miércoles, 31 de octubre de 2018

timo berger / dos poemas










Jardín Botánico

*

Nada de loros estridentes ni de salvajes
desnudos, las primeras imágenes de la ciudad
a orillas del río de enero aparecen con un dejo
de rojo: Giselle y su auto

Pasión: un escarabajo de color huevo lleva
la nouvelle vague con un zumbido afónico
por las curvas: ningún taxi-boy
va a ensuciar este vehículo

Contra el espejo retrovisor golpetea Elvis
The King, de ebonita, una promesa
de sexo, mientras tanto, detrás de nosotros,
se baja una barrera de lacre blanco

El primer círculo de seguridad, vivimos
dice Giselle, en el lado acreedor
de la ciudad, que, abajo en los valles,
cada noche asalta la noche

~~~

Eterna constelación de pocos segundos

*

En el carril de giro hacia The Girl from Ipanema
aúlla una cuatro por cuatro, los altoparlantes a todo volumen

Una coma puede resultar gatillo
En el terreno, sin garantía, se reparten

caramelos. En la secuencia del semáforo un billete
de lotería para viajar hacia la felicidad de los segundos congelados

En el rabillo del ojo, estático, un avisador de movimientos: la ciudad
es como champán, se sube rápido a la cabeza

Delante de nosotros, en el tránsito taconeante
un motoquero, de casco y arnés livianos

Su remera habla hijo de ricos igual playboy
hijo de pobres igual motoboy

***
Timo Berger (Stuttgart, 1974)
Versiones de Cecilia Pavón

/

Botanischer Garten

Kein Papageienspött, kein nackter / Wilder, die ersten Bilder von der Stadt / am Januarfluss stellen sich mit leichtem / Rotstich ein: Giselle und ihre Auto // Liebe: ein landeifarbener Käfer trägt / die Nouvelle Vague heiser schnurrend / durch die Kurven: in dieses Gefährt / macht mir kein Taxi-Boy Flecken // Gegen den Rückspiegel klatscht Elvis / The King, aus Hartgummi, ein Sex / Versprechen, während sich hinter uns / eine weiß gelackte Schranke senkt // Der erste Sicherheitsring, wir leben / sagt Giselle, auf der Habenseite der Stadt, die unten in den Tälern / jede Nacht die Nacht überfällt

~

Ewige Konstellation weniger Sekunden

Auf der Abbiegespur nach The Girl from Ipanema / bellt ein Jeep, die Boxen am Anschlag // Ein Komma kann ein Abzug sein / im Gelände, ungesichert, wird Kandis // Verteilt, über die Ampelphase ein Lotto / Fahrschein ins Glück für gefrorene Sekunden // Im Augenwinkel fest, Bewegungsmelder: Die Stadt / wie Champagner, steigt schnell zu Kopf // Vor uns im zeitweilig stöckelnden Verkehr ein Motorrad / Kurier, leicht behelmt und beharnischt // Sein Hemd weiß Reichensöhnchen Playboy / Sohn aus armen Hause Motoboy

martes, 30 de octubre de 2018

jacques vaché / blanca acetileno


26 noviembre 18

¡Blanca acetileno!

 ¡Todos ustedes! — Mis bellos whiskys — Mi horrible mezcla fluida y amarilla — Frasco de farmacia — Mi chartreuse verde — Citrino — Rosa emocionada de Cártamo.

¡Humeante!


Angostura — Nuez vomitiva y la incertidumbre de los jarabes — Soy un mosaiquista.

… “Say, Walter — you are a damn’ fraud, you are”. Veo el absceso sangrante de su  almeja; su ojo ahogado me mira como una pieza anatómica; el cantinero puede ser que también me mire, bolsas bajo los globos oculares, ladera la irisada, en mantel, dentro del arco iris.

OR

El hombre con cabeza de pescado muerto deja toma su cigarro mojado. ¡Su chaleco escocés!

El oficial ornado de cruz — la mujer blanda polvosa blanca bosteza, bosteza, y chupa una loción capilar — (así es por el amor.).

“sus criaturas danzan durante nueve horas, monsieur”.— como su dedo está grasiento (así es por el erotismo, vea usted)

Alcoholes que serpenteantes, azuleantes, somnolientos, descendentes, rodantes, apagantes.

¡Flameado!

¡¡MI APOPLEJÍA!!


N.B. Las leyes, de todos modos, se oponen al homicidio voluntario.

***
Jacques Vaché (Lorient, 1895-Nantes, 1919)
Versión de Mario Bojórquez

Fuente

lunes, 29 de octubre de 2018

washington cucurto / de "residencia en la tierra cucurtiana"









Wolfgang Berger cumple 60 años

*

Amigo lejano como son el ciervo y el hombre malo.
Lejanos pero viven en nosotros,
en nuestras mentes y costumbres,
¿qué hombre de bien, no tiene un pensamiento
para el ladrón, el ciervo en el bosque y la ardilla voladora?
Wolfgang, para mí tenés algo de Goethe
(a ninguno de los dos los vi jamás ni en fotos),
y tenés algo de ciervo
y de amigo lejano,
vos, Wolfgang, te le adelantás a todos porque tenés
el don de ser padre,
el mentor de esta Idea genial
que pusiste a rodar en el mundo: mi amigo Timo,
mi compañero confidente, que comprende todo lo
que me pasa en mi piel de hombre huraño.
Su nombre de guerra es Timolín.
Querido Wolfgang, no te conozco y te quiero, como podemos
querer a Maradona o a Ernesto Guevara.
Queremos más allá del bien y del mal,
y de la lógica y de los libros de los médicos.

Yo sé mucho de hijos, Wolfgang,
también tengo un varón.
Su nombre de guerra es Baltu.
Y mucho tiene de tu Timo.
Con semejante lujo, con tal atrevimiento,
amigo Wolfgang, estás a la altura de Goethe
y del reconstructor de Stuttgart.
Pues, que otra cosa puede esperar un hombre de la vida
que un hijo.
Su nombre de guerra es Timolín.
Su nombre de guerra es Baltu.
En ambos brilla la mirada de un indio.

Hoy cumplís 60 años, son muchos, pero no tantos.
“Toda una vida”, diría un viejo vizcacha.
Al final de este poema voy a hablarte
como a un amigo viejo, o a un hijo desfachatado
que quiere soltarse por la vida de mochilero.
“Respirá hondo y no cantes victoria, todavía te
quedan 60 años mas”.

~~~

La fotocopiadora

*

Mañana cuando me muera
dejaré de ser negro
y al ratito (por sobre mi negritud)
volveré al mundo convertido
en una fotocopiadora.
¡Mas, atentos!
¡Nada de Xerox, Canon o Nashuas!
¡Sólo la locura japonesa
puede ponerle nombres de
pájaros a las máquinas!
Seré una máquina copiadora
y volaré como un pájaro.
Copiaré al mundo entero,
soltaré eructando por la boca
y cagando ¡si es necesario!
copias y copias, a todos
y a todas los inmortalizaré
en una copia.
¡Copias y copias!
soltando todo por la boca y el cuero
y llevarme al mundo entero
en una risa de copiero.
En arte y literatura
soy una fotocopiadora;
eso es mi vida: copia
de otra anterior de mejor calidad.
¡Todo es de mejor calidad que la vida de uno!
Yo solo quiero invitar a la palabra
que el lenguaje no sea
carriles de insultos en la boca
de las personas.

¡Que el lenguaje sea una flor como Paquita
espiando subida al muro!

¡Que el lenguaje sea novia no inabordable
porque no tenés coche!

~~~

Inundación

*

Voy a Quilmes a ver a mi padre que se inundó,
increíble, el gran incendiario del demonio, inundado.
“Estamos con el agua hasta el cogote, guacho”,
me grita mi hermano en el teléfono, exagerado.
Este poema debería llamarse:
“El gran vendedor ambulante bajo las aguas”.
Amigos, así es la vida, de pronto arremete y nos deja sin nada
y, como si nada, continúa.
Todo sigue y yo mas viejo.
Baltazar, un hombrecito de cinco años, ya me reprocha cosas...
Morena, su hermana, (mi hija querida, a la cual salvaré del
papelón de la vida moderna no escribiéndole jamás un verso)
ya camina y pronto me llenará de reproches...
Amigos, así es la vida, este planisferio de Taiwán en el que
sucede nuestra existencia.
2007. ¡Cuántos años pasaron desde mi nacimiento!
Y la vida sigue, de nada sirve lamentarse,
sobre nuestra tumba crecerán las margaritas que se manducará el yobaca de un botellero.
Trabajando como burros, volviéndonos locos,
pasan los años y cuando queremos acordarnos
llega el día: en el que algo sucede,
dejamos de vivir la vida mediática, ya no fumamos
nuestro cigarrillo 7m, el de los obreros de Jujuy,
por un momento no pensamos en nuestro trabajo
ni en nuestros hijos, estamos dentro del break,
del día del quiebre de nuestras vidas.
¡Ese día del parate nos llega a todos!
Llega el día en el que el rufián del Once se inunda,
el fantástico incendiario de conjetural sonrisa,
pero ya no nos importa que el gran vendedor ambulante
o todos en Florencio Varela estén bajo el agua..
La palabra es que ya no nos importa nada.
Podrían venir los estadounidenses, saquear todo,
matar a todos y no nos importaría, nuestra exclusiva
y cínica vida moderna seguiría como ahora, iríamos igual
entre cadáveres al supermercado, al kiosco, a llevar
a los jueguitos electrónicos a nuestros críos.
Todo sucede afuera pero nada nos afecta, nada
sucede dentro de nuestras cuatro paredes.
Podrían ponernos una bomba en el culo
y todo seguiría igual.
La palabra es que nada nos importa.
Mas, aún así y a pesar de todo, llega el día
en que las cosas se caen de la mesa,
sucede aquello que es demasiado.
El break renace en nuestro interior,
mas no en la vida, la vida no, amigos,
la vida  no es metaforizable, y continúa....
Y como prueba: el vendedor máximo de chucherías
del Once, como máxima, se inunda.

~~~

Mamífero Vega

*

Desde ahora en las plazas, en las calles y en sus respectivos
cables de tendido eléctrico -en especial, la calle Perón-
en las estaciones funerales de humo, o en los solitarios
malecones que soportan la calentura del mar.
A partir de ahora, en este preciso y consuetudinario momento esta palabra me parece que no va
podemos decir que Nicolás Vega ha decidido tomar
el tren de los hechos fortuitos
que agotan el caldo de la vida, ¡se murió!

Desde ahora, en que los días se ennegrecen en serio,
en estas épocas conmocionadas de bapren
lo veo ascender por encima de los carteles electrónicos de Once,
pero es una imagen, una aparición que se agota en sí misma.
¡Al mundo de los muertos, Mamífero Vega!

Cae su bolso de tela de avión de vendedor ambulante,
lleno de medias y slips de Slim Center
y lo calzo en mi hombro abatido y salgo de ambulante.

Lo veo apagarse en sí mismo como la antorcha
de un zeppelin en un atardecer de las Rocallosas.
Son plomas las pasiones y los sentimientos
y no puedo evitar llorarlo, sentirme mal, una cucaracha en el piso.


Pd: Muchos creen que tengo un rollo con mi padre. Pero no. Es personaje.
Al igual que yo, personaje. El rollo es siempre conmigo mismo.

~~~

Leónidas Carlos Lamborghini

*

Ayer murió Leónidas Lamborghini
no sé si salió en el Diario,
me llamó Santiago
y me dijo: “Cucu, tildó el Lambo”.
¿O fue un mensajito de texto, en verdad?
No importa. Lo que sí sé aunque
no venga al caso, es que el poeta
Martín Rodríguez, mandó un mail
escueto sin contenido, solo el asunto:
“Murió la madre de Alejandro Rubio”.
Eso fue todo y eso es todo.
Me acuerdo que la noche que murió Mangieri
Fabi me llamó y me tiró mala onda.
Me preguntó si iba a ir al velorio y le
dije que no soportaba los velorios.
“Con todo lo que hizo por vos y no querés
ir al velorio”.
Estuve mal y estuvo mal.
Pero, ¿qué voy a ir a hacer a un velorio?
A José Luis prefiero recordarlo lleno de vida
con el maletín lleno de libros por el trocen
de la ciudad.
-“Negrito, tomá, tenés que leerte este libro”.
Mientras escribo esto está muriéndose Abundio
el pizzero de la pizzería de al lado de la cartonería
¡Qué tipo sensacional!
Me dicen los vecinos: “¿vas a hacer algo?”
¡Qué quieren que haga…!
Al final lo velamos en la cartonería.
Murió mi padre, murió Cassius Clay, murió George Perec; una línea
Gregory Corso murió en Roma.
Un día morirá Juan Gelman y Juanita Bignozzi,
Y yo y mis hijos y todos. No importará, por supuesto.
Es una obviedad lo que digo. Es increíble que la
muerte sea una obviedad…
Mi vieja me llama y me dice (ella no morirá nunca):
-“¡Devolveme la olla que te presté!”.

***
Washington Cucurto (Quilmes, 1971) Residencia en la tierra cucurtiana. Santiago de Chile: Ediciones Litost, 2018.

domingo, 28 de octubre de 2018

enrique verástegui / de "splendor"













Apariciones en un panel de computador

I Poeta atrapando una muchacha

Tu rostro agresivamente sereno
gruñe ahora en la tarde y caminas
por estas calles, altivo y sereno, bello como un abedul.
Tus ojos son machetes que arrasan a la podredumbre que odias.
Tus pasos patean a lo que se opone a tu rumbo.
Desde un lugar perdido en el parque observas derrumbarse un
                atardecer en la ciudad. Todo
—cielo enrojecido tras moles verduzcas— te es atractivo
y vuelas, una muchacha como dulce acordeón en tus manos
se desliza en la yerba y ahora
ella te escucha y se desnuda –lecho de yerba—
                                  para ser amada por un leopardo.

II El instinto aún se entromete

Todo cuerpo enloquece bajo la mano que dibuja su más secreta
            verdad:
la mente se rebela contra su corazón, el instinto
aún se entromete como el buen gusto en el computador que
             programo.
Páginas, mariposas, azucenas son el cuerpo que permanece.
¿El cuerpo que ama no se metamorfosea en la mariposa que unas
             manos atrapan?
Una muchacha se escapa del lienzo donde Chagall me plasmó
            como un ángel tocando un dulce laúd
y se encuentra conmigo sobre la banca de un parque. Su belleza será este poema. Su inteligencia
un florero como un ángel que vuela escondido en sus ojos.
Sus labios son mi fruta, su cuerpo
una mariposa que vuela detrás del vidrio de mi computador.
Si la lógica no se pareciera a la vida que cambia entonces
             sabríamos que:
a) la mariposa de tu cuerpo es una falacia,
b) tus pechos como fruta una inducción incoherente,
c) el ángel que alumbra tus ojos una proposición tan poco lógica como el slip
             de un verano al que desnudas.
Sin embargo una lógica no es tan incomprensible como la vida.
Tu cuerpo que atrapo como a una mariposa en mis manos es un
             trago de gin.
Suena ahora Alban Berg en la radio pero yo prefiero no colgar el teléfono para no perder tu voz.
Tengo a Chagall en un libro pero mi laúd
me hace pensar en tu cuerpo. Una mente irreal
como un cuadro inexistente es tristeza ligeramente sombría:
tu cuerpo es tan real como el poema que te sueña
pero no esta época perdida como un desperdicio donde un delicado rasguño en tus muslos
es toda esta angustia – el poema como garra asiéndote por la
             cintura – y esta belleza, muchacha lentamente
atrapada como una mariposa que yo me atrevía a soltar en un panel.

III Aparece ahora el Paraíso

Haber abandonado a la soledad no es tan absurdo como no haber desconocido a tu presente.
Abrir a Stendhal recuerda días enloquecidamente felices, amores perdidos
tras el velo de manicomios olvidados.
Haber abandonado la soledad para encontrarse con una mujer
             imaginada como un Paraíso
                                                                          fue locura
pero no pérdida alguna de lucidez. No aparece aún el Paraíso
pero en un bar se encuentra al innoble perdido y sus ojos
             tristes después
de perderse en el primer bar donde se descubre parecido al
             tema buscado —la biografía
de los sueños deshechos en su propia biografía—
no son flores que pudieras cultivar deliciosamente.
Rebelarse contra este tiempo es complejo,
la eternidad son principios inconmovibles.
El puesto de punta de lanza izquierdo podrá ser eterno
pero del jugador sólo nos quedan sus jugadas bajo el cielo.
Yashin, la araña negra. Mané Garrincha. Gallardo.
Flores pálidas como el recuerdo de un amor en el aula de la
              universidad.
Chagall está enloquecido como una flor, el tiempo
como este poema son geranios delicados pero en vez de geranios debiera destrozar a lo que me hiere.
Esa segunda persona ahora es una hipótesis desechable.
Una tercera persona acabará destruyendo a tu propio yo
incluso antes que el lector se ilumine a leer tu último verso.
Aquel hombre ha envejecido como su obra, su mundo
no se produce tan a menudo como sus hijos salen a estudiar
             a Vallejo en el colegio. Muere un pasado
apenas empieza su cotidiana borrachera, aparece ahora
el Paraíso en los ojos de la mujer que contemplo.
Sus ojos tienen flores y deseo, sus pezones son gotas de rocío en mis labios. “El tiempo nos destruye”
—dice aquel hombrecito—. Todo el tiempo se hacen cosas también:
        una época puede nacer con un poema,
todo este mundo terminar con su incomprensión.

~

Amanecer en San Valentín

I

Te he preferido al dulzor de la noche
esta noche en diciembre, un viento ligeramente helado
y hermoso como un Concerto para címbalo de Durante acaricia
             tu inaccecible tristeza
                     y yo me acerco a ti
para hacerte girar y envolverte en mis brazos como a una triste chiquilla
          desprotegida en la noche.
Y te he preferido a la noche esta noche larguísima
como tu vida, triste como tus ojos posándose en mí ahora que
           elevas tu copa-sonrisa levísima
Como un entreabrirse de flores al sol— para brindar
por todo lo mucho, o poco, que yo he podido ofrecerte
y cruzando este punto en que la primavera se ha tornado verano
          tu palabra adorada
me transfiere a un instante posible y tranquilo,
cuerpo entreabriéndose para eternizarse
          bajo mi cuerpo que te recibe.
Dulce y perfecto como he imaginado tu vida te he conducido a
          mí para abrevar
en mis labios, y te he levantado por encima de la noche de
            Lima
y el tiempo que pasa y no vuelve
                       es esta casa
                     a donde hemos vuelto a danzar
                     como con Nietzsche sobre campos de heno,
                    verdad en un tiempo aún irrealizado
                     y lejano.

¿Qué hay más allá del pasado, qué aquí en tu cintura serenamente batiéndose
como ramas de belleza en mis manos?

El Concerto se agota como este trago en diciembre,
trazamos un arco sobre el arco intranquilo de la noche donde
           pasión y locura
y este milagro de vernos caminar por sobre una ciudad obstinada
            en florear
desde sus maceteros colgados nos restituye a la luz,
a esta verdad que yo he puesto en tus labios ahora.
Y te he llevado, girasol en mis manos, a dar
tres vueltas elípticas en torno a ti misma en un ruedo del
           Rímac, un trago entrelazado
a tu nombre en la noche de la victoria, o Magdalena
                                  donde contemplar este mar
(que es helado y tiene una orquesta iluminada bajo sus aguas
             tranquilas y dulces).
Pero te he preferido al dulzor de la noche
esta noche en diciembre y tus labios en “Bertolotto” eran ciruelas
             dulcísimas
bajo este ardor de labios que te mordían.
Y girando a una vuelta de ti, y apretado a ti, te he visto
             sonreír levemente, dirigirte
conmigo sobre una esquina solitaria en diciembre en que eras
             tranquilidad para ti
                           y silencio,
todo el tiempo del mundo perdido sin ti.

II

Hoy es atardecer en San Valentín lleno de música de nogales y
             coro de Angelus que me van
suavemente estrujando a tu mirada profunda
                        y tranquila como azucenas.
Emancipación con Rufino Torrico —trazo de un ángulo perfecto
             para un parquecito
donde Leo y Tauro encontraron su verdadero zodiaco—
                                convergen
                        en este cuadro de ojos,
cabellos largos como alfalfa llena de lilas
y mis manos acariciando la curva de tus hombros dulces como
           duraznos, o flores violetas,
brotan en ti (toma primera
de un fotógrafo ambulante) y se deslizan hasta tus pechos dulcísimos,
          tus labios
(toma siguiente en una banquita perdida)
como suaves corolas hambrientas se abren dejándome
entrelazar mi lengua a tu lengua durante un instante que tiene
          todo el sabor
de estos primeros años de enamorados
y el fotógrafo ambulante te ha paseado ahora por una Avenida
          de olmos y flores y gente apurada
mientras yo, recogiendo flores pisoteadas,
te contemplo en mi carne
                           y he recuperado tu sonrisa, bellísima
— ¿me das y te enciendo un cigarrillo?—
                          una noche en el “Mochica”
todavía yerba e imprevisible como yo que te hablo, gotas de
          garúa por encima
de las copas, probando que mi tesis
—un último anarquista y una conciencia estética
como nunca la tuvo este país sólo eras tú misma cuando quedas
          como flor de pureza
en mi papel— de una escritura perfectamente
lúcida puede ser esta sonrisa en plena tarde que me retiene como tu propia
          belleza
a la belleza que yo te presento en estos versos:
una conciencia estética sólo puede transformarte en flor agresiva
         y su diferencia
al presente es un mundo aún poco consciente de sí.
No tuvimos diferencias, y el mundo que nos golpeó
hizo que nuestras vidas se estrecharan, .
se comprendieran más de lo que ya se habían comprendido,
una perfecta conjunción sobre este cielo
         donde yo habré desabotonado tu blusa adorada
para acariciarte aquí bajo los faroles de San Marcelo.


III

Saboreé largamente el dulzor de tus labios entreabiertos
y en tu cuerpo como un mar donde cuerpo y mar, mar y toda mi tristeza
se envolvían y distendían suavemente encontré calor,
y caricia, comprensión, palabras tranquilas que salen de una esposa que
         luego ya
de todos estos años termina por comprender finalmente mi propia
                      locura: esta vida
como una obra de música es nuestra propia belleza
y belleza, lucidez que destruye las circunstancias
de su propio mundo hostil es el mejor invento,
y el experimento, la metáfora, el símbolo transformando miseria
           en belleza
                                sobre esta tierra.
El mundo vale por esto: poemas, clases, cuadros tuyos
o míos, y lo otro como quedarse sin trabajo y desesperadamente
            a veces
tratando de ganarse la vida escribiendo tesis eruditas para un
            estudiante obtuso,
o demasiado poco ocupado en cosas como política, o arte,
estos últimos adelantos de la mecánica cuántica, no
existirían sin el sentido de lo que cultivas tan asiduamente
como todo arte admirable en un mundo aún inmaduro para comprendernos.
             Todo esto
es la vida, sin embargo, y el amor
                      es lo que se sobrepone a ti misma,
o en nosotros, antepuestos a un mundo incomprensible y dormido.
El marrón y el lila, toques discretos
y elegantemente combinados a tu cabellera castaña cuando te
           vistes, como ahora,
para pasear en San Marcelo tienen
la propia yerba de estas palabras que muerdes
en un fondo verde y revuelto. Esta callecita
que se pierde como un sendero con hojas crujiendo a nuestro paso
           por entre el parque
de la Exposición, más allá del Museo de Arte,
y con una bellísima fuente llena de faunos y mujeres desnudas
               en cuyos bordes hemos venido
a besarnos tiene un misterio de poesía sólo percibido por nosotros.
Conversábamos de todo esto y lo duro que es vivir
en este tiempo donde sólo el amor es un milagro capaz de sostener
               nuestro mundo
y pienso que la cuestión de pareja es sal en las legumbres del día.
               Sal,
no condimento, ni mucho menos hojarasca
para entrever mejor el sentido actual del futuro
( y no sólo el pasado). Sin embargo en ti mismo está,
como en un jardín que ha empezado a florecer, tu propia liberación
y tu tranquila capacidad para realizar
a esta necesidad no sólo del cuerpo —libre cuando se une a otro cuerpo
en la noche bajo el deseo— que, además, moldea
bellamente a su época como una arquitectura de vidrio sobre columnas de acero,
allí estás tú, y allí estamos, flor en las manos,
este libro como un amor que nos ha liberado
a ti y a mi de aquello que vuelve a caer
como hoja marchita
                                en el fondo del estanque
donde nos abrazamos.
¿Qué más podré agregar a esta cuestión en que una liberación
            sólo puede provenir
de ti misma, y en donde tú misma debes entenderte como centro
            de un universo
complementado a la obra en común, marido y mujer,
luchar por cosas aún posible y bellas?
Te he lanzado mis brazos a tu cintura para arrancarte del otoño,
            y tú juegas con mis cabellos encrespados
como con un racimo de uvas, estos versos
palpando tus caderas poderosísimas ahora en la madrugada de
            Lima cuando sabemos
que un colectivo nunca ha podido tener dos timones que partan
            en direcciones opuestas
y estas palabras son flores en tus dulces cabellos,
tus senos arden bajo mis labios, últimos compases
de un Concerto para címbalo donde esta madrugada,
                 mañana, antes, y siempre
habrá nacido como todo en nosotros mismos.

***
Enrique Verástegui (Lima, 1950-2018) Splendor. Epístemología y épica de la complejidad. Ciudad de México: Kodama Cartonera, 2013.

sábado, 27 de octubre de 2018

yanko gonzález cangas / de "alto volta"










que no quiere

“Que
no
quiere
morir
como
un
perro
nadie
quiere
morir
como
un
perro todo
ser
humano
merece
no
morir
como
un
perro
ha
vivido
como
cerdo
y
no
quiere
morir
como
un
perro”.

~~~

deja
a juan pablo gómez

constancia en carabineros. resuelve poniendo una constancia en carabineros. afecte lo que le afecte dice yo soy de los que pongo una constancia en carabineros. si sucede algo si me vulneran. si me molestan por el idioma. no, no. dejo constancia en carabineros. que no cuesta nada quedas tranquilo dice un trámite más un trámite menos. ilustra con su sobrina en pittsburgh con su vecino en lleida. sin abogados sin leguleyos poniendo constancia en carabineros. que si va a mayores. que si se pone negro. que a uno lo dejan en la frontera recomienda la debida constancia en carabineros. en su experiencia nunca hay cola. ni en matucana ni en países de todas partes. que se espera en la guardia que se solicita soy de afuera y vengo a instalar una constancia en carabineros. y que vale la pena te buscan pieza. piensa que se trata de tomarle el peso. después solo después buscar trabajo. vendiendo humo. pero devuelve. pero repite de no hacer tal. de no pasar. de no dejarse estar. de no estampar lo que decía de carabineros.

~~~

prácticamente

a esta china hay que subtitularla:



- y que Jano fue al madona
(don Alejandro fue al McDonald's)


- ligerito dan media culpa
(en unos momentos la televisión transmitirá el programa “Mea Culpa”)


- le tengo listas las tercianas
(acabo de finalizar la limpieza de las persianas)


- el caballero es un cerdo a la izquierda
(mi marido es un inútil)


- con el mínimo que dá ni pallá ni pacá
(con el sueldo que le pago no le alcanza para enviarle dinero a su familia ni para vivir aquí).

~~~

un perla

de cuidado te responde “así se habla” cuando lo insultas. pone caras cuando le relatas la muerte de tu madre y escupe el suelo que lustraste. dice haber leído los libros que te hurtaron y anticipa la muerte de tu perro después de una larga enfermedad. se ufana que intercede por ti que no deja de interceder por ti que nunca dejará de interceder por ti para que no te den doble carga laboral. y escribe un oficio donde te acusa de perder el tiempo organizando “campañas del sobre” fraudulentas. te invita un café para aclarar que confundió la z de tu nombre y que acusó al equivocado. jura que enmendará el error que hará justicia que quiere suicidarse. poco después rompe en risa entre tus pares detallando tu cara con su broma “espontánea”. te pide tiempo. y no deja de hablar de las distintas concepciones del tiempo. y de llamarse hernán soruco cardemil 

~~~

brr

Que cada vez se está más solo de cada lado de la cara . Crujen las patas del enchufe . Hacen llach al escupir dos cortes de energía . Y que no quieres ir a ningún recinto que quieres un perro . Pero no te atreves a escuchar ladridos . Que te recuerdan al interruptor de tu habitáculo . Ruaj-ruaj rascándote la ceja con una cucharita fría . Abres un párpado y ruegas que no coincida con el otro . Esa visión esa nube rala cuyo hedor te cose los testículos . Los quieres escuchar a todos leyendo poesía . Para seguir burlándote de ti que ya te bañas a menudo con sal . De mar Con sal de ahí con sal fatal . Con sal si tal pero No quieres . Nunca has querido soplar una pelusa del ombligo . Y terminarte el resto de sopa que te queda . Y el otro párpado coincide: es igual: La caja llena de libros y zapatos a Una Caja Llena de Libros y Zapatos . Es un esquirla una pestaña un peso . No te atreves no quieres ir al baño . Sólo quieres jugar un pac-man comiendo plastilina . Pero al frente un cuchillo un tenedor una cuchara . Brag-Brag-Brag-brag tú eres el mozo tú El invitado la cara del billete con que pagas El que baja las bebidas del camión el que lo conduce Tú el que imprime la guía de despacho. Te quieres ir Te quieres entrevistar para no oírte hablar más estupideces . Pararte en lo que puedes insistir es en pararte Zafarte de esa posición de feto delicado Destullirte Ejercitar el brazo largo tocando algunos timbres Pero no quieres te duelen los zapatos los cordones . No hacen los cordones como antes Como para amarrar el flujo y parar la sangre Es que tú eres el fabricante il miglior fabbro Y sólo esperas las doce de la noche para decirle a alguien Tengo Sueño Tengo hambre y está Larkin claro que está Larkin que te dice sólo los jóvenes son libres de estar solos y no te calza porque no eres un Dios Verbal eres un quiste viejo que se embute que se expande en tu lagrimal cansado Y debes salir del amnio pero no alcanzas . Ya no sabes estirar los dedos tienes las uñas rotas tienes la vida rota y el cuello desinflado Y quieres una succión de pena un raspe un gane Te molestan los enchufes de tres patas el color que da la llama en la cocina la distancia entre línea y línea en la baldosa las vueltas del cable del teléfono tu tobillo No miras No buscas en la cama el precipicio Sólo están tus piernas las migas y tus sábanas Te acomodan las migas duras en la espalda el olor que da tu pelo en la frazada . Te tienes arrinconado acurrucado en las aspas de una licuadora Esperando el hielo el agua el azúcar Esperando que llegue alguien y que la encienda Sólo quieres que la encienda Y te bata Y te beba y no frunza el ceño y te orine y hagas algo por ese avellano que se muere . Pero No . El enchufe . Son las patas del enchufe que no entran . No se Prende . Estás ahí entumido al interior de la juguera . brrr . frío . solo . El pelo con granos . duros . transparentes . Esperando . entre los cubos Esperando las doce de la noche para decirle a alguien son las doce de la noche. 

***
Yanko González Cangas (Santiago de Chile, 1971) Alto Volta. Valdivia: Ediciones El Kultrún, 2007.

viernes, 26 de octubre de 2018

lord byron / dos poemas













Ella camina en la belleza

*

Ella camina en la belleza, como la noche
De climas sin nubes y cielos estrellados,
Y lo mejor de lo oscuro y lo brillante
Convergen en sus rasgos y en sus ojos
Así, suavizados bajo la tierna luz
Que el cielo al llamativo día niega.

Una sombra más, un rayo de luz menos,
Mermada a medias la gracia sin nombre
Que ondea en cada trenza azabache
Alumbra con tenue luz su rostro,
Donde los pensamientos con serena dulzura expresan
lo pura y querida que resulta su morada.

Y sobre esa mejilla y ese ceño
Tan suave, calmo y elocuente,
Sonrisas que arrebatan, tonos que relucen,
Mas hablan de días transcurridos en bondad,
Una mente en paz con las bajas pasiones,
Un corazón cuyo amor es inocente.

~~~

Canción del corsario

*

En su fondo mi alma lleva un tierno secreto
solitario y perdido, que yace reposado;
mas a veces, mi pecho al tuyo respondiendo,
como antes vibra y tiembla de amor, desesperado.

Ardiendo en lenta llama, eterna pero oculta,
hay en su centro a modo de fúnebre velón,
pero su luz parece no haber brillado nunca:
ni alumbra ni combate mi negra situación.

¡No me olvides!... Si un día pasaras por mi tumba,
tu pensamiento un punto reclina en mí, perdido...
La pena que mi pecho no arrostrara, la única,
es pensar que en el tuyo pudiera hallar olvido.

escucha, locas, tímidas, mis últimas palabras
-la virtud a los muertos no niega ese favor-;
dame... cuanto pedí. Dedícame una lágrima,
¡la sola recompensa en pago de tu amor!...

***
Lord Byron (Londres, 1788-Mesolongi, 1824)
Versiones de Ricardo José Gómez Tovar y F. Maristany, respectivamente

/

El poeta por Thomas Phillips

/

She walks in Beauty

*

She walks in beauty, like the night 
Of cloudless climes and starry skies; 
And all that’s best of dark and bright 
Meet in her aspect and her eyes; 
Thus mellowed to that tender light 
Which heaven to gaudy day denies. 

One shade the more, one ray the less, 
Had half impaired the nameless grace 
Which waves in every raven tress, 
Or softly lightens o’er her face; 
Where thoughts serenely sweet express, 
How pure, how dear their dwelling-place. 

And on that cheek, and o’er that brow, 
So soft, so calm, yet eloquent, 
The smiles that win, the tints that glow, 
But tell of days in goodness spent, 
A mind at peace with all below, 

A heart whose love is innocent!

~

Song of the Corsair

*

Deep in my soul that tender secret dwells,
Lonely and lost to light for evermore,
Save when to thine my heart responsive swells,
Then trembles into silence as before

There, in its centre’ a sepulchral lamp
Burns the slow flame, eternal, but unseen;
Which not the darkness of despair can damp,
Though vain its ray as it had never been.

Remember me-Oh! pass not thou my grave
Without one thought whose relics there recline
The only pang my bosom dare not brave
Must be to find forgetfulness in thine.

‘My fondest, faintest, latest accents hear-
Grief for the dead not virtue can reprove;
Then give me all I ever ask’d-a tear,

The first-last-sole reward of so much love!’

jueves, 25 de octubre de 2018

kim addonizio / ¿qué quieren las mujeres?













Quiero un vestido rojo.
Quiero que sea ligero y barato,
lo quiero demasiado ajustado, quiero usarlo
hasta que alguien me lo rasgue.
Lo quiero sin mangas y sin espalda,
a este vestido, así nadie tendrá que adivinar
qué hay debajo. Quiero caminar por
la calle, pasar por Thrifty’s y por la cerrajería
con todas esas llaves brillando en la vidriera
pasar por lo del señor y señora Wong que venden
donas del día anterior en su cafetería, por lo de los hermanos Guerra
que descuelgan cerdos de su camión hasta la plataforma
levantando los hocicos resbaladizos sobre sus hombros.
Quiero caminar como si fuera la única
mujer en la tierra y poder elegir.
Realmente quiero ese vestido.
Lo quiero para confirmar tus peores miedos hacia mí,
Para demostrarte lo poco que me importas vos
y cualquier cosa, a excepción de lo
que deseo. Cuando lo encuentre, sacaré ese vestido
de su percha, como si estuviera eligiendo un cuerpo
para que me lleve por este mundo, a través
de los gritos del parto y los gritos del amor también,
y lo usaré como huesos, como piel,
será el maldito
vestido con el que me entierren.

***
Kim Addonizio (Washington D.C., 1954)
Versión de Marina Kohon

Fuente

/

What Do Women Want? 

*

I want a red dress. 
I want it flimsy and cheap, 
I want it too tight, I want to wear it 
until someone tears it off me. 
I want it sleeveless and backless, 
this dress, so no one has to guess 
what's underneath. I want to walk down
the street past Thrifty's and the hardware store 
with all those keys glittering in the window, 
past Mr. and Mrs. Wong selling day-old 
donuts in their café, past the Guerra brothers 
slinging pigs from the truck and onto the dolly, 
hoisting the slick snouts over their shoulders. 
I want to walk like I'm the only 
woman on earth and I can have my pick. 
I want that red dress bad.
I want it to confirm 
your worst fears about me, 
to show you how little I care about you 
or anything except what 
I want. When I find it, I'll pull that garment 
from its hanger like I'm choosing a body 
to carry me into this world, through 
the birth-cries and the love-cries too, 
and I'll wear it like bones, like skin, 
it'll be the goddamned 
dress they bury me in. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

ricardo miró / patria













¡Oh Patria tan pequeña, tendida sobre un Istmo
en donde es más claro el cielo y más brillante el sol,
En mi resuena toda tu música, lo mismo
que el mar en la pequeña celda del caracol!

Revuelvo la mirada y a veces siento espanto
cuando no veo el camino que a ti me ha de tornar...
¡quizás nunca supiera que te quería tanto
si el Hado no dispone que atravesara el mar!

La Patria es el recuerdo... pedazos de la vida
envueltos en jirones de amor o de dolor;
la palma rumorosa, la música sabida,
el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor

La Patria son los viejos senderos retorcidos
que el pie desde la infancia sin tregua recorrió
en donde son los árboles, antiguos conocidos
que al paso nos conversan de un tiempo que pasó

En vez de esas soberbias torres con áurea flecha,
en donde un sol cansado se viene a desmayar,
dejadme el viejo tronco, donde escribí una fecha
donde he robado un beso , donde aprendí a soñar

¡Oh, mis vetustas torres, queridas y lejanas
yo siento la nostalgia de vuestro repicar!
he visto muchas torres, oí muchas campanas,
pero ninguna supo. ¡torres mías lejanas!
cantar como vosotras, cantar y sollozar.

La Patria es el recuerdo... pedazos de la vida
envueltos en jirones de amor o de dolor;
la palma rumorosa, la música sabida,
el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor

¡Oh Patria tan pequeña que cabes toda entera
debajo de la sombra de nuestro pabellón
quizás fuiste tan chica para que yo pudiera,
llevarte pordoquiera dentro del corazón!

***
Ricardo Miró (Panamá, 1883-1940)

martes, 23 de octubre de 2018

giuseppe gioachino belli / la madre de las santas










Por mentarle la dama a Catalina,
para hacerse entender con gente sabia,
diga "los genitales" o vaquina, *
y prosiga con cunnus y con labia.

Pero nosotros, siempre de las putas,
decimos celda, chucha, gorrioncita
raja, grieta, fisura, hoyo, la gruta,
coño, concha, pantufla, guitarrita,

ratona, ollita, vaina, caramelo,
pichón, canasta, peluca, pulposa,
canaleta, gatera, vello y pelo,

silbadora, el-asunto, eso, la-cosa
meadora, la entrepierna, terciopelo,
la jaula-del-pepino, la-caldosa.

Y para terminar uno la roza
con vergüenza, la llama otro natura;
o porquería o cepo o sepultura.

***
Giuseppe Gioachino Belli (Roma, 1791-1863)
Versión de Jorge Aulicino

Fuente

/

La madre de le sante

Chi vvò cchiede la monna a Ccaterina
Pe ffasse intenne da la ggente dotta
Je toccherebbe a ddì vvurva, vaccina,
E ddà ggiù co la cunna e cco la potta.

Ma nnoantri fijjacci de miggnotta
Dimo scella, patacca, passerina,
Fessa, spacco, fissura, bbuscia, grotta,
Freggna, fica, sciavatta, chitarrina,

Sorca, vaschetta, fodero, frittella,
Ciscia, sporta, perucca, varpelosa,
Chiavica, gattarola, finestrella,

Fischiarola, quer-fatto, quela-cosa,
Urinale, fracosscio, ciumachella,
La-gabbia-der-pipino, e la-bbrodosa.

E ssi vvòi la scimosa,
Chi la chiama vergoggna, e cchi nnatura,
Chi cciufèca, tajjola, e ssepportura.

Roma, 6 dicembre 1832

lunes, 22 de octubre de 2018

ximena rivera / tres poemas











Yo recuerdo un estado de la noche, una especie de olvido sumamente físico, un olvido cósmico, por decir algo, que para ustedes se manifiesta en sueños. Es una navegación que me lleva de mi nombre hacia la noche, noche abajo; un viaje nocturno, una ruta por un brazo de la noche, que soy yo misma. Me digo Ximena para reconocerme, me nombro, y lo olvido. Ya sé: es la locura que viene, y en el río de aquella noche lloro con un llanto que corta la piel y reseca la lengua. Cuando salgo de puerto, de inmediato reconozco el hecho insólito de una nueva lengua: me creo en otro país, por lo tanto, estoy en otro país; ningún nombre está sujeto a sus cosas, los nombres están salidos, idos de sus cosas. Todo es intercambiable, pero en un principio entendible y aceptable. Por ejemplo: la calle es un río, la pared un árbol, mi bebé un icono.

~

Mi abuela acuña nombres en un libro grandísimo: es un trabajo privado. Luego mira maravillada la profundidad del espacio celeste, y comprende lo tremendo del asunto. Se envuelve en su chal y guarda silencio; las polillas, debido a la luminosidad y brillantez de la tela, se estrellan contra ella también en silencio. Mi abuela enmudece y comprende lo tremendo del asunto. Cavila, y yo escucho cómo mi abuela enmudece doblemente su silencio. Luego, aborda un viejo automóvil que la llevará al centro de la ciudad. Mi abuela me mira, y comprende lo tremendo del asunto. Luego, el automóvil ahuyenta a unos perros de pelaje rizado a causa del aliento húmedo de la neblina.

 ~

¿Es verdad que no podemos pensar sin palabras? ¿Es verdad que la vieja conjunción de palabras y de cosas, obviamente en su también vieja ligereza, lo altera todo? ¿No será un vicio, un residuo?
Con claridad se piensa que el lenguaje constituye y funda, entonces él entra en mis dominios, en mi ámbito, como un caballero a caballo, invicto, sin derrota, incólume. A mí tanta perfección me disminuye, y la enorme palpitación de los lenguajes no me conmueve; más bien me producen un largo desaliento. Las primeras palabras -de la mañana, por ejemplo- me enferman.
Es entonces que reconozco que los lenguajes se exhiben, y lo que yo soy entre una modulación y la siguiente: se borra.

***
Ximena Rivera (Viña del Mar, 1959-Valparaíso, 2013)

domingo, 21 de octubre de 2018

clemente riedemann / el hombre de leipzig











El padre del padre de mi padre traía todo el mar en sus mejillas. Trajo un cormorán en la mirada y una flauta dulce en los bolsillos. No trajo papeles ni osamentas. Le quitaron su historia en las aduanas y venía de lejos.

Al llegar, sólo la niebla, pañal de maíz para envolver los viejos barcos de madera: la “Steinward”, el “Hermann”, el bergantín “Susanne” y el “Alfred”. Todos buscando el paraíso.  Para todos, desengaño y selva.

(El daguerrotipo muestra a unas familias apiñadas y sin saber a qué atenerse. Allí dormitan en el  suelo el hacedor de calamorros y la mujer del peluquero. También, un niño con paperas)

¡Oh viejos barcos de madera! ¡Oh germánicos famélicos! Les prometieron la tierra, pero la tierra tenía dueños falsos. Falsas estacas de papel y no auténticos rewes milenarios. El padre del padre de mi padre hubo de hablar en otra lengua, gotear, de nuevo, el semen de la aurora. A fundar cosas es que vino el hombre de tan lejos.

Corral, después de un siglo, pronuncio tu nombre en la mañana. Estoy de pie sobre una lancha arrojando trozos de carne podrida a las gaviotas. Por aquí entró en América el perseguido, uno que no fue rico ni famoso, sino bello. Porque bello es todo cuanto sigue siendo, a pesar de la muerte, el deterioro y el olvido.

El hombre de Leipzig, el carpintero, me trajo a tierra en el lápiz de su oreja, de donde he bajado para organizar el mundo con palabras.

***
Clemente Riedemann (Valdivia, 1953)

sábado, 20 de octubre de 2018

linton kwesi johnson / dos poemas













Nuevo orden de las palabras

*

Nuevo orden de las palabras (1)
los asesinos de Kigale (2)
deben ser trabajadores sanitarios
los carniceros de Butare (3)
deben ser trabajadores sanitarios
los salvajes de Shatila (4)
deben ser trabajadores sanitarios
las bestias de Bosnia (5)
deben ser trabajadores sanitarios
en el nuevo orden de las palabras

como una vieja venda sucia
sobre la cara podrida de la humanidad
el viejo orden desata y revela
una vieja cicatriz que acaba de reventar en una nueva llaga
una herida primitiva que el tiempo no curará
y con la antigua moneda de la sangre
tiranos tribales arreglan el marcador

los asesinos de Kigale
deben ser trabajadores sanitarios
los carniceros de Butare
deben ser trabajadores sanitarios
los salvajes de Shatila
deben ser trabajadores sanitarios
las bestias de Bosnia
deben ser trabajadores sanitarios
en el nuevo orden de las palabras

es el mismo viejo síndrome de caín y abel
mucho más antiguo que la caída de Roma
pero en el nuevo orden mundial de la atrocidad
es un nuevo idioma de la barbarie

asesino en masa
normaliza
programa
racionaliza
genocida
sanea
y el antiguo pecado de un clan
se llama ahora limpieza étnica

los asesinos de Kigale
deben ser trabajadores sanitarios
los carniceros de Butare
deben ser trabajadores sanitarios
los salvajes de Shatila
deben ser trabajadores sanitarios
las bestias de Bosnia
deben ser trabajadores sanitarios
para-pam-pam
en el nuevo orden de las palabras

Febrero 1998

(1) Juego de palabras entre las expresiones «new world order» (nuevo orden mundial) y «new word order» (nuevo orden de las palabras).
(2) Región en Rwanda donde Hutus llevaron a cabo un genocidio contra Tutsis.
(3) Región en Rwanda donde Hutus llevaron a cabo un genocidio contra Tutsis.
(4) Campo de asilados palestinos donde la Milicia Falangista Cristiana del Líbano asesinó refugiados. 
(5) Parte de la antigua Yugoslavia con vasta población musulmana, cuyo genocidio fue efectuado por Serbia. 

~~~

Si yo fuera un poeta de los duros

*

«la poesía dub ha sido descrita como… una sobrecompensación por la privación»
Miembro de Oxford en Poesía del siglo Veinte

‘lamayorpartedelfortalecimientoestáenlalengua’
Bongo Jerry (1)

si yo fuera un poeta de los duros
como Chris Okigbo (2) 
Derek Walcott
o T.S. Elliot

escribiría un poema
tan condenadamente profundo
que sería agridulce
como un precioso
recuerdo
te haría gemir
te haría sentir incompleto

como cuando tu amante se va
y aunque aceptes tu derrota
aún así ruegas e imploras
hasta que obtienes su perdón
y ya estás listo para bailar
pero la música ha cesado

aun así
entretanto
con mi ritmo
con mi rima
con mi cruda línea de bajo
con mi propio sentido del tiempo
el poeta idiota guarda la línea
pues Bootahlazy (3) puede haber tenido un par de miles
pero Mandela tuvo para él
miles y miles y miles y miles

si yo fuera un poeta de los grandes
como Kamau Brathwaite (4) Martin Carter (5)
Jayne Cortez o Amiri Baraka (6)

escribiría un poema
tan vulgar
con tantas raíces
tan subversivo
que haría al poeta idiota
ponerse blanco de la envidia
como un canto candombe /vudú / kumina
un calipso de los viejos tiempos o una canción de esclavos
que es censurada pero
baja desde la abuela
directo
hasta los nietos
y todos y cada uno
pueden recitar lo que quieran

aún así
entretanto
con mi ritmo
con mi rima
con mi cruda línea de bajo
con mi propio sentido del tiempo

el poeta idiota guarda la línea
pues Bootahlazy puede haber lidiado un par de miles
pero Mandela, tuvo para él
miles y miles y miles y miles

si yo fuera un poeta de los grandes
como Tchikaya U’tamsi (7)
Nicholas Guillen (8)
o Lorna Goodison (9)

escribiría un poema
tan hermoso que fuera sencillo
como una simple chica
con una cabeza bien puesta
y un buen estilo
con una sexy disposición
y mucha compasión
con una dulce sonrisa
y un estilo delicado

aun así
no voy a hacer reverencias ni a rascarme
ni a portarme como un simio
ni alardear de un pueril pergamino de etnicidad
con tan sólo una señal vaga y huidiza de autenticidad
como un oscuro Lance Percival al revés
o peor aún
un bufón babeante que soltó su lengua

no será así
en absoluto
tengo mi ritmo
tengo mi rima
tengo mi cruda línea de bajo
tengo mi propio sentido del tiempo

el poeta idiota guarda la línea
pues Bootahlazy puede haber tenido un par de miles
pero Mandela, tuvo para él
miles y miles y miles y miles

Julio 1994

(1) Pionero de la poesía rasta.
(2) Poeta nigeriano que murió en la guerra de secesión de los 60.
(3) Jefe de los Zulúes durante la lucha anti-Apartheid. Militante opuesto al Congreso Nacional Africano, liderado por Mandela. 
(4) Historiador y poeta de Barbados, teórico y activista cultural que transformó el verso post-colonial caribeño.
(5) Poeta y político de Guyana.
(6) Poetas blues/ jazz afro-americano.
(7) Poeta surrealista congolés. 
(8) Poeta afro-cubano que transformó la poesía cubana al apropiarse del ritmo del son.
(9) Aclamada poeta Jamaiquina.

***
Linton Kwesi Johnson (Chapelton, 1952)
Versiones de Ricardo Gómez

/

New Word Hawdah

*

New Word Hawdah
Di killahs a Kigale
Mus be sanitary workaz
Di butchaz a Butare
Mus be sanitary workaz
Di savajiz a Shatila
Mus be sanitary workaz
Di beasts a Boznia
Mus be sanitary workaz
Inna di new word hawdah

Like a dutty ole bandige
Pan di festahrin face a umanity
Di ole hawdah anravel an reveal
Ole scar jus a bruk out inna new sore
Primeval woun dat time wone heal
An in di hainshent currency of blood
Tribal tyrants a seckle de score

Di killahs a Kigale
Mus be sanitary workaz
Di butchaz a Butare
Mus be sanitary workaz
Di savajiz a Shatila
Mus be sanitary workaz
Di beasts a Boznia
Mus be sanitary workaz
Inna di new word hawdah

An is di same ole cain an able sindrome
Far more hainshent dan di fall of Rome
But in di new world hawdah a atrocity
Is a brand new langwidge a barbarity

Mass murdah
Narmalize
Pogram
Rationalize
Genocide
Sanitize
An di hainshent clan sin
Now name etnic clenzin

An so
Di killahs a Kigale
Mus be sanitary workaz
Di butchaz a Butare
Mus be sanitary workaz
Di savajiz a Shatila
Mus be sanitary workaz
Di beasts of Boznia
Mus be sanitary workaz
Pra-pram-pram
Inna di new word hawdah

~

If I Waz a Tap Natch Poet

*

If I woz a tap-natch poet
Like Chris Okigbo
Derek Walcot
Ar T.S.Eliot

Ah woodah write a poem
Soh dam deep
Dat it bittah-sweet
Like a precious
Memory
Whe mek yu weep
Whe mek yu feel incomplete

Like wen yu lovah leave
An dow defeat yu kanseed
Still yu beg an yu plead
Till yu win a repreve
An yu ready fi rack steady
But di muzik done aready

Still
Inna di meantime
Wid mi riddim
Wid mi rime
Wid mi ruff base line
Wid mi own sense a time

Goon poet haffi step in line
Caw Bootahlazy mite a gat couple touzan
But Mandela fi im
Touzans a touzans a touzans a touzans

If I woz a tap-natch poet
Like Kamau Brathwaite
Martin Carter
Jayne Cortez ar Amiri Baraka

Ah woodah write a poem
Soh rude
An rootsy
An subversive
Dat it mek di goon poet
Tun white wid envy

Like a candhumble/ voodoo/ kumina chant
A ole time calypso ar a slave song
Dat get ban
But fram granny

Rite
Dung
To
Gran
Pickney

Each an evry wan
Can recite dat-dey wan

Still
Inna di meantime
Wid mi riddim
Wid mi rime
Wid mi ruff base line
Wid mi own sense a time

Goon poet haffi step in line
Caw Bootahlazy mite a gat couple touzan
But Mandela fi im
Touzans a touzans a touzans a touzans

If I woz a tap-natch poet
Like Tchikaya U'tamsi
Nicholas Guillen
Ar Lorna Goodison

An woodah write a poem
Soh beautiful dat it simple
Like a plain girl
Wid good brains
An nice ways
Wid a sexy dispozishan
An plenty compahshan
Wid a sweet smile
An a suttle style

Still
Mi naw goh bow an scrape
An gwan like a ape
Peddlin noh puerile parchment af etnicity
Wid ongle a vaig fleetin hint af hawtenticity
Like a black Lance Percival in reverse
Ar even worse
A babblin bafoon whe looze im tongue

No sah
Nat atall
Mi gat mi riddim
Mi gat mi rime
Mi gat mi ruff base line
Mi gat mi own sense a time

Goon poet bettah step in line
Caw Bootahlazy mite a gat couple touzan
But Mandela fi im

Touzans a touzans a touzans a touzans

viernes, 19 de octubre de 2018

blanca andreu / cinco poemas para abdicar











Cinco poemas para abdicar,
para que sean un destello terrestre en mi tránsito 
mientras el vaivén de mi cuerpo me dote de viejo sueño y tenga un altar adornado,
mientras mis ojos suspendan la aspersión del líquido más breve,
abandonen su aire lacustre y la ligereza de la lágrima cóncava en donde beben grullas
y otras zancudas con pie de bailarina,
mientras mis manos sean hangares en las salinas negras para aviones de turbios vuelos,
mientras el súcubo murciélago diga en mi oído espuma  y diga oscuridad
en las marineras negras.

Cinco poemas para la marcha en el paisaje de sábana de hilo,
un páramo es encaje antepasado,
iniciales bordadas hace ya tres mil días
y alguna mancha de amor.

Cinco poemas como cinco frutos cifrados
o como cinco velas para la travesía:
el primero hacia aquella a la que nadie ve en la vaga velada del lago:
un resquicio de abril para Virginia, porque amó a las mujeres.

El segundo para mi amor:
sé bien que encima de mis heridas busco la alondra de tus heridas,
sé bien que encima de mis heridas una cigüeña pone sus huevos.
Encima de tus heridas las ramas de los nervios se han dormido
y ahora son alas, páginas, oleaje, seres verdes.

Encima de mis heridas yo descubro una tela desventurada y ocre,
rasgada de enemigos,
o una palabra emborrachada por el lacre.
Pero cuando me duerma
ya no te querré.

El tercero para la casa que cae y el álamo vihuela o jardín bello,
para el ángel que guarda a la lombriz,
para todo lo que es pueril o leve y que clava
submarinos anzuelos en los ojos adultos.

El tercero es para el corazón de la raíz
y para la cerrada tierra de los estambres,
para la lluvia seria de las siestas del norte,
mala como una institutriz.
Dile que no se meta en los salones
y los llene de gafas estrujadas.
Ay, dile que no espante los espejos de mirada niña.

Había tres balcones sangrantes,
había tres balcones como tres heridas incurables del muro,
había tres balcones y siete temblorosos escabeles.
Ay, dile que no asuste las palabras palomas,
que no deje que vayan batiendo un aire usado con
                                                                               alas de cuchillo.
Las palabras apátridas de mi tercer poema
que no me muerdan las mejillas
y las sonatas que yo no toqué nunca, que no cesen,
ni el pequeño cuaderno de Ana Magdalena.
Yo no dije: ¡silencio!,
y ahora el réquiem se teje con seres y desastres consanguíneos.
Dejadme las hortensias vestidas de pupilas, con traje de mirada,
esa campana vegetal que ya no suena y llora un zumo epílogo,
y las magnolias catalejos,
y aquel sillar tan grande como el siglo más cíclope.
Yo no dije: ¡silencio!
pero me fui bebiendo vino de exilio en la boca de piedra,
bebiendo fermentado líquido migratorio,
los ramos de las tórtolas de agosto y el eco de la casa
                                                                                  que se cae.

Veo que no sobrevive el alma alta del muro,
la espuma voladora borracha de gaviotas,
el ángel que cuidaba la cucaracha de uva y la lombriz,
ni ningún pájaro como lágrima póstuma y celeste,
ni la resina tañendo su ámbar triste,
ni tampoco las malvas, las violentas, las verdes partituras.

El cuarto es para mi amor.
Amor mío,
sé bien que no te escupirá mi sueño y que tu cuello
                                                                         no será sajado
por el filo último de mi sueño,
que no te insultará el hiriente corazón de mi sueño,
porque si duermo ya no te querré.
Sé bien que busco encima de mis heridas
el escorpión de oro de tus heridas.
Sé bien que encima de mis heridas sólo habita
la imagen encalada de mi muerte.
Y por eso voy a asesinar
con la virgen cuchilla barbitúrico
la muchedumbre de heroicos locos que entonan para mí
                                                                    la pesadilla y el bostezo,
amor mío, sin asomar por la ventana
fuegos viejos, frescas cenizas,
familias errantes de soles.

Mi amor para la imagen encalada de mi muerte,
para la cal que se come a los niños,
para mi último caballo, oro, sobre asfalto celeste y el hule
                                                                              astral de abril.
Sé bien que galoparé en negro
porque negro es el color de los sueños,
negras las manos de la intimidad,
y sin espuelas, y sin bridas,
porque las espuelas son el poder, la aberración,
estrellas de tijera y abismo.

El quinto para mi caballo,
para cuando ya estemos sucediendo
como dos estaciones
o dos días iguales.

***
Blanca Andreu (La Coruña, 1959)

jueves, 18 de octubre de 2018

johann wolfgang von goethe / amor inquieto









¡A través de la lluvia, de la nieve,
A través de la tempestad voy!
Entre las cuevas centelleantes,
Sobre las brumosas olas voy,
¡Siempre adelante, siempre!
La paz, el descanso, han volado.

Rápido entre la tristeza
Deseo ser masacrado,
Que toda la simpleza
Sostenida en la vida
Sea la adicción de un anhelo,
Donde el corazón siente por el corazón,
Pareciendo que ambos arden,
Pareciendo que ambos sienten.

¿Cómo voy a volar?
¡Vanos fueron todos los enfrentamientos!
Brillante corona de la vida,
Turbulenta dicha,
¡Amor, tu eres esto!

***
Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749-Weimar, 1832)
Versión de Sebastián Beringheli

/

Rastlose Liebe

*

Dem Schnee, dem Regen,
Dem Wind entgegen,
Im Dampf der Klüfte,
Durch Nebeldüfte,
Immer zu! Immer zu!
Ohne Rast und Ruh!

Lieber durch Leiden
Möcht‘ ich mich schlagen,
Als so viel Freuden
Des Lebens ertragen.

Alle das Neigen
Von Herzen zu Herzen,
Ach, wie so eigen
Schaffet das Schmerzen!

Wie – soll ich fliehen?
Wälderwärts ziehen?
Alles vergebens!
Krone des Lebens,
Glück ohne Ruh,
Liebe, bist du!

miércoles, 17 de octubre de 2018

eugenio montale / encuentro











No me abandones tú, tristeza mía,
sobre el camino
que azota el viento extraño
con su cálido soplo, y cede; cara
tristeza al viento que se extingue: y empujada
por éste hacia la rada,
donde la última voz exhala el día,
viaja una niebla, alta se pliega un ala
de cormorán.

El tajo al lado del torrente, estéril
de aguas, vivo de piedras y argamasas;
tajo de humanos actos consumidos,
de mortecinas vidas declinando
más allá del confín
que en círculo se cierra: rostros secos,
manos, caballos en hilera, ruedas
chirriantes: vidas no: vegetaciones
del otro mar que la oleada vence.

Se avanza en el camino de cuajado
Iodo sin rastro
como una procesión de encapuchados
bajo la rota bóveda, caída
casi hasta reflejar escaparates,
en un aire que envuelve nuestros pasos
denso e iguala los sargazos
humanos fluctuando en las cortinas
de bambú murmurante.

Si me abandonas tú, tristeza, único
presagio vivo en este nimbo, siento
que alrededor de mí se extiende
un rumor como de esferas cuando
una hora está próxima a sonar;
y caigo inerte en la apagada espera
del que no teme ya
en esta orilla sorprendida por la ola
lenta, que no aparece.

Tal vez vuelva a tener una apariencia:
en la rasante luz
un movimiento me conduce junto
a una mísera rama que en un tiesto
crece sobre una puerta de hostería.
A ella tiendo la mano, hacerse mía
siento otra vida, huella de una forma
que me fue arrebatada; y como anillos
en los dedos no hojas se me enroscan
sino cabellos.

Y nada más después. ¡Oh sumergida!:
desapareces como habías venido
y nada sé de ti.
Tu vida es tuya aún: entre las raras
vibraciones del día ya esparcida.
Ruega por mí,
para que yo descienda otro camino
distinto de una calle de ciudad,
en el aire perdido, ante el tropel
de los vivos; que te sienta a mi lado, que
descienda sin ruindad.

***
Eugenio Montale (Génova, 1896-Milán, 1981)
Versión de José Ángel Valente

/

Incontro

*

Tu non m'abbandonare mia tristezza
sulla strada
che urta il vento forano
co' suoi vortici caldi, e spare; cara
tristezza al soffio che si estenua: e a questo,
sospinta sulla rada
dove l'ultime voci il giorno esala
viaggia una nebbia, alta si flette un'ala
di cormorano.

La foce è allato del torrente, sterile
d'acque, vivo di pietre e di calcine;
ma più foce di umani atti consunti,
d'impallidite vite tramontanti
oltre il confine
che a cerchio ci rinchiude: visi emunti,
mani scarne, cavalli in fila, ruote
stridule: vite no: vegetazioni
dell'altro mare che sovrasta il flutto.

Si va sulla carraia di rappresa
mota senza uno scarto,
simili ad incappati di corteo,
sotto la volta infranta ch'è discesa
quasi a specchio delle vetrine,
in un'aura che avvolge i nostri passi
fitta e uguaglia i sargassi
umani fluttuanti alle cortine
dei bambù mormoranti.

Se mi lasci anche tu, tristezza, solo
presagio vivo in questo nembo, sembra
che attorno mi si effonda
un ronzio qual di sfere quando un'ora
sta per scoccare;
e cado inerte nell'attesa spenta
di chi non sa temere
su questa proda che ha sorpresa l'onda
lenta, che non appare.

Forse riavrò un aspetto: nella luce
radente un moto mi conduce accanto
a una misera fronda che in un vaso
s'alleva s'una porta di osteria.
A lei tendo la mano, e farsi mia
un'altra vita sento, ingombro d'una
forma che mi fu tolta; e quasi anelli
alle dita non foglie mi si attorcono
ma capelli.

Poi più nulla. Oh sommersa!: tu dispari
qual sei venuta, e nulla so di te.
La tua vita è ancor tua: tra i guizzi rari
dal giorno sparsa già. Prega per me
allora ch'io discenda altro cammino
che una via di città,
nell'aria persa, innanzi al brulichio
dei vivi; ch'io ti senta accanto; ch'io
scenda senza viltà.

martes, 16 de octubre de 2018

rosario castellanos / tres poemas













Destierro

*

Hablábamos la lengua
de los dioses, pero era también nuestro silencio
igual al de las piedras.
Éramos el abrazo de amor en que se unían
el cielo con la tierra.

No, no estábamos solos.
Sabíamos el linaje de cada uno
y los nombres de todos.
Ay, y nos encontrábamos como las muchas ramas
de la ceiba se encuentran en el tronco.

No era como ahora
que parecemos aventadas nubes
o dispersadas hojas.
Estábamos entonces cerca, apretados, juntos.
No era como ahora.

~~~

Destino

*

Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.

El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.

¡Ah! pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.

El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
- antes que lo devoren -  ( cómplice, fascinado )
igual a su enemigo.

Damos la vida sólo a lo que odiamos.

~~~

Telenovela

*

El sitio que dejó vacante Homero,
el centro que ocupaba Scherezada
(o antes de la invención del lenguaje, el lugar
en que se congregaba la gente de la tribu
para escuchar al fuego)
ahora está ocupado por la Gran Caja Idiota.

Los hermanos olvidan sus rencillas
y fraternizan en el mismo sofá; señora y sierva
declaran abolidas diferencias de clase
y ahora son algo más que iguales: cómplices.

La muchacha abandona
el balcón que le sirve de vitrina
para exhibir disponibilidades
y hasta el padre renuncia a la partida
de dominó y pospone
los otros vergonzantes merodeos nocturnos.

Porque aquí, en la pantalla, una enfermera
se enfrenta con la esposa frívola del doctor
y le dicta una cátedra
en que habla de moral profesional
y las interferencias de la vida privada.

Porque una viuda cosa hasta perder la vista
para costear el baile de su hija quinceañera
que se avergüenza de ella y de su sacrificio
y la hace figurar como una criada.

Porque una novia espera al que se fue;
porque una intrigante urde mentiras:
porque se falsifica un testamento;
porque una soltera da un mal paso
y no acierta a ocultar las consecuencias.

Pero también porque la debutante
ahuyenta a todos con su mal aliento.
Porque la lavandera entona una aleluya
en loor del poderoso detergente.
Porque el amor está garantizado
por un desodorante
y una marca especial de cigarrillos
y hay que brindar por él con alguna bebida
que nos hace felices y distintos.

Y hay que comprar, comprar, comprar, comprar.
Porque compra es sinónimo de orgasmo,
porque comprar es igual que beatitud,
porque el que compra se hace semejante a dioses.

No hay en ello herejía.
Porque en la concepción y en la creación del hombre
se usó como elemento la carencia.
Se hizo de él un ser menesteroso,
una criatura a la que le hace falta
lo grande y lo pequeño.

Y el secreto teológico, el murmullo
murmurado al oído del poeta,
la discusión del aula del filósofo
es ahora potestad del publicista.

Como dijimos antes no hay nada malo en ello.
Se está siguiendo un orden natural
y recurriendo a su canal idóneo.

Cuando el programa acaba
la reunión se disuelve.
Cada uno va a su cuarto
mascullando un -apenas- "buenas noches".

Y duerme. Y tiene hermosos sueños prefabricados.

***
Rosario Castellanos (Ciudad de México, 1925-Tel-Aviv, 1974)

lunes, 15 de octubre de 2018

raymond queneau / un poema es muy poca cosa












Un poema es muy poca cosa
Apenas algo más que un ciclón en las Antillas
Que un tifón en el Mar de la China
Un temblor de tierra en Formosa
Una inundación del Yang Tse Kiang
Que ahoga a cien mil chinos de golpe
Zas
No eso no da siquiera tema para un poema
Es muy poca cosa

Nos divertimos mucho en nuestro pequeño pueblo
Vamos a edificar una nueva escuela
Vamos a elegir nuevo alcalde y cambiar los días de mercado
Estamos en el centro del mundo ahora estamos cerca del río
       océano que corroe el horizonte

Un poema es muy poca cosa.

***
Raymond Queneau (Le Havre, 1903-París, 1976)
Versión de Adolfo García Ortega

/

Un poème c’est bien peu de chose
à peine plus qu’un cyclone aux Antilles
qu’un typhon dans la mer de Chine
un tremblement de terre à Formose
Une inondation du Yang Tse Kiang
ça vous noie cent mille Chinois d’un seul coup
vlan
ça ne fait même pas le sujet d’un poème
Bien peu de chose

On s’amuse bien dans notre petit village
on va bâtir une nouvelle école
on va élire un nouveau maire et changer les jours de marché
on était au centre du monde on se trouve maintenant
près du fleuve océan qui ronge l’horizon

Un poème c’est bien peu de chose.

domingo, 14 de octubre de 2018

sylvia plath / medusa










Guardas tu espantosa cabeza de bola de dios,
cristales de misericordia,
lejos de ese mirador con piedras que tapan la boca,
los ojos cercados por palillos blancos,
oídos que escuchan las incoherencias del mar,

tus títeres
lanzan sus células bestiales a la sombra de mi barcaza
empujando como lémures,
estigma rojo en el centro mismo,
cabalgando la desgarrada marea al lugar de partida más cercano,

arrastrando su pelo de Jesús.
¿Escapé? Me pregunto.
Mi mente va hacia ti,
viejo ombligo repleto de percebes, cable atlántico,
manteniéndose, pareciera, en estado de milagrosa reparación.

En todo caso, siempre estás allí,
respiración trémula al final de mi línea,
curva de agua que mana
hasta mi buscador de agua,
deslumbrante y agradecida,
conmovedora y absorbente.

Yo no te llamé.
No te llamé para nada.
Así y todo, así y todo, viniste echando humo
por el mar, gorda y roja, una placenta

que paraliza a los amantes complacidos.
Luz de cobra
que sofoca el aliento de las membranas de sangre
de las fucsias. Yo no podía respirar
muerta y sin un peso,

sobreexpuesta, como una radiografía.
¿Quién te crees que eres?
¿Una hostia? ¿La virgen María?
No probaré ni un bocado de tu cuerpo.
Botella en la que vivo.

Vaticano siniestro.
Estoy harta de la sal caliente.
Verdes como eunucos, tus deseos
chiflan por mis pecados.
¡Fuera, fuera, tentáculo de anguila!

No hay nada entre nosotras.

                                               16 de octubre, 1962


***
Sylvia Plath (Boston, 1932-Londres, 1963)
Versión de Silvia Camerotto

/

Medusa

*

Off that landspit of stony mouth-plugs,
Eyes rolled by white sticks,
Ears cupping the sea's incoherences,
You house your unnerving head-God-ball,
Lens of mercies,

Your stooges
Plying their wild cells in my keel's shadow,
Pushing by like hearts,
Red stigmata at the very center,
Riding the rip tide to the nearest point of departure,

Dragging their Jesus hair.
Did I escape, I wonder?
My mind winds to you
Old barnacled umbilicus, Atlantic cable,
Keeping itself, it seems, in a state of miraculous repair.

In any case, you are always there,
Tremulous breath at the end of my line,
Curve of water upleaping
To my water rod, dazzling and grateful,
Touching and sucking.

I didn't call you.
I didn't call you at all.
Nevertheless, nevertheless
You steamed to me over the sea,
Fat and red, a placenta

Paralysing the kicking lovers.
Cobra light
Squeezing the breath from blood bells
Of the fuscia. I could draw no breath,
Dead and moneyless,

Overexposed, like an X-ray.
Who do you think you are?
A Communion wafer? Blubbery Mary?
I shall take no bite of your body,
Bottle in which I live,

Ghastly Vatican.
I am sick to death of hot salt.
Green as eunuchs, your wishes
Hiss at my sins.
Off, off, eely tentacle!

There is nothing between us.