viernes, 20 de marzo de 2020

victoria guerrero peirano / berlín













Nadie me podrá decir si esta es la música que nos espera
Oh hijo mío
La noche avanza como una ola amenazante desde la otra costa

Y ya no sé cómo amarte
Tu pureza hiere mis oídos

Hoy quisiera llevarte a caminar
Bajo el fuego brillante de los cazabombarderos

Y enseñarte el mapa de una ciudad dormida
El aroma del pan popular
Y la justa limpieza del miserable

No llores hijo
Esta noche no se anuncia para la tristeza
Las mañanas pueden ser
Y son —aun hoy para mí— más apáticas y frías
que las noches llenas de muertos
No te preocupes algunos primeros mundos son así
Lo limpian todo hasta dejarlo brillante de aburrimiento

Nosotros no somos mejores
Agachamos la cabeza por cualquier sobra
Y luego nos reímos
Locos de vergüenza y resignación

Llega el primer cañonazo
El primer ser alado viene desde los cielos negros/grises por las mañanas
Da vueltas gira se contorsiona pero conoce su blanco
Míralo
Mira ese espectáculo
La destreza acrobática de los Asesinos
se luce en todo su esplendor

Y tú y yo estamos aquí parados bajo esas luces artificiales
Invocando un amor no correspondido
Alarmados por el ayer
Corremos en dirección contraria y nos damos contra las puertas a cada instante

Basta de jugar a las escondidillas
Hijo mío
Silba tu música alta y fuerte
Aletea sobre estas naves de mal agüero
Canta con el wamani batiendo sobre tus espaldas amplias y vigorosas
Usa la cinta roja en tu muñeca derecha
para que ningún infeliz te ojee

Y observa la ciudad otra vez

Los televisores encendidos horas tras horas
Relampagueando sobre los rostros de los que están por morir
Hijo
El Amor es algo que desconozco
O que me desconoce

Por eso no entiendo mis pupilas sumergidas
cada vez que escucho tu voz melodiosa y chillona
en el teléfono
Debe ser este paso infame del día a la noche/la diferencia horaria —que le dicen

Todo este
Boom
Boom
Boom
Que viene de arriba
Toda esta música que no nos deja oírnos
Y todo ese cielo que se quiebra lentamente y deja a las estrellas solas
Como tu padre nos dejó a nosotros
Ya hace buen tiempo

Sobre esos aros de una blancura invisible
Se escribió un poema
Se celebró un matrimonio
Se fundó una ciudad

Pero antes hemos debido llorar por su caída por su derrota tristísima contra los nuevos tiempos

Hijo mío
El amor ya no es una cosa de esta era
Viene una bomba y lo destruye
Y los chispazos que antes sirvieron para encenderlo
Ahora lo calcinan y queda más feo y chamuscado que nunca

Pero no he querido distraerte con este falsete de mujer herida
Ahora más que nunca debes estar atento
A todo lo que viene de arriba

Si se atraviesa un segundo cañonazo
Lo más probable es que tengas que correr hacia un lugar seguro
Más yo te digo que nadie está libre
De esa gente infame que canta mientras toma un baño de ducha
Y envía bombardas contra el mundo

Tú has de cantar más alto
Aunque en ello se te vaya la vida
Tú no has de agachar la cabeza
Tú más Vallejo que Vallejo en el congreso antifascista
aplacarás el viento de la Muerte contra las ventanas
Habrás de fundar un tiempo nuevo
En el que el Amor de los amores prevalezca
sobre cualquier noche oscuramente

Olvidada

Y el daño desaparezca

Entonces
todo estará mejor
todo estará mucho mejor

***
Victoria Guerrero Peirano (Lima, 1971)

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