martes, 7 de noviembre de 2017

robert browning / prospice













¿Miedo a la muerte? Sentir a la bruma en la garganta,
la niebla en el rostro,
cuando cae la nieve y los ventarrones señalan
la cercanía del lugar,
el poder de la noche, la presión de la tormenta
y la presencia del enemigo;
donde el miedo final se consagra en su forma visible
y el hombre fuerte debe avanzar:
porque el viaje ha concluido y conquistada la meta
los escollos se derrumban,
aun cuando quede todavía un combate para alcanzar la distinción,
la recompensa total.
Siempre fui un guerrero; por ello.... que venga otra batalla,
¡la mejor y la decisiva!
Odiaría que la muerte vendara mis ojos y se mostrara indulgente
y me diera la bienvenida con cautela;
¡No! Dejadme saborearla enteramente, como mis camaradas,
los héroes de antaño;
soportar la arremetida y pagar todas mis culpas
en un minuto de dolor, tinieblas y frío;
porque lo ruinoso, de un momento a otro,
para el valiente se convierte en lo mejor,
cuando el minuto sombrío termina
y cuando la furia de los elementos
y de las voces enloqueceidas
se derrumba y se apaga,
cambiando, transfigurándose en paz brotada del dolor.
Y luego una luz y tu pecho,
¡Oh alma de mi alma! Te aferraré de nuevo
y en Dios descansaré.

***
Robert Browning (Camberwell, 1812-Venecia, 1889) Poesía escogida. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 2008.
Versión de Armando Roa Vial

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Prospice

Fear death?—to feel the fog in my throat, 
The mist in my face, 
When the snows begin, and the blasts denote 
I am nearing the place, 
The power of the night, the press of the storm, 
The post of the foe; 
Where he stands, the Arch Fear in a visible form, 
Yet the strong man must go: 
For the journey is done and the summit attained, 
And the barriers fall, 
Though a battle's to fight ere the guerdon be gained, 
The reward of it all. 
I was ever a fighter, so—one fight more, 
The best and the last! 
I would hate that death bandaged my eyes and forbore, 
And bade me creep past. 
No! let me taste the whole of it, fare like my peers 
The heroes of old, 
Bear the brunt, in a minute pay glad life's arrears 
Of pain, darkness and cold. 
For sudden the worst turns the best to the brave, 
The black minute's at end, 
And the elements' rage, the fiend-voices that rave, 
Shall dwindle, shall blend, 
Shall change, shall become first a peace out of pain, 
Then a light, then thy breast, 
O thou soul of my soul! I shall clasp thee again, 
And with God be the rest! 

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