jueves, 11 de diciembre de 2025

bob dylan / la muerte no es el fin












Cuando estés triste y te sientas solo, y no tengas ningún amigo,
acuérdate de que la muerte no es el fin.
Y que todo lo que considerabas sagrado se derrumbe y no se repare,
acuérdate que la muerte no es el fin.
No es el fin, no es el fin.
Acuérdate que la muerte no es el fin.

Cuando estés en una encrucijada que no puedas comprender,
acuérdate que la muerte no es el fin.
Y que todos tus sueños se hayan desvanecido y no sepas lo que te espera,
acuérdate que la muerte no es el fin.
No es el fin, no es el fin.
Acuérdate que la muerte no es el fin

Cuando las nubes de tormenta se acumulen a tu alrededor y caigan fuertes lluvias,
acuérdate de que la muerte no es el fin.
Y no hay nadie allí para consolarte, para darte una mano,
acuérdate de que la muerte no es el fin.
No es el fin, no es el fin.
Acuérdate de que la muerte no es el fin.

Oh, el árbol de la vida está creciendo,
donde el espíritu nunca muere,
y la brillante luz de la salvación brilla
en cielos oscuros y vacíos.

Cuando las ciudades ardan con la carne quemada de los hombres
Acuérdate de que la muerte no es el fin
Y busques en vano encontrar un solo ciudadano respetuoso con la ley
Acuérdate de que la muerte no es el fin
No es el fin, no es el fin
Acuérdate de que la muerte no es el fin
No es el fin, no es el fin
Acuérdate de que la muerte no es el fin.

***
Bob Dylan (Duluth, 1941)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Death is not the end

*

When you're sad and when you're lonely, and you haven't got a friend
Just remember that death is not the end
And all that you've held sacred, falls down and does not mend
Just remember that death is not the end
Not the end, not the end
Just remember that death is not the end

When you're standing on the crossroads that you cannot comprehend
Just remember that death is not the end
And all your dreams have vanished and you don't know what's up the bend
Just remember that death is not the end
Not the end, not the end
Just remember that death is not the end

When the storm clouds gather 'round you, and heavy rains descend
Just remember that death is not the end
And there's no one there to comfort you, with a helpin' hand to lend
Just remember that death is not the end
Not the end, not the end
Just remember that death is not the end

Oh, the tree of life is growing
Where the spirit never dies
And the bright light of salvation shines
In dark and empty skies

When the cities are on fire with the burning flesh of men
Just remember that death is not the end
And you search in vain to find just one law-abiding citizen
Just remember that death is not the end
Not the end, not the end
Just remember that death is not the end
Not the end, not the end
Just remember that death is not the end

miércoles, 10 de diciembre de 2025

roberto appratto / tres poemas










Conversación

*

Las voces de adentro y las voces de afuera
hablan al mismo tiempo de cosas diferentes
como si se comentaran sin escucharse.
Las voces de adentro y las voces de afuera
se toman su tiempo para limpiar el ambiente
sin decir lo que son ni lo que cantan: de a poco
la versión  de afuera cambia
como si diera un salto visto de abajo
por encima de los años que ha tardado,
complicado por las tensiones del momento.
Por otro lado, las voces de adentro entienden en el acto
y cantan como si supieran la letra, inspiradas
por el aire que las mueve: son de adentro,
de un interior apasionado por lo que creían. 
Las voces de adentro y las voces de afuera
hablan en  presente del indicativo
del cuerpo que las une. No sé  si hablan bien,
pero tratan de cubrir  los períodos oscuros,
esos días que se dispersan como versos
y dejan por atrás una imagen, muy precisa,
de lo que no se quiere decir. Algo que se cierra
como una bóveda secreta entre la lengua de afuera
y la lengua de adentro, para que nadie entienda.

~

Desde el principio

*

Acerca de componer sin mirar atrás,
sin olvidarse de cómo decir algo
con agregados que marca el uso
y la imaginación tal como está.
Sin tocar nada ni pensar
cómo podría ser otro, pensado por otro. Ahí 
segregamos lo poético, como  puesta en escena
de lo que no se ve pero se redondea,
con mucho cuidado.
Eso que se llama la palabra justa.
La debilidad no se nota, ni siquiera vista de cerca.
Por lo tanto, se puede seguir un rato más
mientras se piensa en el siguiente giro,
en la siguiente coma,
en el siguiente poema. El redondeo
es una cuestión de oficio,
todo el mundo sabe eso. Sin dudar:
el que escribe es uno, el que sabe cómo moldear
la imaginación con tiempo.
Se termina el poema con una sonrisa
que lleva la cara hacia adelante y hacia arriba,
donde está el público. Eso es lo que uno espera.
Sin embargo llega un punto en que la certeza no aguanta
y uno queda en un rincón ordenando papeles,
repitiendo en voz alta dos o tres frases antiguas
para decir yo soy ése y  no perder la mano.
Eso es todo:
el oficio no salva de la repetición.
Yo aconsejaría quedarse un rato sin decir nada.

~

Sobrenatural

*

La imagen de lo que  no tiene imagen
brilla sola en el canto de la hoja
como un cuerpo que se prende y se apaga
en una película vieja de ciencia ficción.
La imagen escribe al margen la historia  y el sonido
de un pensamiento oscuro
imposible sobre todo de día.
Se toma un tiempo para no perder el control
entre lo que está y lo que no está, como una danza
que  apenas toca el suelo marca el rostro del vampiro.
El nombre aparece dibujado.

***
Roberto Appratto (Montevideo, 1950-2025)
Fotografía de Ricardo Antúnez

martes, 9 de diciembre de 2025

bernardo de luca / dos poemas













Insectos I

*

Llegaron los avispones.
Este año antes de tiempo
por el gran calor de fines de invierno.
Infestan los balcones, golpean las ventanas
con un ruido sordo, nos preguntamos
qué dolor prueban.
A veces parecen moverse confundidos,
les tenemos miedo.
No podemos decir si son
machos o hembras.

Es difícil entender el motivo
de su llegada. ¿Por qué en este condominio?
Al avispón no le interesa
el ser humano, el calor terminará.
Podríamos decir que nos miran con sospecha
esperan a su presa (pedacitos de carne, sobras)
o quizás no saben, simplemente ven
gestos desperados mudos repetidos.

Celdas, celditas, nidos listos para desmoronarse,
saliva mezclada con madera, ataca y construye,
previene, muere por la especie.
 
~

2001


Se intenta localizar algunos pasajes
la memoria nos juega una mala pasada
con pinzas levanta los años minúsculos y puntuales.

He pensado a los acontecimientos como enjambres:
nos encantan, nos alarman.
Los momentos agrupados se mueven
con lógicas visibles y desconocidas.
 
Cuando vi las torres caer
mi mamá pensó en Londres.
El acontecimiento de mi generación
fue un malentendido.
Los amigos escuchaban helicópteros en los cielos
que no estaban. Temíamos una guerra
mundial, ¿lo fue?
Nos acordamos con claridad: todos
los canales televisivos transmitieron las mismas imágenes.

Una sola muerte en julio
el veinte, ¿estaba en el mar?
¿Se trató de un episodio de guerra
civil? ¿Aún tenemos nombres?
En Nápoles, algunos meses atrás
todo pareció el preludio de años.

Los tiempos feroces nos secuestran 
y aterrizan, pero la madurez no es un lugar.

***
Bernardo De Luca (Nápoles, 1986)
Versiones de Nicolás López-Pérez

/

Insetti I

*

Sono arrivati i calabroni.
Quest’anno in anticipo
per il gran caldo di fine inverno.
Infestano i balconi, sbattono alla finestra
con un rumore sordo, ci chiediamo
quale dolore provino.
A volte sembrano muoversi confusi,
ne abbiamo paura.
Non siamo in grado di dire se siano
maschi o femmine.
 
È difficile comprendere il motivo
del loro arrivo. Perché questo condominio?
Il calabrone non ha interesse
per l’uomo, il caldo finirà.
Potremmo dire che ci guardano con sospetto,
attendono la preda (pezzetti di carne, rimasugli)
o forse non sanno, semplicemente vedono
gesti disperati muti ripetuti.
 
Celle, cellette, nidi pronti a sfarinarsi,
saliva mista a legno, attacca e costruisci,
prevedi, muori per la specie.
 
~

2001


Cercare di localizzare passaggi,
la memoria che fa scherzi,
con pinzette alza anni minuscoli e puntuali.
 
Ho pensato agli eventi come a sciami:
ci incantano, ci allarmano.
I momenti raccolti che si muovono
con logiche visibili e sconosciute.
 
Quando vide le torri cadere
mia madre pensò a Londra.
L’evento della mia generazione
è stato un malinteso.
Gli amici ascoltavano elicotteri nei cieli
che non c’erano. Temevano una guerra
mondiale, c’è stata?
Ricordiamo chiaramente: tutti
i canali televisivi trasmettevano le stesse immagini.
 
Una sola morte a luglio,
il venti, ero al mare?
Si è trattato di un episodio di guerra
Civile? Abbiamo ancora nomi?
Qualche mese prima a Napoli
tutto sembrò il preludio di anni.

Feroci ci rapiscono e atterrano
i tempi, ma la maturità non è un luogo.

lunes, 8 de diciembre de 2025

vasco gato / cuatro poemas










Enero

*

Es esta la completitud de los días
Cuando se reúnen sobre la ciudad
Los sosiegos de nuestra edad ya tierna.
Son estas las palabras que quedan
desde el interior de nuestro más antiguo nombre.

Es el invierno abierto de enero
con los árboles desnudos y el frío azul,
Es el año que empieza en el tiempo que es nada,
Los bolsillos que se llenan de manos,
Las casas que parecen más juntas.

Por esta altura estarán naciendo
Las horas más felices de nuestras vidas
- bebemos té escuchando la lumbre
Y mañana será un día de menos,
Otro sonido añadido a la voz,
Un abrazo cerrándose hasta el amor.

~

Un decir todavía puro

*

imagino que sobre nosotros vendrá un cielo
de espuma y que, de sol a sol,
una nueva lengua nos hará decir
lo que la polvareda de nuestra boca aplazada
soterró ya más allá de la mano posible
donde grises abandonamos la flor.

dices: pon el los míos tus dedos
y pasemos los siglos sin rostro,
borremos de nuestras casas el ruido
del tiempo que ardió sin luz.
sí, crea conmigo ese silencio
que nos hace desnudos y en nosotros enciende
la lumbre de los árboles de fruto.

dime que hay todavía versos por escribir,
que sobra en el mundo un decir todavía puro.

~

Trazo común

*

Me descalzo de sombras para llegar a ti
las líneas de mi rostro son clarísimas
en ellas no ves al viejo, al niño, al adulto
ves sólo el trazo común
que es donde yo busco tu mano
en la transparencia de mi palabra entera

~

Poca cosa

*

la muerte es poca cosa
en nada se compara al crecimiento de las constelaciones
la muerte no respira ni se expande desde el centro
como hacen las estaciones desde el corazón de la tierra

y así yo sé que una sonrisa el preciosa
porque respira y se ensancha dentro de los ojos
y cuando llega al lugar en el que la mano se abre
es ya una forma de sosiego una luna cubierta de luz de luna
un modo cierto de intercambiar nombres en días de excepción

***
Vasco Gato (Lisboa, 1978)
Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/

Janeiro

*

É esta a completude dos dias
Quando se reúnem sobre a cidade
Os sossegos da nossa idade já meiga.
São estas as palavras que ficam
Desde o interior do nosso mais antigo nome.

É o inverno aberto de janeiro
Com as árvores despidas e o frio azul,
É o ano que começa no tempo que é nada,
Os bolsos que se enchem de mãos,
As casas que parecem mais juntas.

Por esta altura estarão a nascer
As horas mais felizes das nossas vidas
- bebemos chá escutando o lume
E amanhã será um dia a menos,
Um outro som acrescentando à voz,
Um abraço fechando-se até ao amor.

~

Um dizer ainda puro

*

imagino que sobre nós virá um céu
de espuma e que, de sol em sol,
uma nova língua nos fará dizer
o que a poeira da nossa boca adiada
soterrou já para lá da mão possível
onde cinzentos abandonamos a flor.

dizes: põe nos meus os teus dedos
e passemos os séculos sem rosto,
apaguemos de nossas casas o barulho
do tempo que ardeu sem luz.
sim, cria comigo esse silêncio
que nos faz nus e em nós acende
o lume das árvores de fruto.

diz-me que há ainda versos por escrever,
que sobra no mundo um dizer ainda puro.

~

Traço comum

*

descalço-me de sombras para chegar a ti
as linhas do meu rosto são claríssimas
nelas não vês o velho, a criança, o adulto
vês apenas o traço comum
que é onde eu procuro a tua mão
na transparência da minha palavra inteira

~

Muito pouca

*

a morte é uma coisa muito pouca
em nada se compara ao crescimento das constelações
a morte não respira nem se expande desde o centro
como fazem as estações desde o coração da terra

e assim eu sei que um sorriso é precioso
porque respira e alarga-se dentro dos olhos
e quando chega ao lugar em que a mão se abre
é já uma forma de sossego uma lua coberta de luar
um modo certo de trocar nomes em dias de excepção

domingo, 7 de diciembre de 2025

juan de la fuente umetsu / de "umetsu"










UNA LUZ no comprende a otra que ilumina a escondidas. Y, sin embargo, se refleja en ella, la sigue hasta que ha doblado la sombra del cerro y se ha internado en la soledad. Los gritos del bosque no la alcanzan. Ni la arena que salta al otro lado del mundo. Los ciruelos sienten algo distinto al florecer, como si su corazón se hubiera colmado de yerba y ahora no quedara espacio para sentir el olor de la tierra. Cuando comprendí esto, comprendí también la ausencia y me di cuenta de que la realidad era sólo el reflejo de tu mirada. Empecé a conversar con el paisaje. A medida que avanzaba, mis pasos dejaban preguntas para el camino.

~

«NO MORIR. No vivir. No sentir. Mientras camino por los surcos, percibo que ellos avanzan más allá de mí, pero que al mismo tiempo me acompañan. He vuelto o estoy cada vez más lejos. He renunciado al mundo o el mundo me ha expulsado de él. Tiembla en mis manos la tierra, donde crece el arroz, que nos traerá el amor. Bebo una copa de sake mientras camino. En casa aguarda mi hermano menor. Él es el único que me esperó. Mis padres murieron mientras yo viajaba. Sólo mi hermano recuerda que nací aquí, entre ciruelos, y que mi madre me llevó siempre con ella. La siento en cada paso que doy. Y mientras sigo caminando, me alejo más de algo que quizás está dentro de mí. Todos los días escribo en secreto este silencio. Y luego rompo las hojas de mi diario y las lanzo a las arenas. Los papeles rotos flotan como mariposas en el cielo y luego se elevan a través de las dunas hasta alcanzar la cima donde descansa mi apellido. Más tarde, volveré a casa y, al dormir, soñaré con esas mariposas, cuyas alas engendran palabras en su vuelo. Tal vez así, algún día pueda encontrar la manera correcta de pronunciar el mar. Y volver a mi historia, para nunca más partir».

***
Juan de la Fuente Umetsu (Lima, 1963) Umetsu. Lima: Fondo Asociación Peruano-Japonesa, 2024.

sábado, 6 de diciembre de 2025

carolina o. fernández / de "bordando quilcas"













Orbitar la nave azul
cinglando en soledad
sorprende el vuelo de las aves
Quién no ha querido volar como ellas
disfrutar el parpadeo de sus alas
suspendidas en el aire

~

Poco importa qué día es
solo aseo el cansancio del verano
Me detiene la sombra de una pequeña
golondrina acongojada
Sus taciturnos saltos
la llevan a cobijarse entre los geranios

Su canto me dice que me acerque
que no me vaya
que no la deje sola
Acerco mi pecho de tórtola
que no sabe reírse de la muerte

~

El clavel poema

*

El clavel poema florece
con el canto de las rocas

Siente las tijeras amputar
la hierba disonante

Siente rasurar su talle
dando forma
a la esbelta figura
gracias a la lluvia
a los aleteos
deseados
arroyuelos que
alimentan

Chaupiñamca
elige a quien amar
celebra dulcemente
la enunciación de la noche

~

Yo no soy

*

Yo no soy Mme. Bovary
Me llamo Estrella Chaupiñamca Cahuillaca
Soy abuela de Mauricio
Sueño a mi nieto
corriendo como un potrillo
nadando como un pez
amando a una muchacha o a quien quiera
en el río que guarda la memoria sin mercurio

A las madres les está dando parálisis de sueño
Olga perdió a su bebé
luego María y Josefina
¿Dónde hallar donantes de azucenas y topacios
para lxs niñxs con leucemia?

Ante la silenciosa ministra de Trabajo
las acacias se encienden junto a los números cardinales
y con ellas el bosque en plenitud

***
Carolina O. Fernández (Lima, Perú). Bordando quilcas. Lima: Hipatía, 2023.

viernes, 5 de diciembre de 2025

natalia litvinova / dos poemas













Los vestidos caen
por el peso del trabajo.
No seducen arrugados
y sin forma.
 
Sembramos papa
en camisa y pantalón,
arrodilladas
sobre los gusanos.
 
La abuela siempre delante:
cabeza humana
y cuerpo de pájaro,
abre sus alas,
insemina las verduras.
 
~

Si no duermo
escucho bajo la almohada
la sangre de mi madre
y de mi abuela.
 
Por la mañana
todo se rehace,
crecen las paredes
y el techo se despliega.
El polvo del campo
me dificulta respirar.
 
Camino envuelta en mantos
apretando contra el vientre
la almohada maldita.
 
***
Natalia Litvinova (Gómel, 1986)

jueves, 4 de diciembre de 2025

fernando pessoa / cumpleaños








En la época en que celebraban mi cumpleaños,
yo era feliz y nadie había muerto.
En la antigua casa, hasta mi cumpleaños era una tradición centenaria,
y la alegría de todos, y la mía, estaba garantizada por alguna religión.

En la época en que celebraban mi cumpleaños,
tenía la gran suerte de no entender nada,
de ser inteligente entre mi familia,
y de no tener las esperanzas que los demás tenían puestas en mí.
Cuando empecé a tener esperanzas, ya no sabía cómo tenerlas.
Cuando empecé a mirar la vida, había perdido el sentido de la vida.

Sí, lo que fui para mí mismo,
Lo que fui de corazón y parentesco,
Lo que fui de tardes de media provincia,
Lo que fui de que me quisieran y yo fuera niño.
Lo que fui, ¡ay, Dios mío!, lo que solo hoy sé que fui...
¡A qué distancia!...
(Ni siquiera lo creo...)
¡La época en que celebraban mi cumpleaños!

Lo que soy hoy es como la humedad en el pasillo del fondo de la casa,
poniendo moho en las paredes...
Lo que soy hoy (y la casa de los que me amaron tiembla a través de mis lágrimas),
lo que soy hoy es que hayan vendido la casa.
Es que todos hayan muerto,
Es que yo haya sobrevivido a mí mismo como un fósforo frío...

En la época en que celebraban mi cumpleaños...
¡Qué amor, como persona, esa época!
Deseo físico del alma de encontrarse allí de nuevo,
Por un viaje metafísico y carnal,
Con una dualidad de yo para mí...
¡Comer el pasado como pan de hambre, sin tiempo para la mantequilla en los dientes!

Vuelvo a verlo todo con una claridad que me ciega ante lo que hay aquí...
La mesa puesta con más sitios, con vajilla más bonita, con más vasos,
El aparador con muchas cosas —dulces, frutas, el resto a la sombra bajo el alero—,
Las tías mayores, los primos diferentes, y todo era por mí,
En la época en que celebraban mi cumpleaños...

¡Para, corazón mío!
¡No pienses! ¡Deja de pensar!
¡Oh, Dios mío, Dios mío, Dios mío!
Hoy ya no es mi cumpleaños.
Duro.
Se me suman los días.
Seré viejo cuando lo sea.
Nada más.
¡Rabia por no haber traído el pasado robado en el bolsillo!...

¡La época en que celebraban mi cumpleaños!...

***
Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Aniversário

*

No tempo em que festejavam o dia dos meus anos,
Eu era feliz e ninguém estava morto.
Na casa antiga, até eu fazer anos era uma tradição de há séculos,
E a alegria de todos, e a minha, estava certa com uma religião qualquer.

No tempo em que festejavam o dia dos meus anos,
Eu tinha a grande saúde de não perceber coisa nenhuma,
De ser inteligente para entre a família,
E de não ter as esperanças que os outros tinham por mim.
Quando vim a ter esperanças, já não sabia ter esperanças.
Quando vim a olhar para a vida, perdera o sentido da vida.

Sim, o que fui de suposto a mim mesmo,
O que fui de coração e parentesco,
O que fui de serões de meia-província,
O que fui de amarem-me e eu ser menino.
O que fui — ai, meu Deus!, o que só hoje sei que fui...
A que distância!...
(Nem o acho...)
O tempo em que festejavam o dia dos meus anos!

O que eu sou hoje é como a humidade no corredor do fim da casa,
Pondo grelado nas paredes...
O que eu sou hoje (e a casa dos que me amaram treme através das minhas lágrimas),
O que eu sou hoje é terem vendido a casa.
É terem morrido todos,
É estar eu sobrevivente a mim-mesmo como um fósforo frio...

No tempo em que festejavam o dia dos meus anos...
Que meu amor, como uma pessoa, esse tempo!
Desejo físico da alma de se encontrar ali outra vez,
Por uma viagem metafísica e carnal,
Com uma dualidade de eu para mim...
Comer o passado como pão de fome, sem tempo de manteiga nos dentes!

Vejo tudo outra vez com uma nitidez que me cega para o que há aqui...
A mesa posta com mais lugares, com melhores desenhos na loiça, com mais copos,
O aparador com muitas coisas — doces, frutas, o resto na sombra debaixo do alçado —,
As tias velhas, os primos diferentes, e tudo era por minha causa,
No tempo em que festejavam o dia dos meus anos...

Pára, meu coração!
Não penses! Deixa o pensar na cabeça!
Ó meu Deus, meu Deus, meu Deus!
Hoje já não faço anos.
Duro.
Somam-se-me dias.
Serei velho quando o for.
Mais nada.
Raiva de não ter trazido o passado roubado na algibeira!...

O tempo em que festejavam o dia dos meus anos!...

miércoles, 3 de diciembre de 2025

libertad demitrópulos / final de amor en guerra








Sorda navidad con tangos melancólicos.
Ha terminado el amor en guerra.
Te seguiré, amor, paisaje frío, hacia la cólera
de los sueños que están penando
detrás de tu locura de tantos años.
Te seguiré, lo digo en esta medianoche,
a ras de un tango bravo que me están tocando
para que no blasfeme de la soledad,
Y tú, paisaje frío, dentadura bermeja,
clama al viento blanco del amor en guerra,
por mi juventud rendida y mi vida ocupada
por tus hambres azules y terrestres.
Oh, puro como un aire de zamba,
maldito
amor, paisaje frío: tengo que seguirte.

***
Libertad Demitrópulos (Ledesma, 1922-Buenos Aires, 1998)
Otra iglesia es imposible

martes, 2 de diciembre de 2025

lola ridge / altitud











Me pregunto
cómo sería estar contigo aquí,
donde el viento
que ha sacudido su polvo en los valles bajos
te toca limpiamente
como una mano recién lavada,
y el dolor
es como el anhelo remoto de las cosas monótonas
y la furia
sólo un pequeño silencio
sumido en el gran silencio.

***
Lola Ridge (Dublín, 1873-Brooklyn,1941)
Versión de Jonio González

/

Altitude

*

I wonder
how it would be here with you,
where the wind
that has shaken off its dust in low valleys
touches one cleanly,
as with a new-washed hand,
and pain
is as the remote hunger of droning things,
and anger
but a little silence
sinking into the great silence.

lunes, 1 de diciembre de 2025

sharon olds / dos poemas











Las víctimas

*

Cuando Madre se divorció de ti, nos alegramos. Ella aguantó y
aguantó en silencio, todos esos años, y entonces
te pateó, de pronto, y sus
chicos la amamos. Entonces te despidieron, y nosotros
sonreímos burlones, del modo en que la gente sonrió cuando
el helicóptero de Nixon se elevó desde South
Lawn por última vez. Sentimos un cosquilleo
al pensar: tu oficina, fuera,
tus secretarias, fuera,
tus almuerzos con tres bourbons dobles,
tus lapiceras, tus resmas de papel. ¿Te sacarían tus
trajes también, aquellos oscuros
cadáveres colgados en tu placar, y las negras
narices de tus zapatos con sus grandes poros?
Ella nos había enseñado a aceptarlo, a odiarte y aceptarlo,
hasta que empujamos con ella por tu
aniquilación, Padre. Ahora
paso ante vagabundos en las puertas, las blancas
babosas de sus cuerpos relucen a través de los rasgones
de sus trajes de limo, las sucias
aletas de sus manos, el fuego
submarino de sus ojos, barcos hundidos
con sus luces encendidas, y me pregunto
quién los aguantó y los aguantó en silencio,
hasta que entregaron todo, y no les dejó
más que eso.

~

49 ½

*

El primer largo mes, mientras espero y espero
me temo que estoy embarazada. El segundo largo mes
aparece un coágulo, corona de rubí
nido de reyezuelo. Bueno -ya está,
me oigo decir, con asombro desapasionado.
Por un momento, me imagino un vestuario
en una piscina al aire libre -paredes de bloques de cemento
y el olor a cloro- y no hay nadie allí,
no hay nada allí, ni una gorra de baño
ni una horquilla para el pelo. Terminó todo.
Está tan silencioso. Hay un brillo  tenue
como el brillo tenue de la verdad. Voy a morir.
Soy parte de una larga sucesión. No había querido
un bebé por años, pero había asumido
que podría tener uno en cualquier momento. Ahora estoy a salvo,
y noto el alivio en la falta. Y estoy anonadada,
el vacío concreto del cuarto
húmedo. No más óvulos. ¿Cómo puedo ser
yo misma sin óvulos? Y sin embargo
hay alguien aquí, todo el tiempo
había un espíritu aquí. ¡Oh, estoy trascendiendo la materia
y estoy todavía en la materia! Ha pasado tanto tiempo
desde que soy un ser como el que soy.
Cuando estaba en el útero, treinta
años de medias vidas enhebraban su rocío
en mis paredes internas. Ahora las gasté,
y sin embargo respiro, y retozo como si
no estuviera hecha solo para ser una sirvienta;
ahora la cadena de la utilidad se soltó
y voy a ser esa criatura escuálida,
ávida, levemente barbuda, más allá
de dar a luz, lo humano retirándose por el hilo más largo.

***
Sharon Olds (San Francisco, 1942)
Versiones de Jorge Aulicino e Inés Garland respectivamente

domingo, 30 de noviembre de 2025

ernesto carrión / de "revoluciones cubanas en marte"










I

Bien están los vivos entre los muertos.
Oliendo en cada segundo el futuro irremediable de sus cuerpos:
el hueso sumergido como séptimo gato.
Palpando la desposesión.
Y su plaga confinada a un sector del camino del que no habla nadie.
 
En la bulla de los ranchos extintos
y de las ciudades con sus rameras jugando al póker
sobre la capa amarilla de los presidentes.
 
Tiranos en hospicios criminales financiando la personalidad del hombre global.
 
Bien están los muertos y los vivos.
Los asesinos y sus víctimas aquí en la Tierra.
Todos entrelazados por el pecado y el brazo descuartizado del amor brillando
bajo el rabo de una luna hecha un canguro.
 
Allí saltando en la noche más triste de todas: la de tu muerte
 
Haciendo de ti un voluminoso bloque de hielo bajo el cielo plateado e irreal.
 
Haciéndote un géiser en la noche concreta
como ausencia firme de la luz.
Como la lesión de un tigre descomunal
que exhala entre las hojas venadas su punto de muerte.
 
Muriéndote, papá, con tus brazos estirados
sobre una mesa borrada dentro de un bar de locas.
 
Cayendo ante la botella
y viajando por el laberinto del alcohol
que graniza sobre tus labios el veneno.
 
Volviéndote irreal como el fugaz machetazo de los rezos
sobre el hierro encorvado de los relámpagos.
Irreal como la sonoridad de una rosa comunista
bajo los blancos lunares de la nieve.
 
Padre irreal sofocándose bajo el fragmento de un cielo corporativo proyectado
con potencia desde un rascacielos.
 
Bien están los muertos y los vivos.
Todos por igual revolcándose en los finos papeles de las comisarías, en los rotos
membretes de las leyes, en los coloridos testamentos bien manchados también, y
en los cheques fechados hacia el futuro.
 
Bien están todos ellos: irreales.
Todos ustedes: imbéciles y canallas.
Todos nosotros: geniales y claudicadores.
 
Todos irreales, pero congelados en un país de suplentes
viajando hacia la lámpara y el cenizal,
moviéndonos desde el cuerpo hacia el mercado.
Palpando el trapo ahorcado de un mismo dolor.
 
Con el pensamiento recorriéndonos la isla de la mente llena de burros.
 
Prefiriendo como tú -tirado en su fachada revolucionaria- la luz artificial a la luz
del sol. La luz artificial de las cantinas, de las salas de estar, de los burdeles, de
las pequeñas y grandes oficinas donde el licor rodaba como ratón ardiente,
venenoso, como hielo azulado de mano a mano, brincando impacientemente por
las barrigas de los abogados, los jueces, los asalariados, los presos, los guerrilleros,
los abandonados y cornudos, los blancos panaderos, los amigos
vendedores de flores, los poetas, los músicos, los mimos y los alguaciles.
 
Huyendo, papá.
 
Chupando siempre.
 
Viviendo en un país irreal ahogado en trampas, en falsas amistades y en hijos
irreconocibles como tiniebla matemática goteando a través de un lápiz sobre un
cuaderno tachado.
 
Padre irreal y Patria irreal
borrándose mutuamente dentro de un bar de locas.
 
Y en la bulla de los ranchos extintos y de las rameras.
 
 
V

Queda Mao Tse Tung en el abismo.
Blanco hace vibrar sobre su cresta un acordeón rural.
Y Marx abre su trompa de vaca malvada y muge.
Muge hasta que un ángel calvo es arrancado de su área de piedra.
 
Como dos fieras patean sus sepulturas bajo hojarasca glacial.
Rayando fetos como cebollas dentro de sus madres.
 
Y tú, que no comprendes la muerte, ni puedes hablar de ella,
estás en la muerte.
 
Padre irreal
Reclamando por la justicia social, la dignidad humana,
por el derecho al trabajo y a la vivienda.
Haciendo huelgas.
Pidiendo por todo el mundo, menos por ti.
 
Haciendo gotear tu mente en su deshielo.
 
Sin ninguna esposa de venas verdes como reptil ovalado
que pueda identificar tu cadáver.
 
Muriéndote bajo tus propios términos:
Reventado por el alcohol.
Domesticado por el frío que llena tu cuero de vidrio.
Devorando tus uñas con la mugre de los fósforos.
Perdiendo tus papeles y tus cigarros.
Haciendo chisme en la tela de una vagina
sin saber por qué, ni para qué.
 
Estúpido final para tu pequeño cuerpo fiestero
encerrado en un congelador
hundido entre un montón de botellas
formando un bloque de hielo
volviéndose pura escarcha dentro de un bar de locas.
 
Escondido dentro de ti.
Escondido dentro de mí.
Desapareciendo en un país borrado y sádico
que sangra en su plusvalía.
 
Dejando atrás la patria del cóndor silencioso ahogándose en una bañera
interrogado por felices moscas
mientras agoniza.
 
Adiós, padre irreal.
Mantén tu mano apoyada sobre tu corazón
solicitando la majestad del hombre libre.
 
Mantén tu mano firme sobre tu corazón
porque la violencia no está en la naturaleza de los hombres.
«La violencia fue siempre un gusano con nombre de hombre
atrapado tras el hábito de ser un hombre.»
Te cedo eso.
 
Mantén firme tu mano sobre tu corazón
como extendiendo un libro de arena
donde no hayan hierbas amargas ni abecedarios de oro
en bocas negras de muerte.
 
Mantén firme tu mano sobre tu corazón
bajo la hojarasca glacial de este país borrado.
 
Escondido dentro de ti, escondido dentro de mí,
interrogado por felices moscas frente al abismo.

***
Ernesto Carrión (Guayaquil, 1977)

sábado, 29 de noviembre de 2025

krystyna rodowska / dos poemas










Descubrimiento

*

Por fin sé pronunciar
las palabras recién descubiertas
con olor de eternidad:

te veo,
eres,
me hablas,
el aire confiesa tus formas

Es como si desde el fondo del océano
hubiese surgido la inesperada
tierra firme o quizás
un continente inundado

La vida se hace un misterio
cósmico de tu fluir,
y yo ?– su oculta
partícula.

~

Más cerca de la desnudez


Durante los ejercicios matinales
delante de la ventana abierta
en un volar o bajar los brazos,
de repente percibes el chasquido
de advertencia de tus propios huesos

Ya está, repites, sin defensas,
escuchando el sonido implacable
de un arma a punto de tirar

Sientes que el enemigo debe rodar por aquí,
camuflado ( hasta cuándo?) con astucia

Vino el turno de las cosas invisibles
Se dejan oír del fondo de tu cuerpo
dispuestas a levantarlo

***
Krystyna Rodowska (Leópolis, 1937)
Versión y reescritura de la autora respectivamente

viernes, 28 de noviembre de 2025

alejandra pizarnik / dos poemas













El despertar

*

                    A León Ostrov

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo

~

A la espera de la oscuridad

*

Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos

***
Alejandra Pizarnik (Avellaneda, 1936-Buenos Aires, 1972)

jueves, 27 de noviembre de 2025

anna maria ortese / plegaria








Déjenme huir
de este extraño país,
se lo ruego con las manos
juntas, déjenme
ir lejos..
    Donde la gente habla
de forma amable y serena,
donde nadie miente,
donde nadie tiembla.
    En Islandia, tal vez,
o donde comienza el Polo,
el frío terrible hace
que los hombres sean serenos y buenos..
    Donde hay sol no puedo,
no me siento capaz de estar,
y donde hay multitudes no quiero,
ya no puedo vivir.
    Todas estas máquinas atroces,
estas palabras amenazantes,
estas escenas de burla,
estas horcas en la plaza..
    Uno viendo cómo
muere el otro. Dante vio
estas cosas hace setecientos
años..
    ¿Era profeta o gran
cronista del futuro?

***
Anna Maria Ortese (Roma, 1914-Rapallo, 1998)
Versión de Nicolás López-Pérez

/

Preghiera

*

Fatemi fuggire
da questo paese strano,
ve ne prego con le mani
giunte, fatemi
andare lontano.
    Dove la gente parla
in modo buono e sereno,
dove nessuno mente,
dove nessuno trema.
    In Islanda, forse,
o dove comincia il Polo,
il freddo terribile rende
gli uomini sereni e buoni.
    Dove c’è il sole non posso,
non me la sento di stare,
e dove c’è folla non voglio,
non posso più abitare.
    Tutte queste macchine atroci,
queste parole di minaccia,
queste scene di beffa,
questi patiboli in piazza.
.    L’uno a vedere come
muore l’altro. Dante vide
queste cose settecento
anni fa.
    Era profeta, o grande
cronista del Futuro?

miércoles, 26 de noviembre de 2025

don cellini / dos poemas










Poema completo,
envuelvo metáforas

en hoja de plata, adjetivos
en niebla azul, verbos en

fuego blanco, los dejo
debajo de un roble.

Mañana vuelvo a doblar
y formar un poema nuevo

que envuelvo en seda,
y vello de cardo. La belleza

debe ser protegida
en tiempos de sequía

**


sentado o parado
caminando o esperando

ya no soy
quien era antes

hoy llevo agua
para los muertos

baile caprichoso
sombra efímera

de tus alas
después de tantos años

***
Don Cellini (Crestline, 1949)
Versiones al español por el propio autor

/

Poem complete,
I wrap metaphors

in silver foil, adjectives
in blue mist, verbs in

white fire, leave them
beneath an oak.

Tomorrow I refold
and shape a new poem,

which I wrap in silk,
and down of thistle. Beauty

must be protected
in times of drought.

**

sitting or standing
walking or waiting

I am no longer
who I was before

today I carry water
for the dead

capricious dance
ephemeral shadow

of your wings
after all these years

martes, 25 de noviembre de 2025

héctor hernández montecinos / un poema










La voz
la lengua viva que repasa mis oídos
es un cuerpo que escucha sus fisuras más internas
en la piel
que es la que resuena al tocar las palabras con el lápiz
las que producen un sonido
que en el papel se imprime
por lo que habría que leer como ciegos
 
crearle un mundo a mi dolor
porque con eso lo convierto en escritura
rodear a la herida de ficciones
para que también se ficcionalice
que la herida de mi yo
se contraponga al no yo y a todas las no heridas
y llegue de rebote a alguna verdad
como la de poder encontrarme con mi doble
 
imagino el miedo
cuando tengan que enfrentarse el autor y su homónimo
insertos en la obra
mientras ésta se rebela y rechaza a uno de los dos
convirtiéndolo en una ilusión que se deshace
ni dios ni el hombre ni el autor han muerto
sino que se han escondido en su propia creación
para permanecer fuera de sí
y poder existir para siempre

***
Héctor Hernández Montecinos (Santiago de Chile, 1979)
Fotografía de Nicolás López-Pérez

lunes, 24 de noviembre de 2025

adam zagajewski / dos poemas













Oda a la suavidad

*

Los amaneceres son ciegos como gatitos.
Las uñas crecen confiadamente, aún
saben qué tocarán. Suaves
son los sueños y la ternura como niebla
suspendida sobre nosotros, igual que la campana de Segismundo
antes que el frío la abrazase.

~

Tierra del Fuego

*

Tú, que ves nuestras casas por la noche
y las finas paredes de nuestras conciencias,
tú, que oyes el zumbido de las máquinas
de coser de nuestras conversaciones,
sálvame, arráncame de este sueño,
de esta amnesia.

¿Por qué es la infancia, ¡oh, tesoros de aluminio,
oh, susurro de plomo, amenazante y bello,
la única fuente, la única añoranza!?
La vejez, posterior a la edad madura, ¿por qué
es un camino inacabable,
amarillo como si fuera el Sáhara?

Sabes muy bien que algunos días
incluso el deseo se vuelve seco,
y los labios al rezar se endurecen.

A veces la moneda del sol se vuelve mate
y la vida empequeñece hasta tal punto
que podría caber
en los guantes azules de una gitana 
que predice el pasado
de hasta siete generaciones.
 
Y es entonces cuando en un pueblo
del sur un charlatán
decide destruirte, a ti,
y a mí y a sí mismo.

Tú, que ves el blanco de nuestros ojos,
tú, que te escondes igual que un pinzón
en los serbales,
y en las cálidas medias de las nubes
como un halcón,
abre las repletas cajas de cantos,
abre la sangre que late en las aortas
de animales y piedras,
enciende las farolas en los negros jardines.
 
Innombrable, invisible, silencioso,
libérame de la anestesia,
llévame a la Tierra del Fuego,
llévame allí, donde los ríos
fluyen verticalmente, verticalmente fluyen
ríos horizontales.

***
Adam Zagajewski (Lvov, 1945-Cracovia, 2021)
Versiones de Elzbieta Bortkiewicz y Xavier Farrè respectivamente
Fotografía de Joyce van Belkom

domingo, 23 de noviembre de 2025

philippe soupault / hacia la noche













Es tarde
en la sombra y en el viento
un grito asciende con la noche
No espero a nadie
a nadie
ni siquiera a un recuerdo
Hace ya tiempo que pasó la hora
pero ese grito que lleva el viento
y empuja hacia adelante
viene de un lugar que está más allá
por encima del sueño
No espero a nadie
pero aquí está la noche
coronada por el fuego
de los ojos de todos los muertos
silenciosos
Y todo lo que debía desaparecer
todo lo perdido
hay que volver a encontrarlo
por encima del sueño
hacia la noche.

***
Philippe Soupault (Chaville, 1897-París, 1990)
Versión de Aldo Pellegrini

sábado, 22 de noviembre de 2025

nuala ní dhomhnaill / dos poemas









Vínculo

*

Si pongo mi mano sobre el refugio sagrado,
si levanto un puente sobre el río,
todo el trabajo de los artistas
se habrá venido abajo con la mañana.

Por la noche llega una barca río arriba
y a bordo una mujer de pie.
Una vela enciende sus ojos y en las manos
lleva dos remos.

Saca una baraja de cartas,
‘¿Jugamos a las prendas?’ pregunta
Jugamos y me gana una y otra vez
He aquí su triple amonestación:

No comerás dos veces en la misma casa
no dormirás dos noches bajo el mismo techo,
no amarás dos veces en la misma cama
hasta que la encuentre. Le pregunto dónde vive,

‘Si fuera oeste te diría este’ dice, ‘si fuera este entonces oeste’.
Se aleja en medio de rayos y centellas
dejándome encallada en la orilla.
Dos velas encendidas me acompañan.

Y dos remos. 

~

Hogar

*

Aquí os presento, más o menos, mi hogar,
el hogar que llena de gozo mi corazón.
En la sala de estar, se encuentra mi hermana Aoife
en cuclillas va juntando peniques
que se cayeron detrás del sofá y del piano,
los últimos legajos de la fortuna que despilfarró,
ella dice que el motivo de que se fuera tan rápido
es que aquello que atropas de espaldas al diablo
lo pierdes de nuevo bajo su barriga, qué le vamos a hacer.

En el baño está mi tío Donal
sumergido como un submarino en la bañera.
Se cree que con la cabeza bajo el agua
nunca nos daremos cuenta de que está ahí.
Me llevo bien con él, conozco toda la historia,
la razón por la que tiene miedo de las habladurías.
Cuando paso doy tres golpes en la puerta,
señal de ‘Todo despejado’.

En el salón, no hay fuego en la chimenea.
Toda la habitación está tomada por un gran árbol.
Sus raíces se extienden desde debajo de la uña del pie de mi hermano,
las ramas crecen atravesando el tejado y las vigas.
Dicen que es una maldición que le echó cierta muchacha
al forzarla él con sus manazas una vez,
hace siglos, en los cincuenta.
No deja de tomarse aspirinas para el dolor.

En el dormitorio principal, detrás de la cama de matrimonio,
hay un ropero grande con la puerta verde.
Detrás de él se encuentran dos niños medio tontos
que nunca salen, así haga sol o caigan chuzos.
Los guardan ahí dentro, como a los Bebés Peludos
que vivían arriba en Tralee.
Ninguno de nosotros sabe con certeza quién es la madre;
todos nosotros nos avergonzamos de que hayan nacido.

Abajo en el sótano encontrareis al bardo,
un primo carnal que siempre estuvo de los nervios.
No hacía más que arrancarse por ripios poéticos,
Y nos hubiera dejado sordos de no haberle amordazado.
Le pusimos la chaqueta de fuerza –
está hecho una furia demoníaca, en fin.
Cuando le da, se levanta y sube con nosotros
cualquiera diría que está viendo una cosa con cuernos arrastrando
una cadena.

En la habitación secreta que veis al final de las escaleras
hay una vieja que está siempre maldiciendo.
Nadie le hace ni caso, especialmente
cuando dice a gritos que es Caitlín Ní hUallachain.
Hablé con ella una vez cuando aún no estaba demasiado tocada
y me dijo que su verdadero nombre era Grace Poole.
No tengo la más remota idea de lo que estaba hablando
y si la tuviera, tampoco me atrevería a musitar su nombre en Irlanda.

Fuera en el tejado, habitante de un viejo baúl de embalaje,
está un viejo que se esconde de la multitud.
Tienes que cruzar el puente de tablillas para llegar a él
y no le gusta la gente que le viene con preguntas.
Dicen las malas lenguas que vive la vida alegre
con un harem de casi trescientas amantes.
Dicen las malas lenguas que mató a mi madre.
Dicen las malas lenguas que es mi abuelo. 

***
Nuala Ní Dhomhnaill (Lancashire, 1952)
Versiones de Mia Smyth y Rosana Herrero Martín

viernes, 21 de noviembre de 2025

rodrigo lira / grecia 907, 1975













De repente
no voy a aguantar más y emitiré un alarido
un alarido largo de varias horas
previamente —habrá que tomar precauciones—
habré electrificado mi balcón
cerrado la puerta con llave
(se me olvidaba que he de instalar una reja
en la ventana del baño)
sembrado mis paredes con amuletos fabricados
en noches de viernes a sábado
de tal manera que los tanques
queden atascados a varios cientos de metros de distancia
los pilotos de los jocker panthers
no puedan controlar sus lúpings y se estrellen
justamente encima de los camiones de soldados
que justamente habrán chocado con los tanques
que estarán atascados en el asfalto
que empezará a derretirse
a los pocos minutos
del alarido que emitiré cuando
no aguante más.

De repente
no voy a aguantar más:
ya no bastará con las pajas mías de cada noche
con los pitos nuestros de cada día
y cuando ya no basten los opiáceos
los sicofármacos
los tranquilizantes mayores o menores
las botellas de vino cerveza pisco o agua mineral.

Previamente
me habré mesado los cabellos y las barbas
las cejas, las axilas, los vellos pubianos
me habré dado largos baños de tina y extensas duchas
y cuando todo eso ya no baste
emitiré un largo y potente alarido.

Entonces
las ventanas del edificio Diego Portales
estallarán en varios miles de pedazos
llorarán las guaguas las monjas las doncellas y los ancianos
los profesores deberán suspender las clases
los teléfonos comunicarán con números equivocados
pero no importará porque nadie podrá hablar por teléfono:
mi alarido impedirá que se escuche
lo que tenga que decir la gente que llame desde Mendoza
desde Arica San Vicente de Taguatagua o desde las Antípodas
preguntando qué pasa
qué es ese zumbido extraño
que parece provenir desde Santiago de Chile
Y la gente que pasa por la calle Ahumada
tendrá que correr a refugiarse en los agujeros del Metro
Y los niños que cantan en las micros
cantarán más fuerte que nunca
quizá si por primera vez con alegría
al ver que las ventanas
primero se trizan
las trizaduras se extienden por las carrocerías de hojalata
y el techo cae sobre los pasajeros
sin causarles daño alguno y permitiéndoles respirar
pues mi alarido hará que el smog se disipe
es decir se concentre en las oficinas públicas
por donde entrará a través de las ventanas rotas
haciendo que todos los burócratas se vean compelidos
a elegir: o se asfixian
o saltan al vacío, pues
los ascensores se habrán atascado
y las cajas de las escaleras
actuarán como cajas de resonancia
al igual que las cajas de fósforos
al igual que las cajetillas de cigarrillos
al igual que los cajones de los escritorios
al igual que los ataúdes
despertando a los que hayan sido enterrados
por error del médico o por malas intenciones
haciendo que se sumen a mi alarido
mientras los perros aúllan y los jóvenes
huyen a las montañas
sin saber que mi alarido puede hacer brotar un volcán
en cualquiera de ellas
aunque probablemente el volcán brotará
en el Cerro San Cristóbal
haciendo que la estatua de la Virgen
salga disparada como un cohete
que se perderá majestuosamente entre las nubes
causando gran desconcierto entre los ángeles de la guarda
que habrán quedado cesantes a causa de las catástrofes
que se han anticipado
sólo en parte, pues serán innumerables
pues debe entenderse que los efectos de mi alarido serán multiplicados
en tanto que todos los locos se sumarán al alarido y tendré cómplices
provistos de algodón en abundancia para taparse las orejas y que harán
sonar todas las sirenas de incendio de la ciudad o por lo menos la mayor
parte mientras los repartidores de helado y gas licuado hacen sonar
sus balones y cencerros compulsivamente, al igual que los sacristanes
las campanillas y los bedeles de escuela las campanas, creyendo que ha
llegado el apocalipsis que alucinó Ioannis en Patmos y la Semana de la
Primavera, respectivamente, pues me olvidaba advertir que el alarido ese
será en primavera, ya que el Invierno que estamos viviendo está bastante
helado y tengo la garganta
pa-la-cagá.

***
Rodrigo Lira (Santiago de Chile, 1949-1981)

jueves, 20 de noviembre de 2025

emmy hennings / un sueño













Estamos acostados sobre un lago profundo
Y no sabemos nada del mal y la pena.
Nos sostenemos abrazados
Y hay nenúfares alrededor.
No ansiamos, deseamos ni queremos nada más.
No tenemos ninguna necesidad.
Querido, pero algo me falta,
Un deseo, todavía lo tengo:
el anhelo del anhelo.

***
Emmy Hennings (Flensburgo, 1885, Sorengo, 1948) 
Versión de Silvana Franzetti

/

Ein Traum

*

Wir liegen in einem tiefen See
Und wissen nichts von Leid und Weh.
Wir halten uns umfangen
Und Wasserrosen rings umher.
Wir streben und wünschen und wollen nichts mehr.
Wir haben kein Verlangen.
Geliebter, etwas fehlt mir doch,
Einen Wunsch, den hab ich noch:
Die Sehnsucht nach der Sehnsucht.

miércoles, 19 de noviembre de 2025

almafuerte / piu avanti













No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora…
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

***
Almafuerte (San Justo, 1854-La Plata, 1917)

martes, 18 de noviembre de 2025

bohumil hrabal / 20.30 h









Un candado en la boca y un buen kitsch en la cara,
la sombra suele decorar paredes de pequeñas ciudades; mi máquina de escribir, mi duende y yo aquí nos recobramos
y consigo mismo habla mi deseo,

sobre quién soy y si no soy un invitado que rompió su imagen y se tragó la llave.
Un invitado que ha visto la risa y huye y se aleja, y tras él se hunde la ciudad y el puente se rompe.

Solo por el monstruoso sueño acudo aquí,
por una cuestión en la que ya no hay mundo ni yo, donde solo una máquina dibuja en el pavimento

y la columna de la peste dibuja un carrusel… No te sorprendas, amor, si me voy. Sé por qué
la llave del manicomio cuelga de la repisa de Kladno.

***
Bohumil Hrabal (Brno, 1914-Praga, 1997)
Versión de Monika Zgustová

lunes, 17 de noviembre de 2025

bhanu kapil / tres poemas










Cómo lavar un corazón:
sácatelo.
¿De animal o de hielo?
La pregunta desde la curaduría revela
el estilo con que se ejerce el poder.
Si todo poder implica un vínculo,
aquí estamos entonces,
en ese momento en el que incluso si algo
va mal,
es así como debería ir.
Tu trabajo consiste en entender
la respuesta que vaya a suscitar.
Qué placer da pasar tiempo
fuera de la casa.
No nos traslada a ningún sitio
excepto al comienzo:
a sumergir mis brazos
dentro del hielo rojo
que se derrite
en la caja.

~

Monorracial, terminamos
en un lugar sin
categorías raciales diferenciadas.
Nuestro pelo
dejó de parecer nuestro pelo
y ya no importaba el tiempo
que lo peináramos
con leche.
Los mensajes que recibíamos
eran los siguientes:
eres un objeto sexual, tengo derecho
a sexualizarte.
No eres un individuo.
Estás aquí
para mi diversión.
Te quejas demasiado.
Tu identidad sexual no
importa.
La forma en que hablas de lo que te pasó
es una representación catastrófica.
Feliz navidad,
cerdita.

~

No deseo embellecer nuestro trauma colectivo.
A veces pensaba que tu fulgor sexual residía
en la capacidad que tenías para decir,
sin importar las circunstancias externas:
«Aquí estoy».
Desde este lugar, sólo por momentos te importó
una mierda
el futuro.
Cada día descubrías lo que era la felicidad.
Como vuestra invitada, me entrené
para embellecer
nuestro trauma colectivo.
Cuando por fin anocheció, me giré con un suspiro
hacia la oscuridad.
Voy a plantar un pino,
murmuraste
mientras me dabas un beso
de buenas noches.
Celebra un funeral por la imaginación,
pensé.

***
Bhanu Kapil (Londres, 1968)
Versiones de Carlos Bueno Vera