En silencio
*
Mantente quieto.
Escucha a las piedras de la pared.
Mantente en silencio, ellas tratan
de pronunciar tu
nombre.
Escucha
a las paredes vivientes.
¿Quién eres tú?
¿Quién
eres tú? ¿Eres su
silencio?
Quién (mantente callado)
eres tú (como estas piedras
que permanecen calladas).
No pienses
en lo que eres
ni menos
en lo que algún día podrás ser.
Mejor aún
sé lo que tú eres (¿pero quién?)
sé lo impensable
lo que desconoces.
Oh mantente quieto, mientras
sigues vivo,
todas las cosas que viven a tu alrededor
están hablando (no escucho)
a tu propio ser,
hablando por lo desconocido
eso está en ti y en ellas mismas.
“Trataré, como ellas
de ser mi propio silencio:
y eso es difícil. El mundo entero
se incendia secretamente. Las piedras
arden, incluso las piedras me queman.
¿Cómo puede un hombre estar quieto o
siquiera escuchar a todas las cosas ardiendo?
¿Cómo se atreve a sentarse con ellas,
cuando todo su silencio está en llamas?
~
Muerte
*
¿Dónde están los comerciantes y los prestamistas?
Cuyo amor cantó en el cableado entre los puertos
y graneros al interior.
¿Está el viejo comerciante más seguro que el marinero enviado a ahogarse,
cruzando el fin del mundo en una goleta de madera?
¿Dónde están los generales que saquearon las ciudades soleadas
y quemaron el ganado y el grano?
¿El político está más seguro en sus oficinas
que un soldado con una bala en el ojo?
Tómate el tiempo para temblar, no sea que vengas sin reflexionar
para sentir las furiosas mercedes de mi amistad,
—dice la muerte— porque vengo tan rápido como la intuición.
Los acantilados de tus resacas nunca fueron ni la mitad de nauseabundas
que mi abismo infinito.
La carne no puede luchar con las aguas que arden en la tierra,
¡ni siquiera el espíritu descansa en el barro del hielo!
A los muertos perdidos, más que la noche momentánea de fe,
su medianoche será interminable.
A la postre, todo mi poder es conquistado por el “Ave María” de un niño
¡y toda mi noche iluminada para siempre por una vela de cera!
~
Fragmento
*
Cuando estamos solos
dentro del bosque interior
más allá de los caminos solitarios
en el sueño elemental
y pese a que las ciudades comienzan a arder al anochecer
como el cobre como los crisantemos,
las ciudades lejanas florecen
enredadas en un mapa de cableados incandescentes
ninguna voz de esas luces abundantes
enrojecerá la oscuridad de nuestra cita.
Ninguna radio tiene flechas que puedan encontrarnos
flechas aladas tras nosotros, celosas, sin rumbo en la noche, en nuestra pantalla.
En la noche de mi Génesis sin dinero,
los mundos son demasiado viejos
y las ciudades que me encantaron
mueren como las nubes, como los niños del mar.
Para que nadie nos encuentre, Querido,
la nueva creación se mece en la noche sonora
que has hecho para que estemos solos.
***
Thomas Merton (Prades, Francia, 1915-Bangkok, 1968)
Versiones de Nicolás López-Pérez
/
In Silence
*
Be still.
Listen to the stones of the wall.
Be silent, they try
to speak your
name.
Listen
to the living walls.
Who are you?
Who
are you? Whose
silence are you?
Who (be quiet)
are you (as these stones
are quiet). Do not
think of what you are
still less of
what you may one day be.
Rather
be what you are (but who?)
be the unthinkable one
you do not know.
O be still, while
you are still alive,
and all things live around you
speaking (I do not hear)
to your own being,
speaking by the unknown
that is in you and in themselves.
“I will try, like them
to be my own silence:
and this is difficult. The whole
world is secretly on fire. The stones
burn, even the stones they burn me.
How can a man be still or
listen to all things burning?
How can he dare to sit with them
when all their silence is on fire?”
~
Death
*
Where are the merchants and the money-lenders
Whose love sang in the wires between the seaports and the
inland granaries?
Is the old trader any safer than the sailor sent to drown
Crossing the world’s end in a wooden schooner?
Where are the generals who sacked the sunny cities
And burned the cattle and the grain?
Or is the politician any safer in his offices
Than a soldier shot in the eye?
Take time to tremble lest you come without reflection
To feel the furious mercies of my friendship,
(Says death) because I come as quick as intuition.
Cliffs of your hangovers were never half so dizzy as my
infinite abyss:
Flesh cannot wrestle with the waters that ire in the earth,
Nor spirit rest in icy clay!
More than the momentary night of faith, to the lost dead,
Shall be their never-ending midnight:
Yet all my power is conquered by a child’s “Hail Mary”
And all my night forever lightened by one waxen candle!
~
Fragment
*
When we are alone
Within the inner wood
Beyond the trackless ways
In elemental sleep
Though evening towns begin to burn
As copper as chrysanthemums
And the far cities flower
Twined in a map of incandescent wires
No voice from those abounding lights
Reddens the darkness of our rendezvous.
No radio has arrows that can find us
Winged after us with aimless jealousy into the night our screen.
In the night of my penniless Genesis
The worlds are all too old:
And cities that enchanted me
Die like the clouds, the children of the sea.
For no one finds us any more, Beloved,
Cradled in the sounding night, the new creation
That you have made for us alone
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