡qué pobre le parece el tiempo!
Y la libertad inútil,
inútil y vana,
riqueza de miserables.

II

Como siempres, llegará, ¡desde los tiempos!
Voces, saludos, jadeantes entradas.
Pero que os reunirá, ¿pensamientos?
Llegáis a existir, ¿pensamientos?
Es probable, pero desconfiados e inválidos,

Gruñendo estúpidos, con perros.

¡Oh inútiles, aquietaos!
Volved como los perros de las fincas
al punto de partida, decepcionados.
Y enroscaos tristones, sarnosos, desinteresados.

III

Ese gesto...
Ese desánimo y esa vanidad...
La vanidad herida me conmueve,
¡Me conmueve el ser herido!

La vanidad no es generosa, es egoísta,
Pero llega a ser bella, ¡y curiosa!
Y entonces así abatida...
Con franqueza, me enternece.

Sutil
Mi mano que, creo, ridiculizas,
De la que desconoces la suavidad,
Te cierra pacíficamente los ojos
y aquieta benignamente el aire.
Flota sobre tu cabeza, móvil, delicada,
En la práctica de un viejo rito,
femenil, piadoso, desconocido e inconfeso.

IV

¡Oh lujuria brutal, perversa y felina,
de los otros, ajena,
sin pensamientos ni reposo!
apártame de delante el venenoso cáliz,
tu ponzoña dulcificada.
Que la muerte, el nirvana, la indiferencia
De los larguísimos años sin sobresaltos, me retome.

Abro los brazos y remuevo: aquí, allí... aquí, allí...
soledad, infinita soledad!
Y en este movimiento, en este balanceo, me duermo,
Aquí, allí... muerte, vida... muerte, vida...
Todas las ausencias, todas las negaciones.

V

Los poetas se saludan, delicados.
Cada uno como su metro, su espíritu, su forma;
sus credenciales...
¡Pero son simpáticos los poetas!
Sensibles, femeninos, curiosos.
Les envuelve un misterio.
¡No! Este es el lenguaje de toda persona: el misterio...
¿Qué misterio?
Los poetas son sólo reservados, sólo son...
perturbados y capciosos.

VI

Cae un pájaro del aire, despacio, muy despacio.
Y los árboles taciturnos no se mueven.
¡Estío!
No se ven agitarse los árboles, en bloque, o en arcos, estampados...
¡Elegante cueva! Sol opaco, paisaje de mañana.
La gente del lugar, pobreza y riqueza, aún recogida.
Aquí, una ventana discreta que se abre, negra, ciega.
Ahí otra cerrada.
Y esta alternancia, bastante irregular, se va repitiendo, se repite...

¡Y yo, ahí yo! Prisionera, siempre prisionera; ¡tan aburrida!

***
Irene Lisboa (Arruda dos Vinhos, 1892-Lisboa, 1958)
Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

Pequenos Poemas Mentais
Mental: nada, ou quase nada sentimental

*

I

Quem não sai de sua casa,
não atravessa montes nem vales,
não vê eiras
nem mulheres de infusa,
nem homens de mangual em riste, suados,
quem vive como a aranha no seu redondel
cria mil olhos para nada.
Mil olhos!
Implacáveis.
E hoje diz: odeio.
Ontem diria: amo.
Mas odeia, odeia com indômitos ódios.
E se se aplaca, como acha o tempo pobre!
E a liberdade inútil,
inútil e vã,
riqueza de miseráveis.

II

Como sempres, há-de-chegar, desde os tempos!
Vozes, cumprimentos, ofegantes entradas.
Mas que vos reunirá, pensamentos?
Chegais a existir, pensamentos?
É provável, mas desconfiados e inválidos,

Rosnando estúpidos, com cães.

Ó inúteis, aquietai-vos!
Voltai como os cães das quintas
ao ponto da partida, decepcionados.
E enrolai-vos tristonhos, rabugentos, desinteressados.

III

Esse gesto...
Esse desânimo e essa vaidade...
A vaidade ferida comove-me,
comove-me o ser ferido!

A vaidade não é generosa, é egoísta,
Mas chega a ser bela, e curiosa!
E então assim acabrunhada...
Com franqueza, enternece-me.

Subtil
A minha mão que, julgo, ridicularizas,
de que desconheces a suavidade,
cerra-te pacificamente os olhos
e aquieta benignamente o ar.
Paira sobre a tua cabeça, móbil, branda,
na prática de um velho rito,
feminil, piedoso, desconhecido e inconfesso.

IV

Ó luxúria brutal, perversa e felina,
dos outros, alheia,
sem pensamentos nem repouso!
retira-me da frente o venenoso cálice,
a tua peçonha adocicada.
Que a morte, o nirvana, a indiferença
dos longuíssimos anos sem sobressaltos, me retome.

Abro os braços e meço: cá, lá... cá, lá...
solidão, infinita solidão!
E neste movimento, neste balouço, adormeço,
Cá, lá... morte, vida... morte, vida...
Todas as ausências, todas as negações.

V

Os poetas cumprimentam-se, delicados.
Cada um como seu metro, o seu espírito, a sua forma;
as suas credenciais...
Mas são simpáticos os poetas!
Sensíveis, femininos, curiosos.
Envolve-os um mistério.
Não! Esta é a linguagem de toda gente: o mistério...
Que mistério?
Os poetas são apenas reservados, são apenas...
perturbados e capciosos.

VI

Cai um pássaro do ar, devagar, muito devagar.
E as árvores soturnas não se mexem.
Estio!
Não se vêem bulir as árvores, em bloco, ou aos arcos, estampadas...
Elegante Lapa! Sol fosco, paisagem de manhã.
A gente do sítio, pobreza e riqueza, ainda recolhida.
Aqui, uma janela discreta que se abre, preta, cega.
Ali outra fechada.
E esta alternância, bastante irregular, vai-se repetindo, repete-se...

E eu, ai eu! Prisioneira, sempre prisioneira; tão enfadada!

lunes, 27 de enero de 2025

hettie jones / sin título











Amor mío

sacarás por favor
la basura, las espinas
que los gatos
rechazaron

los niños duermen
no los oigo respirar

¿Serás mi amigo?
Protégeme del mal

los peces muertos
llévatelos

por favor

***
Hettie Jones (Brooklyn, 1934-Filadelfia, 2024)
Versión de Jonio González

domingo, 26 de enero de 2025

gastón carrasco aguilar / el instante no es decisivo










Ningún sufrimiento estable en la imagen
el instante no es decisivo, dice Gianuzzi
dándonos la posibilidad de otra imagen
de tomar el instante por asalto.
Somos, continúa Gianuzzi,
una familia de comediantes instantáneos
que la muerte mira por un rápido agujero
y aplaza su tarea accidental.

La mirada produce ausencias
y quizá sea mejor, antes que el instante
poner atención, ver lo que no vemos
hacer caso omiso al silencio
que es nuestro único lenguaje.

Hay una calle donde la luz se aleja.
Y esas calles muchas veces se traducen en vidas
malas traducciones, por cierto, experiencias ilegibles
a ciertos ojos. Es ahí donde la luz se aleja.

Parece domingo entre los árboles.
He aquí la apariencia momentánea de la experiencia
en una tarde personal y única
a punto de perderse en la sombre universal,
termina Gianuzzi.

Me gustaría poder agregar algo más,
pero prefiero el silencio
que es algo así como una sombra.
Pero podemos respirar, conscientes
a pesar de nuestros ojos cansados.

El instante no es decisivo, dice Gianuzzi
mientras observo tus ojos
que son algo así como una firma
que no logro descifrar.

***
Gastón Carrasco Aguilar (Santiago de Chile, 1988) en: VV.AA., Parias, poetas y borrachos. Antología poética y contracultural. Santiago de Chile: Anagénesis, 2016, pp. 112-113.

sábado, 25 de enero de 2025

norah lange / dos poemas









He vuelto a la calle ahondada de esperas
rezando ausencias que ya no serán más.
Calle poblada de voces humildes,
¡cuán cerca la hora en que él me querrá!
Sobre la tierra sumisa de ocasos,
pasaste a mi lado como un madrigal.
Toda la dicha se estuvo en mis ojos,
y fue leve cansancio la emoción de tu voz.
Calle: mi verso pronto irá hacia ti
honrado de emociones, como un abrazo
que anticipa olvido y soledades.

~

En el camino hay un silencio de palabra imposible
La tarde reza en ermita de fuego
Sobre el despoblado
hacen penitencia las sombras
Las estrellas columpian la escalera
por donde bajarán los ángeles a la tierra
Mi vida se desangra gota a gota.
La tarde es una sola lágrima clara
Cada sombra es un latido que nos besa
Cerca, más cerca
el corazón de la noche.
El silencio doblega los instantes
Cada hoja es una palabra más
que dice la primavera este año
Para perpetuar la emoción
cerró la noche la palabra que nacía.

***
Norah Lange (Buenos Aires, 1905-1972)

viernes, 24 de enero de 2025

carl rakosi / poesía













Su naturaleza es parecer
al mismo tiempo absoluta y mortal
como si un niño hubiese pasado por ahí
o la huella de su pie
se hubiera conservado
inalterada
bajo las cenizas de Herculano.

***
Carl Rakosi (Berlín, 1903-California, 2003)
Versión de Jonio González

/

Poetry

*

Its nature is to look
both absolute and mortal
as if a boy had passed through
or the imprint of his foot
had been preserved
unchanged
under the ash of Herculaneum.

jueves, 23 de enero de 2025

enrique molina / dos poemas


Correspondencias

*

Sueño, tal vez,
con esta cama donde duermo,
me he desvestido en otro sitio,
hay músicas aquí, algo que ondula,

enormes cosechas de hibiscus y mariposas
en la selva del Aduanero, verde y turquesa,
y no algo imaginario sino un canto de flauta
que sopla la encantadora de serpientes;

y redes chorreantes, extraídas del mar,
vaciadas por las pescadoras gigantas
–botas de goma y manos enrojecidas–
mientras la encantadora de serpientes

insiste en su melodía ritual,
el tiempo perdido con ojos de fantasma,
pero ahora esa mujer insólita
es el lugar donde vivo, la lámpara,

todo cuanto alberga este cuarto,
la cama involuntaria, el sentimiento
de la extraña plenitud de jamás,
zapatos, mis libros, un paraguas.

Acaso la luz son tus labios,
¿y su torso, entre los juncos,
al borde del río donde vibró la flauta,
a qué corresponde en la mesa tendida?

¿Al rumor de las conversaciones?
¿Al hilo de humo que sube de los platos?
¿Y cuáles son sus vínculos
con el viento que sopla en la ventana?

~

Las cosas y el delirio mientras corren los grandes días

*

Arde en las cosas un terror antiguo, un profundo y secreto soplo,
un ácido orgulloso y sombrío que llena las piedras de grandes
     agujeros,
y torna crueles las húmedas manzanas, los árboles que el sol
     consagró;
las lluvias entretejidas a los largos cabellos con salvajes perfumes
y su blanda y ondeante música;
los ropajes y los vanos objetos; la tierna madera dolorosa en los
     tensos violines
y honrada y sumisa en la paciente mesa, en el infausto ataúd,
a cuyo alrededor los ángeles impasibles y justos se reúnen a recoger
     su parte de muerte;
las frutas de yeso y la íntima lámpara donde el atardecer se condensa,
y los vestidos caen como un seco follaje a los pies de la mujer
     desnudándose,
abriéndose en quietos círculos en torno a sus tobillos como un
     espeso estanque
sobre el que la noche flamea y se ahonda, recogiendo ese cuerpo
     melodioso,
arrastrando las sombras tras los cristales y los sueños tras
     los semblantes dormidos;
en tanto, junto a la tibia habitación, el desolado viento plañe
     bajo las hojas de la hiedra.
¡Oh Tiempo! ¡Oh, enredadera pálida! ¡Oh, sagrada fatiga de vivir...!
Oh, estéril lumbre que en mi carne luchas! Tus puras hebras trepan
     por mis huesos,
envolviendo mis vértebras tu espuma de suave ondular.
Y así, a través de los rostros apacibles, del invariable giro del Verano,
a través de los muebles inmóviles y mansos, de las canciones
     de alegre esplendor,
todo habla al absorto e indefenso testigo, a las postreras sombras
     trepadoras,
de su incierta partida, de las manos transformándose en la gramilla
     estival.
Entonces mi corazón lleno de idolatría se despierta temblando,
como el que sueña que la sombra entra en él y su adorable carne
     se licúa
a un son lento y dulzón, poblado de flotantes animales y neblinas,
y pasa la yema de sus dedos por sus cejas, comprueba de nuevo
sus labios y mira una vez más sus desiertas rodillas,
acariciando en torno sus riquezas, sin penetrar su secreto,
mientras corren los grandes días sobre la tierra inmutable.

***
Enrique Molina (Buenos Aires, 1910-1997)

miércoles, 22 de enero de 2025

alonso fernández / proversólogo













yo el hablante alonso fernández
que he nacido sin nombre
como todos los hombres
y mujeres de este mundo
bautizáronme con el distinto seudónimo
que no correspondo y que no
sólo por alegoría sino por miedo
e indiferencia a los ancestros míos
que tan enmarañado nombre diéronme
escribo estas palabras
en nombre de la patria de todos
que como dice el tan joven poeta
a modo de manifiesto sentencio
que no solo por piedad sino por
condescendencia a nuestra sangre y estirpe
declaro y juro esta súplica en nombre
de todos aquellos infantes que no 
supieron de infancias y que sólo en
momento de risa y jolgorio años después
venimos a entender lo que significa
llegar a casa y no reecontrarse con
la madre ni el padre ni el balancín
ni el columpio que juntos unos
cuantos años antes hicieron de su amor
por la risa una criatura engendra
con manos y pies de madera
a todos ellos y a modo de disculpa
un abrazo en la espalda
y un beso en la mejilla

***
Alonso Fernández (Santiago de Chile, 1992) en: VV.AA., Parias, poetas y borrachos. Antología poética y contracultural. Santiago de Chile: Anagénesis, 2016, p. 46.
En la imagen: Walther von der Vogelweide (en: Codex Manesse)

martes, 21 de enero de 2025

doris moromisato / la luna sobre el arrozal










Sus ojos dos luceros de la noche,
como inesperado insecto el tiempo
se posan en su pecho y remueve su cansado corazón.
Por el surco naranja de los ajíes se escucha
el displicente paso del ciempiés.

Las velas
aún alumbran las mamparas del patio y las tres cuerdas
de la vieja guitarra que padre convirtió en su cómplice shamisen.
Hala una cuerda y su mirada se pierde en un campo de arroz.
Su boca cansada del imperio de castizas palabras
vuelve atrás: mikayuki-sama, konbanwaa…

Un aullido antiguo brota de su pecho
animal solitario que huye de los más salvaje de su amor.
El hogar se llena de la sobria, gris melancolía.
Todo calla
y yo escucho desde mi cama, para no verlo morir.

Hala otra vez y la suave brisa estremece a las lechuzas,
la luna besa su cuerpo lleno de mikayuki-sama,
konbanwaa…

La eterna historia de la barca surcando el mar de Okinawa
brota de sus labios. Pescadores saludando a la luna,
retornando felices a la aldea.

Padre estira su voz, la luna se resbala sobre el arrozal
y la última vela empieza a derretirse sobre el piso
como mi corazón

Como su viejo cansado corazón.

***
Doris Moromisato (Lima, 1962)

lunes, 20 de enero de 2025

héctor lira / dos poemas










XXIV
 
Llueve porque los cuerpos se oxidan
y mueren los compañeros y las amantes
y a veces solo se encuentra consuelo
en el descenso de las fuerzas verticales.
 
Envejecer es un siglo sin lluvia.
 
Tal vez esa sea la mejor forma
de abandonar el mundo:
instalarse en la lluvia
como quien vive
en el descenso.
 
 
XXX
 
Un hijo pregunta por qué
por qué por qué por qué por qué,
con sus preguntas deshace/ordena la materia.
 
Un hijo imaginario ensaya para los huesos y la carne,
juega en el color de los paisajes y atardeceres;
en la fuerza imperceptible que deforma a robles y espinos;
adopta la forma de los vientos firmes
que descienden cada tarde desde la montaña.
 
Abre/cierra los ojos,
¿Cuánto tiempo lo ha atravesado?
 
Un hijo imaginario envejece hasta ser padre de su padre,
lo muda, lo lleva de la mano, le dosifica las pastillas.
Ahora el hijo es un gigante ante un padre-niño.
Recuerda cuando sus brazos y piernas eran gemas
de acero, sus ojos dos vectores inagotables.
 
Un padre imaginario tiembla como un gorrión
atrapado en una mano.  Siente el calor
de las últimas escenas. Mira el bosque de su infancia,
recuerda el peso de su cuerpo sobre las rodillas,
galopar ebrio de viento por los cerros,
podar y poner tutores en los árboles torcidos,
recoger, una a una, las nueces cosechadas.
 
Un padre imaginario mira a su hijo
como si emergiera en ese instante de su vientre.
Siente un oxígeno líquido en los pulmones.
Escucha el latido de su madre por primera vez.
Llora su último llanto.  Es la lluvia.
Ahora vive en el descenso
 
***
Héctor Lira (Santiago de Chile, 1988)

domingo, 19 de enero de 2025

ana martins marques / dos poemas










Mañana
 
*

Esta es la fruta de la mañana –
su carne clara.
Esta es la hora peligrosa:
otro día se ofrece al sol
para enfermarse o cantar,
el mundo es nuevo pero los ojos son antiguos,
y aprendieron a reconocer antes
de aprender a mirar.
Esta es la noche de la mañana,
la noche más alta de la noche,
la que dibujó el pensamiento
del cuerpo que ofrezco
al espejo de la luz, a la soledad y al café.
 
~
 
La vida submarina
 
*

Te lo tenía que decir.
Tengo casi treinta años
y una vida marítima que no ves,
que no se puede contar.
Empieza así: fue engendrada en la espuma,
como una Venus aún sin belleza,
sobre la piel nacían los corales,
piel de ballena, caliza y dura.
O así: la luz marítima trabaja lentamente,
los peces comienzan a consumir por dentro
la sal del deseo,
están acostumbrados a la sal.
Cuando miras, el agua inunda los pulmones,
en ellos crecen algas íntimas,
los ojos se vuelven hacia adentro,
al sueño infinito del mar.
Las manos se mueven a un ritmo sumergido,
los pensamientos se guían por la noche
del Océano, una noche más grande que la noche.
Tengo casi treinta años y una vida antigua,
anterior a mí.
De ahí mi silencio, de ahí mi desconcierto,
de ahí mi rechazo a la promesa de ese día
que tú me ofreciste,
ese día que es como una cama
que se ofrece al pez
(no deberías querer
un pez en tu cama).
 
Quién le atribuiría al mar
la culpa por la soledad de los corales
por las vidas imperfectas
de los peces acostumbrados al abismo,
monstruos callados
¿solo de sal, silencio y sueño?
Tenía que decirte algo,
mientras las palabras aún resisten,
antes de convertirse en moluscos
en las espinas de la noche,
antes de perderse para siempre
en el esplendor de la vida
submarina.

***
Ana Martins Marques (Belo Horizonte, 1977)
Versiones de Chiara De Luca

/

Manhã
 
*

Esta é a fruta da manhã –
sua carne clara.
Esta é a hora perigosa:
um outro dia oferece-se ao sol
para adoecer ou cantar,
o mundo é novo mas os olhos são antigos,
e aprenderam a reconhecer antes
de aprendera olhar.
Esta é a noite da manhã,
a noite mais alta da noite,
aquela que desenhou o pensamento
do corpo que ofereço
ao espelho da luz, à solidão e ao café.
 
~
 
A vida submarina
 
*

Eu precisava te dizer.
Tenho quase trinta anos
e uma vida marítima, que não vês,
que não se pode contar.
Começa assim: foi engendrada na espuma,
como uma Vênus ainda sem beleza,
sobre a pele nasciam os corais,
pele de baleia, calcária e dura.
Ou assim: a luz marítima trabalha lentamente,
os peixes começam a consumir por dentro
o sal do desejo,
estão habituados ao sal.
Quando vês, a água inundou os pulmões,
neles crescem algas íntimas,
os olhos voltam-se para dentro,
para o sono infinito do mar.
As mãos se movem num ritmo submerso,
os pensamentos guiam-se pela noite
do Oceano, uma noite maior que a noite.
Tenho quase trinta anos e uma vida antiga,
anterior a mim.
Daí meu silêncio, daí meu alheamento,
daí minha recusa da promessa desse dia
que você me oferece,
esse dia que é como uma cama
que se oferece ao peixe
(você não haveria de querer
um peixe em sua cama).
 
Quem atribuiria ao mar
a culpa pela solidão dos corais
pelas vidas imperfeitas
dos peixes habituados ao abismo,
monstros quietos
só de sal silêncio e sono?
Eu precisava te dizer,
enquanto as palavras ainda resistem,
antes de se tornarem moluscos
nas espinhas da noite,
antes de se perderem de vez
no esplendor da vida
submarina.

sábado, 18 de enero de 2025

germán carrasco / cinco poemas









Otra reflexión sobre el terremoto y el tsunami
(Desgrabada letra por letra de una charla en un taller)

*

El poema largo es una torre de naipes
en donde no importa que algunas cartas
estén reparadas con cinta adhesiva
o viejas. Si se sostiene en pie, todo bien,
difícil tarea sin embargo. La lección poundiana
de la tensión y la concentración de energía
corre igual para poemas breves o extensos,
tenues o acerados
y se nos olvida a casi todos.
¿Querría algo así como un estallido, orgasmo
una especie de ko verbal el viejo?
¿O el poema dado del que hablaba Levertov?

Poema dado por quién: por dios,
¿por quién más si no? Casi todos terminan ahí
o en una conjunción parecida al amor
en sus tres primeros meses que a todo esto
se parecen bastante a una torre de naipes
por el cuidado o el azar o lo frágil.

Energía y no fuerza, claro está
meditación y cacería, todos sabemos
excepto a la hora de los quiubos.

En un poema breve no puede haber cinta adhesiva
y las arrugas en una carta delatan de inmediato la jugada.
Pero quizás un poema extenso
son poemas breves en pandilla
igual de efectivos en su invasión de ninjas
aunque reunidos con pegamento, moco a veces
–la prosa que sobra, los dispositivos transicionales
y todas esas arrugas y parches que, como en el póker
o en la ropa para la reunión importante,
no deben notarse–. Ese pegamento
a veces es temático y a veces otra cosa,
otro clúster de cosas que desembocan muchas veces
en el preciado silencio
mejor será
siempre, amén.

Kim Deal decía que si uno escribe canciones
es fácil hacerlo, el asunto
es componer algo que sientas
y que quieras interpretar ad infinitum
con el mismo entusiasmo del momento
de la composición.

Pero, qué tanto, hasta la nota circunstancial
o el garabateo en libreta a veces
cumplen el requisito del poema. Hoy escuché
en el metro por ejemplo…

~

Biblioteca pública

*

Cada vez que empezaba a leer poesía
mi cuerpo comenzaba a agigantarse
y mi oído percibía las voces ajenas
como si fueran de marcianos, duendes
o el producto de una cinta acelerada.

Entonces sentía una culpa de ancla
y pensaba que para leer poesía
había que irse lejos o encerrarse.

Por eso me cortaba las venas
con una navaja que porto. Entonces
(1) me desinflaba como un globo
o (2) inundaba la biblioteca de sangre.

~

Épica

*

no pienses en el Che,
piensa en el Chino y el Willy:
esos dos que lo acompañaron hasta el final
(los fotógrafos pasaban por sobre sus cuerpos
-alfombras, bultos-
para fotografía al cristo
de Caravaggio o Zurbarán); piensa
en los recogedores de pelotas en el tenis;
en la lozana noviciatura
de todo primer poema,
en quienes no tienen militancia,
en quienes pasan el año nuevo
en un cyber café peruano.

~

Versos e imágenes encontradas en el mercado persa

*

Usar metraje ajeno
y con eso hacer un poema

Tomar historias ajenas
no como el viejo del saco o la bruja
roban niños y recuerdos

Pequeñas resurrecciones
de la historia y la imagen

Las metáforas son siempre las mismas
según algunos. No lo sé:
se supone que los ríos son el tiempo
pero podrían ser la posibilidad de fuga
desde un pueblo asfixiante
hacia mar abierto:
los ríos son una autopista de agua
así como las venas
son autopistas de sangre
por eso ella lava la ropa y su cuerpo
para una travesía larga con su amado.

~

Pisagua

*

Un hombre se fugó de la cárcel de Pisagua. Su intención no era escaparse, no hay cómo: mar por un lado, desierto por el otro. Se fugó para no darles el gusto de ser torturado y hablar, o presenciar torturas. Lo encontraron en el muelle, en cuyos pilares se posan hoy los cormoranes y le dieron un tiro. De alguna manera, fue su triunfo.

…………………………………………………………

En las orgías de Heliogábalo, había un caballo de bronce hueco en donde éste metía a un esclavo o esclava. Luego recalentaba con fuego el caballo para que los alaridos agónicos de la víctima fueran la música de fondo de la orgía y dieran la impresión de relinchos. Hubo uno de esos esclavos que no quiso ser la música de fondo, y se obligó a no emitir sonido alguno. Murió sin dar ese gusto a Heliogábalo. Similar al fugitivo de Pisagua, fue su triunfo.

…………………………………………………………………………

El pueblo está lleno de automóviles abandonados, de los años 70 y 80 deportivos, de colección. Se echaban a perder y como Iquique está lejos, hay cuestas y es difícil el transporte a Pisagua, salía más a cuenta dejarlos abandonados y comprar uno nuevo en Iquique, zona libre de impuestos. La aerodinámica en estos automóviles espera la carcoma del tiempo de la misma manera que en Porvenir –al otro extremo del país– se oxida un barco. Porvenir, donde van a buscar trabajo los que no lo encuentran en ningún otro lugar, y que son capaces de habitar el frío y tener aptitud para la inmensidad. No aptitud para alardear con la inmensidad ni para intentar reproducir su extensión y su inefabilidad sino para interiorizarla, un espacio que se reproduzca dentro de la mente.

***
Germán Carrasco (Santiago de Chile, 1971)

viernes, 17 de enero de 2025

hilde domin / constrúyeme una casa













Viene el viento.

El viento que peina las flores
y que hace que las flores se conviertan en mariposas,
el que deja que las palomas de papel viejo
se eleven hasta el cielo
en los desfiladeros de Manhattan,
hasta el décimo piso,
y que hace que las aves migratorias se estrellen
contra las torres de los rascacielos.

Viene el viento, el salífero viento
que nos empuja sobre el mar
y nos arroja a una playa
como medusas
que regresan otra vez mar adentro.
Viene el viento.
Sujétame fuerte.

***
Hilde Domin (Colonia, 1909-Heidelberg, 2006)
Versión de Reinhard Huaman Mori

/

Bau mir ein Haus

*

Der Wind kommt.

Der Wind, der die Blumen kämmt
und die Blüten zu Schmetterlingen macht,
der Tauben steigen läßt aus altem Papier
in den Schluchten Manhattans
himmelwärts, bis in den zehnten Stock,
und die Zugvögel an den Türmen
der Wolkenkratzer zerschellt.

Der Wind kommt, der salzige Wind,
der uns übers Meer treibt
und uns an einem Strand wirft
wie Quallen,
die wieder hinausgeschwemmt werden.
Der Wind kommt.
Halte mich fest.

jueves, 16 de enero de 2025

josé watanabe / mamá cumple 75 años








Cinco cuyes han caído
degollados, sacrificados, a tus pies de reina vieja
Sangre celebra siempre tu cumpleaños, recíbela
en una escudilla
donde pueda cuajar un signo brillante
además del cuchillo.
La bombilla de luz coincide con tu cabeza dormida
y te aureola: comenzamos a quererte
con cierta piedad.
pero tus ojos
tus ojos se abren rápidos como avisados, y revive en ellos
un animal de ternura demasiado severa.
Tus ojos de ajadísimo alrededor
son el resto indemne
del personaje central que fuiste entre nosotros,
cuando alta y enhiesta
alargabas el candil hacia la oscuridad
y llamabas susurrando
a nadie. Las sombras en el muro y los gatos
detrás de la frontera terrible
eran inocentes. Tú señora, eras el miedo.
Cinco cuyes pronto estarán servidos en la mesa.
Otros serán los del rito curador, los de entrañas abiertas
y sensitivas
que revelaban nuestras enfermedades.
Estos son de diente, de presa. No dirán
que tú eres nuestra más antigua dolencia.

***
José Watanabe (Laredo, 1945-Lima, 2007)

miércoles, 15 de enero de 2025

camillo sbarbaro / yo te espero al volver de cada esquina


Yo te espero al volver de cada esquina, 
Perdición. En los ojos voy buscándote 
de todas las que pasan... 
Me paro en las barracas de las ferias 
a ver a la mujer de la serpiente, 
a la chica que vuela... 
 
¡Oh el deleite de dar todo por nada, 
de que importe un pimiento 
esta vida que es todo nuestro haber! 
 
La que ha sido de todos, la de risa 
fácil que no comprende, aquella que 
con un meneo de hombros y caderas 
dentro todo mi mundo me disuelva, 
la que es más despreciable porque ignora 
su poder, 
pido que en mi camino se atraviese. 

Lo mismo que un mendigo que, llegado
a la orilla del río, carcajeándose
la única moneda que posee
arroja, yo por ella arrojaría,
riéndome, mi vida.

***
Camillo Sbarbaro (Santa Margherita Ligure, 1888-Savona, 1967)
Versión de Ángel Crespo

/

Io t'aspetto allo svolto d'ogni via

*

Io t'aspetto allo svolto d'ogni via, 
Perdizione, ti cerco dentro gli occhi
d'ogni donna che passa... 
Sosto dai baracconi nelle fiere
a guardare la donna del serpente, 
la fanciulla che vola... 

Oh la gioia di dar tutto per nulla! 
di tenere in conto d'una paglia 
questa vita che é il solo nostro bene! 

Quella che tutti ebbero, che ride 
facile, e nos capisce, quella che
con un crollar di spalle e un muover d'anca 
dentro tutto il mio mondo mi dissolva, 
quella più disprezzabile che ignora
la sua potenza,
io prego che la strada m'attraversi. 

Io come il mendicante che venuto
sulla sponda del fiume, sghignazzando 
l'unico soldo che possiede getta, 
per lei la vita getterei ridendo.

martes, 14 de enero de 2025

frank o'hara / mañana













Tengo que decirte
que te amo siempre
lo pienso en las mañanas
grises con la muerte

en la boca el té
nunca está bien caliente
entonces y el cigarrillo
seco la bata morada

me da frío te necesito
y miro por la ventana
la nieve silenciosa

De noche en el muelle
los buses brillan como
nubes y me siento solo
pensando en flautas

te echo de menos siempre
cuando voy a la playa
la arena está mojada con
lágrimas que parecen mías

aunque nunca lloro
y te llevo en mi
corazón con un humor muy
real del que estarías orgulloso

el aparcamiento está repleto y me quedo parado
sacudiendo las llaves el coche
está vacío como una bicicleta

qué estás haciendo ahora
dónde fuiste a comer
el almuerzo y tenía
muchas anchoas

es difícil pensar
en ti sin mí en
la oración me deprimes
cuando estás solo

Anoche había muchas
estrellas y hoy
la nieve es su tarjeta de
visita no seré cordial

no hay nada que
me distraiga la música es

solo un crucigrama
sabes lo que se siente

cuando eres el único
pasajero si hay un
lugar más allá de mí
te lo suplico no vayas

***
Frank O'Hara (Baltimora, 1926-Mastic Beach, 1966)
Versión de Eleonora González Capria
Fotografía de Harry Redl

/

Morning

*

I've got to tell you
how I love you always
I think of it on grey
mornings with death

in my mouth the tea
is never hot enough
then and the cigarette
dry the maroon robe

chills me I need you
and look out the window
at the noiseless snow

At night on the dock
the buses glow like
clouds and I am lonely
thinking of flutes

I miss you always
when I go to the beach
the sand is wet with
tears that seem mine

although I never weep
and hold you in my
heart with a very real
humor you'd be proud of

the parking lot is
crowded and I stand
rattling my keys the car
is empty as a bicycle

what are you doing now
where did you eat your
lunch and were there
lots of anchovies it

is difficult to think
of you without me in
the sentence you depress
me when you are alone

Last night the stars
were numerous and today
snow is their calling
card I'll not be cordial

there is nothing that
distracts me music is
only a crossword puzzle
do you know how it is

when you are the only
passenger if there is a
place further from me
I beg you do not go

lunes, 13 de enero de 2025

silvio mattoni / el consejo moral











La tormenta dispuso un velo gris
sobre los árboles del campus. No
tengo nada que hacer salvo escaparme
de unas charlas despreocupadas que
deberían relajarme. Una prima
de mi esposa, que se le pareció
tal vez mucho en la risa, en las pecas,
en la forma del torso, ahora vino
de visita unas horas. Cada vez
que la veo reírse, como si fuera
una versión más ancha de la boca
que hace décadas beso, no consigo
sacar de mi cabeza una infidencia
sórdida. Y en paralelo crecen
mis fantasías de celar un cuerpo
que maduró conmigo. Ah, el amor,
como dijo un amigo, no debiera
ser una cuestión personal. La lluvia
se desató de nuevo en el cemento
de los baldosones, en el pasto vivo
de febrero. Ya es hora de volver
y decir unas frases, asistir sobre todo
a lo que dirás: “¡Qué extraño! ¡Qué raro!”,
para hablar de otro primo que hace diez
años que se esfumó y ya nadie sabe
si está vivo, está loco, si dejó
un hijo sin nombre en la Patagonia
y un cuerpo sin tumba en los trópicos
en donde se sumergió acaso para salir
de una manía o bañarse más en ella
o terminar de una vez con todo eso.
Lo conocí, era una especie de satélite
de los afectos familiares, nada
lo ataba demasiado. Cae agua y yo
tiro de la soga que siempre se anuda
y llegaré de nuevo al lugar donde escucho
un ritmo y una expectativa. Cuando
pare un poco el aguacero de afuera,
dejaré a dos poetas ingleses, a un francés
crítico, a un novelista italiano, estos
dos últimos sin leer, en la biblioteca
y habré cumplido un trámite. El poema
quizás fracase, pero la mano asiente
al movimiento de sus sensaciones
y mis ojos nublados en la lejanía
–presbicia que compensa la miopía–
se entregaron al goce de mirar las letras.
¿Y dónde están los otros, que no escriben,
que creen en fantasmas, que no saben
que este día de torrentes de agua
se parece a otras lluvias pero no
volverá nunca? El cerdo de la piara
epicúrea me susurra ahora que corte
minutos, frutas de estación, pero el consejo
moral vale más que el musical:
el loquito, el drogón, el nombre ausente
como árboles, pájaros, arbustos, mariposas,
se orientan al salvataje del momento
y las palabras siempre llegan tarde.

***
Silvio Mattoni (Córdoba, 1969)

domingo, 12 de enero de 2025

anne spencer / réquiem











Oh, yo que había deseado tanto ser dueña de algún suelo
– ahora mejor estoy consumida por la tierra.
La sangre al río, el hueso al terreno
– la tumba restaura lo que encuentra su lecho.

Oh, yo que bebía del barro oloroso de la Primavera
– devuelvo su vino para otra gente.
El aliento al aire, 
el corazón a las hierbas
– mi corazón estando despojado,
entonces yo podría descansar.

***
Anne Spencer (Condado de Henry, 1882-Lynchburg, 1975)
Versión de Alexander Best

/

Requiem


Oh, I who so wanted to own some earth,
Am consumed by the earth instead:
Blood into river
Bone into land
The grave restores what finds its bed.

Oh, I who did drink of Spring’s fragrant clay,
Give back its wine for other men:
Breath into air
Heart into grass
My heart bereft – I might rest then.

sábado, 11 de enero de 2025

amaranta caballero prado / de ser posible













Luego de cuatro meses de volver a casa
los pájaros de la mañana siguen
sonando a fresco, a plantas, a cerros de
tierra fértil entre hojarasca y armadura;
Diríase que los barcos siempre pasaron
por aquí en días inciertos de bruma
y querosene, pero nada de eso,
salitre es lo que extraño
con sus curaciones respiratorias y
exfoliantes de la piel porque entre tanta
venda y achicoria entre cortes, tajos y
rebanaditas, las jeringas prominentes
y las gasas vaporosas, ya mis trazos, dibujitos,
no me dicen ni me hablan ni me consienten.
Aguanieve sobre la ciudad, incendios provocados
en los cerros mis vecinos, pulcritud y una extraña
cosa nueva que aún no identifico porque aprendí
a pensar que luego de cierto tiempo y en otro lugar
todo lo raro vuelve y se presenta en su mejor traje
de fiesta. Limpio y sin costuras.
Todavía se siente la alegría de caminar el patio
de la recámara hacia la cocina; el frío del comedor
se cuela entre las sílabas, las letras y palabras
porque es la manera de decir que es tiempo de volver
como hace cuatro meses, habitar un lugar y
cargar con esas dos maletas que ojalá no guarden
ni miedo ni pesadillas. Espanto comprobar
las cargas de cada quién, los vacíos de cada cual;
la hora de la mañana parla puntual desde un reloj
y pinta de oro macizo los recovecos del habla.
Muchos fueron los lugares donde nunca
bebí un café y pocos más fueron los sitios
donde evité llegar porque me di cuenta que
empecé a ser más feliz caminando
y hablando sola, de ser posible en voz alta.

***
Amaranta Caballero Prado (Guanajuato, 1973)

viernes, 10 de enero de 2025

vicente huidobro / me alejo en silencio como una cinta de seda













Me alejo en silencio como una cinta de seda
Paseante de arroyos
Todos los días me ahogo
En medio de plantaciones de plegarias
Las catedrales de mis ternuras cantan a la noche bajo el agua
Y esos cantos forman las islas del mar

Soy el paseante
El paseante que se parece a las cuatro estaciones

El bello pájaro navegante
Era como un reloj envuelto en algodón
Antes de volar me ha dicho tu nombre

El horizonte colonial está cubierto todo de cortinajes
Vamos a dormir bajo el árbol parecido a la lluvia

***
Vicente Huidobro (Santiago de Chile, 1893-Cartagena, 1948) 

jueves, 9 de enero de 2025

xitlalitl rodríguez mendoza / dos poemas









Para escribir se necesitan recursos. Y los errores son una mina. Marcar fallas en el calendario, de nuevo, breves hilos, días, conjeturas, estirar relaciones, afinar la tensión, la competencia, diría Bourdieu, en el campo. El tiempo sin trabajar escupe, aísla, estimula las formas más diversas de mortificar el cuerpo. Un barbero le hizo una sangría a Santa Teresa de Jesús el 3 de octubre. El 4 murió ella. Al día siguiente se instauró el calendario gregoriano; su muerte nació el 15 de octubre de 1582. Yo, el 15 de octubre de 1982. Un dato estrafalario, sin importancia, que sin embargo, me hace lucir mejor cuando me imagino como Alaska y grito Quiero ser santa ante el aullido y la ovación, al despeñarse contra el suelo de la ducha, de millones de gotitas de agua que debería pagar antes de irme al trabajo y de que corten el suministro.

~

Cuando digo tu nombre, nombro todo lo que está fuera de mí. Combustible. Una penumbra en lentejuelas me abraza hasta el amanecer y te veo, al piano, como un pequeño dios o como la viruta esparcida de un borrador gastado de raspar este garabato que soy, esta errata, esta persona que pudo haber sido un mail o un tuit o un 21 en un boletito del camión. En tus partituras siempre hay nombres, como notas, como si Satie estuviera lamiéndote los dedos. Tarareas algo que me hace sentir que moriré mañana y entonces adelanto lo que pueda de esta traducción que —me dicen— tiene un registro demasiado alto. Debo bajarlo. Igual que el último rastro de lo que me queda, algunas palabras que seguirán sirviendo si les quito el polvo. Palabras como la palabra polvo o Conasupo, palabras datadas entre los años ochenta y noventa y, acaso, tú que aún me sirve para definir algo inabarcable, como un crédito hipotecario: algo a lo que no puedo acceder.

***
Xitlalitl Rodríguez Mendoza (Guadalajara, 1982)

miércoles, 8 de enero de 2025

joan brossa / dos poemas










¡Adelante!

*

Si no supiésemos lo que es
y lo que no es; si sólo
atendiéramos a ciertos motivos
y ciertos colores; si las raíces
del existir se encontraran en
otra vida; si la esperanza fuese
poca y mal dibujada y si
la palabra no fuese un acto,
tampoco estas líneas
serían un poema.

~

Izquierda

*

No hace falta que me hagáis tantas reverencias.
He atado el caballo al tronco de un arbusto.
Esto ha de acabar de una vez.
Estoy de acuerdo en que en más de una ocasión
el pueblo se indigne.
Sacando la cabeza entre dos ramas os digo
que me he encontrado un guante.

***
Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998)
Versiones de Jonio González

/

Endavant!

*

Si no sabíem el que és
i el que no és; si només
ateníem certs motius
i certs colors; si les arrels
de l’existir es trobaven en una
altra vida; si l’esperança era
poca i mal dibuixada i si
la paraula no era un acte,
tampoc aquestes ratlles no
serien un poema.

~

Esquerra

*

No cal que em feu tantes reverències.
He fermat el cavall a la soca d’un arbust.
Això ha d’acabar d’una vegada.
Estic d’acord que en més d’una ocasió
el poble s’indigni.
Tot traient el cap entre dues branques us dic
que m’he trobat un guant.

martes, 7 de enero de 2025

tito manfred / dos poemas













Lo tuyo que permanece en reserva se aproxima a pesar de la resistencia de las olas pobladas de infinidad de peces sin nombre. La imprecisión en el lenguaje parece asegurar que los peces continúen inalcanzables, a una distancia abisal de tu mano. Una imagen de la fragilidad no garantiza la destrucción de los bordes que le dan forma a aquello que sostienes. Un cuerpo ingresa en el mar sabiéndose incapaz de sortear el rompimiento de las olas contra formaciones rocosas que nos anteceden. Digo tu mano por decir tu mano y su extensión, anticipo que lo único a lo que accederé será a tu extremidad agitando las aguas. Una vez soñé que escribía un poema para ti y el mar se recogía iracundo. No recuerdo bien cómo terminaba el sueño o si era interrumpido por el miedo a que una ola me arrastrara hasta el lugar en el que vives. No quiero pensar que escribir es la manera de dar forma a ese sueño. El mar se recoge, los peces se reagrupan, tú no estás en casa.

~

Los animales se repliegan a sus cuevas, los cazadores vuelven a sus casas, el bosque se restaura a un estado anterior al fuego y el mar se recoge llevando consigo peces y toneladas de basura. Como residuo de un paisaje, permanece una figura opaca sobre la nieve que mengua entre las piedras. Un cuerpo seriamente mortificado por lenguaje, dice una voz a distancia, mientras otra responde: También están los desiertos matinales, tapados de animales muertos. Voces circulan y nos ignoran. Alguna vez construimos un mundo poblado de nuestras palabras. Un cuerpo convulsiona entre las piedras y ningún poema lo toca.

***
Tito Manfred (Arica, 1983)

lunes, 6 de enero de 2025

cecilia pavón / dos poemas









Las reglas de la poesía contemporánea

*

Las reglas de la poesía contemporánea
Me parecen objetivas e impiadosas
Algo que sólo unos pocos pueden dominar
Y yo no estoy entre ellos
Además, las madres somos arrojadas constantemente
A preguntarnos por el sustento
El sustento se consigue en el mundo
A través de la batalla, la dureza y la ambición
Y nuestros hijos son blandos
Son una cueva de carne blanda donde
Las reglas del mundo no tienen sentido ni fin.

~

Querida fe

*

Y pienso que un nuevo período comienza en mi vida
que es el de ser yo,
ser yo es ir flotando y también arrastrarme
flotar y arrastrarme a la vez
me olvido de la mente y de todo
ahora Fe me entrego a tus manos
Querida Fe:
no sé de qué forma te aparecerás
pero en algún momento vas a aparecerte
eso no tengo dudas
Los poetas nunca saben lo que escriben,
y acá estoy, tratando de escribir bien
pero nunca me va a salir,
y aparte, Querida Fe, si te aparecés convertida en algo
no creo que lo hagas convertida en poema.

***
Cecilia Pavón (Mendoza, 1973)

domingo, 5 de enero de 2025

josé ángel cuevas / destruir en nuestro corazón la lógica del sistema








A los 2 millones de tarjetitas de crédito que circulan por la ciudad

No hay que darles ningún crédito en nuestro corazón
ni los Templos de Ventas que vengan / rebajas / cupones/
novedades/ super/ nada de nada
ni dentro de nuestras mentes/ acaso / nada/ nada

¿Se podrá detener a esos ejércitos de drogadictos y desencantados
Con cajas de zapatillas Old Night y sombrerito Space/ gafas oscuras
y faldas de seda Von Strasse en los Grandes Mercados Iluminados?

Hey, ¿qué significa todo eso en términos reales?
Una satisfacción metafísica del objeto/ ser otro frente al espejo/
la espumaraja de tener y obtener/ Okey

subir en la escala/ la lógica del sistema/ sentirse bien Uno/

Pero, ¿no podríamos entrar de lleno en el juego de la histeria
la psicosis del Yo/ ese juego de la Mierda?

HACERLE BROMAS PESADAS AL SISTEMA
bromas sangrientas, p. ej.

¿Y si todos nos declaramos en estado de No Pago?
¿dejamos de comprar objetos en un mes corrido?
¿Aplicamos una retirada en masa de las AFP (que hacen capital
con nuestros fondos rascados día a día)?
¿y qué de las malditas Isa/ press / sus cheques en blanco
esos mugrientos negociados con la vida del prójimo?

Sólo el televisor emite sus gruñidos
ese pozo de irrealidad

Imaginad
perfumes/ pastas/ cerveza de todas las marcas
tic-tac, tic-tac y ¡paga la primera cuota el próximo mes!
Montañas de objetos humeando/ ¡Y entrega un pie al contado!

Bien/ cabeza hueca, ¡para la onda! neonazi cabeza pelada/
¡para! Arcord de pacotilla/ bacán/ bacán de mierda/
pides monedas/ estás pidiendo monedas en todas las calles

DESTRUYAMOS EN NUESTRO CORAZÓN LA LÓGICA DEL SISTEMA

¡No a los spots, con los que se enmierda la cabeza de la mayoría silenciosa!
No más/ No más.

Una estúpida mujer comiendo drive/ esos culos bañados
en coca-cola/ extras de TV pasadas a sobaco/ modelos/ productoras/ venta
de niños para la reinversión del sistema/ guaguas para ser usadas/ ancianos
como imagen de yogur. ¡Basta!

Salmo

No compres nada hoy/ hoy no/ hoy no
no mires por hoy spots/ liquidaciones/ ofertas/
Hoy No/ Hoy No
mírate a tí en el espejo/ en las grandes olas golpeando
Medita sobre/ las costas del desangrado país
los ríos, ¿qué dicen?, hablan solos

Pero, ¿A TITULO DE QUE?

Sigue esta flecha
Medita en los hogares de cartón/ lluvia
sobre la comida seca/ sábanas, ropa mojada

Y tú/ baja en pensamiento/ sobre los cordones
de pobreza/ repetid: pudahuel, pudahuel
pincoya, la perdiz/ nocedal, pintana, santa adriana
san gregorio/ santa juana/
Lo estoy viendo aquí/ lo estoy viendo en mí
palos, mocos, goteras, polvaredas/
canta tu salmo y háblate para dentro.
Cierra los ojos/ imagina lo que estás hablando.
Y si puedes seguir, seguir con la mente por el Golf/ La Dehesa
Apoquindo/ doblemos/ a Lo Curro/ y volvamos atrás
sucesivamente, sin una pizca de resentimiento
ni malos sentimientos/ son sólo ejercicios de representación

y los que corren por el Paseo Ahumada/ ladrones/ cantantes/
traficantes/ piensa en el enorme silencio de las masas
populares/ estas calles barridas por las armas automáticas/
El pasado reciente.
Concluir esta meditación/

Que se encienda ya el televisor,
seguir con las imágenes que ofrece/ mira por la ventana/
mira el noticiario/ fúmate un cigarro

¿Tú piensas que tenemos esperanzas?

¿Que si tocamos el poder de los Grandes capitales seremos
masacrados de nuevo? ¿Que habrá otro Golpe Militar? ¿Otros 17 años?

¿Tú lo piensas así? Yo también.
Cierto
Pero pongámonos de acuerdo en apagar todos los televisores a la vez
somos tantos que estamos de acuerdo/ somos casi el 70,5 %

ALGO PODRÍA PASAR SI NOS PONEMOS DE ACUERDO
EN LA HORA, EL DÍA, EL MES Y EL AÑO:
Más de algo podría pasar.
Más de Algo.
Espérate, pronto te llegarán instrucciones precisas.

***
José Ángel Cuevas (Santiago de Chile, 1944)